Page start up on 05.01.2019_16.00 (UTC+1 / Paterna, España)
Fuente documental / Sursa documentară: Consciencia colectiva - Wikipedia en español.> 9.195 bytes (versión en rumano / versiune în română = non-existent).
Articol luat de admin în evidenţă pentru o cât mai grabnică traducere.. / El admin abre aquí este articulo para traducirlo cuanto antes.
Consciencia colectiva - Wikipedia en español > 19:44 25 ago 2018 SeroBOT discusión contribs. m 9.195 bytes −1
La noción de consciencia colectiva se refiere a las creencias compartidas y a las actitudes morales, que funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad.[1] Esta fuerza se encuentra separada y es, generalmente, dominante en comparación con la conciencia individual. Según esta teoría, una sociedad, una nación o un grupo constituyen una entidad que se comporta como un individuo global. Debe diferenciarse de la noción de inconsciente colectivo, que alude al conjunto de símbolos, arquetipos o imágenes primordiales en la sociedad humana que trascienden el tiempo.
Índice
1.4 Aportes de otros sociólogos y psicólogos
Aproximaciones al término
Aporte de Durkheim
La expresión fue acuñada por el sociólogo Émile Durkheim (1858-1917) en varias de sus obras:[2] Así, Durkheim sostiene que:
El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, forma un sistema determinado que tiene vida propia: podemos llamarlo conciencia colectiva o común. Es, pues, algo completamente distinto a las conciencias particulares aunque sólo se realice en los individuos.
En su libro De la division du travail social, Durkheim sostiene que en sociedades "tradicionales" o "más simples" (aquellas basadas en las relaciones familiares, tribales o entre clanes), la religión desempeña un rol importante al unir a sus miembros por medio de la creación de una conciencia común (conscience collective en francés original). En las sociedades de este tipo, los contenidos de la conciencia de un individuo son ampliamente compartidos en común con todos los otros miembros de su sociedad, creando una solidaridad mecánica a través la semejanza mutua. Entonces, la conciencia colectiva es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en otra con solidaridad mecánica. Es más probable que los miembros de una sociedad moderna se mantengan unidos por la división del trabajo y la necesidad de que otros realicen ciertas funciones que mediante una conciencia colectiva poderosa.
Aporte de Giddens
Anthony Giddens señala que la conciencia colectiva difiere en los dos tipos de sociedades en cuatro dimensiones:
Volumen: se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia colectiva.
Intensidad: se refiere al grado en que la sienten.
Rigidez: se refiere a su nivel de definición.
Contenido: se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos polares de sociedad.
En una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica, prácticamente la totalidad de sus miembros comparten la misma conciencia colectiva; ésta se percibe con gran intensidad, es extremadamente rígida, y su contenido suele ser de índole religiosa. En una sociedad de solidaridad orgánica, la conciencia colectiva es más reducida y la comparte una cantidad menor de individuos; se percibe con menor intensidad, no es muy rígida, y su contenido queda definido por el concepto de "individualismo moral".
Aporte de McDougall
William McDougall escribió: "Cabe considerar la mente como un sistema organizado de fuerzas mentales o intencionales, y, en el sentido así definido, puede decirse con propiedad que toda sociedad humana posee una mente colectiva. Porque las acciones colectivas que constituyen la historia de tal sociedad están condicionadas por una organización únicamente descriptible en términos mentales, y que empero no está comprendida dentro de la mente de individuo alguno.
La sociedad hállase más bien constituida por un sistema de relaciones entre las mentes individuales, que son las unidades que la componen. Las acciones de la sociedad son, o pueden ser bajo ciertas circunstancias, muy diferentes de la mera suma de las acciones con las que sus diversos miembros podrían reaccionar frente a la situación en ausencia del sistema de relaciones que los convierte en una sociedad.
Dicho con otra palabras, en tanto piensa y obra como miembro de una sociedad, el pensamiento y la acción de cada hombre son muy distintos de su pensamiento y de su acción como individuo aislado".
