Asturias

ASTURIAS


Amador Fernández Palacios fue uno de los primeros judocas asturianos. Indicó que "en 1959 un grupo de Gijoneses practicaban técnicas de judo en el comedor de un piso del barrio de la Tejerona, siguiendo un curso por correspondencia de CCC (Centro de Cultura por Correspondencia), dirigido por Fernando Franco de Sarabia. Paralelamente otros aficionados, también en Gijón, practicaban por su cuenta en el Cuartel de la Policía Armada, y en el retén de Bomberos, reuniéndose a veces los tres grupos, tanto en el cuartel de Bomberos como en el de la Policía Armada, para entrenar y ampliar conocimientos. Este último cuartel tenía un gimnasio con colchonetas para prácticas policiales que con el permiso del Capitán Badas, hombre muy entusiasta de todas los deportes y bajo la supervisión de José Manuel Valdés, practicaban estos aficionados y algunos entusiastas policías. Las cuotas mensuales por las clases son la división a prorrateo del importe de la luz y el agua de las instalaciones que usaban y que abonaban al cuartel de la Policía Armada, con la condición de que los policías que lo deseasen participaran de las clases de judo y defensa personal, sin costo alguno".

Así que los componentes de los tres grupos: los del barrio de La Tejerona, la Policía Armada y los Bomberos fueron los primeros practicantes de Judo asturianos que impartieron clases de forma gratuita, "incluso los domingos, con el fin de promocionar el Judo como es el caso del Colegio Héroes de Simancas, de los Padres Jesuitas y en el Grupo de Cultura Covadonga, todos ellos en Gijón. Como por aquellos tiempos la mayoría de los desplazamientos se hacían andando o todo lo más en tranvía, cualquier divulgación que se pretendiera hacer tenía que basarse en tu zona de residencia. Destacando en esta labor a José Manuel Valdés, Luis Carlos Santos Roda y Amador Fernández Palacios".

En 1961, Asturias eligió a los integrantes del equipo que por primera vez representaría a la región en los campeonatos nacionales, que celebraban entonces su 9ª edición. Dichos campeonatos tuvieron lugar en Santander y el equipo asturiano lo formaron: "Jaime F. Lastra y José Manuel Valdés, con cinto azul, Fernando García de la Vega, con cinto verde, Bardón, Hidalgo. Hureña, Alonso, Llanes, y Luis Carlos Santos Roda, con cinto naranja". Participaron en tres modalidades: individual, individual por kyus y por equipos, no hubo suerte.

En este mismo año se realizaron exámenes de Judo en el gimnasio del Cuartel de la Policía Armada situado en el Paseo de Begoña de la misma Gijón. No lo debieron hacer tan mal en el Campeonato pues de lo contrario no hubiesen sido propuestos para pasar de grado y ellos tampoco lo hubiesen aceptado ya que, en aquellos tiempos, para dicho fin tenían que verse dignos de merecerlo. Así pues, fueron examinados y aprobados: "Jaime Fernández Lastra, para marrón. Fernando García de la Vega, para azul, José Bardón Llamas y Luís Carlos Santos Roda, para verde. Luis Marcelo Pérez, Ignacio y Mariano García Helena, para naranja. Daniel Palacios, Álvaro Magdalena, Horacio R. Medina, Victoriano García de la Cruz. José María Ugidos y Ramón Fernández, para amarillos. Otros seis candidatos no superaron la prueba. Hay que destacar la falta a este examen de José Manuel Valdés, que participó con los antes reseñados en el Campeonato de España, celebrado en Santander, con cinto azul, y que era el cabeza visible del grupo del barrio de 'La Tejerona' que luego pasaron a entrenar al Cuartel de la Policía Armada y, posteriormente, fundador del primer club de Judo asturiano, así como Hidalgo, Hureña, Alonso y Llanes".

