Gran momento del deporte colombiano

1.° de septiembre de 2014

A la buena presentación de la Selección Colombia en el Mundial Brasil 2014 ha seguido una importante cosecha que, por cierto, no es nueva: desde 2012 advertimos el buen momento de los atletas colombianos con su presentación en los Juegos Olímpicos y su primer triunfo en los Bolivarianos. Hoy vemos deportistas criollos pasearse victoriosos en variadas disciplinas, algunos revalidando sus triunfos, por ejemplo, Caterine Ibargüen en salto y Mariana Pajón en BMX. Los futbolistas, que desde fines de los 1980 jugaban en Europa en equipos medianos, hoy son disputados por sumas astronómicas por los grandes equipos del mundo: Real Madrid, Barcelona, Manchester United, Inter, Juventus... Y aunque no tienen mucha notoriedad, no son pocos los que triunfan en automovilismo, lucha, atletismo. El béisbol es caso especial: el cartagenero Dilson Herrera acaba de ser ascendido a Grandes Ligas (29/8/2014), logro siempre notable que siempre pasa inadvertido para la gran prensa colombiana. Hoy día hay cinco colombianos en la Gran Carpa (Frieri, Quintana, Teherán, Solano y Herrera), número solo visto fugazmente hace dos años, y cuyo incremento parece incontenible. 

Pero lo que más me place es el renacer del ciclismo. Olvidados parecían ya los tiempos de Herrera y Parra trepando las cuestas de Europa. Hoy, hay que reconocerlo sin demeritar aquellas actuaciones, ya Nairo Quintana y Rigoberto Urán los superaron. El triunfo de Quintana en el Giro 2014 se equipara con la Vuelta a España (para algunos el Giro es más importante) obtenida por Herrera en 1987, y su segundo lugar en el Tour de 2013 supera el tercer lugar de Parra en 1988. Importante también el segundo puesto de Urán en el Giro de este año, sin olvidar las buenas actuaciones de Botero entre otros en los años 2000. Botero fue un ciclista colombiano atípico: gran cronometrista y escalador; quedó cuarto en el Tour de 2002, cuyo "ganador" fue Lance Armstrong, después despojado, o sea que técnicamente fue tercero y había igualado a Parra. Y la catarata de nuevos ciclistas hace presagiar que las carreteras europeas serán dominadas por los escarabajos en años venideros.

¿A qué se deben estos nuevos triunfos? ¿Azares de la genética? ¿Verdaderas políticas estatales para incentivar el deporte? ¿Mayor madurez? ¿Haber aprendido de errores del pasado? Creo que es conjunción de todo lo anterior. Si no nacen deportistas de raza, no hay más qué decir. Pero si a esos seres humanos con condiciones, en el momento preciso les añadimos políticas deportivas estatales eficientes y madurez psicológica, el resultado no puede ser sino el triunfo. Lejos parecen estar ya los escándalos de personajes como el díscolo ―pero genial Faustino Asprilla, así como los desórdenes al interior de la Selección Colombia que desembocaron en la debacle de USA '94. Hoy, por el contrario, vemos deportistas aplomados y maduros pese a ser muy jóvenes como Nairo Quintana, Falcao García y Mariana Pajón.

Así, pues, parece que se ha dado la transformación que requerían el deporte colombiano y la mentalidad de sus deportistas, todo reflejado en la actual generación de atletas responsables y sobre todo profesionales que, estoy seguro, darán muchas alegrías más por un buen tiempo y que dejaron atrás, ojalá para siempre, las épocas en que hacía falta el centavo para el peso.