Blogs 2023

VISITA A SENEGAL: INMA, MANOLO y VICTOR

Inmaculada Gutiérrez y Manuel Pangua

04-12-23. LLEGADA A DAKAR

¿Cómo empezar el relato de la semana en Senegal? Parece complicado y no solo empezarlo. Uuuffff, que a nosotros esto no se nos da bien, que vaya corte, que no sabemos, que no hacemos redacciones desde que estábamos en el cole… en fin, que en esta ocasión toca “remangarse” y escribir alguna cosilla para compartirla con vosotros.

El problema (o la cuestión) es como comunicaros todas las experiencias y emociones que nos han acompañado en estos días. Y lo fácil, lo haréis vosotros y vosotras cuando lo leáis, ya que seguro que habéis sentido lo mismo.

Empezamos por contaros que este año era también muy especial, porque justo hace 10 años que fuimos allí por primera vez coincidiendo que Inma cumplía los 50 y ahora tocaba celebrar los 60. ¿Se os ocurre alguna manera mejor para celebrarlo que aterrizando en Dakar e ir a comer a Sally con mis queridísimos Manolo, Víctor y Demba? Pues ya os digo que no muchas, realmente estaba emocionadísima de poder haber vuelto.

Tras adaptarnos fácilmente al cambio de temperaturas ya que dejamos Madrid con 3 grados, disfrutamos de las vistas de la playa y nos dirigimos a dormir a Kaolack. Por hoy ya solo quedaba, brindar con unas Flags bien frías, descansar y pensar en la semana que nos quedaba por delante.

 05-12-23. KAOLACK-ZIGUINCHOR

Tras un largo viaje en coche desde Kaolack llegamos a Ziguinchor. Hemos atravesado Gambia con sus controles correspondientes en la aduana y hemos tenido suerte, porque prácticamente no había colas pudiendo resolver los trámites en poco tiempo y afortunadamente sin problemas. Siempre sorprende el bullicio y las largas colas de camiones que se van amontonando, aunque cierto es, que, tras la inauguración del nuevo puente, la situación es muchísimo mejor.

En Ziguinchor, tras un merecido descanso en el hotel Perroquet, recibimos a Khalifa, que terminó sus estudios hace varios años y la idea, a partir de esta visita, es que nos ayude a supervisar y a coordinar los nuevos proyectos de cooperativas de huertas, para estudiantes que terminen sus estudios, así como otras huertas, ya activas.

UN NUEVO PROYECTO DE YAKAAR ÁFRICA

Hacemos un pequeño inciso, en nuestra ruta, para explicaros un nuevo proyecto que prepara Yakaar África. La financiación, proporcionando créditos o microcréditos, a través de empresas o de financiación externa, que quieran colaborar con nosotros, para dar atención a los estudiantes, a los que hemos ayudado durante su formación superior y no encuentran trabajo al finalizarlos.

Básicamente a través de las propuestas de los estudiantes de Agricultura, Sanidad, etc. Y, que puedan influir con nuestra ayuda y financiación, devolviendo los mismos, cuando los proyectos generen beneficios, para poder ayudar a otras personas que acaben sus estudios. Proyectos de crecimiento, en cooperativas de autoempleo que puedan servir y ayudar, para la mejora de sus localidades. Durante nuestro viaje nos reunimos con jóvenes senegaleses, algunos antiguos estudiantes, otros que se encuentran realizándolos, con quien compartimos esta iniciativa para inocular la chispa en ellas y ellos.

Al rato, empiezan a llegar estos estudiantes para gran alegría nuestra de ver a estas nuevas generaciones con gran implicación. Tras una exposición de Demba y Víctor sobre la idea de los microcréditos, comenta-mos todos juntos la importancia de los estudios y el potencial que tendrán para ayudar al desarrollo de nuevas iniciativas y prosperidad en sus pueblos. Tímidamente empiezan a preguntar y exponen algunas ideas, que, aunque seguro no todas serán viables, es importante reconocer el interés que tienen en.

06-12-23.ZIGUINCHOR-NIASSIA-OUSSOUYE.  CAMPAMENTO PIERRE

Por la mañana, la primera tarea que teníamos era hacer entrega de cerca de 20 de los 45, que hemos traído para varios Liceos, donde se realizan en Senegal, los estudios de segundo grado, en Niassia. Increíble la movilización de personal en la zona ya que esto supone un gran acontecimiento local. Visitamos primero al oficial de la región, también se nos unió el vicealcalde, los presidentes, maestras y responsables de Liceo y finalmente, hasta los medios de comunicación y de la televisión, de la zona, para grabar este momento tan especial para ellos.

Como siempre, destacar la cara de los estudiantes frente a estos eventos que reflejan la importancia de la mejora para ellos en sus estudios.

Más tarde fuimos a ver la clase de español en el colegio de Viviane, querida amiga y que es la persona responsable de supervisar los proyectos de Yakaar África en Oussouye.

Esto es igual en todas las partes del mundo, son muy vergonzosos a la hora de hacer preguntas, pero cuando uno por fin rompe el hielo, parece que se van animando a intervenir. Demba les va contando lo importante de la educación para ellos, para su familia, para su país.

Me viene a la cabeza que probablemente una de ellas acabe siendo la Médica de la zona, o la compañera de Viviane en la sala de profesores, o por qué no, un político honesto para el futuro. Anima mucho el tener la confianza en la educación y en la cultura, herramientas imprescindibles para mejorar su futuro.

Al terminar nuestra visita y ya despidién-donos del grupo, comentamos con Viviane la importancia de los libros. Aprovechamos esta oportunidad para dejar unos ejem-plares que me había llevado de Lorca y Antonio Machado. Buena representación de las letras españolas. Espero que lo lean las niñas y niños del instituto y se emocionen igual que yo cada vez que los leo.

Seguimos nuestra ruta, ahora a visitar la maternidad de Mlomp donde ya está trabajando Yakaar, desde hace tiempo con la coordinación de Viviane, en la terminación de la aclimatación de la maternidad, en la que estamos arreglando la fosa séptica. Además de los nuevos baños y la zona de reposo para las mamas que las ayudara mucho a reponerse tras el parto, mejorando su descanso y el nivel de higiene que necesitan.

Increíble la vitalidad y la sonrisa de Viviane. ¡¡Capaz de mover el mundo!!

Aún nos da tiempo de ir a ver la huerta Bouhimbame. Está genial, se ve bien cuidada lo que reconforta bastante al ver los avances que se van haciendo desde que se empieza a pensar en un proyecto. La huerta la llevan las mujeres de la zona y hay que reconocerlas que están haciendo un trabajo increíble.

El sol empieza a bajar y nos despedimos ya con unos colores y una luz que nos rematan el día tan intenso y emocional que hemos tenido.

