Lope de Vega, "Mira Zaide que te aviso"
Texto
Guía para el análisis y comentario del texto
“Mira, Zaide, que te aviso
que no pases por mi calle
no hables con mis mujeres,
ni con mis cautivos trates,
ni preguntes en qué entiendo
ni quién viene a visitarme,
qué fiestas me dan contento
ni qué colores me aplacen2;
basta que son por tu causa
las3 que en el rostro me salen,
corrida4 de haber mirado
moro que tan poco sabe.
Confieso que eres valiente,
que hiendes, rajas y partes
y que has muerto más cristianos
que tienes gotas de sangre;
que eres gallardo jinete,
que danzas, cantas y tañes,
gentilhombre, bien criado
cuanto puede imaginarse;
blanco, rubio por extremo,
señalado por linaje5,
el gallo de las bravatas6,
la nata de los donaires7;
y pierdo mucho en perderte
y gano mucho en amarte,
y que si nacieras mudo,
fuera posible adorarte;
y por este inconveniente
determino de dejarte,
que eres pródigo8 de lengua
y amargan tus libertades,
y habrá menester ponerte
quien quisiere sustentarte
un alcázar9 en el pecho
y en los labios un alcaide10.
Mucho pueden con las damas
los galanes de tus partes
porque los quieren briosos,
que hiendan y que desgarren;
mas, con esto, Zaide amigo,
si algún convite te hacen
al plato de sus favores,
quieren que comas y calles.
Costoso me fue el que te hice;
venturoso fueras, Zaide,
si conservarme supieras
como supiste obligarme.
Apenas fuiste salido
de los jardines de Tarfe,
cuando hiciste de la mía
y de tu desdicha alarde.
A un morillo mal nacido
me dicen que le enseñaste
la trenza de mis cabellos
que te puse en el turbante.
No quiero que me la vuelvas
ni quiero que me la guardes,
mas quiero que entiendas, moro,
que en mi desgracia la traes.
También me certificaron
cómo le desafiaste
por las verdades que dijo
que nunca fueran verdades.
De mala gana me río;
¡qué donoso11 disparate!
No guardaste tú tu secreto
¿y quieres que otri le guarde?
No quiero admitir disculpa;
otra vez vuelvo a avisarte
que ésta será la postrera
que me hables y te hable.”
Dijo la discreta Zaida
a un altivo bencerraje,
y al despedirle repite:
“Quien tal hace, que tal pague.”
1 Es tal vez uno de los romances más conocidos. Editado por primera vez en la Tercera Parte de la Flor
de varios romances nuevos (1592), vuelve a aparecer en el Segundo Cuaderno de varios romances
(Valencia, 1593), antes de ser incluido en la Historia de los vandos de los Zegríes y Abencerrages
(Primera parte) (1595), de Ginés Pérez de Hita. Conoce, pues, una difusión impresa notable (aunque no
figura en el Romancero general), pero debe su éxito popular a la divulgación cantada del poema ya
mencionada.
2 aplacen, ‘dan placer, contento, gustan’.
3 se refiere a los colores, en la época el sustantivo color se usaba en femenino.
4 corrida, ‘avergonzada.
5 linaje, ascendencia o descendencia de una familia, especialmente noble.
6 gallo significa ‘arrogante, descarado’. el gallo de los bravatas significa que si en el reino animal el
gallo es el más arrogante, él es el más arrogante de los arrogantes.
7 donaire, ‘gallardía, gentileza’; la nata de los donaires significa que era entre los gallardos el que más
destacaba por esa cualidad.
8 pródigo, 'generoso'. Aquí, pródigo de lengua tiene un tono irónico y significa que habla más de lo
conveniente.
9 alcázar, ‘fortaleza’.
10 alcaide, hasta fines de la Edad Media, encargado de la guarda y defensa de algún castillo o fortaleza.
11 donoso, que tiene donaire y gracia.