Al ritmo del amor

Al ritmo del amor

La música empezó, y con ella el eterno cortejo, las idas y venidas, el coqueteo infinito entre un hombre y una mujer a ritmo de marinera norteña.  El, caballero galante, ella, humilde campesina.  Ambos, una sola pareja. revoloteando los pañuelos blancos bajo el intenso sol norteño que alegre era testigo del nacimiento de ese amor.

La banda tocaba la melodía alegre y jaranera, los músicos se lucían en su arte, alegrando a la pareja y al público que aplaudía al compás.  La pareja se acercó durante un momento.  La dama, con un mohín y un movimiento de cadera se alejó rauda, dejando al cabellero con la miel en los labios.  El, insistente, volvió a arremeter, elegantemente, con paso firme y elegante.

Ella lo miró de pies a cabeza, él la observó, notando sus labios, la belleza de sus ojos, de su rostro y su cabello trenzado.

Había dejado de ser un baile, se había convertido en un auténtico cortejo.

El público lo notó, había química de verdad en la pareja.  Los músicos también y, sonriendo, cómplices, entonaron los compases joviales de la marinera.

La pareja se acercó nuevamente.  Esta vez él no la dejaría escapar.  Los pañuelos brillaron al sol nuevamente, él levantó el sombrero, cubrió sutilmente los rostros de ambos y le robó un beso, uno de verdad.

La joven sorprendida titubeó un momento, sus labios habían entregado su dulce miel.  Sonriendo se dejó llevar.. había sido conquistada, con gusto, con ganas...

Los acordes terminaron..."tan tan", la pareja se unió nuevamente en un beso tierno y dulce, el público ovacionaba y los músicos se felicitaban.  Había surgido la magia otra vez, había nacido el amor una vez más, a ritmo de marinera norteña.

FIN

20170220