Apuntes mirmidónicos LXIV

9 de octubre de 2023


I

Me parecen grotescos, exagerados, ridículos, los gestos que hacen los árbitros de béisbol cuando decretan out o ponche.


II

La decadencia de nuestro tiempo es tal, que ya la gente no sabe ni qué inventar. Ahora dizque “avistamiento de aves”... ¿Se había visto ridiculez igual? Qué tal esta conversación: ¿A dónde vas? A ver pajaritos


III

Lo uno y lo múltiple, ese es el quid del mundo, de la vida. Unos les quieren imponer su concepción de la realidad a los demás. 


IV

¿Cuándo se había visto jazz en Mompox o en Barranquilla? ¿Cuándo? Unos cuantos queriéndole imponer sus supuestos “finos” gustos a la mayoría, a pesar de que son perfectamente conscientes de que el jazz jamás ha estado arraigado, ni ha sido popular, ni siquiera gusta, no se conoce, en Barranquilla y muchos menos en Mompox. Hay que ver lo que era la Porrovía, eso sí.


V

Me comenta un tío que estuvo hace poco en Punta Cana, República Dominicana, y hace unos años en Cancún, México, que en Colombia no se ha invertido en turismo, pues aquí hay lo mismo que en esos países e incluso mejor, pero ni siquiera se promueve, mucho menos se desarrolla infraestructura. 


VI

En el caso de Barranquilla, hay un potencial inexplorado alrededor del carnaval y de la cultura picotera, expresiones ambas que vuelven locos a europeos y latinoamericanos, especialmente los no caribeños, como argentinos, uruguayos, chilenos y peruanos. Los he visto. Movería la economía, sobre todo alojamiento, alimentación y bebidas (alcohólicas), que la Secretaría de Cultura realizara eventos picotero-carnavaleros al estilo de Baila la calle, bien organizados y con todas las medidas de seguridad en las siguientes fechas:


Ahora bien, si la alcaldía no tiene interés en estos eventos, bien pueden organizarlos los picoteros y carnavaleros.


VII

Un evento de estas características deriva visitantes hacia las playas cercanas del Atlántico, Cartagena y Santa Marta, y favorece el comercio local y otros sitios de holgorio (por ejemplo, los estaderos esparcidos a lo largo y ancho de la ciudad). Barranquilla sería una especie de referente internacional de la fiesta ojalá sanade alcance al menos regional, concepto con el que ya se la asocia en varios países de la región. Una especie de variante continental caribeña de Ibiza, la isla española del Mediterráneo conocida por su vida nocturna y por ser escena de la música dance electrónica en verano.  


VIII

Solo las artesanías del carnaval arrasan en originalidad, vistosidad, variedad y colorido al resto de artesanías de Colombia, pero no existen sitios web en los que se puedan adquirir. He ahí una oportunidad en tiempos en que esta forma de comercio es cada día más usada, y en que parece que todo se encamina hacia allá.


IX

También increíble que una institución de importancia por lo menos regional y con fanaticada en tantas partes como el Junior tampoco tenga tienda virtual, y que para comprar mercancía del equipo haya que desplazarse al único almacén que existe en la ciudad. Todos los equipos grandes del fútbol colombiano (y varios chicos) cuentan con tiendas virtuales en sus sitios web excepto el Junior. 


X

Lo mismo va para La Troja, otra institución cultural nacional, incluso internacional; hay que ir a sus sedes en determinados días y horas para comprar la cachucha.


XI

De muy lejos, hasta de Australia, vienen a comprar picós, otra actividad cultural que, si se proyecta y organiza como es debido, puede llegar a ser lucrativa para muchos (artesanos, pintores, dibujantes, técnicos electrónicos, almacenes de componentes electrónicos y de sonido, dueños de picós, programadores de música, vendedores de música, coleccionistas, entre otros). Ya en el Centro y en almacenes del norte como Miche venden picós a buen precio; complementaría que pudieran adquirirse online también.


XII

Ahora han aparecido unos guías locales que organizan excursiones en los barrios Abajo y El Prado o en el Centro, por ejemplo, y cobran por sus servicios a sus conciudadanos. ¿Pagar para que le hagan recorridos a uno por los sitios por donde toda la vida ha pasado en su propia ciudad? Publicaré rutas y recorridos con direcciones, planos, datos relevantes, pelos y señales para quienes quieran hacerlos sin pagar, lo cual me parece ridículo. Ver Guía de Barranquilla.


XIII

Hace unos días, el profesor Maldonado afirmaba que la Real Academia Española establece el idioma. A lo cual repliqué que, primero que todo, hoy aquello que le atribuyen a la RAE (el diccionario de la lengua, la ortografía, etcétera) en realidad es elaborado por la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), la cual reúne a las academias de todos los países donde el español es oficial, más las de Estados Unidos y Filipinas. Segundo, que ellos no fijan ni establecen nada, solo investigan, estudian, describen, recogen, reflejan, explican, esquematizan, consignan la lengua viva con criterio histórico-lingüístico.


