(Por José Fermín Garralda) -
El emblemático monte de Isusquiza, próximo a Vitoria, es un lugar de pulso permanente.
Lo recordamos todos los años, cuando el presidente del Círculo Tradicionalista Cultural “San Prudencio” nos convoca para finales de septiembre a través del boletín “El Babazorro”. Nos referimos a don Ángel Armentia Salazar, que es un ejemplo en el mantenimiento de los ideales, leal por convicción, y una persona sacrificada que pone su sello de seriedad y serena alegría.
El monte Isusquiza fue lugar de pulso permanente y heroísmo hace 85 años, pero también ha sido la ocasión para perseverar los 40 últimos años, los años de las claudicaciones de los “buenos”… hasta hoy mismo. Y se mantendrá como lugar de pulso por parte de quienes nos sucedan. En efecto, si las ideas y agentes de 1936 no han desaparecido por muchos motivos, sabemos que el bien permanece en el tiempo, sin que podamos cejar en él, y que nunca la fidelidad no se echa atrás.
Nos explicamos.
Ayer, este emblemático monte fue relicario de héroes en la lucha entre los frentepopulistas (en camino hacia el comunismo con el apoyo de los separatistas del PNV) y los Ejércitos nacionales. Isusquiza -y también Villarreal- fue lugar de heroísmo para el Carlismo alavés. Ocurrió durante el mes de octubre de 1936. ¿Por qué? Sencillamente porque Isusquiza era un lugar estratégico, alzado hasta los 801 metros de altitud, que permitía controlar el puerto de Arlabán, el eje Madrid-París, hacía de muga con Guipúzcoa y además protegía Vitoria. Este monte fue escenario de ataques y contraataques, muriendo heroicamente muchos cruzados: 37 requetés de la 9ª Cía y 44 militares de San Marcial. Esta batalla, iniciada por los rojo-separatistas, la ganaron los nacionales. Un heroico lugar así, no pasa desapercibido, pues no en vano concita nuestra convocatoria anual, los bárbaros talibanes se han dado a destruir su Via Crucis, es objeto del estudio y admiración de muchos historiadores recientes, e incluso hay periodistas que constatan la reunión carlista anual. En el actual erial de la memoria del pueblo español, este vivo recuerda es necesario y ya como tal siempre un éxito.
Como parece mentira que los tibios y olvidadizos deban tanto a los héroes de entonces… menos mal que ante Dios no serás héroe anónimo. Por eso, los carlistas seguimos recordando, con nombre y apellidos, a cada uno de los que murió en la gesta, ya por la hazaña en sí misma, ya por su ejemplo de vida, ya por entregar ésta para bien de todos, lo que es prueba del mayor amor. ¿Quién es hoy capaz de entregar su vida gratis y sin pedir nada a cambio, a pesar del amor del que se habla tanto en templos y parroquias? Esta generosidad sin límites les hizo verdaderos mártires de Dios y de España.
Al Acto del día 19 llegaron representantes de otros lugares, pues Isusquiza es lugar de encuentro de todos los alrededores en el triángulo Palencia-Bilbao-Pamplona.
En la iglesia de San Bartolomé de Landa rezamos el Via Crucis, llevando Pilar la Cruz de las bodas de oro sacerdotales del P. Urbieta. El altar estaba preciosamente adornado con un tapiz del “Requeté de Vitoria 3ª Cía”, un lazo de España y una boina roja, colocándose los abanderados de España y del Requeté alavés a ambos lados delante del presbiterio. El P. Lee tuvo la amabilidad de celebrar la Santa Misa, haciéndolo con verdadera unción. Su celo apostólico se expandió en su extensa y cálida homilía, a pesar de la dificultad del idioma. Al final, se cantó el Salve Regina.
El acto político se celebró a cubierto, siendo “discretos ante la chusma que nos rodea de marxistas-leninistas que siguen enfrente de nuestras vidas discretas” (“El Babazorro” nº 178). Ahí don Ángel Armentia leyó el manifiesto de Isusquiza.
Una vez en el atrio, se hizo la fotografía de los asistentes. Como aún quedaba una hora para la comida, se juntaron varias mesas fuera del restaurante “Casablanca” de Landa para la convivencia y el intercambio.
En el amplio y bonito comedor, dos grandes posters del centinela carlista alavés iluminaban el ventanal, y don Angel situó a todos adecuadamente. Su cuidado por todos los detalles, ayudado por Pilar y Jaime Vives, es una delicia.
El menú fue de una calidad insuperable.
