El futurismo literario

Palabras clave

· dinamismo

· agresividad

· violencia

· guerra

· fascismo

· caligramas

Enlaces

Manifiesto futurista

Algunos textos futuristas

El Ultraísmo

Surge en Europa en torno a 1910. El iniciador es el italiano Filippo Tomasso Marinetti, que cursó estudios en París, donde publicó los libros de poemas titulados La conquete des étoiles ('La destrucción de las estrellas'; 1902) y Destruction (1904). Pero la obra con la que llama la atención hacia el movimiento naciente es Mafarka, le futuriste ('Mafarka, el futurista'; 1910), novela que, por su carga de erotismo, causa tal escándalo que su autor es llevado a juicio bajo la acusación de atentado contra la moral pública.

Marinetti publicó en la primera página del periódico Le Figaro de París el Manifiesto Inicial del futurismo (1909) [seguir el enlace: Manifiesto futurista], cuyo contenido esencial se pueden resumir así:

· Oposición frontal a la literatura anterior, y, en especial, a la «poesía enfermiza y sentimental», de Gariele D'Anunzio, y al simbolismo de poetas como Stephane Mallarmé y Paul Verlaine, a los que considera los «últimos adoradores de la luna».

· Frente a esta poesía sentimental, Marinetti postula una creación artística basada en una concepción dinámica de la vida, con la exaltación de valores como el coraje, las audacia, el amor al riesgo, la energía, la revolución, etc. Las obras de arte deberán tener, como ingrediente, este carácter dinámico y agresivo. Frases de Marinetti que provocaron el consiguiente escándalo fueron: Deseamos demoler los museos y las bibliotecas, Un automóvil de carreras es más bello que la Victoria de Samotracia.

· Exaltación de la violencia y de la guerra, que preanuncia la posterior evolución política de Marinetti hacia el fascismo: Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el patriotismo... De hecho, desde la llegada del fascismo al poder, Marinetti se compromete claramente con el régimen e incluso es nombrado por Mussolini miembro de la Real Academia de Ítalia.

· En el aspecto formal Marinetti rechaza la monotonía habitual de los libros impresos, y propugna una presentación pictórica de la página, donde estén presentes diversos colores, diferentes tipos de letras, cambios en la dirección de las líneas...

Estas innovaciones serán utilizadas por Apollinaire en sus caligramas y por Tristan Tzara. Desde el punto de vista de las grafías, sustituye los signos de puntuación por signos matemáticos y musicales. Se suprimen adjetivos, adverbios y conjunciones en aras del dinamismo y la velocidad. Propugna la destrucción de la sintaxis. En cuanto a los temas figuran las estaciones, las fábricas, los puentes, las locomotoras, los aeroplanos... En consonancia con los avances técnicos de la época.

El movimiento futurista tuvo cierta resonancia en el resto de Europa, especialmente en Rusia, cuyo representante es Vladímir Maiakovsky. En Portugal el influjo del Futurismo se percibe en las revistas como Portugal futurista. En cuanto a España, como luego veremos, la influencia del futurismo es evidente en el Ultraísmo [seguir enlace: El ultraísmo] (obsesión por las máquinas y el léxico científico y técnico, tendencia a la supresión de nexos, juegos tipográficos en la presentación de los textos etc.) y en algunas composiciones de P. Salinas, como las dedicadas a la bombilla eléctrica y a la máquina de escribir, o en la de R. Alberti a un futbolista (Platko) [seguir enlace: Algunos textos futuristas].

El futurismo

La Victoria Alada de Samotracia