26-J, Un alto en el camino

26-J, UN ALTO EN EL CAMINO

De nuevo elecciones generales después de seis meses sin Gobierno. Era lógico.

La sociedad española mantiene su poso tradicional y católico a pesar del PP y, cuando está fuera de su quicio, se escora hacia la izquierda política y el separatismo. Estos años se ha escorado a pasos agigantados porque, con el pretexto de la crisis, los agitadores ideologizados están buscando –utópicos- la IIIª República, a Doña Izquierda y el secesionismo, esto es, un individuo con comunas de buenos salvajes versus Estado totalitario.

Pues bien, el 26-J no se ha votado a favor del tumulto y la agitación, la inestabilidad y el ensayo global. No hay huida hacia adelante. Se ha hecho un alto en el camino. Tras el Brexit inglés por el que Reino Unido se sale de la UE, no hay que echar leña al fuego -¡oh Bilderberg!- con un gobierno de bancarrota como sería el de Podemos-PSOE.

Ciudadanos baja 8 escaños, desde 40 a 32 diputados, aunque sólo pierde 400.000 de votos respecto al 20D. Por eso ahora exigen cambiar la ley electoral. Dicen ser de Centro, amigos del PSOE y Podemos tras el 20D. Quieren la regeneración política -como otros fracasos a comienzos del s. XX-. Un batacazo.

Unidos-Podemos (4 partidos) ha perdido un millón de votos y sólo ha subido de 69 a 71 escaños. Su alianza con IU no multiplica, ni suma, sino que ha restado votos, porque la izquierda es variopinta y pasional en España como lo es el error. Esperaban mejores resultados y conocen su fracaso. Satisfechos de haberse hecho desde cero en dos años, mantendrán su alianza con IU (¡!). Sufren el mayor batacazo del 26J.

El PSOE ha obtenido los peores resultados de su historia. Pierde cien mil votos. Del 90 pasa a 85 escaños. Empeora su resultado que ya era muy malo. Pierde peso electoral. Toca suelo. El “gallito” Sánchez se ha quedado sin cresta. Pierde su feudo andaluz a favor del PP. Están decepcionados, aunque… no han sido sobrepasados (“sorpasso”) por Podemos. Esta victoria de consolación supone una derrota dulce. Tras las humillaciones de Podemos, ahora el PP le lleva una diferencia descomunal.

A todos ha sorprendido el éxito electoral del PP. Le ha ido muy bien (también en el Senado). Ha ganado en 15 Comunidades y reclama el derecho a gobernar. De 123 escaños pasa a 137, con 7.897.283 votos y el 33’02% de los votantes. El miedo a la bancarrota y a la pérdida de la enseñanza concertada que supone Podemos, el temor a la alianza de Podemos con los separatistas, la bajada del paro a menos de 4 millones, una Inglaterra que se va de la UE… ha permitido al PP subir 14 escaños. Dos veces dijo Rajoy al saludar que el PP “merece un respeto” y que ha dado la batalla “en defensa de los intereses generales de los españoles”. (A ver si es verdad, ¡oh partitocracia!). El PP queda reforzado ante los otros tres, que bajan escaños y votos.

En España, el PP gana a costa de C’s, el PSOE sobrevive porque evita el “sorpasso” de Podemos, y éste se da el batacazo. En la CAV, Podemos sustituye al PNV en votos y escaños. Los pactos van a ser difíciles. El PP, C’s, PNV y Coalición Canaria tendrían mayoría absoluta. Todos los demás juntos, no.

En Navarra, UPN-PP (2 congresistas y 3 senadores) mejora algo en votos, Podemos (2) defrauda aunque sube y es la segunda fuerza –recoge parte del voto separatista-, el PSOE (1) sube algo, Bildu y C’s bajan, y Geroa bai (¡el partido de Uxue Barkos!) se hunde más de la mitad. En Cataluña el secesionismo no avanza.

La abstención. Nadie habla de esta alta Señora, en muchos casos más elegante que fea. La participación ha bajado del 73% al 69’84%, más de un millón de votos. Es la abstención mayor de la historia reciente de España. Pues bien; la abstención y el voto pepero juntos –muchos son malminoristas, huérfanos y desorientados- indica que España no quiere ser ni roja ni rota.

No hablaremos de una campaña con engaños, mentiras, y vacía de ideas, ni del sistema no representativo, que encierra el gato de las 7 vidas. El PP ha sido un partido tan desgraciado que le sale corrupción casi diaria y hasta el lío escandaloso e intencionado de la filtración de las escuchas al ministro Fernández. El votante es paciente y se agarra a un clavo ardiendo huyendo de sorgiñas (brujas) y coletas.

Nos libramos por ahora de la chulería, prepotencia y revanchismo de la izquierda y los secesionistas, pero nada más. Los resultados no nos consuelan sino que nos entristecen porque habrá más de lo mismo; el mal se ha consolidado porque el Programa del PP mantiene todas las leyes deleznables y escandalosas contra los derechos de Dios y los hombres, contra la vida humana, el matrimonio, la familia, la educación (salvo los conciertos y la educación diferenciada), la memoria de la Patria, y estimula el separatismo. Ni siquiera hay una alegría relativa por aquello del dichoso mal menor (al fin el obispo mons. Munilla ha sido claro sobre el malminorismo). No; somos realistas y ya ve el lector que tomamos el toro por los cuernos.

La gente quiere vivir en paz. Tendrían que decir qué piensan de dichas leyes, pero sin manipuladores externos, ni marco preestablecido o lavado de cerebro, sin agitadores artificiales, sino con la naturalidad de sus vidas y anhelos más personales.

El neopaganismo de la llamada “derecha” pepera engaña, con su nombre y la orfandad política de los católicos. Tranquilos, se podrá seguir haciendo negocios, seguirá la dormidera y la izquierda cabreada controlará la calle y la opinión. Hasta la siguiente. Lo peor es lo que se ha perdido tramposamente y lo que se va a perder en silencio. Hay que amar la solución.

José Fermín Garralda

Publicado en "Siempre P'alante" nº 765 (1-VII-2016)