¿Talibanismo para 2018 en Pamplona?: el monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada

NOTA

Feliz año 2018 a todos, aunque el nuevo año como tal no va a cambiar las cosas. Sólo cambiarán si se hace examen de conciencia, se trabaja, y se tiene claridad de ideas. Mucho me temo que en Navarra se debe dar un pequeño giro de timón.

Pensemos ahora en el concurso de ideas abierto por el Excmo. Ayuntamiento de Pamplona que permite todas ellas por alocadas y brutales que sean, incluida la demolición del monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada.

En el caso que el Ayuntamiento -el de las rencillas, profanaciones y revanchas-, dirigido por EH Bildu que no condena el terrorismo, opte por la demolición de este edificio, importándole un bledo todo, ¿el arzobispado piensa ceder el usufructo de la cripta y todos los demás derechos que tiene la Iglesia sobre el edificio desde 1997? ¿Será consumará la traición a los que dieron su vida por la Religión que vivían, a Navarra, a lo que queda de ella, y a muchos navarros?

¿Por qué el arzobispado tiene en vilo a los navarros?; lo preguntamos porque sabemos que se plegó a autorizar la inicua exhumación de ocho enterramientos de la cripta del monumento para el 16-XI-2016, incluidos seis navarros de alpargata. Por mucho que uno sea inocente, la venganza ideológica se ceba en él.

Creánme que esta situación de agresión brutal por parte de alcaldía, y nos enteramos que hasta de espionaje en la Cripta, así como la situación de silencio, de ponerse de lado y desconfianza que genera lo realizado hasta ahora por el arzobispado, se lleva muy mal con el Año Nuevo.

Ojalá sea Año Nuevo para el bien actuar del arzobispado y para que los navarros espabilen "honrando al padre y a la madre", pues nada esperamos del viejo y más viejo espíritu de revancha y bodrio contracultural de los actuales mandamases municipales.

Confiemos que los bárbaros no sigan, que cese tanto odio -Dios mío-, tanto odio, y que el arzobispado tenga la firmeza necesaria para que se respete la Cripta, se mantenga el culto religioso en ella, se respete el monumento, y quiera recuperarlo.

Ramón de Argonz

Iruña, 1-I-2018