Talibanes y guerracivilistas: monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada

Talibanes y guerracivilistas

¿Qué hacemos los católicos y navarros para ser respetados? ¿Qué los hijos y nietos de quienes ofrecieron sus vidas frente a una múltiple opresión? Los talibanes de aquí desean dinamitar o ver volar el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. No nos polarizamos en esto, pero es un tema gravísimo y anuncio de lo que vendrá. Aunque no hay muchos talibanes, tienen a políticos y las instituciones de su parte, pero lo peor es que la gente de bien está muy vaga y carece de quien le dirija.

El hecho tiene valor propio y –al tiempo- anuncia lo que puede venir. Si los talibanes de Irak han destruido sus monumentos ("Diario de Navarra", 9-VI-2016, y en otras fechas), los de aquí también quieren hacerlo.

Todos los pamploneses y visitantes en estas fiestas conocen la pancarta “sanferminera” de la Peña la Única (2016), que abusa del marco "humorístico y reivindicativo" de las pancartas festivas. ¡Pobres fundadores de esta peña, la más antigua de Pamplona (1903 ó 1913), con sede en Jarauta! Seguro que las generaciones anteriores renegarían del afán ofensivo y destructor de algún peñista de hoy.

En su pancarta-2016, se exige la DEMOLICIÓN del Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Saliendo dos peñistas de “La Única 2016”, del monumento de Navarra como si de la plaza de toros se tratase, aquel estalla dinamitado desde dentro con gran estrépito, saltando cúpula, cupulillas y pilares del pórtico. El tío y tía peñistas del pañuelo verde, salen muy satisfechos con la olla del condumio. Hablando sólo en euskera -¡cómo humillan el vasco!-, el tío dice refiriéndose a la necesidad de locales cívicos:”No den lugar malo para el nuevo local”. Sobre él, una voz recuerda: “En la plaza estamos mejor”. La tía le responde: “Cállate, en Jarauta estamos mejor”, y de nuevo otra voz: “La libertad ahora sí que no os importa”. Con estas bobadas: ¿quiere para sí esta peña jocunda, el monumento levantado a miles de héroes y mártires navarros que desea ver dinamitado? Aunque un poco lejos de la parte vieja, ¿no? ¿Querrán las peñas con soflamas de lo peor, un lugar privilegiado en la ciudad y el corazón de su zona fatxa –dicen-?

Pero no les basta con eso, pues también hurgan en la profanación sacrílega de la exposición del tal Azcona, al asemejar la configuración del vocablo DEMOLIZION, realizado con Hostias algo desiguales, con el vocablo PEDERASTIA de ayer.

Tras el terrorismo, todo parece poco. Más de una vez a los propios terroristas les estalló su propia bomba en sus manos, y peor si animan a que lo haga el Ayuntamiento. La pancarta busca un acto talibán de destrucción por lo que el Monumento de Navarra ha significado y significa para muchos, incluidos los pancartistas. Amparados en la llamada libertad de expresión -sólo la quieren para sí-, tal pancarta estimula el desprecio, incita al odio y violencia, ofende las creencias y el sentimiento religioso, quiebra la memoria histórica. Es una grave ofensa y atentado -no es fruto del sueño del beodo- sobre todo para los católicos, los navarros, y quienes mantenemos el significado originario de dicho Monumento en homenaje a los que murieron en las trincheras por Dios-Jaungoikoa y por España, frente al estalinismo, la persecución religiosa masónica, el separatismo y el asalto revolucionario a la República. No hablamos de esto todos los días y menos con odio.

Navarra construyó este monumento en homenaje a los miles de navarros que lucharon en legítima defensa y que fallecieron en el frente. Es hermoso y lo queremos tal como era. Al que no le guste que se aguante. El proceso que han seguido los agresores es de manual. ¡Imagínense qué dirían si se tratase de un monumento a los gudaris, brigadistas, y milicianos incluidos los anarquistas!

Ante esto, lo de menos es el respeto a la realidad en pie, y al patrimonio artístico –catalogado- de Pamplona y Navarra. Si la intención es profanadora, de hecho el bombazo es una profanación porque la cripta del Monumento es –no debía ser menos- lugar de culto divino, y cementerio que contiene los restos mortales de Sanjurjo, Mola y de seis voluntarios del pueblo.

Por ofender que no quede. Los guerracivilistas saben muy bien lo que quieren. El terror les ha hecho intocables, su afán de venganza cierra el pico a todos, atemorizan a una población aborregada y sin líderes, que esconde la cabeza. Por evitar líos, se les cede todo. A la larga irán a por la catedral, porque en el fondo el odio es contra lo divino. ¿Defenderemos la catedral si hoy callamos? Sí, estamos muy requetehartos de estos temas y de estas terribles agresiones, pero queda un largo Calvario si nada hacemos para ser respetados.

Actúe el fiscal del Estado porque se promueve la violencia y el odio. Actúe la Delegación del Gobierno. Actúe el Ayuntamiento de Pamplona como propietario, como autoridad por la paz y el respeto, sin permitir atentados contra la historia de Navarra, los sentimientos, la conciencia, libertad y los principios de buena parte de la ciudadanía. ¿Subvenciones para esta Peña? Actúen las instituciones de Patrimonio. Actúe el arzobispado. Callar en estos casos, es infringir el mayor mal a la sociedad a la que se dice servir. ¿O viviremos como en el Oeste?

Los talibanes hacen lo que quieren. Decírselo, escandaliza a los hipócritas. De lo que sabemos, la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra ha escrito al Sr. alcalde de Pamplona, comunicándolo a varias instituciones. La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz ha hecho algo similar. Me dicen que desean denunciar el caso ante la Justicia. ¿Quién más hará algo? Quien tenga poder, que lo use, que la CTC de la HCVC son dos mimbres, aunque muy dignos.

José Fermín Garralda Arizcun

Publicado el "Siempre P'alante", 16-VII-2016, nº 766, p. 14