"Consideremos más cerca qué implica esta proposición. Pero debemos señalar antes que si reconocemos la existencia de mentes colectivas, el trabajo de la psicología social clasifícase bajo tres rótulos:
Primero: el estudio de los principios generales de la psicología colectiva, es decir, el estudio de los principios generales del pensamiento, del sentimiento y del accionar colectivo, en tanto son ejecutados por los hombres en grupos sociales.
Segundo: dados ya los principios generales de la psicología colectiva, resta establecer el estudio de las particularidades del comportamiento colectivo y de la vida mental de determinadas sociedades.
Tercero: frente a la vida mental de cualquier sociedad con sus miembros relacionados social y orgánicamente entre sí, la psicología social tiene que describir cómo cada nuevo miembro que se incorpora a la sociedad va moldeándose según las pautas tradicionales de pensar, sentir y hacer, hasta que deviene apto para desempeñar su papel como miembro de la misma y su influencia contribuye a la vida mental colectiva".[3]
Aportes de otros sociólogos y psicológos
La noción fue retomada por otros sociólogos y psicólogos como Maurice Halbwachs en 1939.[4] En su libro La psychologie des foules (1895),[5] Gustave Le Bon define a la muchedumbre con estos términos: « Una reunión de individuos de cualquier nacionalidad, profesión o sexo, cualquiera sea también el azar que los haya reunido ». Le Bon sostiene que cuando estos individuos se reúnen, « se forma un alma colectiva, sin duda transitoria, pero que presenta características muy evidentes. La colectividad se convierte entonces de aquello que, a falta de una expresión mejor, llamaría una muchedumbre organizada o, si se prefiere, una muchedumbre psicológica. Ella forma un solo ser y se encuentra sometida a la ley de la unidad mental de la muchedumbre. »
Críticas
La expresión de un "alma de la muchedumbre" ha sido criticada por Sigmund Freud quien en su libro Psicología de las masas y análisis del yo (Massenpsychologie und Ich-Analysis, 1921),[6] afirmó que el inconsciente era individual y que la formación de una muchedumbre podía explicarse por el psicoanálisis, sin distinguir a este de una psicología colectiva.
El teórico del derecho Hans Kelsen reiteró esta crítica, englobando la noción hegeliana del Volkgeist (Espíritu del pueblo) y dirigiéndose en particular a Durkheim al sostener que se trata de una hipóstasis de relaciones interindividuales.[7]
Véase también
Referencias
La noción de consciencia colectiva se refiere a las creencias compartidas y a las actitudes morales, que funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad.[1] Esta fuerza se encuentra separada y es, generalmente, dominante en comparación con la conciencia individual. Según esta teoría, una sociedad, una nación o un grupo constituyen una entidad que se comporta como un individuo global. Debe diferenciarse de la noción de inconsciente colectivo, que alude al conjunto de símbolos, arquetipos o imágenes primordiales en la sociedad humana que trascienden el tiempo.
Índice
1.4 Aportes de otros sociólogos y psicólogos
Aproximaciones al término
Aporte de Durkheim
La expresión fue acuñada por el sociólogo Émile Durkheim (1858-1917) en varias de sus obras:[2] Así, Durkheim sostiene que:
El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, forma un sistema determinado que tiene vida propia: podemos llamarlo conciencia colectiva o común. Es, pues, algo completamente distinto a las conciencias particulares aunque sólo se realice en los individuos.
En su libro De la division du travail social, Durkheim sostiene que en sociedades "tradicionales" o "más simples" (aquellas basadas en las relaciones familiares, tribales o entre clanes), la religión desempeña un rol importante al unir a sus miembros por medio de la creación de una conciencia común (conscience collective en francés original). En las sociedades de este tipo, los contenidos de la conciencia de un individuo son ampliamente compartidos en común con todos los otros miembros de su sociedad, creando una solidaridad mecánica a través la semejanza mutua. Entonces, la conciencia colectiva es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en otra con solidaridad mecánica. Es más probable que los miembros de una sociedad moderna se mantengan unidos por la división del trabajo y la necesidad de que otros realicen ciertas funciones que mediante una conciencia colectiva poderosa.
