C y Z
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Escribe c o z, según convenga:
cal_on_illo, _ere_a, _erve_a, , _i_aña, _ier_o, ma_i_o, urbani_a_ión, _arago_ano, _ar_a, _o_obrar, _ur_ir, _en_erro, ma_i_o, _eni_a, _erte_a, en_ar_arse, _arz_amora, _ar_uela
Forma el plural de los siguientes nombres:
Completa, en tu cuaderno, el siguiente cuadro de formas verbales:
Completa el siguiente cuadro de formas verbales:
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Añade los sufijos –eza o –ez a los siguientes adjetivos y formarás los nombres que les corresponden. Ejemplos: honrado honradez || grande grandeza
bello, cálido, delgado, escaso, firme, maduro, noble, rico, sencillo, torpe
Forma palabras que signifiquen ‘golpe dado con...’ a partir de los siguientes nombres y explica el significado de cada una de ellas. Ejemplo: puño: puñetazo, ‘golpe dado con el puño’
bomba, tranca, hacha, brocha, almohada, codo, perta, cuchillo, rodilla, martillo.
Cambia una sola letra de las siguientes palabras y obtendrás una palabra distinta:
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Resuelve estas dos adivinanzas. Una pista las respuestas acaban en z.
San Francisco, San Francisco,
si la miro quedo bizco.
¿Qué es algo y nada a la vez?
¿Qué cosa dirás que es?
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9.- Completa las siguientes adivinanzas con las letras c o z. Y, después, resuélvelas.
En me dio del _ielo estoy
sin ser lu_ero ni estrella
sin ser sol ni luna bella
¿a ver si a_iertas quién soy?
La letra
La última soy del _ielo
en Dios el ter_er lugar
me encuentro siempre en navío
y nunca estoy en el mar
La letra
¿Qué es lo que se di_e
una ve_ en un minuto
y dos en un momento?
La letra
Antes de que el profesor te dicte el texto
.. Léelo detenidamente
.. Copia en tu cuaderno las palabras en negrita.
.. Explica por qué se escriben con c las palabras marcadas con un (1) y con z las marcadas con un (2).
A favor de una viña muy crecida (1), como sólo se ven en ciertos (1) climas, un ciervo (1) perseguido pudo, ocultándose, salvar su vida. Los cazadores (2), creyendo que sus perros se han despistado, los llaman y se retiran. Pero el ciervo, viéndose sin peligro, empieza (2) a morder las hojas de su bienhechora, la viña. Oyen los cazadores el ruido, vuelven la cabeza (2), y el necio (1) encuentra allí mismo la muerte.
--He merecido (1)–dice (1)—tan justo castigo--. ¡Aprovechad la lección (1), ingratos!
Inútiles fueron sus súplicas a los cazadores, al sentirse destrozar (2) por la jauría.
Lafontaine, Fábulas completas. Editories mexicanos unidos. Colección literaria universal.