El Gobierno municipal de Pamplona, cristianófobo

El ayuntamiento cristianófobo

En “Gesto de esperanza” (SP’, nº 755, 1-II-2016) nos hacíamos eco de la pancarta que, el 17 de enero, dos personas colocaron –falló al no desplegase del todo- en el frontis del Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada: “Stop cristianofobia”. Fue contra la exposición sacrílega de Abel Azcona, promocionada por el Ayuntamiento del cuatripartito pamplonés (los cuatriperdedores). La policía municipal tomó el nombre de uno de los valientes –hubo muy pocos valientes en este escándalo-, denunciado y multado con 150 euros desde la Secretaría Técnica del Área de Seguridad el 17 de febrero, por “Colocar elementos en los espacios públicos sin autorización (pancarta)”, infringiendo la Ordenanza municipal de Civismo (Art. 36.e y 37) en la Plaza de la Libertad (hoy de la esclavitud en esta antigua Plaza conde de Rodezno). Nuestro amigo en manos de los hipócritas y perseguido por la religión, tiene todo nuestro apoyo y disponibilidad.

Decimos “valiente” porque lo es, y porque hemos caído tan bajo que todo nos parece valentía, cuando en realidad es un mínimo de dignidad. ¿Cuál es el significado de esta multa, en una Navarra tomada por los anti como lugar de ensayo ideológico?

Primero, aunque la pancarta haya sido calificada de infracción administrativa leve, el 25 de febrero el profanador Azcona fue apoyado a la entrada del juzgado –que le citó para una investigación- por la concejal de cultura de Bildu, Maider Beloki, que acudió a título personal y como tal concejala "para apoyar la libertad de expresión de todos los creadores" (Navarra.com, 5-III). Azcona está acusado de delito de profanación, que el Código Penal castiga con multa o con prisión de seis meses a un año, por hurtar 242 hostias consagradas, y realizar fotografías en las que estas, en el suelo, forman la palabra "pederastia".

Segundo. Más que la cuantía –siempre importa y a pagarla queremos ayudar- asistimos a un agravio comparativo. Días antes, en ese mismo lugar y con el motivo de dicha exposición, alguien colgó una bandera republicana de la que hay fotografía: nadie llamó a la policía municipal, ni fue identificado, examinado y multado. Así, unos son más iguales que otros, siendo -su doble o triple vara de medir- gozosa para los amigos quedando apaleados los demás. Más todavía: ¿es que nadie ha colgado pancartas y banderas euzcadianas y otras, sean temporales o permanentes, en el parque de bomberos, otros edificios públicos, escuelas, casa consistorial…? Cuando unos abusan y abusan… ¿los demás van a callar y tragar? (Pues va a ser que no).

Tercero. Esta indigna multa es un tema administrativo, político, pero sobre todo de DOMINIO DE CLASE por los neo comunistas. Y un dominio ABSOLUTO, que utiliza con eficacia el Estado laicista de la democracia burguesa liberal. CLASE que es anti todo: antirreligiosa, antinatural, a histórica, antiespañola, y anti navarra. Si arremeten contra la religión es por ser anticlericales y anti-otros. Lo de menos es el nuevo idioma batúa, utilizado como arma ideológica. En esta CLASE del Todo para ellos –aunque sean cinco-, el protestante impone a todos lo que quiere por y para sí. Esto recuerda la chulería e imposición nazi –nacionalista, socialista y totalitaria-, a lo que se llega por y desde la antítesis y negación marxista. (Los extremos se tocan, ¿sabe Vd.?). Les mueve la antítesis, la conquista y el dominio, el odio a la tesis y, en realidad, a su propio vacío, y nunca el amor.

Si unos hacen su limpieza étnica e idolatran su Euskadi mental y utópico, y junto con otros erigen un nuevo becerro de oro, ninguno soporta que la sociedad tenga padres y patria, libertades, y, sobre todo, que adore al verdadero Dios, Quien precisamente se escapa a su control y afán de Poder. La multa en cuestión es una odiosa y simbólica revancha anticristiana, una expresión de su pretendida lucha de clases, y signo del DOMINIO que ejerce su nuevo IMPERIO y PODER mental sobre una incontable y manipulada MULTITUD (Hardt & Negri, 2002 y 2004).

Este Dominio nos anuncia un Estado totalitario, siempre horrendo, sobre todo si se trata de un territorio “enano” y denso en población como el utópico Euzcadi de sus sueños. Para dejar patente dicho DOMINIO se persigue la religión católica en los signos y personas, la patria, el fuero, nuestras fiestas religiosas y civiles, y Navarra misma. Los “antifas”, que reducirán “lo vasco” a la banderita, el pito y poco más, saben mucho de eso. ¡Viva Cuba libre!

Todo lo dice que el grupo municipal Aranzadi (Podemos) haya pedido que la procesión de San Fermín del 7 de julio se llame Desfile del Día Grande de las fiestas de la ciudad. Laicistas y comunistas, hacen coincidir este nombre con el de Bilbao y San Sebastián, mientras Podemos se declara insumiso ¡contra el protocolo municipal!

Todas estas patochadas son un artificio mental. No pretenden ser más justos, ni hacernos más felices, ni crear riqueza, sino la inversión de todo, para mostrar su total dominio sobre la Fe católica de Navarra (¡Ay esa Navarra católica de la Cruzada!), sobre la familia y la educación (¡Ay la imposición del batúa!), sobre la historia (¡Ay las leyendas de Krutwig!), y sobre la sociedad que desestructuran y debilitan moral y psíquicamente para imponerse.

El mal perecerá por sus excesos y soberbia, como el ángel caído. Pero hace muchísimo daño. Verdaderamente no será vencido por el “menor mal” del liberalismo que le brinda el marco de gobierno (laicismo, poder abandonado en el arroyo, ausencia de élites naturales, la partitocracia que controla la expresión política de la sociedad…), sino por el bien: luego… aprovechemos las circunstancias para recuperar todo bien. ¿Lo hacemos?

José Fermín de Musquilda

Rev. "Siempre P' alante" nº 758 (16-III-2016)