Aporte de Giddens
Anthony Giddens señala que la conciencia colectiva difiere en los dos tipos de sociedades en cuatro dimensiones:
Volumen: se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia colectiva.
Intensidad: se refiere al grado en que la sienten.
Rigidez: se refiere a su nivel de definición.
Contenido: se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos polares de sociedad.
En una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica, prácticamente la totalidad de sus miembros comparten la misma conciencia colectiva; ésta se percibe con gran intensidad, es extremadamente rígida, y su contenido suele ser de índole religiosa. En una sociedad de solidaridad orgánica, la conciencia colectiva es más reducida y la comparte una cantidad menor de individuos; se percibe con menor intensidad, no es muy rígida, y su contenido queda definido por el concepto de "individualismo moral".
Aporte de McDougall
William McDougall escribió: "Cabe considerar la mente como un sistema organizado de fuerzas mentales o intencionales, y, en el sentido así definido, puede decirse con propiedad que toda sociedad humana posee una mente colectiva. Porque las acciones colectivas que constituyen la historia de tal sociedad están condicionadas por una organización únicamente descriptible en términos mentales, y que empero no está comprendida dentro de la mente de individuo alguno.
La sociedad hállase más bien constituida por un sistema de relaciones entre las mentes individuales, que son las unidades que la componen. Las acciones de la sociedad son, o pueden ser bajo ciertas circunstancias, muy diferentes de la mera suma de las acciones con las que sus diversos miembros podrían reaccionar frente a la situación en ausencia del sistema de relaciones que los convierte en una sociedad.
Dicho con otra palabras, en tanto piensa y obra como miembro de una sociedad, el pensamiento y la acción de cada hombre son muy distintos de su pensamiento y de su acción como individuo aislado".
"Consideremos más cerca qué implica esta proposición. Pero debemos señalar antes que si reconocemos la existencia de mentes colectivas, el trabajo de la psicología social clasifícase bajo tres rótulos:
Primero: el estudio de los principios generales de la psicología colectiva, es decir, el estudio de los principios generales del pensamiento, del sentimiento y del accionar colectivo, en tanto son ejecutados por los hombres en grupos sociales.
Segundo: dados ya los principios generales de la psicología colectiva, resta establecer el estudio de las particularidades del comportamiento colectivo y de la vida mental de determinadas sociedades.
Tercero: frente a la vida mental de cualquier sociedad con sus miembros relacionados social y orgánicamente entre sí, la psicología social tiene que describir cómo cada nuevo miembro que se incorpora a la sociedad va moldeándose según las pautas tradicionales de pensar, sentir y hacer, hasta que deviene apto para desempeñar su papel como miembro de la misma y su influencia contribuye a la vida mental colectiva".[3]
Aportes de otros sociólogos y psicológos
La noción fue retomada por otros sociólogos y psicólogos como Maurice Halbwachs en 1939.[4] En su libro La psychologie des foules (1895),[5] Gustave Le Bon define a la muchedumbre con estos términos: « Una reunión de individuos de cualquier nacionalidad, profesión o sexo, cualquiera sea también el azar que los haya reunido ». Le Bon sostiene que cuando estos individuos se reúnen, « se forma un alma colectiva, sin duda transitoria, pero que presenta características muy evidentes. La colectividad se convierte entonces de aquello que, a falta de una expresión mejor, llamaría una muchedumbre organizada o, si se prefiere, una muchedumbre psicológica. Ella forma un solo ser y se encuentra sometida a la ley de la unidad mental de la muchedumbre. »
Críticas
La expresión de un "alma de la muchedumbre" ha sido criticada por Sigmund Freud quien en su libro Psicología de las masas y análisis del yo (Massenpsychologie und Ich-Analysis, 1921),[6] afirmó que el inconsciente era individual y que la formación de una muchedumbre podía explicarse por el psicoanálisis, sin distinguir a este de una psicología colectiva.
