La exposición del sacrilegio en Pamplona y revanchismo en Navarra (2): una nueva persecución religiosa

ASÍ NO SE PUEDE SEGUIR

Se ha consumado la exposición de Abel Azcona “Desenterrados” del 20-XI-2015 al 17-I-2016, y su sacrilegio, en la que fue basílica de la Santa Cruz del monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada. La curaduría ha sido de Marisol Salanova. ¡Qué derrota para toda la sociedad y la gran mayoría católica!

La profanación sacrílega contra N. S. Jesucristo en las especies sacramentales, contra Dios mismo y el Centro de la vida cristiana, del número “Amén”, consta de cuatro fotografías de Hostias consagradas colocadas en el suelo formando la palabra pederastia, más una explicación escrita en un panel, y un plato con Hostias robadas -y consagradas según Azcona-, de las que más de 100 se expusieron el sábado 21-XI y una docena el domingo 22. Estas fotografías son la obra viva, originaria y original, cargada de intención, un hecho presente. Que ante las protestas el Sr. alcalde de Bildu pidiese a tal Azcona la autocensura, y que éste accediese a retirar el plato de Formas –una mujer lo retiró antes- no es un mal menor a tolerar. Haga Vd. con sus intereses y utopías lo que ellos hacen con los demás y verá cómo saltan. Pero los católicos, manipulando la Paz, se mostraron indiferentes, los tibios del Apocalipsis, o inútiles.

El 22-XI-2015 una mujer retiró unas 12 Hostias consagradas del plato, llevándolas a la iglesia de un convento. Luego un joven hizo un intento para retirar lo que suponía aún estaba, y poco después llegó un niño que lógicamente nada encontró. Una mujer es la única en toda Navarra que ha hecho algo práctico y físico, rotundo y definitivo. Fue Azcona el ladrón de 242 Hostias consagradas yendo a comulgar –así dijo-, y cierta prensa dijo sin vergüenza que las Hostias retiradas -por la mujer- fueron “robadas” de la exposición. Desaparecida parte de la escandalosa pieza –toda ella debiera de haber desaparecido y ninguno nos hemos atrevido por falta de apoyo, continuidad, y el poder manipulador de los impíos-, el sacrilegio ha continuado hasta el final durante 59 días de agonía espiritual para el creyente. ¿Por qué la primera expresión de fortaleza cristiana y “misericordia” no es para Dios?

Enseguida una minoría desorganizada actuó ante sacrilegio. No fueron Pamplona ni Navarra como un solo hombre, ni los católicos ni los ciudadanos sin más. No fueron las parroquias, ni los ambones de las iglesias que guardaron un incomprensible silencio. Una multitud de 4.500 personas se agrupó, llamada por su Sr. Arzobispo –quien deja el caso en los Tribunales-, en la catedral dos horas el día 25, bajando a 1.000 en la plaza consistorial el jueves 26. La minoría espontánea y desorganizada que aumentó tanto con la llamada, irá desapareciendo. El tono de los católicos –salvo una minoría benemérita- ha sido el de no dar tono, ni qué hablar, aunque se haya mantenido el sacrilegio público durante 59 días. Se podía desagraviar donde el agravio, los laicos podían salir al ámbito público que es su terreno... pero no. Si no es nuevo que las instituciones civiles y la Justicia fallen en lo más importante, extraña que los fieles olviden de la cosa cuando está transcurriendo. Esto escandaliza.

En Pamplona no se ha visto la gran masa católica, que está desorganizada y paralizada como ciudadanía. Faltó una llamada cuando Cristo fue expulsado del salón de Plenos municipal, y luego mantenerla durante la comisión del sacrilegio en un edificio público. Protestar en casa, la protesta de UPN y PP en el Ayuntamiento, y rezar en la catedral y las obras apostólicas… no basta. Con esta actitud sembrada en la Iglesia durante décadas, no podemos seguir, como Sansón ante Dalila.

Si se insulta a Buda y Mahoma, a don Felipe de Borbón, a la presidente Barkos y al Sr. alcalde Asirón, se desploma el cielo. Están más protegidos que Dios Nuestro Señor, que los derechos de la religión católica y los católicos. Si las leyes son papel mojado porque el Ejecutivo las incumple, el Estado de Derecho tiene graves fisuras y es un timo. Nos engañaron los políticos y la jerarquía católica cuando vendieron el liberalismo como la libertad y el Derecho. Ahí tienen los resultados. Tenemos la paz juancarlina de una democracia oligárquica, falsa y al fin corrompida. (Ya lo dice el electorado). La paz de Bildu, la paz del insulto abierto a Dios durante 59 días, la paz del dolor, y el ser ciudadanos de 4ª. Y seguirán.

El problema es muy hondo. Hace décadas la Jerarquía marcó el estilo de los católicos en el ámbito público y hasta político. La nueva “espiritualidad” niega frutos de la Fe como la entereza y generosidad, y la coherencia entre lo privado y público, entre la religión y la política. ¡Ah!: abandonemos la política aunque ésta al final nos abandone. ¿Sus frutos?: nuestra parálisis y el silencio, distraernos con firmas, huchas y protestas, y la frialdad y tibieza religiosas. Lo último, “desestabilizar” el sistema y llevar la contraria, aunque al final Podemos y Artur Mas lo hagan utilizando a muchos. Si ya somos liberales, lloren como Boabdil. La exposición sacrílega crea un enorme problema institucional, jurídico y eclesial, pero ante ella muchos cierran los ojos y antes de 59 días la olvidamos.

Ya se avisó en este quincenal. Ahora estamos escandalizados. Desmovilizados, una pésima política nos lleva a las catacumbas pero… sin Cristo. Yo creo que el lugar del sacrilegio fue elegido a propósito para mostrar que nuestros santos y heroicos padres y la Santa Iglesia a la que pertenecieron, han sido vencidos: la logia de Pamplona está satisfecha. Al fin, conocemos las trampas para dar el poder a los sinvergüenzas de akelarre. Que hundidos por las leyes del aborto y abortorios, consecuencia de expulsar a Dios de la Constitución, nadie más se engañe.

José Fermín de Musquilda

Publicado el "Siempre P'alante. Quincenal navarro católico", nº 754 (16-I-2016) p, 14