A los postres, don Ángel inició los discursos como anfitrión. Muchos pudieron hablar y dar su testimonio, lo que como método siempre es -pudiendo- un acierto. Él y todos los que le siguieron, destacaron la necesidad de dar tributo y homenajear hoy más que nunca –en tiempos de agresiones, desmemoria y vergüenza- a nuestros héroes de 1936, de acudir a los Actos puntuales y hacerlo con gusto contagiando a otros, de ser valientes ante los enemigos de Dios y España, de prolongar –esto es importante- los trabajos en la vida ordinaria y, sobre todo, de unir fuerzas todos los que amen el ideal porque todo hoy parece hundido en un mundo indolente, apagado y pagado de sí mismo. (Sí, los tiempos del Nuevo Orden Mundial –NOM- se acercan, y sobre todo los de N. S. Jesucristo, vencedor del pecado y la muerte).
Luis Carlos Sánchez Ocaña envió un recuerdo muy cariñoso, y él fue recordado con mucho afecto por todos. Es el médico que nos atendía, y como ahora tiene 92 años, sufre dificultades de movilidad. También recordamos a Agustín Cebrián de El Escorial y a tantos otros que no han podido estar.
Benedicto Martín, acompañado desde Madrid por Carlos Pérez de Tudela y Jaime Vives, señaló que vivimos un período muy difícil y que estamos llamados a superarlo. ¿Cómo? Siendo inasequibles al desaliento y transmitiendo los ideales en todo momento. Actos como los de Isusquiza son fundamentales, pues de lo contrario la tradición se pierde. La masonería internacional, al servicio del sionismo, quiere suprimir la voluntad de permanencia de los pueblos, esto es, la permanencia de la Fe, sobre todo de los que más se han destacado como católicos, como son España, Polonia, Hungría, Irlanda… sembrando la tentación de ser dioses en la tierra.
Luis Carlón, de Palencia y Pte. de la Asociación Cultural Tradicionalista Fernando III el Santo, vino acompañado de Andrea. En sus breves pero enjundiosas palabras constató el tremendo hundimiento moral entre los españoles, y excitó a mantener la lealtad y dar testimonio en todos nuestros ambientes.
[caption id="" align="alignleft" width="320"] Don Ángel Armentia Salazar, al que todos debemos todo en la convocatoria y organización de Isusquiza durante décadas. Fidelísimo, entusiasta, constante y detallista. Con admiración.[/caption]
José Fermín Garralda, Presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra, agradeció mucho a don Ángel Armentia su entusiasmo y esfuerzos al organizar el acto de Isusquiza (Álava) y perseverar en él durante largas décadas a pesar de los pesares. Además, don Ángel edita con mucho esmero "El Babazorro", que va por el número 178 (IX-2021). El día de hoy fue un feliz reencuentro. La Lealtad y testimonio que pide Luis Carlón, va unida a Actos como éste de Isusquiza. Es urgente verse, pues el uso de las nuevas tecnologías acerca menos de lo que creemos, e incluso nos puede alejar y hasta enfriar. Recordemos con nombre y apellidos, como ha hecho Ángel, a los 81 héroes que dieron su vida en Isusquiza, porque siendo muy jóvenes, dieron todo lo que se puede dar. Para ellos nuestro reconocimiento, porque mientras los revanchistas mienten descaradamente sobre ellos, les vejan y quieren extirpar su recuerdo…, resulta que, quienes más les deben, les olvidan y entran en complicidades con sus enemigos. Por eso nosotros nos resistimos a olvidarles, y hoy más que nunca cuando empieza a arreciar la persecución. Somos hombres de esperanza, pues –como recogen las imágenes de la red-, ayer, un elevado número jóvenes peregrinaron a Montejurra. Pensando en los jóvenes, hagamos de enlace y puente entre el ayer y el mañana, que los frutos comienzan a llegar. Actos como el de Isusquiza son necesarios, nos hacen arder por dentro, para luego transmitir ese calor espiritual a los demás por todos los medios posibles. A continuación, Garralda leyó este mensaje de Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo:
* * *
“Mensaje a los valientes. Quiero transmitir desde la Junta de Gobierno de la CTC a todos los valientes patriotas que subirán hoy 18 y mañana 19 de septiembre a las sagradas montañas de Isusquiza y Montejurra, regadas y bendecidas con la sangre de nuestros mártires que dieron su vida por la causa más noble que pueda existir que no es otra más que la de Dios, la Patria y el Rey. / Es responsabilidad y deber sagrado el de resistir en estos tiempos recios dando la cara como lo hicieron ellos defendiendo la Santa Causa ante cualquier enemigo no importando el número ni su fuerza. “Cueste lo que cueste, juntos en Unión” no perdiendo la Esperanza nunca. / Sabemos que hacemos lo correcto. El bien está de nuestro lado y al final suya es la victoria. / Mi enhorabuena más sincera a todos los que estaréis ahí presentes o en espíritu. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva siempre España! Telmo Aldaz. Presidente CTC”.