El teórico del derecho Hans Kelsen reiteró esta crítica, englobando la noción hegeliana del Volkgeist (Espíritu del pueblo) y dirigiéndose en particular a Durkheim al sostener que se trata de una hipóstasis de relaciones interindividuales.[7]
Véase también
Referencias
La noción de consciencia colectiva se refiere a las creencias compartidas y a las actitudes morales, que funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad.[1] Esta fuerza se encuentra separada y es, generalmente, dominante en comparación con la conciencia individual. Según esta teoría, una sociedad, una nación o un grupo constituyen una entidad que se comporta como un individuo global. Debe diferenciarse de la noción de inconsciente colectivo, que alude al conjunto de símbolos, arquetipos o imágenes primordiales en la sociedad humana que trascienden el tiempo.
Índice
1.4 Aportes de otros sociólogos y psicólogos
Aproximaciones al término
Aporte de Durkheim
La expresión fue acuñada por el sociólogo Émile Durkheim (1858-1917) en varias de sus obras:[2] Así, Durkheim sostiene que:
El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, forma un sistema determinado que tiene vida propia: podemos llamarlo conciencia colectiva o común. Es, pues, algo completamente distinto a las conciencias particulares aunque sólo se realice en los individuos.
En su libro De la division du travail social, Durkheim sostiene que en sociedades "tradicionales" o "más simples" (aquellas basadas en las relaciones familiares, tribales o entre clanes), la religión desempeña un rol importante al unir a sus miembros por medio de la creación de una conciencia común (conscience collective en francés original). En las sociedades de este tipo, los contenidos de la conciencia de un individuo son ampliamente compartidos en común con todos los otros miembros de su sociedad, creando una solidaridad mecánica a través la semejanza mutua. Entonces, la conciencia colectiva es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en otra con solidaridad mecánica. Es más probable que los miembros de una sociedad moderna se mantengan unidos por la división del trabajo y la necesidad de que otros realicen ciertas funciones que mediante una conciencia colectiva poderosa.
Aporte de Giddens
Anthony Giddens señala que la conciencia colectiva difiere en los dos tipos de sociedades en cuatro dimensiones:
Volumen: se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia colectiva.
Intensidad: se refiere al grado en que la sienten.
Rigidez: se refiere a su nivel de definición.
Contenido: se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos polares de sociedad.
En una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica, prácticamente la totalidad de sus miembros comparten la misma conciencia colectiva; ésta se percibe con gran intensidad, es extremadamente rígida, y su contenido suele ser de índole religiosa. En una sociedad de solidaridad orgánica, la conciencia colectiva es más reducida y la comparte una cantidad menor de individuos; se percibe con menor intensidad, no es muy rígida, y su contenido queda definido por el concepto de "individualismo moral".
Aporte de McDougall
William McDougall escribió: "Cabe considerar la mente como un sistema organizado de fuerzas mentales o intencionales, y, en el sentido así definido, puede decirse con propiedad que toda sociedad humana posee una mente colectiva. Porque las acciones colectivas que constituyen la historia de tal sociedad están condicionadas por una organización únicamente descriptible en términos mentales, y que empero no está comprendida dentro de la mente de individuo alguno.
La sociedad hállase más bien constituida por un sistema de relaciones entre las mentes individuales, que son las unidades que la componen. Las acciones de la sociedad son, o pueden ser bajo ciertas circunstancias, muy diferentes de la mera suma de las acciones con las que sus diversos miembros podrían reaccionar frente a la situación en ausencia del sistema de relaciones que los convierte en una sociedad.
Dicho con otra palabras, en tanto piensa y obra como miembro de una sociedad, el pensamiento y la acción de cada hombre son muy distintos de su pensamiento y de su acción como individuo aislado".
"Consideremos más cerca qué implica esta proposición. Pero debemos señalar antes que si reconocemos la existencia de mentes colectivas, el trabajo de la psicología social clasifícase bajo tres rótulos:
Primero: el estudio de los principios generales de la psicología colectiva, es decir, el estudio de los principios generales del pensamiento, del sentimiento y del accionar colectivo, en tanto son ejecutados por los hombres en grupos sociales.
