Libros escolares 2023: 

manipuladores del "franquismo"

(Por José Fermín Garralda)- 

Cuando los jóvenes crezcan, y reconozcan la tergiversación y adoctrinamiento al que les someten los libros escolares de las editoriales SM, Edelvives (E) y Vicens Vives (VV) en 2023 (Historia 4º ESO), pasarán factura. Lo que no sabemos es cómo: tiempo al tiempo. Para una editorial esto es pan para hoy y hambre para mañana.

Las tres editoriales ofrecen una interpretación comunista –en parte liberal-, y subordinan la verdad histórica al Gobierno. Sus textos parecen escritos por la misma mano, con un idéntico  patrón o guión de fondo y forma en estructuras, contenidos, terminología, detalles e intencionalidad.

Los tres libros son proyectistas y manipuladores: la odiosa postguerra (1939-42) se proyecta hasta 1975 y, en dirección inversa, la opinión del presente hacia el pasado histórico. El resultado es fatal, todo es negro, y más al entender lo bueno como malo.

¿La clave? Más que libros de historia, parecen seguir los Principios elementales de filosofía (marxista) de Georges Politzer (1949). Para éste, sólo advirtiendo las condiciones de la acción se logra un pensamiento no dogmático (aunque tenga dogmas ciegos), lo que hoy justificaría tergiversar el pasado al servicio de la utilidad ideológico-política y vengativa del presente. Ayer eliminaron a Trotsky de la foto.

Para la Guerra Fría, España ya había vencido al esquema ideológico laicista y  materialista y al imperialismo (Hardt, Negri) comunista. Hoy nos toca la revancha comunista mediante la propaganda (TV, divulgación, exhumaciones, derribo monumental  talibán…), y los libros escolares que tuercen las mentes, se apoderan del futuro, y reflejan la estrategia comunista de acusar en falso, proyectando con creces lo que esta iban a hacer y no se le dejó.

Los libros afean a la Iglesia y al Estado por separado con negruras que atribuyen al otro, y el lector les mete -porque sí- en el mismo saco fascista y totalitario, pintando en negro todo un pasado dominado por una superestructura de poder y opresión.

Con el mote nacionalcatolicismo –huele a nacionalsocialismo- se levanta un modelo teórico de aparente coherencia, para poner en mal lugar a la Iglesia católica (sobre todo E 210), con una caracterización desde fuera y una nota denigrante. Este mote no ataca directamente a Franco, sino a la Iglesia romana en España. Pues bien, digamos que lo peculiar de España no era una “idea” española, sino practicar lo deseable en un país católico: el catolicismo no fue una identidad “esencial” sino una historia de identidad, que es diferente. Si esto ponía nerviosos a los liberales que había, también a los comunistas que se enfrentaban con ideas-fuerza, y una moral que evitaba la disgregación de una sociedad que no quería ser manipulada.

Así, atribuyen al otro algo de lo que ellos son y hacen: la propaganda abarcaría todo, el servicio de la Iglesia aceptado por los españoles sería control, la enseñanza católica sería adoctrinamiento (SM 229, 234), y el catolicismo de entonces se tilda de conservador (hoy ultracatólico) como si entonces hubiese otro.

Como se logró una paulatina reconciliación surgida de la vida misma, la distensión, paz y progreso material y social, promovida al amparo de la Cruz común a todos… ¡cómo les duele la vinculación entre Dios y el progreso material! Así, hoy buscarán arrancarnos la  reconciliación, la Cruz del Valle y sumirnos en la pobreza.

Tergiversan la vida de muchos españoles de entonces que, movidos por la búsqueda de la verdad humana y religiosa, eran irreductibles a la mera sociología, ideología, opresión y propaganda. Los padres querían la educación religiosa de sus hijos y la libertad educativa en el sector privado y público. La sociedad quería la moral natural y vivió sin problema la reevangelización. La educación separada por sexos favoreció a las niñas y niños a medida que ellas fueron ingresando en el mercado laboral. Y dale con el patriarcalismo y machismo (VV 185, SM 234, E 213), y con exigir al pasado histórico situaciones del presente. ¿Es que todo era censura, opresión y condenas? (SM 234).

Ennegrecen con tintes presentistas la prohibición de comportamientos sociales amorales, el divorcio y el aborto (VV 184, E 213). Ahora nos enteramos que existe una “nueva moral franquista” (SM 234), que hará al alumno pasárselo bien valorando minifaldas, escotes y bikinis (SM 240-1). Dicen que se apreciaba el folclore de los gitanos, mientras se les estigmatizaba (E 213), aunque los tres libros son lógicos al arrinconar los s. XVI y XVII españoles, correlativo a denostar que el franquismo ensalzase la grandeza del pasado español (E 213, SM 234).

 Un mismo hecho lo pintan con negros tintes para unos y lo blanquean o  justifican para otros. Lamentan las prohibiciones de ayer, aunque hoy se ahogue con normas, leyes, y se prohíba todo lo bueno. Arremeten contra los que buscaban retomar la tradición española, aunque hoy se crean otras “tradiciones”. Lamentan la solidez social y sus clases medias, mientras se ignora lo artificioso de la Revolución y de Stalin. Suceden a los liberales, pero se les condena. Un mundo al revés. Sobre la esvástica, los judíos, y la oposición tradicionalista carlista, otro día.

Los tres libros citan expresamente al Opus Dei, asociándolo a los “jóvenes economistas” de la tecnocracia (E 211, VV 188, SM 233 “congregación católica”). De risa. ¿Es que era más importante que todas las congregaciones religiosas juntas?

Las organizaciones juveniles del Movimiento eran voluntarias y no obligatorias (VV 184-5). Suena a falso criticar la asignatura maría de Formación del Espíritu Nacional (FEN), y arriesgarse a decir que “enseñaba los principios básicos de la doctrina falangista” (VV 184), cuando hoy imponen Educación para la ciudadanía y una asignatura para la corrupción de menores. De conservar Vd. aquellos libros, verá que explicaban al hombre y la sociedad desde el derecho natural, las instituciones y retos del momento, y se referían –sin artificio- al gobernante que mantenía el bien común más elemental con gran apoyo social, expresión de una realidad más allá del derecho. Si los libros más antiguos incluían una historia básica de la nación española, explicada en oposición al liberalismo y marxismo, qué hacen los nacionalismos disgregadores de hoy?

Publicado en: “No olvidarán a los manipuladores del ‘franquismo’ ”, en “Siempre P’alante” nº 230 (1-V-2024).