07/08-12-23. OUSSOUYE- CARABANE

Visita a una Escuela Infantil; como siempre, una de las partes más emotivas del viaje cuando se trata de estar con niños y niñas tan pequeñas. Donde coincidimos y abrazamos al pequeño “Víctor”. Al principio, nos empiezan a mirar como “bichos raros”, pero cuando te quieres dar cuenta y empiezas a hacer juegos, tienes una montaña de pequeñajos solo con ganas de jugar y reír contigo. En ese momento me gustaría ser Shiva para tener al menos 4 brazos y agarrar a unos cuantos a la vez. Empiezan a crecer las filas con los niños para que los cojamos y los balanceemos. Se parten de risa y es imposible no entrar en un estado de emoción muy difícil de explicar. Seguro que cuando lo leáis volvéis a sonreír al recordar esta experiencia.

Llegada en barca a nuestra querida isla de Carabane, para, como cada año de nuestras vistas obtener un merecido descanso.

Estoy bastante entusiasmada de volver a encontrarnos con Tabara, es especialmente emocionante ya que tuvimos la oportunidad de conocerla en nuestro anterior viaje del 2018, cuando ella estaba cursando los estudios de Ingeniera Agrónoma y pasamos por su casa para verla y ver cómo iba con los estudios. Tras pasar estos cinco años, vemos la evolución positiva de encontrarnos ya con una Ingeniera en activo, con muchas ganas de llevar los proyectos a cabo y desarrollar todo su talento en beneficio de la Comunidad. Una de las cuales quiere iniciar uno de los proyectos de creación de una nue-va huerta, en forma de coo-perativa, en Elinkine, con la ayuda de uno de los microcrédito con otras mu-jeres de la zona, como después co-mentaremos.

Son las mujeres como Tabara las que mueven nuestro mundo.

Y, por fin en Carabane. Un poco de vida relax no viene nada mal. Somos un poco Toubab en el fondo y aquí nos dejamos llevar por la teranga, por los paseos en la playita, las palmeras y como con las charlas con unas Flags bien frías, el té de después de comer, con largas conversaciones sobre la vida, con Demba, Ousmane, Tabara, que nos saben de maravilla.

Después de nuestro último viaje pocas cosas han cambiado, respecto a la calma y las buenas vibraciones y la paz, que nos transmite la isla.

Estamos muy contentos de ver los paneles solares instalados para la nueva biblioteca que formó parte de la visita del 2018, cuando visitamos la isla para estudiar su viabilidad y como instalarlos y ¡ya, por fin en funcionamiento!, es necesario reconocer estos pequeños avances, pequeños quizás para nosotros, pero muy grandes y positivos

09/10-12-23. CARABANE – CAP SKIRRING

En el camino a nuestro destino para hoy, en Cap Skirring, hacemos una parada para visitar a Fátima, que como habíamos co-mentado anteriormente está en coordinación con Tabara para realizar el proyecto de huerta en Elinkine. Nos enseña un terreno que tiene pegada a su casa y que se puede poner a disposición del proyecto para la creación de una nueva huerta, a través de la financiación de Yakaar, con un microcrédito

Es increíble el entusiasmo que tiene esta mujer en este proyecto. Ya se ven en sus ojos las ganas de prosperar, mejorar y trabajar en la huerta. Además, nos enseña una granja de pollos que tiene desde hace un año con otro familiar y que parece que les está yendo muy bien… ya están pensando en alguna ampliación que daría más recursos a nuevas personas. Nos explica cómo están trabajando con unas gallinas que cruzan entre dos especies para robustecerlas y crear gallinas más resis-tentes, grandes, etc.

Cómo hemos disfrutado de sus exposi-ciones y planes de futuro.

Al poco, aparece un chico, profesor de informática y nos cuenta como se dedica a ir por los institutos para formar a los estudiantes, pero actualmente no está recibiendo salario, por lo que esto es un poco frustrante y podía llegar a desmotivarle, ya que obviamente, necesita ingresos para poder alimentar y mantener a sus familiares, al que le comentamos la inversión de ordenadores que hemos traído al Liceo, para ver si en estos, él puede ayudar.

Le recomendamos que exponga esto en las escuelas para ver si puede conseguir un contrato y unos ingresos fijos mensuales, aunque sean pequeños como punto de partida.

Llegamos al hotel y nos da tiempo de darnos un paseíto por la playa.

¡Sorpresa! ¡¡¡Sigue llena de vacas, como cada año que venimos!!!…. y, ya han pasado 10 años y allí siguen los rebaños de vacas disfrutando de la playa como si fueran franceses.. o españolas, que tampoco faltan. No hay mucha gente, tanto que nos hace pensar si ese debería ser su terreno, que nos ganan por mayoría. Solo necesitan un pareo y el bronceador para parecer, como nosotros, toubabs de vacaciones.

También sacamos tiempo para reunirnos con Lamine, enfermero y padre de Malamine, que también nos ha solicitado un préstamo para establecer aquí una clínica

Tiempo de lectura y descanso, que pena…, que poco nos queda de estancia en Cap Skirring, donde no se está nada mal. También nos da la oportunidad de estar tranquilos y hacer resumen de lo vivido y hablar de todos los proyectos que hemos visitado y lo contentos que estamos de haber aprovechado tan bien este viaje.

Comida y cena senegalesa y a la cama a descansar. Tendremos que coger un vuelo para ir directamente a Mbour y ya empezar a prepararse para la despedida- En el aeropuerto nos despedimos de Demba que él se queda allí. Ufff que pena da la despedida, pero anima que nos veremos pronto. Qué buena persona y que nivel de compromiso tiene…. Incombustible con sus principios. ¡¡Eres muy grande Demba, no cambies!!

11-12-23. VUELTA A CASA

Nos despedimos de Senegal tras disfrutar de un paseíto por la playa. Es pronto y todavía no hay mucho movimiento, algunos chicos entrenan y hacen deporte, ni siquiera todavía hay ambiente turístico….

Nos sentamos un rato para ver por última vez en este viaje la playa maravillosa de palmeras que tiene el hotel Blue África pensando que tenemos que venir de nuevo, porque siempre te quedas con ganas de venir pronto, estar más tiempo, pasar el rato con esta gente tan maravillosa que nos enriquece tanto en cada visita.

Mientras Víctor sigue “pescando”, casi por caída a muchas de las personas que durante la pandemia nos pidieron microcréditos y ayudas con el compromiso devolución

Se suman a otras personas que durante el viaje han estado hablando con él, para establecer y fijar cómo se van a responsabilizar y establecer la devolución del préstamo previo, con la inestimable ayuda de Ambrosio, que además se va a encargar de liderar la gestión de los créditos y microcréditos, así como con la ayuda de Khalifa, en las huertas, y de Alpha Yaya, en los proyectos sanitarios, van a hacer un equipo fantástico para supervisar este proyecto en el terreno, para Yakaar África, que iniciamos estos días y que esperemos tenga una gran acogida.

Sin más y llenos de emoción nos despe-dimos también de Ambrosio y de Mor con un poquito de mezcla de sonrisa y nudo en el corazón, porque así son las cosas aquí. Una continúa mezcla de colores, pero sobre todo de emociones. HASTA PRONTO

MI PUEBLO: SATADOUGOU

Khadija Sedicora

Nacida en Satadougou, departamento de Saraya, región de Kedougou, soy Khadija SEDICORA Estudiante de Licenciatura en Ingeniería Informática en HEMI y Licenciatura 1 en la Facultad de Ciencias Económicas y de la Gestión (FASEG). En este documento, haré una presentación de mi comunidad (su situación geográfica y socioeconómica) y luego daré cuenta más explícita de las dificultades que surgen allí.