Segundo: dados ya los principios generales de la psicología colectiva, resta establecer el estudio de las particularidades del comportamiento colectivo y de la vida mental de determinadas sociedades.
Tercero: frente a la vida mental de cualquier sociedad con sus miembros relacionados social y orgánicamente entre sí, la psicología social tiene que describir cómo cada nuevo miembro que se incorpora a la sociedad va moldeándose según las pautas tradicionales de pensar, sentir y hacer, hasta que deviene apto para desempeñar su papel como miembro de la misma y su influencia contribuye a la vida mental colectiva".[3]
Aportes de otros sociólogos y psicológos
La noción fue retomada por otros sociólogos y psicólogos como Maurice Halbwachs en 1939.[4] En su libro La psychologie des foules (1895),[5] Gustave Le Bon define a la muchedumbre con estos términos: « Una reunión de individuos de cualquier nacionalidad, profesión o sexo, cualquiera sea también el azar que los haya reunido ». Le Bon sostiene que cuando estos individuos se reúnen, « se forma un alma colectiva, sin duda transitoria, pero que presenta características muy evidentes. La colectividad se convierte entonces de aquello que, a falta de una expresión mejor, llamaría una muchedumbre organizada o, si se prefiere, una muchedumbre psicológica. Ella forma un solo ser y se encuentra sometida a la ley de la unidad mental de la muchedumbre. »
Críticas
La expresión de un "alma de la muchedumbre" ha sido criticada por Sigmund Freud quien en su libro Psicología de las masas y análisis del yo (Massenpsychologie und Ich-Analysis, 1921),[6] afirmó que el inconsciente era individual y que la formación de una muchedumbre podía explicarse por el psicoanálisis, sin distinguir a este de una psicología colectiva.
El teórico del derecho Hans Kelsen reiteró esta crítica, englobando la noción hegeliana del Volkgeist (Espíritu del pueblo) y dirigiéndose en particular a Durkheim al sostener que se trata de una hipóstasis de relaciones interindividuales.[7]
Véase también
Referencias
(4.854 bytes)
Noțiunea de conștiință colectivă se referă la credințe comune și atitudini morale, care funcționează ca o forță unificatoare în cadrul societății.[1] Această forță este separată de și, în general, dominantă în comparație cu conștiința individuală. Conform acestei teorii, o societate, o națiune sau un grup constituie o entitate care se comportă ca un individ global. Trebuie distinsă de noțiunea de inconștient colectiv, care se referă la setul de simboluri, arhetipuri sau imagini primordiale din societatea umană care transcend timpul.
Cuprins
1 Abordări ale termenului
1.1 Contribuția lui Durkheim
1.2 Contribuția lui Giddens
1.3 Contribuția lui McDougall
1.4 Contribuțiile altor sociologi și psihologi
2 Critici
3 Vezi și
4 Referințe
5 Linkuri externe
Abordări ale termenului
Contribuția lui Durkheim
Termenul a fost inventat de sociologul Émile Durkheim (1858-1917) în mai multe dintre lucrările sale:[2] Astfel, Durkheim susține că:
Ansamblul de credințe și sentimente comune membrului mediu al aceleiași societăți formează un sistem specific care are o viață proprie: îl putem numi conștiință colectivă sau comună. Este, prin urmare, ceva complet distinct de conștiințele particulare, chiar dacă se realizează doar la indivizi. În cartea sa Despre diviziunea muncii sociale, Durkheim susține că în societățile „tradiționale” sau „mai simple” (cele bazate pe relații familiale, tribale sau de clan), religia joacă un rol important în unirea membrilor săi prin crearea unei conștiințe comune (conscience collective în franceza originală). În societățile de acest tip, conținutul conștiinței unui individ este împărtășit pe scară largă cu toți ceilalți membri ai societății sale, creând o solidaritate mecanică prin similaritate reciprocă. Astfel, conștiința colectivă este mult mai puțin importantă într-o societate cu solidaritate organică decât într-una cu solidaritate mecanică. Membrii unei societăți moderne sunt mai predispuși să fie ținuți împreună prin diviziunea muncii și nevoia ca alții să îndeplinească anumite funcții decât printr-o conștiință colectivă puternică.
