Crónica sobre la renovación de la Consagración de la CTC al Sgdo. Corazón de Jesús. 2019

Ayer sábado, 23 de noviembre, HEMOS CELEBRADO, todos juntos y con una gran alegría, la festividad de Cristo Rey en El Cerro de los Ángeles (Getafe, Madrid). Este año ha sido muy peculiar y lo recordarán nuestros descendientes y los que continúen trabajando por querer ser buenos cristianos y los mejores españoles. Lo recordarán por lo mismo que nosotros tenemos presente la consagración realizada al Sgdo. Corazón de Jesús, mucho antes de 1919, por don Carlos VII a la cabeza de sus Ejércitos y los adelantados carlistas aquel 15-VII-1875.

Después de más de treinta años de celebrar la festividad de Cristo Rey en El Cerro de los Ángeles, la celebración de la Comunión Tradicionalista Carlista del 23-XI-2019 reviste un carácter especial.

Procedentes de todos los lugares de España, y representando a los muchos tradicionalistas o carlistas de todos los rincones del solar patrio, hemos renovado la Consagración del Carlismo y carlistas al Sgdo. Corazón de Jesús. El pasado 30 de junio renovamos la consagración de España al Sgdo. Corazón de Jesús realizada en el mismo Cerro aquel 1919, y lo hicimos con todos los demás españoles. Ahora hemos querido renovar nuestra consagración particular, realizada en su día por don Carlos VII y don Alfonso Carlos I, más las intervenciones de don Jaime ante la devoción al Sgdo. Corazón.

Los Actos siguieron puntualmente lo establecido por la Junta de Gobierno, a la que agradecemos la iniciativa y su dedicación para en buen desenlace del evento.

El sol lucía con su fuerza otoñal acogiendo a los que llegaban a la explanada este día de bendición. A las 11:30 se realizó la ofrenda floral ante las tumbas de los cinco mártires dentro de la capilla de confesiones a quienes está dedicada. Mons. Manuel Ureña Pastor, arzobispo emérito de Zaragoza que aceptó la invitación de acompañarnos durante toda la Jornada, pronunció un el breve responso, finalizado con una petición: la de vivir lejos del pecado y mantener el honor. No es fácil estar asistidos espiritualmente por un señor arzobispo, pero ya ha llegado el momento en la enorme crisis de todo tipo que de extremo a extremo recorre actualmente España, lo que es todo un signo muy especial para nosotros.

Una vez finalizado éste, la Excma. Sra. doña María Cuervo-Arango, que durante tantos años ha sido nuestra querida presidenta y a la que tanto debemos todos, depositó un bello ramo de margaritas blancas sobre la bandera de España y una boina roja a los pies de la tumba de los mártires: “Aquí descansan los restos mortales de los que dieron su vida por amor al Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles, el día 23 de julio del año 1936”. A continuación, don Javier Garisoain Otero, actual presidente de la Comunión, pronunció unas palabras destacando el ejemplo y heroísmo de los cinco asesinados por defender y guardar el monumento de posibles atentados: Pedro Justo Dorado Dellmans, Fidel Barrio Muñoz, Elías Requejo Sorondo, Blas Carreta Ibarrondo y Vicente de Pablo García (Fidel y Elías también eran carlistas).

Con algo de prisa para cumplir con el horario, a las 12:30 se asistió a la Santa Misa en la ermita de Ntra. Sra. de los Ángeles, que en 1936 fue saqueada y una parte derruida. Con dos réplicas de los cristóforos de los Tercios de requetés colocadas junto al sagrario lateral, con los dos abanderados de la Junta y un pendón dedicado a Fernando III el Santo por Palencia, colocados todos ante el altar, y tras los miembros de las Juntas y asociaciones, fueron muchos los fieles que llenaron la iglesia.

La Santa Misa concelebrada ayer estuvo presidida por Mons. Ureña Pastor. Todos seguimos con suma atención su homilía y magisterio episcopal, eminentemente teológico, sobre la alta significación litúrgica de la festividad de Jesucristo Rey del Universo. Tras situar la celebración de la CTC en la historia del Carlismo y mencionar a Luis de Trelles, “miembro del Carlismo y fundador de ANC” (Adoración Nocturna Española), el orador siguió la doctrina del reinado de N. S. Jesucristo recogida por ejemplo en la Quas Primas de Pío XI. Para el Sr. arzobispo, qué lástima que los reyes de la tierra no comprendan que su poder debe ser fiel al orden establecido por Dios. Nada existiría sin Nuestro Señor Jesucristo, ni cielos, ni tierra, ni mundo inferior o superior. Cristo es rey porque es Dios, porque todo lo hizo el Padre a través de Él, porque la ley natural rige a los hombres como parte de la ley eterna, y porque es el único redentor de la Humanidad. Así pues, son inexcusables los judíos que sólo siguen la ley mosaica, y los gentiles como fueron los griegos y romanos porque tienen grabada la ley natural en su corazón. Ahora estamos en un tiempo de Gracia para responder y merecer, velando como las vírgenes prudentes que esperan al Esposo y el día de Juicio final.

Junto al Altar, ¡cómo disfrutamos de Nuestro Señor! ¡Hemos venido a consagrarnos a Ti, a disfrutar contigo en Ti, tal como somos, con nuestras “cosas”, con nuestras cruces y banderas, pendones y boinas rojas con el significado que tienen para España entera, con nuestra gente de la tradición española en el corazón, con hombro al Paso, y con nuestras anchas espaldas para el trabajo!

La Renovación de la Consagración de la Comunión al Sgdo. Corazón de Jesús se hizo a continuación, a los pies de las ruinas del monumento antiguo, destruido por los rojos durante la Cruzada. Los representantes de Juntas y asociaciones convocadas atravesaron la reja que lo protege, con permiso de los cuidadores del Cerro, y se situaron en los escalones superiores de la escalinata de acceso. Mons. Ureña estuvo presente en un extremo del monumento y antiguo altar. Con voz unánime, los fieles y la Junta de Gobierno rezaron la extensa oración de reconocimiento y petición, donde se reconoce que “Tu reinado abarca a los individuos y a la sociedad civil y política, pues Tú eres fuente el bien público y privado, Señor y mantenedor de las cosas humanas y temporales y que por Ti los gobernantes ordenan, pues Tuyo es el poder” en el orden social y político. Se pide la conversión de los españoles, para que vuelvan a ser apóstoles “de Tu reinado en el orden personal, social y político; suscitando entre el pueblo español no sólo capitanes arrojados en la defensa de Tu bandera, sino también el retorno el rey legítimo que deberá coronar, en la esfera política, una sociedad instaurada en Ti”. Se pide por las naciones de la Hispanidad para que recuperadas en su fidelidad a Cristo, su hermandad y unidad, sean “ante el resto del mundo, muestra patente de los beneficios que Tu Reino produce no sólo en lo espiritual, sino también en lo material”.

La comida de hermandad en el hotel Los Olivos, llenó el amplio y luminoso comedor con unos 140 comensales repartidos en amplias mesas redondas que propiciaban la charla amigable entre todos. La organización estuvo muy bien, y de ella agradecemos todos a don Javier Zazu Lafuente.

A los postres, el secretario general don Javier María Pérez Roldán presentó diversas actividades prácticas y entregó a varios veteranos un diploma de sentido reconocimiento: son nuestros adelantados y queridos don José Monzonís Pons, don José Luis Ulpiano Bravo y don Vicente Porcar del Reino de Valencia, y nuestro insigne alavés don Ángel Armentia Salazar, promotor incansable del acto de Isusquiza en septiembre y del Acto de Haro el 25 de julio, además de editor de “El Babazorro” (está en su nº 163) como boletín del Círculo Tradicionalista Cultural “San Prudencio” de Álava.

Al final, el presidente de la CTC don Javier Garisoain Otero, destacó la consagración al Sgdo. Corazón de Jesús recién hecha, lo que da una verdadera confianza y seguridad, y una auténtica moral de victoria a quienes la realizan. Esta moral contrasta una enormidad con lo que “representan las familias derrotistas del catolicismo español”. Es el caso de los malminoristas, que siempre se quedan cortos. Dicen “vamos a hacer”, y nunca llegan. Dicen, “vamos a negociar” y negocian con lo no negociable. Dicen que hay un desastre generalizado, y son llorones inútiles, cayendo incluso “en esas típicas críticas sobre lo que deberían hacer o dejar hacer los señores obispos”. Dicen “queremos raíces cristiana de Europa”, pero no claman “Viva Cristo Rey”.

Destacamos algunas ideas que su amplio discurso, que se hizo corto, aunque pueda al fin leerse en la Red. Lo hacemos con el permiso de su autor.

Garisoain, tomando en sentir de los asistentes, señaló que habíamos venido para vacunarnos contra el voluntarismo, “contra esa peste de la política que es el orgullo y la exaltación de la pura voluntad”. Por eso no salvaremos a España por nuestras propias fuerzas. Nosotros no somos del “podemos” sino del “debemos”, del deber que huye del cálculo, de una posición maquiavélica, y de la manipulación. El Carlismo es un sociedad política que tiene muchísimo que hacer, pues no es verdad que está todo dicho en el actual panorama político electoral, más todavía cuando la Causa del Carlismo es la Causa de España.

Ese lema o grito de “¡Nada sin Dios!” no es una mera jaculatoria religiosa, pues España está reclamando vivir su fe católica que la fundó. El “¡Nada sin Dios!” es una suma de principios políticos, “garantía de los débiles frente a los poderosos. Guías para un gobierno justo”. Exigió “más sociedad, menos Estado” (o el fin del Estado contendido como hoy se entiende). Exigió la libertades del enjambre de cuerpos sociales que existen y hay que restaurar. Exigió el fin de la tiranía de cualquier partido político de la partitocracia, y no sólo los partidos separatistas que es lo que algunos únicamente piden, mientras mantienen la raíz de los males. La Causa del Carlismo no puede hundirse, porque es la causa de España; la forma de trabajar del carlista, tampoco, porque debe estar lejos del veneno del orgullo, el voluntarismo, y confiar básicamente en las propias fuerzas y cálculos. ¿Qué no hay nada qué hacer? Da una enorme paz la consiga de Carlos VII: “Adelante, haz lo que debas, y suceda lo que Dios quiera”.

Muchos hemos disfrutado de esta Jornada, que nos resitúa ante la crisis abismal por la que atraviesan los españoles. Muchos otros quisieran haber estado presentes y han pedido la ocasión, aunque en estas líneas intentamos comunicarles el entusiasmo que vivimos ayer. Al fin, otros muchos no se han enterado de todo esto y es nuestro deber levantarles el corazón, ¡sursum corda!, ¡arriba los corazones!

Trabajemos con nuestras Juntas y delegaciones, reconstruyamos los Círculos físicos o virtuales (estos últimos son la novedad en nuestros días), multipliquemos nuestras asociaciones, abramos los corazones, y hagamos de la Causa de Dios y la Patria un deber de conciencia.

¡Aurrerá!, haz lo que debas y suceda lo que Dios quiera.

José Fermín Garralda

Pte. CTC de Navarra