DESDE UNA PERSPECTIVA GEOGRÁFICA

Atractiva por su ubicación geográfica, Satadougou se encuentra alrededor del río Falémé, a 400 m al este de Malí y al suroeste se encuentra Guinea Conakry. Un pequeño pueblo situado a 116 km al sureste de Kédougou, a 55 km de Saraya, entre pequeños ríos y remansos en el camino a Senegal. Satadougou es una comunidad Malinke que cuenta con 18 concesiones conformadas por varias familias, una escuela primaria con dos aulas, dos bombas hidráulicas, una fabricada por el gobierno y la otra por SODIFITEXT, y un grifo recientemente instalado por una empresa minera de oro. Satadougou es un pueblo muy antiguo que debido a la movilidad de su población, hoy en día ha formado aldeas entre unos 7 km a 12 km de Satadougou, a estos diversos pueblos a lo largo del Falémé se les llaman la zona FALEME. Marcado por fuertes lluvias (las lluvias comienzan a caer de mayo a octubre) y bosques densos y cultivables, Satadougou se caracteriza por características sociales y económicas muy notables.

DESDE UAN PERSPECIVA SOCIOECONÓMICA

Este pueblo de 18 concesiones está compuesto principalmente por 3 familias Malinke (SEDICORA, DANSOKHO, KEITA) que viven en armonía. Mi comunidad es mayoritariamente joven, alrededor del 80% de la población es joven. Creció con el tiempo con la llegada de un nuevo grupo étnico de Mali llamado “Mignangua" que se convirtió en la mayoría que la población del pueblo.

Para vivir allí, los hombres cultivan la tierra, pescan, cazan y trabajan en la “Dioura" para satisfacer sus necesidades diarias. Estas son las actividades que se realizan a diario. Pero, la explotación tradicional del oro "Dioura” es extremadamente predominante, alrededor del 92% de la población depende de ella. Porque es la actividad que aporta mucho más para conseguir el pan de cada día, la que aumenta la facturación y el poder adquisitivo.

El comercio es practicado por extranjeros de Malí, por lo que la mayoría de los intercambios económicos de la aldea tienen lugar con Malí. La caza y la pesca son cada vez menos comunes debido a la degradación del río (el Falémé) y a la presencia del ruido de la maquinaria en el bosque. SATADOUGOU, que es casi en su totalidad joven, presenta posibilidades desde el punto de vista socioeconómico aunque no exentas de problemas .

DIFICULTADES SOCIOECONÓMICAS

Satadougou es un pueblo entre muchos otros donde hay armonía, amor, paz y una vida social entre los habitantes. Pero detrás de esta alegría de vivir siempre hay pequeños problemas de la vida a los que nos hemos enfrentado durante gene-raciones hasta ahora.

Situaciones que no se pretende cambiar, como el matrimonio forzado, el matrimonio precoz, los problemas de infraestructura (salud,  electricidad y vías de comunicación, etc.).

Por ejemplo, en el ámbito de la salud, no hay puestos de salud, ni hospitales para atender las necesidades de la Población: durante el período invernal, el paludismo y la gripe son los más frecuentes.

La gente de mi comunidad usa la medicina tradicional. Para curarse a sí mismos utilizan raíces, hojas, etc. A la vista de sus precipitaciones y de su posición, sucede en un momento determinado de la estación que el pueblo está rodeado por el río y los remansos que lo rodean. Esto lo hace inaccesible; Es decir, es muy difícil viajar o llevar a una persona enferma al hospital debido a las carre-teras inaccesibles, a las zonas muy remotas.

Estos residentes nunca han tenido la oportunidad de ser transportados en ambulancia, los enfermos siempre son transportados en motocicleta incluso en casos graves. Es por eso que la mayoría de ellos van a los hospitales malienses, porque el único temor de este lado es cruzar el río (FALEME). Por otro lado, las mujeres embarazadas nunca se someten a tratamiento hospitalario hasta el parto. Sin embargo, solo las afortunadas logran dar a luz con normalidad y las demás generalmente serán trasladadas al hospital de Kedougou o a Mali para ser dadas de alta. La tradición considera que las mujeres que dan a luz en casa son las más valientes y afortunadas y lo mismo los niños que crecen sin vacunas ni tratamiento hospitalario.

En el campo de la educación, la escuela siempre ha sido consi-derada la menor de las preocu-paciones de esta comunidad. De hecho, mi localidad considera que a los niños no se les debe obligar a ir a la escuela porque para ellos la escuela no es un medio para educar correcta-mente, la escuela va en contra de la educación familiar.

Además, los padres no apoyan a sus hijos, especialmente a las niñas. Sus estudios suelen detenerse en CM2, porque después de ingresar al sexto grado, tendrán que salir del pueblo para la escuela secundaria y a esta edad las niñas ya están ocupadas ayudando a sus madres en casa y dos años más tarde las dan en matrimonio.

Los muchachos que intentan continuar los estudios terminan desistiendo para ir a ganar dinero a la "Dioura" o para tomar las rutas clandestinas, otros por medios económicos.

La prueba de ello es que, desde las primeras generaciones hasta hoy, solo han seguido sus estudios dos alumnas, todas niñas, en 2022-2023, esta noticia ha dejado que la gente tenga voz porque nunca nadie ha podido obtener el bachillerato y ninguna niña ha podido estudiar hasta este nivel porque hay una frase popular que dice que "la escuela está prohibida por nuestros antepasados, ningún habitante de este pueblo podrá tener éxito en la escuela”. Todo esto para explicar la falta de contribución de los padres en la educación de los niños y también la negligencia de los maestros del lugar que no tienen ningún deseo de entregarse por estos niños. 

En resumen, Satadougou presenta varias oportunidades: tierras muy fértiles, cursos de agua, frutos ofrecidos por la naturaleza y el río que la riega, lugares de lavado de oro tradicional y una población dinámica. Pero estos cursos de agua y ríos tienen un impacto en las actividades de los habitantes, son una fuente de inaccesibilidad. Además de perturbar la escolarización, la "Dioura" presenta riesgos muy grandes, ya que a menudo sucede que algunas personas pierden la vida. A pesar de estos recursos, Satadougou todavía se enfrenta a problemas como: la inconsciencia de la población, la falta de compromiso de los jóvenes y la falta de apoyo a la zona FALEME por parte del Estado..

DIFERENCIAS ESPAÑA-SENEGAL

Tabara Danfa y Mor Ndaw

Nos pide José María que hagamos un pequeño resumen de las diferencia más importante que hemos encontrado entre los dos países. Lo primero que podemos decir es que es imposible comparar ambos países, porque no tienen nada que ver. España es una especie de otro mundo donde todo está muy limpio, muy organizado y muy nuevo, pero es que además las calles, los edificios, los medios de transporte, los útiles de trabajo etc. no tienen nada que ver, es como si estuviéramos en otro planeta.