Contribuția lui Giddens
Anthony Giddens subliniază că conștiința colectivă diferă în cele două tipuri de societăți pe patru dimensiuni:
Volum: se referă la numărul de persoane care împărtășesc o conștiință colectivă comună.
Intensitate: se referă la gradul în care o simt.
Rigiditate: se referă la nivelul său de definire.
Conținut: se referă la forma pe care o ia conștiința colectivă în cele două tipuri polare de societate.
Într-o societate caracterizată prin solidaritate mecanică, practic toți membrii săi împărtășesc aceeași conștiință colectivă; aceasta este percepută cu mare intensitate, este extrem de rigidă, iar conținutul său este de obicei de natură religioasă. Într-o societate cu solidaritate organică, conștiința colectivă este mai mică și este împărtășită de un număr mai mic de indivizi; este percepută cu o intensitate mai mică, nu este foarte rigidă, iar conținutul său este definit de conceptul de „individualism moral”.
Contribuția lui McDougall
William McDougall a scris: „Mintea poate fi considerată un sistem organizat de forțe mentale sau intenționale și, în sensul astfel definit, se poate spune pe bună dreptate că fiecare societate umană posedă o minte colectivă. Căci acțiunile colective care constituie istoria unei astfel de societăți sunt condiționate de o organizație descriptibilă doar în termeni mentali, și totuși neconținută în mintea vreunui individ.
Mai degrabă, societatea este constituită dintr-un sistem de relații între mințile individuale care o compun. Acțiunile societății sunt, sau pot fi în anumite circumstanțe, destul de diferite de simpla sumă a acțiunilor cu care diverșii săi membri ar putea reacționa la situație în absența sistemului de relații care îi face o societate.
Cu alte cuvinte, în măsura în care el gândește și acționează ca membru al unei societăți, gândul și acțiunea fiecărui om sunt destul de diferite de gândul și acțiunea sa ca individ izolat.” „Să analizăm mai atent ce implică această propoziție. Dar trebuie mai întâi să subliniem că, dacă recunoaștem existența minților colective, munca psihologiei sociale se încadrează în trei categorii:
În primul rând: studiul principiilor generale ale psihologiei colective, adică studiul principiilor generale ale gândirii, sentimentului și acțiunii colective, așa cum sunt executate de indivizi în grupuri sociale.
În al doilea rând: având în vedere principiile generale ale psihologiei colective, rămâne de stabilit studiul particularităților comportamentului colectiv și ale vieții mentale a anumitor societăți.
În al treilea rând: confruntată cu viața mentală a oricărei societăți ai cărei membri sunt legați social și organic unii de alții, psihologia socială trebuie să descrie modul în care fiecare nou membru care se alătură societății este modelat conform tiparelor tradiționale de gândire, simțire și acțiune, până când devine capabil să-și îndeplinească rolul de membru al aceleiași societăți, iar influența sa contribuie la viața mentală colectivă.”[3]
Contribuții ale altor sociologi și psihologi
Noțiunea a fost preluată de alți sociologi și psihologi, cum ar fi Maurice Halbwachs, în 1939.[4] În cartea sa La psychologie des foules (1895),[5] Gustave Le Bon definește mulțimea în acești termeni: „O adunare de indivizi de orice naționalitate, profesie sau sex, indiferent de întâmplarea care i-a adus laolaltă.” Le Bon susține că atunci când acești indivizi se adună, „se formează un suflet colectiv, fără îndoială trecător, dar care prezintă caracteristici foarte evidente. Comunitatea devine apoi ceea ce, în lipsă de o expresie mai bună, aș numi o „mulțime” organizată sau, dacă preferați, o mulțime psihologică. Formează o singură ființă și este supusă legii unității mentale a mulțimii.
