Cuentos de Fray Mocho

Frente a Frente

–Si es con dinero, che, que buscás ser ayudado, haceme el favor de ni siquiera pensar en Enrique... Se le va a enojar de veras y ya sabés el geniecito que tiene... ¡A mí misma me desconocería!...

–¡Basta, che!... ¡Basta!... ¡decile que no se enoje y que cuide su salud!... Su cuñado Raúl lo conoce demasiado, para ser capaz de acercarselé con propósitos hostiles... Y haga patria uno con semejante familia... Los cuñados, conforme se para uno en el zaguán empiezan a echarle los perros y las hermanas no te digo nada...

–¡Vos sos injusto, Raúl!... Acordate lo que ha sido Enrique con vos y que si aura te desconfía, sus buenas razones tiene...

–¡Historia antigua, che!... ¡Macanas!... A una simple calavereara de muchacho, le da importancia y un retintín... ¡Psch!... Decile que no embrome, che... ¡que el jueguito es conocido!

–No te digo que no... ¡pero la culpa la tenés vos que sos un tarambana y un ocioso!...

–¡Bueno!... ¡Mirá!... Dejemonós de filosofía y vamos al grano... ¡Escuchame con atención que la cosa es seria Edelmira!... Lo que yo ando buscando, ¿sabés lo que es?... ¡Bueno!... ¡Hacerme una plataforma para ver si me caso como la gente!

–¡Vaya!... ¿Y contra quién dirigís tus tiros?

–¡Todavía no he apuntado, che!... Ando con el arma cargada nomás y tengo la intención de no tirar sino sobre algo seguro y que medio valga la pena... Por lo pronto necesito darle cierto relieve a la persona, comenzando a figurar en el mundo social con visos de personaje... ¿sabés? Y es para eso que lo vengo a ver a Enrique... Quiero que los amigos me obsequien con un banquete, con motivo de mi llegada de Europa

–¿Cómo de tu llegada de Europa?...

–Es figurado nomás ¿sabés?... Es un pretexto para dar la noticia en todos los diarios como hacen muchos... No me voy nada, pero llego... ¿Comprendés?... ¡Bueno!... El banquete no tengo interés de que se realice tampoco, pero sí de que se diga que me lo dieron... Ya tengo cinco o seis firmas de lo mejor, para iniciar el movimiento y conforme cuente con que él no se meterá a andar con rectificaciones y con sonseras... ¡Zás!... largo la noticia de que subscriben la invitación, los señores tales y tales y comienzo a festejar a la muchacha a la que le haya echao el ojo... Así hizo Fermincito Covarrubias y la cosa le salió como de molde. ¡Fijate qué bolada para una muchacha que no halla quien le afile, toparse con una simpatía que es nada menos que un mozo recién llegado de Europa y a quien le dan un banquete!... ¡Claro!... ¡La cosa pega como con goma y se viene derechito!

–¡Sí!... Pero vos sabés que Enrique es enemigo de farsas y que no se va a prestar...

–¡Ya sé y es por eso que lo busco!... Además es necesario que figure algún pariente, por el efecto moral... Lo que es para acompañar tengo firmas de primera... Don Mariano Unzué, el doctor Pellegrini, el general Capdevila, el ministro González, el doctor Benjamín Victorica...

–¿Y quién te ha proporcionado esas relaciones?... ¿Cómo has hecho para tener su consentimiento?...

–¡Ahí verás, che... que tu hermano no es tan lerdo!... ¡Los he ido sacando de todos los banquetes en que figuran y he descubierto que les agarran el nombre y se los ponen nomás!... ¿Qué se van a ocupar ellos de andar rectificando, si ya están acostumbrados?... Cuando más dirán ¿quién diablos será este Raúl?... y después se olvidarán de la cosa...

–¡Enrique no va a querer, che!... Yo lo conozco y sé que la va a dar una rabia grandísima...

–¡Bueno!... Mirá... Eso a mí no me importa un pito ¿sabés?... Lo único que yo te pido es que no lo dejés que haga rectificaciones, si llegase a ver su nombre al pie de la invitación... decile que se haga de una vez hombre de mundo... que se temple a la moderna y se deje de todas esas ideas rancias y de esas macanas que le dan estructura de loco... Yo soy un buen muchacho, che... que lo único que necesita es campo para volar... ¡Pedile que no me corte las alas!

–¡Bueno...che!... ¡Perfectamente! Pero, ¿y si me dice que no?...

–Lo meto en la lista nomás... ¡y me hago el sonso!... Con decirle que no he sido yo el que lo puse... ya está... Aquí hay que hacer como Roca. ¡y no hay vuelta... che! ¡Al que le guste que se ría, y al que no, que tome quina y piense que es chocolate!