Todo es muchísimo mejor, no es comparable, pero también es cierto que hemos visto algunas contrapartidas:

•Hay mucha gente que vive sola, sobre todo gente mayor. Gente que tiene muchas dificultades para andar, que vive mal. Allí en Senegal todo el mundo vive en familia y la familia se ocupa tanto de los niños como de los ancianos y nadie vive solo

•Nosotros, senegaleses, observamos una cierta falta de respeto hacia los mayores. En Senegal no se puede uno dirigir a ellos sin demostrar un absoluto respeto

También hemos visto gente completamente desnuda en las playas. Eso en Senegal es impensable, nos daría mucha vergüenza.

Hay muchos perros en las calles y están muy bien cuidados. Hay más perros que niños y podríamos decir que se trata mejor a los perros que a los niños.

Aquí el que trabaja tiene un horario definido, cuando acaba su trabajo se va a su casa o al bar. En Senegal el que trabaja no tiene horario, pero hay mucha gente sin trabajar.

Los senegaleses que no tienen papeles viven en unas condiciones insoportables. Sacan muy poco dinero con la venta de objetos en la calle y están siempre pendientes porque si la policía les coge, les quita la mercancía y les ponen una multa.

Como resumen podríamos decir que nos gustaría trabajar en España de manera legal, pero solo para ganar dinero y poder enviar recursos a nuestras familias en Senegal, pero la familia siempre la tendríamos allí que las condiciones de vida en familia son mucho mejores allí que aquí….Y además hace mucho frío.

EL VIAJE A ESPAÑA DE TABARA Y MOR

Tabara Danfa y Mor Ndaw

Es difícil resumir todo lo que hemos vivido en estos días. Los dos teníamos el gran sueño de querer visitar España y gracias a vosotros, Yakaar África, hemos podido cumplirlo. Ha sido una experiencia impresionante. En primer lugar, queremos agradecer a José María que lo ha organizado todo, realizando un gran esfuerzo, para conseguir los visados, gracias también al cónsul de España que sin él no hubiera sido posible y para coordinar todos los viajes y a todo el mundo y, en segundo lugar, a todas y cada una de las personas que nos han acogido, nos han mimado, nos han tratado como auténticos reyes. Rezamos para que Dios os bendiga y os dé más salud y riqueza con lo que habéis gastado en nosotros. La teranga española ha sido maravillosa.

Vamos a tratar de hacer un pequeño resumen de nuestro recorrido. Estamos seguros que nos olvidaremos de muchas cosas y a mucha gente que nos ha tratado maravillosamente, pero han sido tantas las experiencias vividas que resulta imposible acordarse de todos. Esperamos que sepáis disculparnos ante los olvidos.

En primer lugar, José María nos dio un gran paseo por Madrid desde su casa hasta el Hotel Riu donde vivimos el placer de asomarnos al vacío y tener una gran expe-riencia. De ahí seguimos al centro, la plaza mayor y la Puerta del sol. Después visitamos las cuatro torres, quizás lo que mas nos impresionó, y el estadio del Real Madrid.

Ya ese día quedamos exhaustos, pero nos dimos una primera idea de lo maravilloso que es el país y la suerte que tenéis de vivir en él. Seguimos al día siguiente visitando el palacio del Escorial con su salones y grandes cuadros y la casa de José María en la sierra. De la comida en Madrid destacaría la tortilla de patatas

Nuestra siguiente visita fue Valencia donde el equipo de Yakaar África capitaneado por Mayte, jefa de las misiones de Casamance, Isabel, Diao, Elena, Carmen etc. nos trató de maravilla, con un recuerdo especial a nuestra mamá Pilar que nos acogió en su casa una semana. Nos encantó la visita a esta luminosa ciudad y, sobre todo, la ciudad de las artes y las ciencias con su arquitectura ultramoderna. Tuvimos la ocasión de dar un bonito paseo por un lago y disfrutar de la riquísima paella valenciana

La segunda parte de la visita a Valencia fue a las plantaciones agrícolas guiados por Loreto, Vicente, Elena y la gente de la universidad. Aquí aprendimos muchas cosas y conocimos cultivos nuevos como el caqui o la chufa y nos dimos cuenta de la diferencia enorme que existe ente la agricultura española y la senegalesa. Aquí las plantaciones son enormes y tienen grandes máquinas que lo hacen casi todo. Incluso los cacahuetes son más grandes aquí que en Senegal

De Valencia pasamos a Sevilla, allí no conocíamos a nadie, pero nos acogieron dos familias maravillosas de amigos de José María: Juan Carlos y Elena y Fernando y Beatriz que nos hicieron recorrer la ciudad de cabo a rabo. Sevilla es una ciudad llena de arte y de belleza. Nos gustaron muchos los carros que transpor-taban los turistas con sus caballos muy bellamente adornados. Como comida nos encantó el pescadito frito y el adobo.

En Málaga nos esperaba Cristina de la ONG Construye mundo y sus amigas, de nuevo una acogida enormemente calurosa. De Málaga nos encantaron sus playas, la catedral y una calle maravillosa que se llama la calle Larios.

De nuevo volvimos a Madrid esta vez para alojarnos en casa de Cristina, enfermera jefe de la misiones de Yakaar, y su marido Alfredo. El primer día nos vino a recoger Pedro que había estado el año pasado con Yakaar en Senegal y que nos llevó a visitar El valle de los Caídos y Segovia. Todo era de una tamaño impresionante, la gran cruz, el acueducto la catedral, el castillo. La comida en un lujoso restaurante de Segovia fue exquisita.

Al día siguiente Alfredo nos llevó a visitar el castillo de Manzanares y la sierra de Madrid y por la tarde el parque del retiro. Por la noche vino a vernos Marta, la ingeniera que había regalado un diccionario de español a Mor y que quería ver sus progresos.

De nuevo salimos, en esta ocasión camino de Barcelona. Yo me fui con Mila y Mor con Sergio que de nuevo nos trataron maravillosamente. El primer recorrido lo hice con María, ya que Mila estaba ocupada y nos dimos un gran paseo por la ciudad. Sergio hizo lo propio con Mor y aprovechó para visitar a algunos senegaleses que viven allí, como Mbaye con el que disfrutó de una cena en casa de Mónica de la ONG Camina Senegal.

Barcelona es muy grande y muy bonita había mucha gente en las calles.

En Barcelona se separaron nuestros caminos. Mor se fue a Bilbao con Arrate y sus amigos y yo me volví a Madrid con José María. En Bilbao de nuevo una acogida estupenda con una montón de amigos. Tam-bién visita a algunos sene-galeses que viven allí e incluso probando comida senegalesa. Lo más impre-sionante la subida al monte en un pequeño tren y la visita de todo Bilbao desde allí.

En Madrid visité el Museo Arqueológico. María José, la mujer de José María me llevó de compras por el centro y pude disfrutar del comienzo de la Navidad madrileña con un recorrido en Navibus y una vuelta andando por el centro iluminado y el mercadillo de la plaza Mayor. Nunca había visto tanta gente en mi vida. Había una manifes-tación y habían cortado las grandes calles del centro al tráfico. A pesar de ello las calles estaban llenas de gente que disfrutaba alegre-mente de la Navidad. El colofón fue el último día con Marta que me llevó de nuevo por el centro a ver el espectáculo de Cortylandia con muñecos que se mue-ven y música y canciones donde pudimos cantar, bai-lar y reír.