Critici
Expresia unui „suflet de mulțime” a fost criticată de Sigmund Freud, care în cartea sa Psihologia masei și analiza eului (Massenpsychologie und Ich-Analysis, 1921),[6] a afirmat că inconștientul este individual și că formarea unei mulțimi poate fi explicată prin psihanaliză, fără a o distinge de o psihologie colectivă.
Teoreticianul juridic Hans Kelsen a reiterat această critică, cuprinzând noțiunea hegeliană de Volkgeist (Spiritul poporului) și adresându-se în special lui Durkheim, argumentând că este o ipostază a relațiilor interindividuale.[7]
Vezi și
Crowdsourcing
Dinamica sistemelor
Efectul maimuței a suta
Sistem dinamic
Conectivitate
Inconștient colectiv
Inteligență colaborativă
Roi Inteligență
Memă
Noocrație
Noosferă
Gândire sistemică
Psihologia mulțimilor
Înțelepciunea grupurilor
Sistem complex
Glob inteligent
Software colaborativ
Referințe
Noțiunea de conștiință colectivă se referă la credințe comune și atitudini morale, care funcționează ca o forță unificatoare în cadrul societății.[1] Această forță este separată de și, în general, dominantă în comparație cu conștiința individuală. Conform acestei teorii, o societate, o națiune sau un grup constituie o entitate care se comportă ca un individ global. Trebuie distinsă de noțiunea de inconștient colectiv, care se referă la setul de simboluri, arhetipuri sau imagini primordiale din societatea umană care transcend timpul.
Cuprins
1 Abordări ale termenului
1.1 Contribuția lui Durkheim
1.2 Contribuția lui Giddens
1.3 Contribuția lui McDougall
1.4 Contribuțiile altor sociologi și psihologi
2 Critici
3 Vezi și
4 Referințe
5 Linkuri externe
Abordări ale termenului
Contribuția lui Durkheim
Termenul a fost inventat de sociologul Émile Durkheim (1858-1917) în mai multe dintre lucrările sale:[2] Astfel, Durkheim susține că:
Ansamblul de credințe și sentimente comune membrului mediu al aceleiași societăți formează un sistem specific care are o viață proprie: îl putem numi conștiință colectivă sau comună. Este, prin urmare, ceva complet distinct de conștiințele particulare, chiar dacă se realizează doar la indivizi. În cartea sa Despre diviziunea muncii sociale, Durkheim susține că în societățile „tradiționale” sau „mai simple” (cele bazate pe relații familiale, tribale sau de clan), religia joacă un rol important în unirea membrilor săi prin crearea unei conștiințe comune (conscience collective în franceza originală). În societățile de acest tip, conținutul conștiinței unui individ este împărtășit pe scară largă cu toți ceilalți membri ai societății sale, creând o solidaritate mecanică prin similaritate reciprocă. Astfel, conștiința colectivă este mult mai puțin importantă într-o societate cu solidaritate organică decât într-una cu solidaritate mecanică. Membrii unei societăți moderne sunt mai predispuși să fie ținuți împreună prin diviziunea muncii și nevoia ca alții să îndeplinească anumite funcții decât printr-o conștiință colectivă puternică.
Contribuția lui Giddens
Anthony Giddens subliniază că conștiința colectivă diferă în cele două tipuri de societăți pe patru dimensiuni:
Volum: se referă la numărul de persoane care împărtășesc o conștiință colectivă comună.
Intensitate: se referă la gradul în care o simt.
Rigiditate: se referă la nivelul său de definire.
Conținut: se referă la forma pe care o ia conștiința colectivă în cele două tipuri polare de societate.
Într-o societate caracterizată prin solidaritate mecanică, practic toți membrii săi împărtășesc aceeași conștiință colectivă; aceasta este percepută cu mare intensitate, este extrem de rigidă, iar conținutul său este de obicei de natură religioasă. Într-o societate cu solidaritate organică, conștiința colectivă este mai mică și este împărtășită de un număr mai mic de indivizi; este percepută cu o intensitate mai mică, nu este foarte rigidă, iar conținutul său este definit de conceptul de „individualism moral”.
