Gran manifestación navarra del 2 de junio de 2018

Españolía de Navarra frente al intento de conquista por los separatistas

Una multitud de unas 30.000 personas (Navarra.com) se manifestó en el centro de Pamplona el pasado sábado 2 de junio. La Delegación del Gobierno habla de 25.000, pero lo que importa es que los manifestantes llenaron las calles más céntricas. Eso sí, sus enemigos -es comprensible en la presente guerra psicológica- dicen que la manifestación fue un fracaso.

¿El lema?: "Por el futuro de todos en igualdad". Los manifestantes no quieren la "imposición" del euskera (vascuence) en Navarra realizada por el Gobierno de la conjunción separatista/marxista, que impone y discrimina -no “normaliza”- al 90% de la sociedad navarra en el acceso a la función pública. Los manifestantes no quieren la imposición -decimos-, sino que aman el vascuence (euskera) y quieren justicia en el tratamiento de la ciudadanía. Más todavía; la discriminación lingüística desvaloriza las cualidades profesionales de la población que trabaja en el sector público o bien en la iniciativa social o privada. En esta segunda iniciativa, la Sra. Barkos (Barcos) se ha entrometido con el estilo comunista de sus socios en el gobierno, como si lo “privado” fuese subsidiario de la Administración pública o manipulable por ella.

El órdago a la grande del Gobierno Barkos es una prueba más del dominio que dicha conjunción ansía sobre la sociedad navarra para conquistarla. Es el rencor anti España. Considera enemigo a todo y todos los que se le resistan, y así cae en el totalitarismo. Como el nacionalismo tiende a ser totalitario, es fascista, ya de partido único declarado al estilo Mussolini ya por unión práctica de los partidos que dan la mayoría, lo que es muy propio de la disgregación actual. El Gobierno Barkos también arrebata los derechos de los navarros, machacados por un egoísta y dominador “cuatripartito”, cuyos retazos políticos -ya son más de cuatro- le hacen no representativo hasta para sus votantes.

Nuestro jaque mate a: 1) La imposición lingüística del euskera, que es injusta y está totalmente fuera de la realidad. 2) Al hecho de manipular la lengua vasca -al menos la de una parte de nuestros padres- y humillar a los vascoparlantes españoles de hoy. 3) Vulnerar la libertad y posibilidades de trabajo al 90% de los navarros que no saben euskera, contratando luego esquiroles que sepan el batúa y sean de fuera. 4) El affaire contra el monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada pretende desnavarrizar y meter miedo con la prepotencia y totalitarismo talibán. Para ello, reverdecen una guerra de hace 80 años y a los represaliados de un solo bando. (- “Oiga, que hubo navarros por toda España…, ¿eh?”). 5) Nuestro jaque mate a la desvitalización económica (pantano de Itoiz y Canal de Navarra, autovías, TAV…entre las infraestucturas, aumento de impuestos que nos esquilman). 6) Oposición también al régimen político actual, no representativo y desgraciadamente corruptor, como se ha visto en el affaire-Rajoy y acceso de Sánchez a la presidencia, en la existencia de nuestro cuatripartito, en la entrega de Navarra a los amigos de ETA, pues la banda terrorista no desaparece así como así, etc.

Los manifestantes en Pamplona el 2 de junio corearon dos lemas: "Navarra, unida, jamás será vencida", "Esto no es Euskadi, esto es Navarra". Así se han unido, sin el protagonismo de los partidos políticos o partitocracia que siempre divide y luego mangonea: nos basta que esté la gente o el pueblo, las familias navarras, los municipios navarros y la sociedad navarra.

Hubo muchas banderas de Navarra y de España, exhibidas con alegría y convicción, porque sólo dentro de la Tradición hay solución a los actuales problemas generados artificialmente. Hubo banderas de España con el sagrado Corazón de Jesús en su centro frente a la actual imposición laicista, que, sin avasallar ambientes, llevaron algunos carlistas activos.

Puntualicemos un tema salido en la prensa. No digan -almas cándidas- que hay dos sectores, castellanoparlantes y vascoparlantes, porque los segundos saben castellano por igual que los primeros. Mejor sería decir: conocedores de una o dos lenguas, y usuarios de la lengua que quieran y donde quieran, sin que tenga que comprometerse el Servicio Público para nada allá donde son pocos los que la hablan. Esto es “normalizar” y no salirse de la realidad en aras de la ficción, ni es imponer ni usar la fuerza. La mayoría de los navarros conoce y usa sólo el castellano (y aprende para la vida el inglés, el francés y el alemán), mientras que también el sector vascoparlante de cuna conoce el castellano perfectamente. Esto es la normalidad. La situación es fácil para entenderse, sociabilizarse, y expresar que Navarra es una síntesis y no un mosaico de partes, y menos de partes enfrentadas.

