Horacio. Texto

Horacio

Horacio: Epodos y Odas, Traducción, introducción y notas de V. Cristóbal López, Madrid, Alianza, 1990. La numeración de los párrafos corresponde a la de las estrofas del original latino.

1 Beatus ille qui procul negotiis,

ut prisca gens mortalium,

paterna rura bobus exercet suis

solutus omni faenore

2 neque excitatur classico miles truci

neque horret iratum mare

forumque vitat et superba civium

potentiorum limina.

3 ergo aut adulta vitium propagine

altas maritat populos

aut in reducta valle mugientium

prospectat errantis greges

4 inutilisque falce ramos amputans

feliciores inserit

aut pressa puris mella condit amphoris

aut tondet infirmas ovis.

5 vel cum decorum mitibus pomis caput

Autumnus agris extulit,

ut gaudet insitiva decerpens pira

certantem et uvam purpurae,

6 qua muneretur te, Priape, et te, pater

Silvane, tutor finium.

libet iacere modo sub antiqua ilice,

modo in tenaci gramine:

7 labuntur altis interim ripis aquae,

queruntur in silvis aves

fontesque lymphis obstrepunt manantibus,

somnos quod invitet levis.

8 at cum tonantis annus hibernus Iovis

imbris nivisque conparat,

aut trudit acris hinc et hinc multa cane

apros in obstantis plagas

9 aut amite levi rara tendit retia

turdis edacibus dolos

pavidumque leporem et advenam laqueo gruem

iucunda captat praemia.

10 quis non malarum quas amor curas habet

haec inter obliviscitur?

quodsi pudica mulier in partem iuvet

domum atque dulcis liberos,

11 Sabina qualis aut perusta solibus

pernicis uxor Apuli,

sacrum vetustis exstruat lignis focum

lassi sub adventum viri

12 claudensque textis cratibus laetum pecus

distenta siccet ubera

et horna dulci vina promens dolio

dapes inemptas adparet:

13 non me Lucrina iuverint conchylia

magisve rhombus aut scari,

siquos Eois intonata fluctibus

hiems ad hoc vertat mare,

14 non Afra avis descendat in ventrem meum,

non attagen Ionicus

iucundior quam lecta de pinguissimis

oliva ramis arborum

15 aut herba lapathi prata amantis et gravi

malvae salubres corpori

vel agna festis caesa Terminalibus

vel haedus ereptus lupo.

16 has inter epulas ut iuvat pastas ovis

videre properantis domum,

videre fessos vomerem inversum boves

collo trahentis languido

17 positosque vernas, ditis examen domus,

circum renidentis Lares.

18 haec ubi locutus faenerator Alfius,

iam iam futurus rusticus,

omnem redegit idibus pecuniam,

quaerit kalendis ponere.

1. Dichoso aquél que, lejos de ocupaciones, como la primitiva raza de los mortales, labra los campos heredados de su padre con sus propios bueyes, libre de toda usura1,

2. y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro2 y de los umbrales soberbios de los ciudadanos poderosos.

3. Así pues, ora enlaza los altos álamos con el crecido sarmiento3 de las vides, ora contempla en un valle apartado sus rebaños errantes de mugientes vacas,

4. y amputando con la podadera las ramas estériles, injerta otras más fructíferas, o guarda las mieles exprimidas en ánforas4 limpias, o esquila las ovejas de inestables patas.

5. O bien, cuando Otoño ha levantado por los campos su cabeza engalanada de frutos maduros, ¡cómo goza recolectando las peras injertadas y vendimiando la uva que compite con la púrpura,

6. para ofrendarte a ti, Príapo5, y a ti, padre Silvano6, protector de los linderos7! Agrádale tumbarse unas veces bajo añosa encina, otras sobre el tupido césped;

7. corren entretanto las aguas por los arroyos profundos, los pájaros dejan oír sus quejas en los bosques y murmuran las fuentes con el ruido de sus linfas8 al manar, invitando con ello al blando sueño.

8. Y cuando la estación invernal de Júpiter tonante apresta lluvias y nieves, ya acosa por un sitio y por otro con sus muchas perras a los fieros jabalíes hacia las trampas que les cierran el paso,

9. ya tiende con una vara lisa sus redes poco espesas, engaño para los tordos9 glotones, y captura con lazo la tímida liebre y la grulla viajera, trofeos que le llenan de alegría.

10. ¿Quién, entre tales deleites, no se olvida de las cuitas desdichadas que el amor conlleva? Y si, por otra parte, una mujer casta, cumpliendo con su oficio, atiende la casa y a los hijos queridos

11. -como la sabina10 o la esposa, abrasada por el sol, del ágil ápulo11-, enciende el fuego sagrado del hogar con leños secos un poco antes de que llegue su fatigado esposo

12. y, encerrando la bien nutrida grey12 en la empalizada del redil, deja enjutas sus ubres repletas; si, sacando vino del año de la dulce tinaja, prepara manjares no comprados,

13. no serán más de mi gusto las ostras del lago Lucrino, o el rodaballo o los escaros13 -si tronando la tempestad en las olas orientales desvió algunos hacia este mar-,

14. ni el ave africana ni el francolín14 jónico caerán en mi estómago más placenteramente que la aceituna recogida de las ramas más cargadas de los olivos,

15. o la hoja de la acedera15, amante de los prados, o las malvas salutíferas para el cuerpo enfermo; o que la cordera sacrificada en las fiestas Terminales16, o que el cabrito arrancado al lobo.