A 1º de octubre de 1966 existían en Asturias tres clubs y 60 licencias de ellas dos eran de juveniles y el resto seniors. De estos tres clubs el primero fue el Gimnasio Sakura-kan sito en la calle Dindurra de Gijón dirigido por José Manuel Valdés, cinturón marrón en esos momentos. Aquí entrenaban la mayoría de los del barrio de La Tejerona, los del Cuartel de la Policía Armada y los del Retén de Bomberos. José Manuel "invitó durante varios veranos a D. Alfredo San Bartolomé, con su familia a pasar sus vacaciones estivales en Gijón, con el fin de darles clases de judo y examinar a los asistentes; también les preparaba el programa para desarrollar durante el año, que practicaban bajo la supervisión de José Manuel Valdés. entre otros los siguientes judocas: Horacio Rodríguez Medina, Victoriano García de la Cruz, Álvaro Magdalena, Luís Carlos Santos Roda, Fernando García de la Vega, José Bardón Llamas, Luís Marcelo Pérez, Ignacio y Mariano García Helena, Daniel Palacios, José María Hugidos, Hureña, Llanes, Ramón Fernández. Jaime F. Lastra, Amador Fernández Palacios y José Fernández, residentes todas ellos en Gijón. Asistía también a los entrenamientos el Sr. Jesús A. González Caso, desde Sotrondio, que por su condición de policía municipal tenía conocimientos de su práctica y lo aprovechaba para desarrollarlo en su Club con sus alumnos y compañeros de trabajo (...). Una vez por semana, durante algún tiempo, se desplazaría a Sotrondio, José Manuel Valdés para compartir enseñanzas y experiencias con el Sr. Caso, en el Gimnasio Municipal".

Posteriormente, se hizo cargo de este gimnasio su cuñado. Luís Carlos Santos Roda hasta su fallecimiento en un accidente de mar el 12 de septiembre de 1993, cerrándose entonces el gimnasio.

El segundo fue el Gimnasio Alpo situado en el sótano de la calle Alférez Provisional, 8 de Oviedo, dirigido por Felipe León Calvez, cinturón marrón. La actividad principal de este gimnasio era la de Gimnasia de Mantenimiento y pesas asi que, como Felipe tenia nociones de Judo y colchonetas en las que realizaban los ejercicios de gimnasia, empezó a enseñarles este nuevo deporte en el que la gente se animó "llegando a formar un interesante grupo entre los que destaca Juan Cecchini Estrada. Al ver que el grupo no decae si no que éste aumenta, Felipe León Gálvez decide crear en 1964 su propio club de judo, en Oviedo, y lo hace en un local muy próximo, sólo a 200 metros de su antiguo lugar de entrenamientos, con el fin de que les sea fácil asistir a sus incipientes seguidores”. Se trató del Club Kiaï que se situó en la calle General Zuvillaga, 10.

La cuota mensual que ascendía a 250 pesetas la subió hasta 400 pesetas "el tiempo que fuera necesario para contratar a un profesor japonés que viniera a Oviedo un mes invitado a un hotel de la ciudad como vacaciones de verano y como contrapartida impartirles clases de judo, los lunes, miércoles y viernes. Entonces contactan en Madrid con el Sr. Masurao Takeda, 4º Dan, Nº 492 -profesor en aquellas fechas en el club Canoe-Fujiyama posteriormente lograría el 5º Dan y se establecería con un club que llevaba su nombre, este profesor acepta desplazarse a Oviedo. Esta cuota la quiso mantener después frente a la oposición de los deportistas, creándose un ambiente enrarecido que aumentó cuando Felipe cerró el gimnasio para hacer reformas, reabriéndolo sólo para aquellos alumnos que tras las obras le acepten la nueva cuota. Pero esta desafortunada idea la descubren sus alumnos en el momento del cierre que al ir a despedirse unos se dicen adiós y los elegidos para seguir en el club, hasta dentro de dos meses”. Reabrió, por tanto, con diez alumnos y lo cerró definitivamente a finales de 1968.