El Gobierno cuatripartito de Barkos (todos contra uno) ha insultado y manipulado la gran manifestación. Esto lo saben hacer muy bien. Diario de Noticias ha despreciado la manifestación, tergiversa descaradamente la fotografía de los asistentes sesgándola, y mezcla opinión con información. Miente la TV eitb.eus cuando rotula: “Marcha contra el euskera en Navarra”. ¿N o han dicho los manifestantes por activa y pasiva que no es contra el vascuence sino contra su imposición? Diario de Noticias desbarra al decir: «Fracasa la manifestación de desprestigio del euskera». La portavoz del Gobierno Barkos criticó con hipocresía los argumentos de los manifestantes. Todos insisten en ocultar y desviar el motivo real de la protesta: contra la política lingüística discriminatoria del actual gobierno sectario Barkos, que pisotea toda proporcionalidad en el tema de la lengua. Esto es un evidente atropello, y expresa el inicio de una conquista política, demográfica y al fin territorial. Llevan mucho tiempo empeñados en ello, para abandonar esta gran ocasión que con el “cuatripartito” les da una democracia corrompida. Ante la gran reacción social de los navarros, ¿quién si no los contrarios a la manifestación y los que se jactan de “progres” dicen que es malo reaccionar?

Una cosa más. A esta imposición lingüística se suma a otra, pretender la oficialidad del euskera en toda Navarra, lo que supondría discriminar de nuevo a más del 90% de la población navarra citada, pues hay vascoparlantes de toda la vida y sanotes que no quieren la imposición, ni la prepotencia, ni la ideologización de la lengua, que es para entenderse y no para fastidiar.

Hete aquí, Gobierno Barkos (sucursal del PNV de Euzcadi) al que nos dirigimos, vendido al radicalismo de EH Bildu, y al fraccionamiento de la oportunista y egoísta élite oligárquica de Podemos. Gobierno, que no has podido adelantar las elecciones y crees que las perderás dentro de un año. Geroa Bai, sucursal del PNV, que pierdes una y otra vez ante los tribunales, y que no resuelves sino generas mil problemas. Sólo te queda sonreír a la cámara, y engañar más.

A pesar de apoyar el PNV al presidente Rajoy en los Presupuestos Generales del Estado a cambio de sumas de dinero, y luego al reciente presidente Sánchez en la Moncloa, el PSN se une a UPN y PP en sus críticas al proyecto anexionista del PNV que pretende reflejar en el nuevo Estatuto vasco (anti vasco) (Diario de Navarra, 10-V-2018). ¿El PSN se mantendrá así? ¿Qué exigirá el flamante Sánchez al PSN, comprometido aquel con el PNV, los nacionalismos separatistas y los enemigos de España?

Gobierno Barkos, al fin, que te preocupa ver al pueblo navarro movilizado con libertad: has de saber que fuera de la Tradición sólo tendremos caos y gallos de pelea, el tremendo atrevimiento de los de siempre y el plagio de los llamados conservadores, y siempre problemas mil. Ser o no ser, he aquí la cuestión. Navarra es, no se inventa, y menos todavía para conquistarla.

Los separatistas se lanzan sobre Navarra para consumar sus utopías. ¿Pero qué tiene que ver Navarra (o Nabarra, pero nunca Nafarroa) con el separatista vizcaíno/antivicaíno Sabino Arana, o bien con el ideólogo nacionalista José Antonio Engracio de Aranzadi Echeverría ?(2).

José Fermín de Musquilda

(1) Imagen 1: Arnaldo Otegi (fundador de Sortu), amigo de terroristas . Imagen 2: Urkullu (PNV) y el golpista Puigdemont. La complicidad de la advenediza Barkos con los de Otegi y Urkullu es evidente.

(2) Con el seud. Kizkitza es autor de La nación vasca (2ª ed. corregida y aumentada, 1931), Ereintza: siembra de nacionalismo vasco, o La casa solar vasca (1932), en la que Navarra sobra por los cuatro costados.

Publicado en “Siempre P’alante” nº 808, 16-VI-2018, pág.14