Como veis han sido 4 semanas intensas donde no nos ha quedado nada por visitar ni por probar y donde todo el mundo se ha volcado para que disfrutemos de esta experiencia. Muchísimas gracias de nuevo a todos ellos.

A los que hemos citado en este escrito y a los que nos hemos citado porque hubiéramos necesitado no ya el boletín de Yakaar sino un libro de 500 páginas. Gracias a todos

PRESENTACIÓN DE MOUSSALA KENIÉKHO

Bougay Danfakha

Mi nombre es Bougary Danfakha. Soy un estudiante de enfermería y obstetricia al final de mi segundo año. Este año, si Dios quiere, haré el tercer y último año para terminar y luchar por salir adelante por mí misma y por mi comunidad, consciente de que he sido elegido y de que debo hacer todo lo posible para no fracasar.

Tengo el honor de presentarles mi pueblo, que se llama Moussala Keniékho. Moussala Keniekho es un pequeño pueblo de la comuna de Missirah Sirimana, distrito de Sabodala, departamento de Saraya, región de Kédougou. Limita al este con el río Falémé, al oeste con Missirah Sirimana, al norte con Wassangari y al sur con Linguekhoto.

El pueblo tiene 26 casas y más de 590 habitantes. El 96% de la población es malinké y el 4% fulani. Las principales actividades son la agricultura, el lavado de oro y el comercio.

La aldea se enfrenta a una serie de retos, entre ellos

Falta de aulas: la aldea sólo cuenta con un aula antigua, en muy mal estado de conservación.

Falta de puesto de salud: el pueblo está cubierto por el puesto de salud Wassangaran. Durante el invierno, llevar a un enfermo a Wassangaran supone un gran problema. Entre estos dos pueblos hay una gran marisma que se inunda y puede durar quince días sin posibilidad de llevar a un paciente al puesto. La única posibilidad que tiene la población es coger una piragua y meter al paciente en ella y viajar por el río hasta Wassangaran para poder tratar a los pacientes.

Falta de carreteras: el pueblo no tiene carreteras, y el acceso al pueblo durante el invierno es muy difícil.

Dado que la agricultura es la principal actividad económica, el pueblo tiene muchos problemas con los equipos agrícolas. La falta de acceso al agua potable sigue siendo un gran problema para el pueblo: el pueblo tiene dos pozos, pero a veces sólo funciona uno. 

LA HISTORIA DE YOUNOUSSA

Marina Ramón y Manuel Llana

Los que seguís este boletín ya conocéis la historia de Younoussa, un chaval de Nandoumari al que la vida le reservó una terrible sorpresa en forma de enfermedad en una pierna. Marina y Manu nos recuerdan su historia, una historia que revela, por un lado, la realidad de la medicina senegalesa y, por otro lado, la constancia de un grupo de personas y ONGs para no dar el caso por perdido y tratar de llegar a la solución definitiva de su problema.

Younoussa Diallo es un chico de 23 años que trabaja en un taller textil en la ciudad de Kedougou, la capital de una de las regiones más pobres de Senegal. Como tantos jóvenes de su edad, se vio obligado a dejar la escuela y a empezar a trabajar de muy joven para poder sobrevivir. Su padre murió cuando él era pequeño y su madre se volvió a casar con un hombre que no lo quería mantener. Tuvo que dejar  la  pequeña  aldea de Nandoumary, situada en un altiplano cerca de la frontera con Guinea Conakry, y buscarse un oficio en la ciudad.

Con esta familia vivieron Manu y Marina, dos biólogos españoles, mientras eran voluntarios en un proyecto de conservación de la naturaleza y desarrollo sostenible del Instituto Jane Goodall en Senegal. Fue entonces cuando conocieron a Younoussa, con el que quedaron muy unidos. Esta aldea no dispone de luz eléctrica, el agua se obtiene de pozos y la gente se dedica la agricultura de subsistencia. No hay tiendas ni transporte público; solo una pequeña escuela y una mezquita.

El puesto de salud más cercano, donde se da una atención muy básica, se sitúa a 6km de distancia y hay que bajar la montaña a pie, debido al desnivel del terreno.

A principios de 2017, andando para volver a la casa que compartía con su tío después de una larga jornada laboral, Younoussa se dio cuenta que algo le pasaba a su pierna. Pasó semanas con mucho dolor, una inflamación muy pronunciada en toda la extremidad y una dificultad creciente para poder andar. Por suerte, Yakaar África se cruzó en su camino al estar desarrollando una misión sanitaria en esa zona rural.

Sabiendo que médicos españoles estaban en la zona, varios vecinos se organizaron para bajar a Younoussa a cuestas hasta el pequeño ambulatorio donde la ONG estaba visitando a Enfermos. El chico llegó con fiebre muy alta y con una infección muy avanzada. Estaba a punto de sufrir una sepsis y había un riesgo muy alto de necesidad de amputarle la pierna. De urgencia, se le mandó al hospital de Kedougou, donde estuvo ingresado durante semanas. Le hicieron una limpieza de la herida y le administraron antibióticos intravenosos.

Después de haber estado al borde de la muerte, su vida parecía haber vuelto a cierta normalidad y estaba contento. Pero al cabo de un tiempo, empezó a sentir dolores de forma periódica en la zona de la cadera. A principios de 2019, el dolor era cada vez más fuerte y muy limitante. Le impedía poder caminar y trabajar. En marzo de ese mismo año, se hizo una radiografía de la cadera en el hospital de Kedougou y, sin concretarle exactamente qué le ocurría, los médicos le indicaron que tenía que solicitar consulta en un hospital con más capacidad. La falta de medios económicos se lo impidió.

Por segunda vez, Yakaar África fue clave en esta historia. Manu y Marina supieron que la ONG volvería a organizar una misión sanitaria en esa misma región a principios de 2020, y le indicaron a Younoussa que fuera al centro de salud. Los voluntarios de Yakaar África examinaron al chico y revisaron el caso. El diagnóstico fue que Younoussa sufría una osteomielitis con osteonecrosis (muerte ósea) en la cabeza del fémur. Los profesionales sanitarios españoles indicaron se tendría que tratar en el Centre Hospitalier de l’Ordre de Malte (CHOM), hospital de referencia en Dakar.

Así pues, en marzo de 2020 Younoussa viajó hasta la capital para ser visitado allí. Le dieron cita para el mes siguiente para hacerse pruebas y evaluar su estado, pero debido a la pandemia de Covid-19, estos planes tuvieron que ser cancelados.

Las carreteras entre regiones estuvieron bloqueadas durante semanas, el transporte público no estaba operativo. Sin embargo, durante este tiempo, los periodos de dolor intenso que Younoussa sufría no dejaron de crecer en frecuencia e intensidad, impidiéndole andar y trabajar.