XIV

En realidad, y dado que nadie fija nada en materia de idiomas (por algo no existe una academia de la lengua inglesa), uno puede escribir con la ortografía que quiera; Bello ideó una ortografía propia usada en Chile en el siglo XIX, de la cual quedan vestigios en letreros y textos. Incluso, al escribir uno puede usar el alfabeto que quiera, alguno que uno invente, por ejemplo. El punto es que te entiendan al escribir de x o y modo. Por esa razón, Vargas Llosa se dejó confundir por ese periodista mejicano perverso y envenenador, terriblemente malintencionado, que saluda por Jorge Ramos Ávalos, cuando este le preguntó al autor de La ciudad y los perros si se podía usar un "nuevo adjetivo" todes, además de todos y todas (es fácil adivinar con qué fin). El pobre anciano se limitó a ruborizarse y a echarse a reír con la risita a lánguida de los viejos, y no le dio la respuesta acorde a su ingente estupidez. Le habría respondido: "Claro, Jorge, claro que se pueden usar todes, les, lo que quieras, que te entiendan es otra cosa... y que hagas el ridículo, otra". Estamos ante otro capítulo del ridículo ocho que se vuelven los usuarios del tal lenguaje inclusivo, entre ellos ese presidente desubicado e inepto que desgobierna ahora a Colombia.


XV

Por cierto, y no nos digamos tonterías: la prueba de que la ortografía de la lengua elaborada por la Asale a nada obliga, nada fija y bien vista es una más (eso sí, sin atenuantes la más usada, aunque casi siempre mal), es que n-a-d-i-e sigue al pie de la letra sus mil y una "reglas" recomendaciones, más bien, ni siquiera los medios de comunicación escritos ni muchos escritores de renombre. Ahí están, sin sonrojarse, sin advertirlo siquiera, mucho menos preocuparse, los millones de personas que a diario se comunican por las tales redes sociales cometiendo los peores horrores ortográficos y de puntuación, para no hablar de... redacción. E insisto: se entienden así, se comunican perfectamente. ¿O no?


XVI

Las moditas lingüísticas... a algunos como que cada cierto tiempo les entra la ¿necesidad? de adoptar vocablos, giros, expresiones, incluso construcciones sintácticas (erradas, vale decir) de otros lares. Ahora, para asentir, se enquistó entre una parte nada despreciable de mis conciudadanos el "vale" español. Bueno, quedamos así. Vale. Nos vemos a las 5. Vale. No se te vaya a olvidar pagar la luz, ¿vale? Dentro de poco, algunos hablarán de gilipollas, chaval, flipar, enhorabuena, hostia, tío, macho, liar, guapo, ordenador, vídeo, follar, polla, cachondo, paro (desempleo) y parado (desempleado), vuestro (conozco a uno que ya lo usa por escrito), vosotros (aunque creo que es muy difícil que lleguen a usar las conjugaciones verbales correspondientes...), chiringuito, alucinar/alucinante, no pasa nada, no hay lío, y ya está, venga, madre mía, chorrada, guay, heavy, joder, ir a por (v. gr. Voy a por los vasos, ¿qué tal esa monstruosidad?), usarán el pretérito perfecto compuesto en vez del simple, se exacerbará el leísmo, es decir, la sustitución de los pronombres átonos de acusativo lo y la por el dativo le (Debo llamarle en vez de Debo llamarlo/llamarla), etcétera. 


XVII

Y se aproxima la deplorable eliminación del pretérito de subjuntivo por el presente:

Este vicio, que ya es regla en inglés y en francés, ha tiempo que se instaló en países especialistas en ultrajar la lengua como Argentina, Ecuador y Perú


XVIII

Lo más triste es que el barranquillero haya incorporado a su léxico horrendas palabrejas y expresiones del país andino: qué peca'o, tan divino, mi rrrrrey, parche/parchar, parcero y su apócope parce, capar [algo], gonorrea, saludes, hogao, hágale, trancón, de alto turmequé, enfletarse, mecato, culicagao, paila, esfero, mamera, chichigua, chichipato, a lo bien, qué día, qué pena, patonear, guaro, a la lata, la machera, estar mamado, carambolas, falencia, pedir canoa, entre otras atrocidades innecesarias, pues tenemos equivalentes antiquísimos y más. Barranquilla, quien te vio antes y te ve ahora...


XIX

Para rematar, últimamente los noticieros del interior del país han cogido la manía —que los medios locales ni cortos ni perezosos adoptaron en un santiamén de referirse no al departamento del Atlántico como siempre ha sido, sino al departamento de Atlántico. Ya no ocurren cosas en el Atlántico, sino "en Atlántico". Horror. Algo inconcebible en 1984. La gente bien nacida se enfrenta, no quepa la menor duda, a una auténtica psicosis colectiva, más exactamente a una paranoia muy destructiva, muy violenta, solo comparable con esa otra paranoia, aun más violenta y destructiva, de andar, a toda hora y en cualquier lugar, embrutecido con la cabeza enterrada en el celular, incluso en medio de conversaciones de supuestos amigos, en reuniones familiares, visitando a la novia, bañándose, manejando carro y hasta moto, por igual en salas de espera de hospitales que de bancos o de cualquier entidad abierta al público, ya haciendo del cuerpo, ya copulando, etcétera. Aterrador. El panorama de la sociedad actual es siniestro. El papa Francisco dijo recientemente:

El mundo se desmorona y quizás se acerca a un punto de quiebre.



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