16. Entre estos manjares, ¡qué gusto da contemplar las ovejas que vuelven rápidas al aprisco17 después del pasto, contemplar los bueyes cansados arrastrando con su cuello lánguido el arado vuelto del revés,

17. y los esclavos, enjambre de la fecunda casa, colocados en torno a los Lares18 relucientes!

18. Cuando el usurero Alfio hubo así discurseado, dispuesto a convertirse de inmediato en labrador, recogió en los Idus19 todo su dinero, decidido a renovar sus préstamos en las Calendas20.

Horacio: Epodos y Odas, Traducción, introducción y notas de V. Cristóbal López, Madrid, Alianza, 1990. La numeración de los párrafos corresponde a la de las estrofas del original latino.

1 usura, interés en un préstamo.

2 foro, plaza donde se trataban en Roma los negocios públicos y donde el pretor celebraba los juicios.

3 sarmiento, vástago de la vid, largo, delgado, flexible y nudoso, de donde brotan las hojas, las tijeretas y los racimos.

4 ánfora, cántaro alto y estrecho, de cuello largo, con dos asas, terminado en punta, y muy usado por los antiguos griegos y romanos.

5 Príapo. En la mitología griega, es un dios de la fertilidad. Era adorado como protector de los rebaños de cabras y ovejas, de las abejas, del vino, de los productos de la huerta e incluso de la pesca.

6. Silvano. En latín Silvanus, ‘de los bosques’, era, en la mitología romana, el espíritu tutelar de los campos y bosques.

7. lindero, linde, límites, de los terrenos.

8. linfa, es, en este texto un cultismo, y equivale a 'agua'.

9. tordo, pájaro de unos 24 cm de largo. Es común en España y se alimenta de insectos y de frutos, principalmente de aceitunas.

12. grey, rebaño de ganado menor o mayor.

13. escaro, pez del orden de los de unos cuatro centímetros de largo, con cabeza pequeña, cuerpo cubierto de grandes escamas y de color más o menos rojo según la estación.

14. francolín, ave del tamaño y forma de la perdiz, de la cual se distingue por el plumaje.

15 acedera, planta que se emplea como condimento por su sabor ácido.

16. Fiestas Terminales 23 de febrero), en honor de Término. dios de las lindes y los mojones que eran rociados con sangre de cordero o de cochinillo, para que los límites se mantuvieran inalterados.

17. aprisco, paraje donde los pastores recogen el ganado para resguardarlo de la intemperie.

18. Los Lares eran los dioses romanos de la familia. Las familias romanas sentían una gran veneración por lellos, que representaban en forma de pequeñas estatuas. En la casas, el larario solía situarse en el atrio, lo más cerca posible de la puerta principal.

19 Idus, en el calendario romano, eran el día trece de cada mes, excepto en marzo, mayo, julio y octubre, en los que eran el día quince.

20 Calendas, el el calendario romanos, eran el primer día de cada mes. De esta palabra deriva calendario.

1 Dichoso el que de pleytos alexado

qual los del tiempo antigo,

labra sus heredades no obligado

al logrero enemigo.

2 Ni el arma en los reales le despierta,

ni tiembla en la mar brava,

huye la plaça y la sobervia puerta

de la ambición esclava.

3 Su gusto es, o poner la vid crecida

al álamo ajuntada,

o contemplar quál pace, desparcida,

el valle su bacada.

4 Ya poda el ramo inútil, y ya ingiere

en su vez el estraño;

o castra sus colmenas o, si quiere,

tresquila su rebaño.

5 Pues quando el padre Otoño muestra fuera

su cabeça galana,

¡con quánto gozo coge la alta pera,

y ubas como grana!

6 Y a ti, sacro Silvano, las presenta,

que guardas el exido;

debaxo un roble antiguo ya se sienta,

ya en el prado florido.

7 El agua en las hazequias corre, y cantan

los pájaros sin dueño;

las fuentes, al mormullo que levantan,

despiertan dulce sueño.

8 Y ya que el año cubre campo y cerros

con nieve y con eladas,

o lança el javalí con muchos perros

en las redes paradas,

9 o los golosos tordos, o con liga

o con red engañosa,

o la estrangera grulla en laço obliga,

que es presa deleitosa.

10 Con esto, ¿quién del pecho no desprende

quanto en amor se passa?

¿Pues qué, si la mujer honesta atiende

los hijos y la casa,

11 qual haze la sabina o calabresa,

de andar al sol tostada;

y, ya que viene el amo, enciende apriesa

la leña no mojada,

12 y ataja entre los çarços los ganados,

y los ordeña luego

y pone mil manjares no comprados,

y el vino como fuego?

13 ni me serán los rombos más sabrosos,

ni las ostras, ni el mero,

si algunos, con levantes furïosos,

nos da el invierno fiero.

14 Ni el pabo caerá por mi garganta,

ni el francolín greciano,

más dulce que la oliva que quebranta

la labradora mano,

15 la malva o la romaça enamorada

del vicïoso prado,

la oveja en el disanto degollada,

el cordero quitado

16 al lobo. Y mientras como, ver, corriendo,

quál las ovejas vienen,

ver del arar los bueyes que bolviendo

apenas se sostienen,

17 ver de esclavillos el hogar cercado,

enxambre de riqueza.

18 Ansí, dispuesto un cambio y al arado

loava la pobreza;

ayer puso en sus ditas todas cobro;

mas oy ya torna al logro.