A finales de 2020, cuando la situación de la pandemia en el país se estabilizó, Younoussa se pudo realizar las pruebas que llevábamos tanto tiempo esperando: análisis de sangre, un escáner y una nueva radiografía de la cadera, las cuales no solo confirmaron el diagnóstico inicial., sino que fueron más allá. El origen del traumatismo estaba causado por una drepanocitosis, una enfermedad genética también conocida como anemia de células falciformes, que se caracteriza por la presencia de glóbulos rojos en forma de hoz (media luna).

Estos ocluyen el vaso y son propensos a la hemolisis, lo que provoca crisis de dolor intenso, isquemia orgánica y otras complicaciones. La afectación ósea, como en el caso de Younoussa, es una de las manifestaciones clínicas más frecuentes de esta enfermedad.

Tanto los médicos del CHOM, como profesionales de referencia consultados en España coincidieron en que la única solución para Younoussa era eliminar la parte muerta del hueso y poner una prótesis de cadera, incluyendo la cabeza del fémur y el acetábulo. Gracias al apoyo logístico y asesoramiento médico de la ONG Projecte Tabassaye, la colaboración de Manu y Marina y el inestimable apoyo financiero de Yakaar África a través de sus donantes, la operación pudo tener lugar en febrero de 2021.

Después de tanto tiempo de sufrimiento e incertidumbre, cuando creíamos que por fin Younoussa podría recuperarse, empezaron de nuevo los dolores. Había pasado un mes de la operación cuando la cicatriz se infectó y Younoussa tuvo que volver a ser ingresado en el hospital durante más de un mes. Después de tratamiento antibiótico y curas, en abril de 2021 se le dio el alta y volvió a Kedougou para retomar su vida.

 Las revisiones posteriores a la operación indicaban que la prótesis estaba bien colocada y que la evolución de Younoussa era favorable, pero los fuertes dolores reaparecían periódicamente, indicando que algo no estaba bien. En agosto de 2022, la situación llegó a un punto límite, cuando Younoussa sufrió una infección en la zona operada y viajó de urgencia a Dakar.

El equipo médico del CHOM y los asesores sanitarios de Projecte Tabassaye coincidieron en la necesidad de retirar la prótesis y poner un cemento óseo mezclado con antibiótico para eliminar por completo la infección bacteriana. Después de meses de espera, la operación se realizó en diciembre de 2022. Una vez le dieron el alta, de enero a abril de 2023, Younoussa estuvo en la Maison Guérison de Kolda, gestionada por Projecte Tabassaye, con el fin de asegurar unas condiciones óptimas a nivel nutricional y de higiene y así disminuir el riesgo de una nueva infección.

Después de meses sin dolor, los médicos del CHOM confirmaron la remisión de la infección en agosto de este año e indicaron la necesidad de retirar el cemento óseo para colocar una nueva prótesis completa de cadera. Nuevamente, nos enfrentamos a un reto económico mayúsculo. A pesar de que el hospital y los servicios sociales se han comprometido a cubrir el coste de la operación, de 900.000 francos CFA (1.374€), Younoussa tiene que hacer frente al coste de la prótesis, que asciende a 1.300.000 francos CFA (1.984€). A esto hay que añadir otros costes no especificados por el hospital, como la propia estancia y manutención del paciente durante su ingreso, medicación, curas y fisioterapia, con un coste estimado de al menos unos 1.000€. El equipo médico y el paciente ya están preparados para iniciar el procedimiento quirúrgico. Una vez más, pedimos vuestro inestimable apoyo para hacerlo posible y que Younoussa pueda recuperar su vida. Muchísimas gracias.

PRESENTACIÓN DE FONGOLIMBI

Houleymatou Diallo

Hoy voy a hablar de mi pueblo: Fongolimbi es un pueblo de Senegal, en el departa-mento de Kedougou y la región de Kedougou. Al final de una difícil montaña con 9 curvas, se encuentra el pueblo a 28 kilómetros de la ciudad de Kedougou. El pueblo marca la frontera entre Senegal y Guinea Conakry.

El pueblo está muy lejos de la capital, y sus habitantes se enfrentan a varios problemas:

EL AGUA, UN BIEN ESCASO EN LA ZONA

Tenemos un problema crucial con el acceso al agua. No tenemos suficientes pozos ni perforaciones. El pueblo sólo tiene una depósito elevado de agua, que tiene un caudal muy bajo y está conectado a tres grifos. Mucha gente se ha marchado debido al problema del agua. Los sondeos que ya se habían construido también se han estropeado.

EDUCACIÓN, SALUD

En la comunidad rural de Fongolimbi hay dos etnias: Peulh y Djallonké, la tasa de escolarización de las niñas sigue siendo muy baja.  

Muchas niñas van a la escuela, pero pocas terminan sus estudios, a diferencia de los niños. Salen de sus respectivos pueblos de Sodioré, Toumanya, Koboye, Marougou... y recorren hasta diez kilómetros para venir a aprender al centro "Fongolimbi", a falta de tutor o de centros de acogida locales. 

Hasta la fecha, hay una docena de escuelas primarias en la comunidad rural y una escuela secundaria en Fongolimbi. 

En el nuevo puesto de salud faltan equipos, lo que a menudo obliga a las enfermeras a evacuar los pacientes a Kedougou.

UN POTENCIAL ECONÓMICO SIN EXPLOTAR

Todos los jueves, el "loumo" (mercado semanal) de Fongolimbi atrae a un número impresionante de personas de las localidades vecinas de Guinea Conakry, Malí y Senegal. Aunque es menos popular en la época de lluvias por los problemas de acceso a la zona, sigue siendo el lugar donde se venden todas las semanas productos forestales, hortícolas y agrícolas. Sobre todo en la estación seca.

En mi pueblo, las mujeres se concentran en el cultivo de fonio, cacahuetes y maíz. Los hombres se dedican a cultivar mijo. También recolectan productos forestales como madd y pan de mono, que transportan a sus aldeas.

La localidad también cuenta con impor-tantes lugares turísticos, como las cascadas de Lombel, Wassaya, Toumanya y Kounsy, y las rocas con forma humana de Marougou... Lugares que aún no han atraído a los turistas debido al problema de acceso local. Los jóvenes, enfrentados a un verdadero problema de desempleo y falta de cualificación, siguen reclamando financiación para transformar o comercia-lizar los productos forestales.

A pesar de los problemas y las diferentes culturas que existen en este pueblo, los habitantes viven en armonía. Estoy muy contenta de que mi pueblo esté en paz. Esto es gracias a la mentalidad abierta y a la tolerancia de sus habitantes.

ÚLTIMOS DÍAS DE UN VIAJE A SENEGAL: MAYO 2023

José María Piñero

BOUCOTTE

Después de la partida de María y Pedro nos hemos trasladado a Boucotte porque tenemos interés en encontrarnos con Malamine , el niño operado en España hace unos años, y su padre Lamine, el enfermero de la localidad. Malamine se encuentra perfectamente, aunque últimamente está flojeando en los estudios así que le “motivamos” con su venida a España para realizar una última revisión el año que viene.

Lamine aprovecha la visita para contarnos su proyecto de construir un pequeño centro de salud ante la falta de pago del gobierno a los enfermeros locales. Es un proyecto difícil, ya que Yakaar normalmente solo atiende proyectos comunitarios, pero veremos si se nos ocurre alguna forma de financiarlo.

