Las Artes marciales japonesas se refieren a la enorme variedad de artes marciales de los nativos de Japón. Por lo menos tres términos japoneses a menudo se utilizan indistintamente con la frase “artes marciales japonesas”: “Budo”, que literalmente significa “camino marcial”, “bujutsu” que no tiene traducción perfecta, pero significa algo así como ciencia, el arte, o el arte de la guerra, y “bugei”, que literalmente significa “arte marcial”. El término “budo” es moderno y se usa normalmente para indicar la práctica de las artes marciales como una forma de vida, abarca lo físico, espiritual y moral con un enfoque de superación, cumplimiento y crecimiento personal. Los términos bujutsu y bugei tienen definiciones más discretas, al menos históricamente hablando. Bujutsu se refiere específicamente a la aplicación práctica de las tácticas y las técnicas marciales en un combate real. Bugei se refiere a la adaptación o perfeccionamiento de las tácticas y técnicas para facilitar la enseñanza sistemática y difusión dentro de un ambiente de aprendizaje formal.
El origen histórico de las artes marciales japonesas se puede encontrar en la tradición guerrera de los samuráis y el sistema de castas que restringían el uso de armas por miembros de las clases no guerreras. Originalmente, el samurái se espera que sea competente en muchas armas, así como en combate sin armas, y alcanzar el mayor dominio posible de habilidades de combate, con el propósito de glorificarse a sí mismo o a sus vasallos. Con el tiempo, ello dio lugar a una filosofía de lograr metas espirituales, esforzándose por perfeccionar sus habilidades marciales. Por lo general, el desarrollo de técnicas de combate se entrelaza con las herramientas utilizadas para ejecutar dichas técnicas. En un mundo que cambia rápidamente, las herramientas están en constante cambio, lo que requiere que las técnicas para ser usadas necesitan ser reinventadas continuamente. La historia de Japón es algo único en su relativo aislamiento. En comparación con el resto del mundo, las herramientas de guerra japonesas evolucionaron lentamente. Muchas personas creen que esto brinda a la clase guerrera la oportunidad de estudiar las armas con mayor profundidad que otras culturas. Sin embargo, la enseñanza y la formación de estas artes marciales ha evolucionado, primero con las condiciones en el campo de batalla, (tiro con arco dando forma a la espada, dando paso a la lanza), a continuación, a través de un largo periodo de paz, y finalmente en los tiempos modernos. Con el tiempo, se dieron dos tendencias definidas de las artes marciales de Japón: primero hubo una creciente especialización en el manejo de las armas, y el entendimiento del arte de guerra, y en segundo lugar, muchas de las artes evolucionaron hacia prácticas más pacíficas y tomó las enseñanzas del budo lo que implica un propósito mayor que simplemente el dominio de las armas.