El resto de los alumnos, los no elegidos por Felipe, sintiéndose defraudados por éste decidieron crear otro Club alquilando un local a las faldas del Naranco, en la calle Monte Gamonal, 44, túnel n° 5 al que comenzaron llamando Astur Judo y contrataron a Ramón Luís Esteban Barbero para que les impartiera las clases. Este era de Madrid y estaba estudiando en Oviedo. Debido a que parecía que no tuviese mucho interés por el desarrollo técnico de sus alumnos, la dirección buscó otro profesor siendo éste Masurao Takeda, ni más ni menos, que el profesor japonés que tiempo atrás les impartió clases en el Gimnasio Kiaï. El japonés declinó la invitación pues tenía su vida en Madrid y no quería abandonarla para ir a una provincia. La dirección decidió cambiar el nombre del Club pues ya habían otros clubs que empezaban igual Astur... y pusieron el nombre de Club Takeda, el maestro japonés aceptó, cedió su nombre y, por tal deferencia, se comprometió a ir algún fin de semana para impartir clases y examinar. Así lo hizo hasta su fallecimiento por infarto de miocardio.

A principios de 1968, llegó a Europa por Francia, "un intrépido muchacho de 25 años, cinturón negro 4º Dan, con la intención de conocer mundo (...). Posteriormente llega a Madrid y visitando a su compatriota Masumo Takeda éste le habla de un club de judo de Oviedo donde practicaban un grupo de aficionados y necesitaban un profesor de judo y así llega a Oviedo, en AIsa. Shu Taira con la intención de impartir unas clases de judo para recuperar un poco de dinero y así poder seguir con su viaje por el mundo para ampliar conocimientos ya que en esa época era estudiante de arte dramático en su país y destacado miembro del equipo de competición de su Universidad. Posteriormente, los 12 socios fundadores del club deciden cedérselo al maestro Taira, por lo que éste desde ese momento decide que sean socios de honor del club y que puedan entrenar en él sin cuota mensual alguna, durante toda su vida".

Shu Taira llegó a Asturias en octubre de 1968. Aproximadamente, en el verano de 1958 un grupo de amigos de lo más influyente de Sotrondio, entre los que se encontraban el Jefe de la Policía Municipal, de Sotrondio, Ezequiel Suárez García, José A. González Caso, Agustín Suárez y Redondo, (es decir, el Sr. Maestro. el Sr. Farmacéutico, El Relojero, el Medico etc.) acordaron hablar con el Sr. Alcalde y solicitarle un bajo del Ayuntamiento para formar un gimnasio. Al final, habilitaron uno de los calabozos y aunque lo denominaron Gimnasio Municipal de Sotrondio popularmente se conoció como " “el golpeaderu” “por las mataduras que traen de las caídas y de las paredes"

Para su inauguración "se invitó al Club Sakura-Kan para realizar una exhibición coincidiendo con las fiestas patronales, siendo una auténtica revolución en la zona por lo allí mostrado y sobre manera resaltar la demostración de defensa personal que realizaron Jaime Lastra y Amador Fernández Palacios, que consiguieron acercar al club muchos practicantes que de la dulce y, a la vez, férrea mano de Caso se convirtió en un vivero muy importante para el judo asturiano".

El Club fue creciendo y "con la insistencia de Caso y la confianza del Sr. Alcalde en la nueva actividad, le cedió el uso compartido con la Banda Municipal de Música, de un edificio compuesto por bajo, planta y bajo cubierta, propiedad del Ayuntamiento y situado tras este y al lado de la estación del ferrocarril, y que ya tenía unas medidas consideradas normales para las salas de Judo de aquellos años, 5 metros de ancho por 7 de largo, con dos ventanas que dan a la fachada principal aportando luz y ventilación; como no se conocía otra cosa el tatami era de serrín y con un pequeño pasillo para dejar el calzado de los practicantes.

El primer profesor que tuvo este Club fue Redondo, el que trabajaba en Caracas, quien impartió las clases desde sus inicios hasta que tuvo que incorporarse a su trabajo en esta ciudad. Caso contactó con José Manuel Valdés de Gijón, asistiendo a sus clases siempre que podía. Este le recomendó el libro de Alfredo San Bartolomé a quien conoció en un entrenamiento en Gijón. Alfredo se comprometió para que cada vez que fuera a esta ciudad, tanto para examinar como para orientar a los alumnos de José Manuel hiciera lo mismo con los suyos desplazándose a Sotrondio. Así pues, en principio, cada dos meses fue Alfredo a Sotrondio que, conforme aumentaba el nivel y la calidad de los alumnos lo hacía más a menudo, como una vez al mes.

