Ante el golpismo separatista en Cataluña

Esto suena a falso.

Ante el golpe de Estado separatista en Cataluña algo suena a falso. Que no iba a acabar con rapidez es evidente, pues lo avisaron durante meses y su ejecución está siendo muy larga. Lo peor es que las dos “hermanas”, Cataluña y anticataluña, han salido a la calle. Sume Vd. los agravantes de la situación en España. En efecto, la partitocracia nos agita y divide, y su pésimo juego incluye el fraude político y mil casos de corrupción. España está vacía de contenido en la Constitución de 1978. UCD y el PP han cautivado el voto de millones de católicos y españoles aunque constantemente estos sean traicionados. Los sorprendentes Podemos y Ciudadanos se dicen regeneradores. Los perdedores electorales se suman contra el más votado en un pésimo frentismo. Los marxistas y separatistas cuidan sus alianzas. Todo ello traerá cola, sobre todo si España y el Derecho ceden ante estos golpistas. Una vez que el “buenismo” y lo no católico arrinconó lo católico y permanente de España y -¡oh ilustrados!- se quiso empezar desde cero en 1978, los demonios del ayer vuelven crecidos. Los constitucionalistas que atizaron el proyecto de división y dicen que España está muy enferma, ahora querrán reformar la Constitución… pero a peor: muerto el perro -momificado su cadáver pero con su nombre-, muerta la rabia.

Es algo increíble pero este golpismo separatista me suena a falso. Perdón a los preocupados -sin duda lo estoy- y ojalá me equivoque. Suena a falso en la desarrollada y débil Europa de 2017. Suena a falso dentro de la actual UE, una suma de Estados hoy en crisis y que sufren el Brexit. Suena a falso por la cercana agresión yihadista en Cataluña, y cuando la separación sin duda favorecería el aumento del peso musulmán en una Cataluña que no puede aguantar sola el terrorismo islámico. Suena a falso cuando ningún gran Estado europeo hubiera permitido lo que está ocurriendo en España.

Suena a falso cuando se sabía que la UE y las grandes potencias no iban a admitir la secesión, por ir contra los Tratados y el mal ejemplo que ofrece. Suenan a falso las mentiras -han sido pillados en renuncios en debates y entrevistas- de los Puigdemont sobre el trato que la UE daría a una Cataluña separada de España. Suena a falso que no hayan previsto la fuga de unas grandes empresas de Cataluña que sólo se deben a sus accionistas (Sabadell, Caixbank etc.).

Suena a falso un originalísimo golpe de Estado anunciado a voces durante meses y desarrollado con cuentagotas y en varias fases a la luz del día. Es el 8 y 12 de octubre cuando el pueblo español ayudará sin saberlo a su Gobierno inútil. ¿Para que se mantenga firme o para que reforme la Constitución cediendo España? Insólita y demente es la extrema agresión verbal de los separatistas contra los españoles. Extraña es la aparente seguridad y tranquilidad del golpista creyéndose en “su derecho”. Soñolienta es la utopía de los Puigdemont. ¿Son tan nulos profesional y técnicamente? Todo ocurre cuando los Pujol están encausados, las comisiones del 3% aletean ante una sociedad en paro y empobrecida, y el Govern catalán sigue arruinado y arruina a su Comunidad. “España nos roba”. Suena a falso el empecinamiento y radicalidad del Govern, su irresponsabilidad que excita a unas masas siempre incontroladas, su criminal división de la sociedad catalana.

Suena a falso la parsimonia y lentitud, el “discurso” frío y únicamente legalista, ajeno a los votantes y españoles, del presidente Rajoy, pues si hay leyes sobre todo hay pueblo. Una ola nunca vista de patriotismo alza la manifestación millonaria en Barcelona del domingo día 8, sobrepasando con creces toda expectativa. Catalán ya no significa por ahí nacionalista ni separatista. España no lo es porque lo diga la Constitución sino que se recoge en la Constitución porque es; el texto legal -sobre todo el tramposillo texto de 1978- es un indicio y no la prueba.

Suena a falso que los políticos españoles responsables del separatismo en Cataluña no reconozcan que lo son y hoy se rasguen las vestiduras, un separatismo asentado sobre la mentira enseñada a los jóvenes ¡durante 40 años! Suena a falso que González, Guerra y Rivera pidan la intervención militar (Art. 155). Si todo esto fuese falso -ojalá me equivoque-, tendrá una explicación

¿Cómo se obtendrá la paz -¡oh, sobre todo la paz y reconciliación una vez agitada la guerra!- ante el enfrentamiento social provocado además sólo por los golpistas? Ahí están las dos manifestaciones multitudinarias. ¿Será éste el argumento y la prueba? ¿Será la paz social y la reconciliación -como en 1978- el mentiroso pretexto buscado para cambiar la Constitución en federal o confederal? Más: ¿será esto parte del tributo al final del terrorismo, al que se ha cedido no resolver cientos de casos de sangre, y permitido que quienes no lo condenan se presenten a las elecciones, lo que no ocurriría en ningún país de Europa?

¿Para qué tal falsía? Para llegar al final lógico de la aventura autonómica y la deriva nacionalista de la que los Gobiernos centrales son responsables por inacción, partitocracia o peor. El golpismo separatista es la manera de hacer que el pueblo español acepte el nuevo camino, acallando a esa España que sigue siendo grande como lo demostró el 8 y 12 de octubre. Sepa la partitocracia que España ni se rompe ni se vende, ni con el pretexto de la paz, ni diciendo que es lo único viable, ni a cambio de mantener su nombre. Precisamente España ha sido marcada como lugar de ensayo.

José Fermín de Musquilda

Publicado en el quincenal “Siempre P’alante”, Pamplona, nº 792 (16-X-2017) pág. 14