La agresión que costó un oro

Post date: Jul 19, 2012 2:55:07 PM

El brasileño Vanderlei de Lima fue atacado por un demente cuando iba primero en la maratón a falta de 6 km. Con la ayuda del público regresó a la carrera.Acabó tercero, pero cumplió su sueño.El 29 de agosto de 2004 los Juegos Olímpicos de Atenas estaban llegando a su fin. Como siempre, una de las últimas pruebas fue el maratón, que en aquella ocasión tenía un simbolismo especial al disputarse en el país donde se originó. Su ganador fue el italiano Stefano Baldini, pero el gran héroe fue el brasileño Vanderlei de Lima, que consiguió acabar tercero después de haber sido atacado por un espectador.

De Lima, que llegaba a los Juegos con un buen currículum, se destacó en cabeza y en solitario. Cuando llevaba transcurridos 1 hora y 52 minutos corriendo y casi 37 kilómetros, el brasileño vio cómo se le echaba encima Cornelius Horan, un ex sacerdote irlandés con problemas psicológicos y con antecedentes de este tipo -un año antes había saltado a la pista de Silverstone durante el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1-.

El agresor, vestido con un traje tradicional de su país, saltó desde un costado de la calle para agarrar a De Lima y arrastrarlo hasta el otro lado donde se encontraba el público. El maratoniano, con las fuerzas justas tras un intenso esfuerzo, apenas opuso resistencia y se fue al suelo. Al final, con ayuda de los aficionados, consiguió volver a la pista mientras se reducía a Horan.

Se le otorgó la medalla Pierre de Coubertin, una de las mayores distinciones para un deportista, por su valor y espíritu olímpico

"Fue un momento bastante difícil, fuerte y triste porque yo jamás pensé que algo así me pudiera ocurrir. A partir de ese momento comencé a sentir muchos dolores en mis piernas. No conseguí volver al mismo ritmo, en lo que influyó la angustia", reconoció después el brasileño, que nunca negó que igualmente pudiera haber sido adelantado por Baldini, quien llevaba mejor ritmo antes del incidente.

Dos kilómetros después de levantarse se vio superado por el italiano, ganador final. Luego también fue adelantado por el estadounidense Mebrahtom Keflezighi. Al final entró tercero en el estadio Panathinaiko, el de los primeros Juegos, ante una ovación cerrada del público, conocedor ya de lo que había ocurrido. Lejos de mostrar enfado, entró con una felicidad inmensa. Los aplausos y el lograr una medalla olímpica le hicieron olvidarse del mal trago. Lloró de la emoción. De hecho, aseguró que "por lo menos cumplí mi sueño de obtener una medalla, que antes de partir a Atenas era mi meta máxima, sin importar el color".

De Lima

"Al menos cumplí mi sueño de ganar una medalla"

De Lima se llevó la medalla de bronce, un bronce que sabía a oro. Tiempo después recibió una medalla mucho más especial, la medalla Pierre de Coubertin, por su valor y espíritu olímpico, una de las mayores distinciones y honores que se le puede otorgar a un deportista olímpico y que solo ha sido entregada en diez ocasiones.

Horan se arrepintió

Su agresor fue arrestado tras reconocer que lo había hecho para "llamar la atención del mundo sobre la Biblia y para ayudar a preparar el más importante evento que ocurrirá en la Tierra: la segunda venida de Cristo". Ahora, según algunos rumores, trata de aprender portugués para ir a Brasil y pedir perdón en persona a De Lima.