La mentira y el resquemor como arma ideológica y política en Navarra

ROMPER EL SILENCIO SIN ENTREGUISMO

Como una voraz enredadera crecen las intenciones del moderno talibán que se impone porque su nombre es león. En Palmira querrán volar las ruinas romanas y los de Pamplona impedir la celebración de la Santa Misa en la cripta del Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. ¿Ceder en materia religiosa por presiones políticas? Esta sería la segunda cesión en Pamplona, pues en 1997 se desacralizó y donó la basílica de la Santa Cruz del Monumento -no su cripta- al Ayuntamiento de Pamplona.

Consumado el primer cambio-ruptura política de 1976-1978, ahora se quiere consumar otro en clave sólo de ruptura: la llamada democracia popular o socialista que consumará los presupuestos de la democracia liberal, que es su origen.

Desde la prensa convencional y digital, en la calle con violentas pancartas, en ruedas de prensa, en algunas Web y ciertos programas electorales que nadie lee, y desde el poder político, se presiona contra la privacidad y la propiedad, la libertad civil y la libertad religiosa de determinados católicos.

Decimos contra la privacidad porque las celebraciones de la cripta del Monumento son privadas, pudiéndose pedir permiso para la admisión a sus actos. Si en este sentido son celebraciones abiertas, tienen un carácter privado.

Decimos contra la propiedad, porque nadie que no sea el Obispado puede entrometerse en la cripta, pues éste tiene Derecho.

Decimos contra la libertad civil porque nadie puede prohibir a otro lo que haga en su casa o en los lugares privados sin orden judicial. En una ocasión (19-VII-2012) se infiltraron dos periodistas del diario etarra Gara, hicieron fotografías y luego una crónica insultante e hiriente contra el pater.

Y decimos contra la libertad religiosa del católico porque algunos presionan para que se prohíba la Santa Misa de capellanía en la cripta por los que dieron su vida en el frente “por Dios y por España”. También quieren suprimir los símbolos y significado religioso del Monumento, vulnerar su dedicación y función originaria, y algún agitador habló de que el señor obispo pidiese perdón por la postura de Mons. Olaechea Loizaga en 1936. Está recogido en la prensa.

En tiempos de agitación es mejor no hacer mudanzas. Hoy Navarra está en el ojo del ciclón de unos problemas ideológicos que, siendo artificiales, han estallado movidos por minorías ideologizadas y activas con incontinencia de palabras y gestos.

No, hoy no vivimos en libertad, ni en la calle ni en las instituciones… porque ya no andamos en Verdades. Triunfa el más astuto, la fuerza, el agitador que utiliza temas angustiosos del pasado. Sin embargo, no hace falta ser un genio para responder y testimoniar con sencillez. La sagacidad no es cobardía. Sí, la Verdad nos hará libres, pues cuando dicen que la libertad (lo que cada uno quiera) nos hará verdaderos, es cuando ya no hay libertad sino poder arbitrario.

No debemos callar. La misma Iglesia diocesana que en 1997 redujo el Monumento a su cripta convertida en catacumbas, ahora está siendo presionada para que se abandone la celebración de la Santa Misa en ésta y, si no, enviarla a los leones. Si según dicen nuestro paraíso es el de la libertad ciudadana, no digamos que somos libres cuando precisamente nos vulneran la libertad de decidir. No se nos puede quitar la libertad interior –perdiendo la exterior y el ejercicio todo se andará-, pero hoy la claudicación no se presenta directamente sino a través de un no hacer nada y entregar el eslabón más débil y comprometido.

Nos resistimos a que el Monumento y hasta sus cimientos materiales y espirituales, se vayan a pique material y funcionalmente sin que NADIE se entere y sin que NADIE haga ni diga nada bueno. Porque –añadimos- nada dicen los laicos o seglares en la Iglesia, y nada los eclesiásticos. Nada dicen los aupados como intelectuales, llámense escritores, quienes han recibido el flamante premio anual a la cultura “Príncipe de Viana”, los hombres que se precian de cultos, los periodistas independientes, los profesores e instituciones universitarias, ni los historiadores de arte o generalistas. Nada dicen esas flamantes instituciones públicas como “Príncipe de Viana”, con sus funcionarios que se la juegan ante el nuevo Gobierno de Navarra, o bien otras instituciones privadas a las que ocurre lo mismo que los anteriores pero de otra manera –el qué dirán, las subvenciones…-. Nada dicen las diversas Sociedades de Estudios –de Historia o cultura-, el flamante comité de Sabios de Navarra, o bien otras asociaciones civiles. Que no ocurra que TODOS callen abandonando el Monumento como cuestión irrelevante y asumida por las continuas dejaciones, silencios y tabúes, el pasar desapercibido, la inoperancia y dejadez ante la cuestión comprometida, que señala social y profesionalmente con la posible pérdida de prebendas y recursos económicos en una situación por ello precisamente injusta. ¡Oh cargos, influencia y poder del dinero de los que se creen sagaces, a quienes les falta el para qué!

Quizás sólo sean libres para hablar con normalidad quienes no tienen nada que perder. El reino de la verdad pertenece a los pobres e incluso a los pobres materiales, es decir, a quienes por no tener nada sólo dependen de la Sabiduría del Amor de Dios.

Repito lo que dije: ¿Qué harían si el Monumento fuese a los gudaris, las milicias socialistas o las Brigadas Internacionales?

José Fermín Garralda

Artículo publicado en "Siempre P'alante