Cuentos de Fray Mocho

Tirando al aire

–Mire, don Antonio, que la muchacha lo quiere... Yo sé lo que le digo... ¿No ve que yo m’he fijao en lo que hace y que ya no soy una nena que se chupa el dedo?... Cuand’una muchacha como ella, tan señorita (porque no es porque sea sobrina de mi marido, pero es muy señorita) dentra a no encontrar nada, que le venga bien y hasta hecha p’al diar’io la pollerita’e dominguiar, no le quepa duda de qu’es porque anda interesando...

–¡Así sará!... Ma... ¿qué quiere que le dica?... ¡Io ho pavura de tutte donne del paese... ¡Ho visto tante purquerie!... E dopo... ¿cosa saco io con tutto cuesto de l’inamoramiento?... ¡Macana!

–¿Cómo qué saco? ¿Y qué va a sacar? ¿Cre qu’el amor es alguna lotería?... ¡mirenlón al hombre!... Gringo había’e ser para ser interesao... ¿se quedrá que le paguen también pa tomarle el pulso?... ¿Habráse visto insolente igual?

–Ma... ¡dicame un poco!... ¿Io me ho metido con la mochacha?... ¿Non é propiamente lei qui si venga in garpone e me fa di cuele murisquetite con il vestito... cosí e cosí... sorridendo e guardándome con cueli oquione safao e fachéndome una cusquillería de la gran siete, propio como si io fosse di leño?... ¡Mirá!... ¡Ho pasato con cuela donna, la piú dificoltosa de tutte le ore di la mia vita!... ¡Bisoña habere una forza dil diavolo per essere sicuro con cuela birbanta di mochacha que fa brucchare il sangüe en quel carpone maledetto! E non é cuesto tutto l’affare, ¿sapete?... ¡Dopo ha incominchato una conversazione con cuela maniera cosí simpática e cosí calda qui ha de parlare... e ma’fatto venire en cane di filo tremendo!... Propiamente, io, non so ancora un vecchio formone mellato e tanta afiladura m’ha fatto diventar capace di farle la barba a lo stesso archivescovo... ¡Io vi dico cuesto non é vita, mia cara siñora... Io non so buono per sofrire tutta cuesta brucatura in corpo e retarmi cosí trancuilo. ¿Sapete?... ¡Dun Antonio é dun Antonio, ma per questo non é il santo di suo nome!

–¡Bueno!... ¿Ve?... ¡Eso es amor!... Al fin me ha confesao la partida!... Como lo ha dicho muy bien, usté no es todavía un formón mellao, y así le decía yo a la muchacha: “no te aflijás, m’hijita, el hombre es extranjero, pero te ha’e saber entender...”; y ya ve cómo no me había equivocado... Una muchacha como esa no es la partida!... Como lo ha dicho muy bien, usté no es todavía, un de desperdiciar, don Antonio!... Buena como el pan, hacendosa, ahorrativa... y linda com’una bendición!

–¡Ma... vedi... tutto cuesto mi guasta lánima, per Baco!... ¡Cuesto é l’affare!

–¡Pero y si ella no le es indiferente, usté’stá seguro de que lo quiere, como que por usté dejó al escribiente aquel de la comisaría que le andaba arrastrando l’ala!... ¡Casesé!... ¿Pa qué andar con vueltas?

–Ma... cuesto é l’affare, mía signora... Io sono amo’lato da chincue anni in Italia...

–¿Casao en Italia?... ¡Gringo pillo!... ¡Mirá con la que venís a salirnos aura!... ¡Esto sí que se llama llevarse un chasco!... ¿Y por qué no hablaste antes, gringo condenao?

–Io voleva vedere... cosa facheva l’amore miracoloso... Ma tutte le donne hanno la stessa maniera di pensare... l’amore e il matrimonio... e niente altro...

–¿Y qué más quedrá este condenao?... ¡Se necesita ser un gringo afilador, pa crer que una muchacha como mi sobrina sea capaz de fijarse en él si no es pa casarse!... ¿Pa qué estarán los criollos?... ¡Aura mismo le habi’avisar al escribiente que no habías sido lo que parecés... condenao!... ¡Si hasta facha e’criminal en tu tierra t’estoy encontrando... verás con quién te has metido a tirar tiros al aire!...