Henri Birnbaum Okonowski (1921-2004)

Henri Birnbaum nació el seis de enero de 1921 en Berlín y falleció en Barcelona el 8 de diciembre de 2004.

Fue uno de los más destacados judocas de origen francés, junto con Michel Martin, Yves Klein y Roland Burger, que en la década de los 50 introdujeron el judo en España; también fue uno de los primeros cinturones negros de judo europeo; alcanzando el grado de 8º dan.

Alumno directo del maestro Mikinosuke Kawaishi en Paris, y fiel seguidor de su método, fue el fundador y director del Judo Barcelona, que comenzó sus actividades en la calle Casanova 57 en diciembre de 1950.

Hijo de judíos polacos que se instalaron en París en 1924 justo antes de la persecución de los nazis contra su comunidad. Se inició en el judo a los 15 años en la Asociación Israelita de Jiu Jitsu de la capital francesa, pero fue de la mano del maestro Mikonosuke Kawaishi cuando se formó como judoca.


Tuvo que huir de Francia en 1940 con la caída de París. Cruzó la frontera de los Pirineos y fue retenido junto con un centenar de compatriotas al pasar al lado español. Hacinados en la cárcel de Sort donde no había ni espacio para sentarse, recaló en Miranda de Ebro donde todavía se mantenía el campo de concentración de la Guerra Civil, pero fue liberado al cabo de unos meses; y, en 1942, volvió a Francia para enrolarse en la resistencia francesa. Se apuntó como voluntario para luchar en el norte de África con el ejército del general De Gaulley fue allí donde conoció los estamentos militares que le introducirían en la instrucción militar para cadetes después de la II Guerra Mundial.

En 1946 se instaló en el Fort Carré de Antibes, entre Niza y Cannes, en la costa azul francesa, e instruyó a los jóvenes soldados del ejército francés en defensa personal. La maestría que dejó en la École Militaire d’Escrime et de Sports de Combat de Antibes se convirtió en un referente en la enseñanza de los deportes de combate. Todos lo recuerdan como un maestro que no solamente enseñaba los movimientos y la técnica del judo sino también una forma de vivir con respeto y cortesía hacia el adversario.

La cercanía de Cataluña y Barcelona hace que Birnbaum visite a su hermana Nina que vive en la Ciudad Condal. Su círculo de amistades, conocedor de su trabajo como instructor de cadetes, le anima a abrir una escuela de judo en Barcelona. Otros, antes que Birnbaum, habían mostrado la defensa personal en Barcelona y Madrid pero solamente a modo de exhibición. La diferencia con Birnbaum es que crea una escuela y un método de enseñanza continuado.

En septiembre de 1950 finalmente decide dar el paso y ayudado por su cuñado Alberto Mitrani, encuentra un local en la calle Casanova 57, un antiguo taller de costura. Fue el sitio ideal para instalar los tatamis. Aunque la escasez para encontrar un tatami ya hecho, hace que los tengan que encargar y fabricar. Otro contratiempo fue encontrar "kimonos" o judogis, el atuendo de vestir que se utiliza para practicar judo. La importación desde Francia elevaba en desmesura el precio y además las fronteras con el exterior estaban cerradas. Había que fabricarlos en España. El mismo Henri Birnbaum toma la iniciativa, realiza el patrón y los manda hacer.

El maestro encuentra en la prensa un socio ideal para darle el impulso necesario. De la excelente pluma de Carlos Pardo y José María Miedes (padre) de Mundo Deportivo, diario decano de la información deportiva, saldrán crónicas y reportajes que darán buena cuenta de los esfuerzos de Birnbaum para difundir el judo.

Según el propio Birnbaum: “…di mis primeras clases, a unos pocos alumnos (eran 6): Roviralta, Fuster, Miradle, Canals… y dos más..." (Raul Roviralta, Carlos Fradera y niños, Fuster, Miracle, Canals y Alberto Mitrani (cuñado de Birnbaum)

"...Después de las fiestas del fin del año, hice unas exhibiciones, ayudado por tres judocas franceses, Verrier, Oudart et Laglaine y por D. Carlos Pardo, periodista del Mundo Deportivo, quien presenció y comentó nuestras actuaciones. Inauguré, oficialmente, mi primera escuela, después de “Reyes” y al principio del año fiscal, el 15 de enero de 1951...”.

Pero no solamente enseñaba a alumnos ávidos de practicar un deporte sino que también lo hace a policías locales, guardias civiles y miembros de la Policía Armada. A partir de 1955, la demanda crece exponencialmente y Birnbaum se ve obligado a buscar un local más grande. Encuentra una octava planta en la calle Aribau que dispone de baños, duchas y un cuarto para lavar los judoguis, un tendedero y un par de despachos. Es considerado el dojo más grande de Europa en aquel momento. Las 250 licencias federativas pueden considerarse un éxito total.


Se suceden los campeonatos nacionales y gracias a los esfuerzos organizativos, Birnbaum consigue que el Campeonato de Europa de 1958 se dispute en Barcelona. Los judocas españoles se cuelgan varias medallas de bronce y sus logros no pasan desapercibidos.

Birnbaum alcanzó el grado de 8º Dan y falleció en Barcelona el 8 de diciembre de 2004.