* * *
Enrique Gómez (Haro, La Rioja) expuso con claridad su parecer sobre la crisis actual –religiosa, moral y política- y la esperanza de que, el mayor hundimiento conlleve una mayor intervención de Dios para salir de ella.
Manuel Giganto recordó las apariciones de la Santísima Virgen y sus avisos sobre los duros tiempos que se avecinan. También explicó la iniciativa de una Asociación para extender la cultura católica y española, creada en el corazón de Guipúzcoa, pues resulta necesario crear puntos de referencia donde levantar picas y banderas. Hay que formarse, moverse y espabilar en nuestro tiempo de crisis, donde todo anuncia un próximo despertar.
Silvestre Zubitur, a petición de Ángel Armentia, dió lectura a unos bertsos de Pello Urquiola al final de la comida, con su traducción al castellano. Zubitur siempre ha sido constante en Isusquiza. Nuestro buen amigo leizarra ha llegado acompañado de su esposa Beatriz y de otros dos amigos. Manifestó que aquí, en Isusquiza, estamos muy a gusto. Ahora bien, se ha sufrido mucho, porque, ¡cuánto hemos luchado, sin apoyo alguno, mientras todo se ha ido torciendo… ¡ Para mantenernos ante la dificultad, y que no se nos escape el tren de la oportunidad, es necesario unir fuerzas. No, no nos equivoquemos hacia dónde debemos ir. Hay que estar preparados para los momentos en los que se nos necesite. La gente se está moviendo –los del PP, Vox…-, y yo… ¿me estoy parando? Hay que estar en estrecha unión, y más en cuando a veces no se teme al enemigo sino al amigo. Con vibrante voz excitó a la unión de esfuerzos y actuaciones, y pidió una mayor coordinación de las actividades.
José Manuel Martínez, correligionario que vino de Burgos acompañado de su hijo, comentó sintéticamente la necesidad de actuar, de “hacer”, de estar en contacto permanente para no desconocer lo que hacen otros correligionarios, sabiendo que Internet es la “nube” y que ya es hora de poner los pies en la tierra. (Buen acierto).
Jaime Vives, veterano en Isusquiza desde hace largas décadas, planteó la necesidad de perseverar, de mirar siempre para adelante y de transmitir esperanza a nuestro alrededor.
Efectivamente, las cosas van cambiando, unas a mucho peor y algunas otras a mejor.
Al fin y como cierre, Ángel Armentia, con unas palabras salidas del corazón, recordó de nuevo a Luis Carlos Sánchez-Ocaña, Agustín Cebrián –que solía acompañar a nuestro Carlos Pérez de Tudela aquí presente viniendo desde Madrid-, y a Javier Mª Pérez-Roldán -secretario general de la Comunión- porque estaba de viaje. También hoy nos ha acompañado Conchita, que ha tenido que ausentarse después de la Santa Misa. Ángel animó a los asistentes, en realidad representantes de otros tantos lugares del Norte de España, a poner en práctica todas las inquietudes que han ido saliendo en la Jornada.
De nuevo se cantó el Oriamendi y, tras los vivas de rigor, llego el momento triste de las despedidas, pero también de intercambiarse direcciones para llevar a la práctica todo lo que ha ido comentando.
Así pues, también hoy el Acto carlista de Isusquiza es un lugar de pulso permanente entre los que aman los Santos ideales de la Tradición española y la aberrante conjunción de separatistas y marxistas, que odian a España, a Dios, o a los dos juntos. Eso sí, hoy la forma de luchar es muy otra, pues lo que tan sólo se exige es el ejemplo permanente y total, condición necesaria para otro tipo de heroísmo. Por eso, nosotros trasladaremos el trabajo por la Causa a la vida ordinaria en las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades, y a los problemas reales de nuestra sociedad. El ejemplo del Isusquiza de ayer no se acaba en sí mismo, sino que es espoleta para muchas actuaciones cívico-políticas y religiosas promovidas por el Isusquiza de hoy. No en vano, "todos juntos en unión", somos los de siempre.
José Fermín Garralda