La mentira y el resquemor como arma ideológica y política en Navarra (I)

RESQUEMOR DE MARXISTAS Y SEPARATISTAS

Minorías muy ideologizadas actúan contra Valle de los Caídos de Madrid y el Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada de Pamplona. Aquí no se dice caídos sino muertos. Aquí criticamos el que dicho monumento ya desacralizado se entregase al Ayuntamiento, y aquí hay una cripta como catacumbas a respetar y amar, símbolo de aquel. No quieran tales minorías confundir al público con otras cosas. El odio ¡tras 75 años! nos conduce de las catacumbas a los leones con mil pretextos, mentiras, campañas artificiosas y bien orquestadas. ¿A qué se debe esto?

La inquina es global. Hoy, los marxistas organizados buscan carnaza, manipulan y ensucian para triunfar. Trabajando y con medios, crean una sociedad dentro de la que quieren conquistar, utilizando como latiguillo a cualquier víctima objetiva o subjetiva de ayer y de hoy. Criticando una cosa quieren llevarse todo.

En España, marxistas y separatistas se alían en el ojo del huracán con un resultado explosivo. No entraremos en su feo juego que rezuma ideología, intencionalidad y odio. Son hábiles manipuladores. Si Vd. desea Paz, resista. No pararán hasta que los españoles y navarros renuncien a su historia, sus padres, sus creencias de Fe -vida y amor-, y hasta que la Iglesia se desdiga del apoyo moral que dio a quienes le salvaron de la persecución y se resistieron –por Dios y por España- a ser una colonia estalinista, atea y totalitaria.

El marxismo ideológico (racionalista) actúa contra todo lo real y figurado. Para hacer su revolución, ayer roja y hoy de arco iris, y construir su nuevo Imperio, utiliza el activismo socialista del nacional-separatismo (sentimental y romántico, originado y explotado artificialmente) contra España, la mal llamada memoria histórica de ZP (masónica y manipuladora), y se sirve de la actual corrupción generalizada. Sí; utiliza graves errores cometidos, y siembra mentiras sobre el ayer y hoy generando odio. Mezcle todo como las brujas en Macbeth, hiérvalo, y dará con la “libertad” de Cuba o China como sistema total y en perpetua evolución (?).

Ponga a ETA estalinista como útil trasfondo, e insista en la guerra psicológica del maoísmo, que es más rotunda y eficaz porque “cambia” y secuestra las almas. Si una guerra no quita la otra, ambas utilizan el sudor ajeno, mientras sus agentes se atribuyen ser las hermanitas de los pobres o bien justicieros. Este actuar utiliza el pasado y el lenguaje como arma, y parece admirar el manifiesto parcialista e ideológico de Antonio Negri y Michael Hardt en Imperio (2002) y Multitud (2004).

El marxismo maoísta realiza su juego mentiroso con las cartas marcadas. No pierde nada, ensucia lo criticado, y puede ganar todo pasito a paso. Miente y desorbita las cosas, con tal de deconstruir y construir un Imperio para y por ellos. Utiliza el dolor ajeno –muy respetable- y a los que ayer y hoy sufren injustamente de cualquier modo, lo que nos obliga a distinguir entre hacer Justicia y, por otro lado, la manipulación. El marxismo lucha y construye el futuro hiriendo el presente, hasta que el rejón abra bien la sufrida piel de toro y, aquí, a los navarros vivos o muertos.

El marxismo se ríe de la democracia a la que utiliza porque le permite desmontar cualquier resistencia. Cree en una “verdad” -¿científica?-, y menosprecia el relativismo y nihilismo democrático. Utiliza la paralización social y recrea la sensación de dos polos subjetivos, uno positivo y otro negativo, esto es, “democracia” y “franquismo”: sí, ellos mismos, ¡los nuevos Stalin! A la parálisis se suma la manipulación, la cobardía de los “buenos”, y luego el juicio permanente a todos.

Los marxistas paralizan asustando; de ahí su cara de mala leche, con barbas descuidadas, su atuendo desarreglado, su lenguaje cortante y su agresividad. Puro teatro. Elaboran un discurso coherente y cohesionado –pero no verdadero-, totalizador y muy agresivo. Saben golpear bien: ahora a nuestro señor arzobispo. (¿No fue también antes cuando la Diócesis registró sus bienes por si acaso? ¿Y cuando el arzobispo rezó del Santo Rosario ante el abortorio de Ansoáin?). Cuando llegue el momento, hablarán de democracia positiva: la Democracia Popular maoísta. Lo de menos es lo que digan, lo de más es lo que traigan: juramentos, juicios populares, y dar la vuelta al Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Ante esto, lo peor es tener miedo, darles coba, creerles y ceder.

Para ellos cualquier difunto sigue vivo. Han detenido su reloj hace 75 años. Su intención es guerracivilista. Stalin parece estar vivo. Quieren lograr la victoria que los revolucionarios no obtuvieron en 1936. Es el sueño de la razón: éste es su dios.

En su espiral de locura, el hombre levitado queda a merced del huracán. Ellos no oyen las bombas sobre Lumbier, Sangüesa, Tudela y tres veces sobre Pamplona. Sólo oyen la represión –más que penosa y tan manipulada- en Navarra, mientras olvidan la represión de otros navarros en la piel de toro bullendo revolución

No se metan en casa e intenciones ajenas. Su clave totalitaria vicia su pensar y actuar, y manipula la vida, intenciones y querer de otros. Son contrarios a la libertad religiosa del católico, y no sólo a la paz y al reposo de los muertos. Y digamos a los navarros que quien olvide a sus padres, que con heroísmo les salvaron, merece estar sujeto a quien hoy quiere quitarles todo hasta las libertades. Los cristianos saben que ellos son el objetivo final de la Revolución. Tiempo al tiempo.

José Fermín de Musquilda

(“Siempre P’alante” nº 730, 16-XII-2014)