DIAKENE DIOLA y OUSSOUYE

Una vez que dejo a Nuria embarcando en el avión que le llevará a Dakar y desde allí a España, me toca integrarme perfectamente en la misión sanitaria que está estos días pasando consulta en Diakane Diola.

Como siempre el equipo funciona a la perfección con Pilar y Elena haciéndose cargo de los adultos traducidas por Ousmane y Damien y asistidas por María. Alba y María con los niños traducidas por Papis y con la ayuda de Lía en consulta y Mayte y Amparo en la toma de datos. Nuestros enfermeros, Ibrahima, Aty y Emiliane apoyan un poco en todo y aprenden también un poco de todo.

No hay mucha presión en las consultas, pero siempre hay un poco de todo, desde heridas mal curadas, hasta catarros y dolores diversos.

OUSSOUYE

Por la tarde, al acabar las consultas tenemos dos actividades, la primera más bien lúdica con la visita a una fábrica de anacardos, donde nos enseñan todos los pasos desde que se recoge el anacardo hasta que está listo para su comercialización. La originalidad es que venden anacardos de muy diferentes sabores, con miel, picantes, de jengibre, etc.

De allí nos dirigimos al orfanato de Oussouye donde nos hemos propuesto pasar consulta a todos los niños del orfanato. Al principio, se forma un impresionante barullo de niños que lloran desconsoladamente. Quizás se nos ocurre que aquí los niños quizás reciben más cariño que los que crecen en familia y por eso son un poco más “blandos”. Finalmente, decidimos pasarlos de uno en uno a una habitación y así la cosa se calma un poco y podemos hacer nuestro trabajo con un poco más de calma.

Algunos niños presentan importantes hernias umbilicales por lo que conseguimos nuevos casos para las operaciones de Hope & Progress.

Nos reencontramos con Espe-ranza la niña aquejada de una fuerte discapacidad que no le impide ser la más alegre y simpática del cotarro, aprove-chando la más mínima opor-tunidad para bailar con sus nuevos amigos.

Al día siguiente es el último día de pasar consulta en Diakene Diola. El día se presenta tranquilo y podemos aprovechar para recoger. Hemos hecho 4 cajas con el material sobrante para repartirlas por los Puestos de salud donde hemos estado pasando consulta y así prolongar un poco más los beneficios de la misión.

A continuación, comienza el capítulo de las despedidas, siempre emocionantes, ya que, como de costumbre, se ha producido una importante hermandad y camaradería entre el equipo local y nuestros voluntarios sanitarios. Es una pena que todos se acabe tan pronto, se ha hecho muy corto, pero la labor realizada ha merecido el esfuerzo.

BANDAFASSI

De nuevo vuelta al País Bassari. Tenemos como misión en esta parte del viaje ver cómo podemos seguir con los estudios de Ousmane, que este año acaba la primaria y tiene que ir al liceo, y continuar nuestra visita a las diferentes huertas de Yakaar donde tenemos actuaciones, bien de instalación de placas y bombas solares o de cerramientos y depósitos.

Hemos quedado también con Denis Fornés presidente de Projecte Tabassaye que está pasando unos días en la zona y con el que queremos repasar proyectos comunes.

Empezamos las visitas por el liceo de Bandafassi donde nos recibe el provisor Sr. Mor Kanté que con gran amabilidad nos cuenta que no ve ningún problema con la escolarización de Ousmane a pesar de que se incorpore tarde al curso, a consecuencia de sus revisiones médicas en España.

Al parecer, como en España, ellos también hacen excepciones con alumnos con condiciones especiales y tratan de que todos puedan continuar sus estudios sin problemas.

Aprovecha para pedirnos un techado para poder dividir en dos las clases de sexto, ya que concentra un gran número de alumnos procedentes de todos los poblados de alrededor. También nos recuerda que a consecuencia de la rotura del techo del aula de ordenadores que habíamos puesto en marcha, muchos de ellos se han mojado y estropeado y que sería bueno poder sustituirlos.

LANDIENI

De Bandafassi pasamos a Landieni para entrevistarnos con Moussa, profesor de Ousmane visitar tanto a Ousmane como a su familia en su poblado de Landieni.

Con Moussa la reunión es muy agradable. Nos confirma que el examen final de la primaria será el 22 de junio, aunque siempre cabe la posibilidad de algún retraso. Ousmane va bastante bien y no piensa que tenga problema para aprobar el examen.

De nuevo, nos plantea una serie de peticiones, desde la reparación de los servicios, que están aparentemente terminados a falta de las puertas, pero que parece que nunca han sido puestos en servicio, hasta una impresora para poder repartir los exámenes a los alumnos. Esta es una petición recurrente, pero en estos centros no hay electricidad, por lo que imagino que lo que quieren es poder utilizar la impresora en sus casas para luego poder llevar el material a la escuela.

En la reunión con la familia de Ousmane, en su concesión, nos aparece un sobrino del padre con un grave problema cardiaco. Gracias a que está Denis que rápidamente se hace cargo del caso y promete llevarle a Dakar para ver cómo puede gestionarlo. Este tipo de “atracos” es bastante normal y resulta complicado para nosotros gestio-narlos. Denis tiene una infraestructura montada en Dakar, Kolda y Ziguinchor que le permite cubrir casi cualquier problema de salud.

AFIA PONT

Por la tarde, después de una agradable comida con Denis nos vamos a la huerta de Afia Pont que resulta de nuevo una agradable experiencia. La huerta sigue funcionando perfectamente a pesar de la época de fortísimo calor que se está viviendo en la zona. Da gusto ver como las mujeres se mueven por la huerta regando y vigilando los cultivos con una variedad de los mismos que al propio Denis sorprende en comparación con los que se realizan en su zona de trabajo.

NDIANDAYE, HAMADY HERY Y BARABOY

Hoy nos toca recorrido por las huertas de Yakaar en la zona cercana a Bandafassi. Me da miedo pensar en el calor que vamos a pasar así que salimos lo más tempranito posible y el calor a esta hora es todavía soportable. En Ndianday hemos hecho recientemente el muro de cerramiento como premio por el trabajo realizado en este año. La huerta está, sin embargo, vacía, pero en esta ocasión por una buena razón. Han preparado el terreno para poder plantar durante la temporada de lluvias.

Esta es una práctica que llevamos persiguiendo desde hace tiempo. Cuando llega la época de las lluvias todo el mundo se concentra en los grandes cultivos del arroz, maíz, algodón y cacahuete y se abandonan las huertas, lo que hace que los precios de los productos hortícolas suba. Es una buena idea aprovechar para seguir con las huertas y aprovechar esta punta del mercado.

En Hamady Hery van a seguir la misma estrategia, aquí el muro lo construimos el año pasado y este año hemos dotado al pozo de paneles y bomba solar. Sin embargo, al aumentar la demanda se ha quedado sin agua y las mujeres han preferido preparar la parcela para la temporada de lluvias y ya lo tienen todo listo.