Hoy este Club está dirigido por un alumno de Caso, Fernando Fernández Fernández convirtiéndose en el más antiguo de Asturias.

El 14 de febrero de 1967 se iniciaron "las clases de Judo y Defensa Personal a los Policías Municipales de Oviedo en su cuartel sito en la Plaza del Ayuntamiento ocupando los bajos de la parte derecha que hacen rotonda con la Plaza del Pescado, bajo la dirección del cinto negro Ramón Luís Esteban Barbero".

Dos días después, "tomó posesión la nueva junta directiva” "elegida democráticamente con D. Manuel Lorenzo Rodríguez, (posteriormente cinto negro n° 515), como presidente. Siendo su propósito y el de sus colaboradores elevar tanto el número de practicantes como el nivel técnico de los mismos ya que el judo asturiano, como se puede comprobar por lo antes citado era bastante exiguo y algo desorganizado".

El 31 de ese mes de febrero se dieron de alta los Clubs: "CAU (Club Atlético Universitario), Ingenieros Técnicos de Gijón y Club Atlético Instituto de Roces de Gijón" . El 9 del mes siguiente se creó el Club de Judo en la Institución benéfica "Hogar de San José" de la misma ciudad.

Como era necesario consolidar el judo en toda la provincia el presidente Sr. Lorenzo el 11 de marzo del 67, desde Radio Juventud. La Voz de las Cuencas Mineras, realiza el primer acto divulgador del judo, en Asturias y sus beneficios físicos y formativos.

También en este mes de marzo se inició en Judo la Policía Municipal de Oviedo. El tres de mayo se inauguró en esta misma ciudad el Club de Judo Takeda "con un gran boato por ser una entidad de alto prestigio por la relevancia social de sus socios siendo Presidente D. Luís García Saavedra (Médico Analista), Secretario D. Faustino Álvarez (Joyero con taller en la calle de Uria) y Tesorero D. Álvaro Ojanguren Fernández (Tipógrafo con taller en la calle de Independencia), como profesor Ramón Luís Esteban Barbero, con la asistencia de numeroso público y del consejo directivo de la Federación Asturiana de Judo".

El 21 de este mismo mes se celebró el I Torneo de Divulgación del Judo entre los Clubs Gimnasio Municipal de Sotrondio y Hogar de San José de Gijón "dentro del programa trazado por la Federación y los Club, en la asamblea del 13 de mayo, del mismo año. No cabe ninguna duda que tras la reunión federativa al Sr. Caso, un autentico divulgador del judo, y al Gimnasio Municipal, sólo necesitaron ocho días para darle un pequeño empujón al judo en la provincia. El torneo lo disputaron el Municipal de Sotrondio, y el Hogar de San José, de Gijón. Aunque el alta en la Federación de este último, es de fecha 9/3/67, ya debían de estar entrenando mucho antes, pues con dos meses y 12 días desde su alta, no se forma un equipo para competir y menos para ir contra el potente equipo de Sotrondio, ya que nadie participa en un torneo con tan poco tiempo de práctica ni nadie va allí de comparsa o para que lo vapuleen, lo más lógico es que los dos tuvieran un fuerte equipo o, como mínimo, muy parecido en sus fuerzas. Las arbitras en estas torneos eran los propios profesores"

Al día siguiente de esa asamblea el Presidente de esta Federación fue hasta Sotrondio junto con Ramón Luís Esteban Barbero, cinturón negro, para impartir "la primera clase en el Gimnasio Municipal con el fin de depurar la técnica, esta será una práctica habitual del Presidente por toda la Provincia donde además se aprovechaba para examinar a los alumnos que optaban sobre todo al cinto marrón. De este dato se desprende que el Sr. Caso y el Gimnasio Municipal, eran los más importantes de la Provincia, o los más numerosos e inquietos" .