Contribuția lui McDougall
William McDougall a scris: „Mintea poate fi considerată un sistem organizat de forțe mentale sau intenționale și, în sensul astfel definit, se poate spune pe bună dreptate că fiecare societate umană posedă o minte colectivă. Căci acțiunile colective care constituie istoria unei astfel de societăți sunt condiționate de o organizație descriptibilă doar în termeni mentali, și totuși neconținută în mintea vreunui individ.
Mai degrabă, societatea este constituită dintr-un sistem de relații între mințile individuale care o compun. Acțiunile societății sunt, sau pot fi în anumite circumstanțe, destul de diferite de simpla sumă a acțiunilor cu care diverșii săi membri ar putea reacționa la situație în absența sistemului de relații care îi face o societate.
Cu alte cuvinte, în măsura în care el gândește și acționează ca membru al unei societăți, gândul și acțiunea fiecărui om sunt destul de diferite de gândul și acțiunea sa ca individ izolat.” „Să analizăm mai atent ce implică această propoziție. Dar trebuie mai întâi să subliniem că, dacă recunoaștem existența minților colective, munca psihologiei sociale se încadrează în trei categorii:
În primul rând: studiul principiilor generale ale psihologiei colective, adică studiul principiilor generale ale gândirii, sentimentului și acțiunii colective, așa cum sunt executate de indivizi în grupuri sociale.
În al doilea rând: având în vedere principiile generale ale psihologiei colective, rămâne de stabilit studiul particularităților comportamentului colectiv și ale vieții mentale a anumitor societăți.
În al treilea rând: confruntată cu viața mentală a oricărei societăți ai cărei membri sunt legați social și organic unii de alții, psihologia socială trebuie să descrie modul în care fiecare nou membru care se alătură societății este modelat conform tiparelor tradiționale de gândire, simțire și acțiune, până când devine capabil să-și îndeplinească rolul de membru al aceleiași societăți, iar influența sa contribuie la viața mentală colectivă.”[3]
Contribuții ale altor sociologi și psihologi
Noțiunea a fost preluată de alți sociologi și psihologi, cum ar fi Maurice Halbwachs, în 1939.[4] În cartea sa La psychologie des foules (1895),[5] Gustave Le Bon definește mulțimea în acești termeni: „O adunare de indivizi de orice naționalitate, profesie sau sex, indiferent de întâmplarea care i-a adus laolaltă.” Le Bon susține că atunci când acești indivizi se adună, „se formează un suflet colectiv, fără îndoială trecător, dar care prezintă caracteristici foarte evidente. Comunitatea devine apoi ceea ce, în lipsă de o expresie mai bună, aș numi o „mulțime” organizată sau, dacă preferați, o mulțime psihologică. Formează o singură ființă și este supusă legii unității mentale a mulțimii.
Critici
Expresia unui „suflet de mulțime” a fost criticată de Sigmund Freud, care în cartea sa Psihologia masei și analiza eului (Massenpsychologie und Ich-Analysis, 1921),[6] a afirmat că inconștientul este individual și că formarea unei mulțimi poate fi explicată prin psihanaliză, fără a o distinge de o psihologie colectivă.
Teoreticianul juridic Hans Kelsen a reiterat această critică, cuprinzând noțiunea hegeliană de Volkgeist (Spiritul poporului) și adresându-se în special lui Durkheim, argumentând că este o ipostază a relațiilor interindividuale.[7]
Vezi și
Crowdsourcing
Dinamica sistemelor
Efectul maimuței a suta
Sistem dinamic
Conectivitate
Inconștient colectiv
Inteligență colaborativă
Roi Inteligență
Memă
Noocrație
Noosferă
Gândire sistemică
Psihologia mulțimilor
Înțelepciunea grupurilor
Sistem complex
Glob inteligent
Software colaborativ
Referințe
Del mismo autor / De acelasi autor: