Expolio de héroes y mártires (1)

EXPOLIO DE HÉROES Y MÁRTIRES

El 16 de noviembre de 2016, el Sr. Asirón (EH Bildu) ha exhumado restos mortales al abrir seis sarcófagos de héroes y mártires ubicados en la Cripta del Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada. Y aunque fuesen otras personas. Ahí están desde el 17-VII-1961, inhumados entonces con todos los honores. Días atrás, la familia del general Emilio Mola Vidal, harta y sin resistirse más, se llevó el contenido del séptimo sarcófago. Los carlistas le han sido fieles hasta el final, rezando como particulares junto a su mausoleo por lo bueno que hizo en julio del 36.

EH Bildu ha exhumado por fuerza -con rechazo de los familiares y del Derecho- los restos mortales del teniente general laureado, el pamplonés José Sanjurjo Sacanell (fallecido el 20 de julio de 1936), los hermanos Joaquín y Dimas Aznar Zozaya -comparten sarcófago-, y Severiano Arregui Olalquiaga (héroe con 62 años). El Ayuntamiento guarda los restos mortales soezmente arrebatados, y los no reclamados del héroe más joven de 15 años -se entera, ¿Sr. Asirón?- don José Sota Garayoa.

El Sr. Alcalde ha planteado una lucha jurídico-administrativa, y hace trampas. El tiene el poder, manipula la Ley de Memoria histórica, utiliza y manipula la represión durante la guerra con fines distintos a ella misma, apela al Derecho absoluto a la propiedad de la Cripta. ¿Y los otros?: el arzobispado salió firme el 3 de octubre, y los Sanjurjo y otras partes siguen trabajando con denuedo. El arzobispado presentó unas alegaciones irrebatibles contra la exhumación que han sido despachadas con menosprecio, aunque quizás ya antes de este despacho comenzó su sorpresiva y tremenda retirada. Los familiares -no el arzobispado- han recurrido al Tribunal contencioso Administrativo pidiendo medidas cautelares, rechazadas con rapidez y contra la resolución 673/08 del TAN del 11-II-2008. EH-Bildu (entorno de ETA) promete exhumar 80 años después de 1936 y lo cumple. Gravísimo y horroroso.

El arzobispado, que podía insistir en el juzgado, da un insospechado giro y hasta habló con las partes para que le siguiesen en ello. Pues no, Excelencia -a quien respeto y quiero-. Aunque por detrás haya cosas que ni se saben, creemos que su decisión final es un error enorme. No podemos callarlo por su gravedad pública e histórica aunque algún piadoso nos critique.

Todo se consumó a lo largo de 22 horas del día 16. Cuento esto sin excusarme lo más mínimo: soy tan inútil y culpable como absolutamente todos los navarros, aunque alguno sea más responsable que otro. Y que no vengan los ojalateros de dentro y fuera a dar lecciones. Durante 22 horas se llevó a cabo un Oficio de tinieblas en dos partes: de 12 a 3 de la madrugada (al comienzo y al final me enteré que vaciaron los dos sepulcros cuyos parientes habían aceptado); y de 19:00 a 21:47 de la noche -más su día con su luz natural- cuando vaciaron los 4 restos de los familiares opuestos (los Aznar ocupaban un sepulcro) más el cuarto mausoleo.

Así empezó. A las 23:55 del día 15 -después que un joven pasase con la bici y avisase que había luz en el pasillo de la Cripta, acordonando la policía municipal la zona- estuve en la Cripta, que cuido como miembro de la Hermandad que reza expresamente por los muertos por Dios y por España -y por los demás- con una Capellanía de Misas, y que tiene como Sede el monumento por decreto arzobispal del 13-I-1960. Fui como testigo porque se estaba realizando algo muy malo, para “hacer algo”, y porque la presencia se convierte en denuncia. Se iban a sustraer los restos mortales, en principio sin el permiso de varias familias y sí con el del arzobispado. En el trayecto escribí a un amigo: “Me envían esto. Estoy yendo. Venga Vd. Ya estoy… En Cristo Rey!” (23:31 a 23:47). Hablé con los guardias junto a una camioneta blanca a la puerta. Voy entrando a la Cripta pero no me dejan pasar del zaguán. Ahí, presentado como miembro de la Hermandad, dije al abogado del arzobispado, Sr. B., lo que creí conveniente durante unos minutos, al tiempo que pasaba el grande del Sr. Asirón EH Bildu, con los primeros cuatro familiares para iniciar el proceso. El abogado me dijo que sacaban los restos cuyas familias querían.

Así, de las 12 a 3 horas de la madrugada, su exhumaron los restos de los voluntarios Jaime Munárriz Escondrillas (de familia muy carlista de siempre) y el pater Pedro Martínez Chasco (que se quiso alistar como pater el primer día del alzamiento). Pasé a la acera de enfrente, donde las antiguas Misioneras. La noche, larga y fría. Luego llegaron unos cinco Munárriz en un elegante turismo blanco. Se turnaron dos turismos justo en la puerta de la Cripta. Vi meter una caja reducida entre dos en el turismo blanco, y luego meterían otra en el granate. Ambos con buen maletero. De 3 a 3:30 de la madrugada regresé con alguien que salía demudado, tristísimo, y en total desacuerdo con lo ocurrido.

De alguna manera me alegré que no hubiese nadie más, aunque hubiera deseado algún amigo y hasta una concentración espontánea de navarros, al menos después cuando durante el día supieron por la prensa qué ocurría. La prensa de la mañana lo daba todo por hecho y quizás para que se hiciese. Pero para seguir de día, se tuvo que ir de nuevo al Tribunal ante una nueva petición de recurso cautelar.

Fui de nuevo a las 19:00 horas. Volvía la noche. Enfrente de la Cripta había seis fotógrafos de pocas pintas, dos de ellos extranjeros. Si antes estaba solo, ahora me sentía en un ambiente hostil. Oí que una buena muchacha mencionaba por teléfono el término clave: expolio. Tres transeúntes preguntaron y les dije: están robando. El oficiante de Cristo Rey detuvo la Misa a su comienzo -aunque me quedé- porque hice dos fotos de cerca de la Piedad de la Hermandad, mientras sabía que debajo se llevaban los restos de esos héroes y mártires. La noche, fría como la anterior. Nuestro mayor dolor fue ver la marcha de la camioneta blanca a las 21:46 (envié fotos), en un ambiente oscuro y de noche cerrada, en medio de un doloroso y frío silencio, seguramente con los restos mortales de… ¡los héroes y mártires! Nuestro dolor no puede ser mayor. ¡A sus órdenes mi general!: para todo lo bueno, que lo malo lo ponemos hoy nosotros. Aurrerá.

José Fermín Garralda

Pte. de Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra

"Siempre P'alante" nº 773 (1-XII-2016) pág, 14