El 2 de junio, con motivo de introducir el Judo en los Centros de Enseñanza, el Club Hogar San José realizó una demostración en la Escuela Profesional de la Fundación Revillagigedo de Gijón "con motivo de las fiestas patronales del Centro"; y, dos semanas después, "se celebró en el gimnasio del Club Atlético Gijonés de Educación y Descanso, cedido a la Federación por la Delegación de Sindicatos, el torneo denominado “Selección Juegos del Cantábrico 67”, con el fin de seleccionar el equipo que las representaría, en el citado torneo, con la participación de los clubs: Hogar de San José, de Gijón, 0-Waza-Samurai, de Carbayin y Gimnasio Municipal, de Sotondrio, que en la fecha tenían los judocas más competentes"

En Avilés, el 12 de agosto se hicieron las gestiones pertinentes con la "Junta Directiva de la Polideportiva Asociación Atlética Avilesina, para crear una sección de Judo en dicha Sociedad, que desembocaron en el acuerdo de celebrar como divulgación, una demostración, en sus instalaciones, el día 25 del mismo mes, ya que al ser período vacacional lo frecuentaban numerosos socios. La demostración corrió a cargo de los componentes de los Club Hogar de San José y Club Atlético Universitario Ingenieros Técnicos, ambos de Gijón (...) El Judo de momento, no se desarrolló en la zona"

El 24 de noviembre se celebró en La Coruña la Copa del Generalísimo para Clubs en la que compitieron, en semifinales, los equipos de León, Madrid, La Coruña y, por supuesto, Oviedo. El campeonato de Asturias tuvo lugar el 22 de octubre en el Club Sakwakan, participando en el mismo cinco equipos, tres de ellos de Gijón: el club anfitrión, el Club Hogar de San José y el Jigoro Kano. Los otros dos equipos eran de Oviedo: el Gimnasio Municipal de Sotrondio y el Takeda. Triunfaron los de Sotrondio. También fue el vencedor en la Fase Eliminatoria por lo que estuvieron participando en la Fase Final de la VIII Copa de España de Club.

"El 19 de julio se celebró el I Trofeo Tsuson Taira (en la foto de la izquierda), que desde esta fecha se instituye a perpetuidad; corrían los años 70. En esa fecha recibieron por primera vez la visita de un maestro de alto rango japonés, precisamente el mismo Tsuson Taira (padre del maestro Shu Taira quien les impartía las clases), cuyo nombre habían tomado para el trofeo. Tsuson Taira había nacido "en Fukawa, (Isla de Hokkaido), el 1-1-1901. Estaba en posesión del Cinto Negro 8º Dan del Kodokan; comenzó la práctica de Judo a los 15 años, en el Colegio Heian, de Kyoto, con el cual competía con mucho éxito, ya que entre las 17 y 19 años, el y su equipo resultaron campeones de Japón por equipos y eso es mucho decir.

En su época de universitario en la Ryokoku, de Kyoto, fue de las pocas personas que pudieron aconsejarse personalmente con el fabuloso Jigoro Kano, hablando sobre el futuro del Judo en el mundo (...). En 1967 obtuvo el Premio de Honor del Ministerio de Educación Japonés, en la especialidad de Judo. Fue la primera vez que este deporte recibió la distinción máxima de este organismo (...). Era increíble ver como se pasaba toda la sesión de entrenamiento en el Club Takeda, sentado en la posición Seiza, sin mover un solo músculo y al final de ésta, junto a su hijo, corregir uno por uno a todos los alumnos que ese día asistieran a clase. Además de visitar varios clubs de la provincia para conocer de primera mano el judo asturiano realizó una exhibición de Itsutsu-no-Kata (Kata de 5 principios) en el Palacio de Deporte de Oviedo, junto a su hijo, siendo ésta la primera vez que este kata de alto nivel de ejecución se veía en Oviedo". Hacia 1971 se formó la Federación Astur-Leonesa. A finales de 1972, Manuel Lorenzo Rodríguez dejó la Presidencia Federativa, sucediéndole en el cargo Luís Arrieta Cueto de Oviedo, ciudad a donde trasladó la sede federativa desde Gijón, situándola en "un primer piso de la calle Cimadevilla y compartiendo un pequeño local con dos mesas una para judo y la otra para la Federación de Tiro Olímpico. De la que el Sr. Arrieta era miembro. Aunque la Federación ha tenido varias sedes nunca más se movió de la capital”.

Durante "la época que fuimos Federación Astur-Leonesa, aunque se hicieron diversos torneos sociales y Campeonatos Regionales en las dos zonas, además de mantener unas excelentes relaciones con los Clubs de la zona Leonesa y sobremanera con el Club Kyoto, de José Terán, que era el Delegado Federativo, para la comarca, con el cual compartimos experiencias y entrenamientos dominicales en ambas zonas (...). Pero la unión fue inviable, por lo insalvable del Puerto Pajares, -sin autopista- en la época invernal, que es cuando más actividad competitiva había, para realizar gestiones federativas por parte del Delegado, asistir a torneos sociales, exámenes de cinto negro o campeonatos regionales, había que adecuar los tiempos de pesaje o la hora de comienzo de cualquier evento a las condiciones meteorológicas del Puerto, que es lo mismo que decir esto empieza cuando llegue Terán y la Delegación Leonesa, pues como no había vehículos 4x4, ni tampoco telefonas móviles para indicarnos donde estaban y cuando calcularían que podían llegar, sólo nos quedaba decir, el refrán: el que espera desespera, y el que viene, nunca llega.”

Al ser más Astures que Leoneses, la mayoría de las veces les tocaba a ellos desplazarse, pero en aquellas fríos inviernos las comunicaciones con la meseta no eran nada buenos, con el agravante de que para venir a cualquier actividad federativa tenían que madrugar, que son las horas donde peor se pasan los puertos, además es mejor subir un puerto nevado, que al tran, tran, lo consigues y si no al menos te quedas ahí, pero bajarlo a esas horas es muy peligroso, si al peso del vehículo le sumamos el de los ocupantes, más la inercia que esta masa genera, hay que bajarlo muy despacio, y frenar lo menos posible, si no corres el riesgo de bajarlo, pero rodando.

Nunca nada pasó, pero aquello por mucha voluntad que pusiéramos por las dos partes no podía seguir así, y nada más que se pudo, los leoneses se agruparon con Valladolid y Salamanca, creando la Federación Castellano-Leonesa".

En 1975, concretamente el 27 de septiembre, se realizó un Festival japonés de Artes Marciales en el Palacio Municipal de Oviedo y las artes que estuvieron presentes fueron "Judo, Karate, Aikido, Kendo, Kenpo y Kobudo". Allí estuvieron presentes "a los maestras Hiruma, Takeda, Taira, Uematsu, Yamashita, Igarashi, Hattori, Ikeda, Kitaura, Sakakibara, Ishimi, Onaga y al octavo "dan' de judo (uno de los escasos genios del judo que existen en el mundo), señor Tsuson Taira, (en la foto de la izquierda) llegado de las lejanas tierras niponas especialmente para este acontecimiento. Por dar una pequeña muestra de la importancia que tendrá esta reunión de auténticas maestros de judo, diremos que sólo en esta popular especialidad habrá diez judocas: un octavo 'dan' como antes advertimos, tres quinto 'dan', cuatro cuarto 'dan', dos tercer 'dan' y la colaboración de otras muchos especialistas” En dicho acto "fue preciso colocar el cartelito de 'no hay billetes' (...) El recinto presentaba un magnífico aspecto, completamente abarrotado. Existe en Asturias enorme afición por las técnicas orientales, como ayer quedó demostrado".

El interés ha hecho que lleguen los éxitos, como el obtenido en la I Copa del Mundo de Katas celebrado en París en el 2008 siendo Jesús Verano Fernández y Máximo González Verga los primeros asturianos en la obtención de medalla en unos campeonatos de esta envergadura, en este caso de bronce, con el kata Kodokan Goshin Jujitsu no Kata. Hay que decir que el I Campeonato de Europa de Katas se celebró el 2007 en Wuppertal (Alemania).