La última huerta que vistamos es Baraboy que es la única que yo no conocía. Esta huerta si está completamente plantada de gombo.

Es el primer año que tenemos huerta en este poblado y parece que las mujeres lo han cogido con ganas y la tienen muy bien cultivada y cuidada. Al ser el primer año, todavía no tienen ni cerramiento, ni instalaciones solares.

KEDOUGOU

Hoy es sábado y hemos quedado en cumplir con nuestro compromiso con Ousmane y sus amigos de llevarles a la piscina para intentar por un día liberarles, y liberarnos, del intensísimo calor que hace en esta región en este periodo del año. El termómetro marca incansablemente temperaturas superiores a los 40 grados y yo sudo continuamente, aunque esté parado.

A pesar de ser el día de descanso hemos aprovechado para citarnos con el alcalde de Dindefelo que se encuentra en Kedougou. La reunión resulta como siempre muy agradable. La parte más importante es el anuncio por parte del alcalde de que el sistema de recogida de residuos está funcionando bajo el liderazgo del ayuntamiento. Esta era nuestra intención desde el primer momento y parece que al fin lo hemos conseguido.

Las mujeres del poblado se reúnen los viernes y los lunes para limpiar el poblado y el ayuntamiento les paga 10.000 cfa (unos 15 euros) que ingresan en su cuenta común. Por otro lado, Ousmane, el encargado de recoger las basuras de los contenedores lo hace regularmente y recibe también el precio pactado por estas recogidas.

Yo me quejo de que en la reciente visita a la cascada he visto que los cierres de alguno de los contenedores están abiertos y los animales entran y revuelven la basura. Inmediatamente se pone en contacto con Sekou Sylla el encargado de gestionar el sistema para que revise todos los contenedores. Le he pedido que nos haga un pequeño informe de la situación con testimonio gráfico para que todo el mundo pueda conocer que el sistema funciona.

Por lo demás hablamos del reciente viaje a España de un equipo de futbol de Dindefelo y la próxima marcha de un grupo folclórico. Agradeciendo el alcalde nuestra mediación ante el consulado, pero recordando por nuestra parte la importancia de que el traslado de estas delegaciones a España se mantenga dentro de los límites establecidos para que puedan mantenerse en el futuro 

El alcalde nos planta nuevas iniciativas, pero es consciente que para que podamos seguir haciendo cosas en el poblado es fundamental que el sistema de recogida de residuos funcione correctamente. Siguen pensando en hacer unas cabañas para las mujeres a punto de dar a luz de la meseta de Dande para que no tengan que bajar la montaña en esas condiciones.

Por lo demás el día transcurre tranquilo con los chavales disfrutando de un día de piscina fresquitos y de una comida de restaurante que no disfrutan jamás y que sirve para salir un poco de la rutina alimentaria en la que viven.

ETHIOLO

Aprovechando que hoy es domingo vamos a darnos un respiro y vamos a asistir a la más importante de las fiestas de iniciación de los Bassari que se celebra hoy en Ethiolo, el poblado considerado como la capital de los Bassari.

Bien tempranito nos dirigimos a Ethiolo y, en cierto modo, nos sorprendemos del escaso movimiento de vehículos que se observa incluso cuando llegamos al poblado. Una vez en el mismo nos dirigimos a la plaza y allí las cosas empiezan a cambiar ya se observa bastante gente, sobre todo mujeres y niños que empiezan a preparar la fiesta.

El primer acto de la misma consiste en la bajada de las máscaras desde la montaña vecina. Estamos una docena escasa de turistas blancos esperando dicho acontecimiento y todo el pueblo bassari con nosotros. En estos momentos de turismo masivo, se agradece que la fiesta siga siendo eminentemente local.

De la montaña nos dirigimos a la plaza cercana donde se van a celebrar las peleas entre los iniciandos y las máscaras. Las normas son muy estrictas en cuanto a la presencia de mujeres, absolutamente prohibida y en cuanto a la grabación de imágenes. No hay ninguna posibilidad de hacerlo, incluso de sacar los móviles del bolsillo. Parece ser que existe la idea de que si las mujeres ven como pegan a sus hijos esto puede ser muy duro para ellas, llegando hasta a morir de dolor.

Cada iniciando debe pelearse con dos máscaras para demostrar su valor.

La pelea es curiosa ya que empiezan el iniciando con una especie de arco que mas que arco funciona como si fuera un escudo y un machete sustituido por una estaca. La máscara pelea con un palo grueso a modo de escudo y una vara fina que maneja como si fuera un látigo.

Después de un intercambio inicial de golpes de estaca y latigazos, los luchadores se enganchan para tratar de tirarse entre si contra el suelo.

La inmensa mayoría de los combates son ganados por las máscaras que se nota que son adultos bien entrenados, pero cuando uno de los chavales consigue ganar se produce un momento de euforia colectiva. Debo decir que la pelea no es excesivamente violenta ya que hay una especie de árbitros que cuidan de que, por ejemplo, las máscaras que han levantado a alguno de los iniciandos del suelo no les estrelle contra el mismo. Los combates son muy rápidos y muchas veces no terminan en victoria para ninguna de las dos partes porque, si la situación no está clara, los árbitros dan por terminado el combate.

Después de los combates los iniciandos y las macaras suben de nuevo a la plaza del poblado, ya todos juntos, donde cada iniciando tiene una cabaña en la que ha acumulado todos los reglaos recibidos en forma de comida y bebida, fundamental-mente vino de palma, y reparte con las máscaras una especie de flanes hechos con mijo y cacahuete.

A partir de ahí comienzan los grandes bailes entre la gente del poblado donde los hombres van vestidos con vestidos tradicionales a base de faldas con bolas y conchas para acompañar la música.

Hora si que el poblado está hasta los topes de gente y de 4x4, ya que ha ido llegando personal hasta llenar la inmensa plaza.

Turistas blancos sigue habiendo muy poquitos reforzando mi idea de que la fiesta es fundamentalmente de tipo local, si que se observan bastantes senegaleses, sobre todo guías locales que han venido de todo Senegal para disfrutar de la fiesta.

BANDAFASSI

Ya queda poco de mi estancia en Senegal, pero todavía seguimos teniendo trabajo. Hoy han venido a verme las mujeres de uno de los barrios de Bandafassi denominado Lande. En principio me he confundido con el poblado del mismo nombre, pero no es un poblado sino un barrio de Bandafassi, precisamente formado por gente que viene de dicho poblado.

Lo que quieren es que les ayudemos a comprar los materiales necesarios para poder conectarse al abastecimiento local. A pesar de estar bastante cerca del depósito elevado de agua no tienen acceso al mismo. Les pido que nos hagan un pequeño presupuesto de lo que necesitarían y que lo trasladaré a nuestros representantes en Senegal para ver si pueden incluir dicho proyecto entre nuestras prioridades. También habría la posibilidad de encajarlo en la financiación de la Fundación ACS con la que estamos haciendo los proyectos de abastecimiento, saneamiento y residuos de los poblados de esta zona.

El proyecto que quieren que hagamos será una especie de prolongación del proyecto de abastecimiento de Bandafassi que se realizó por parte de Marta Melcón.

THIOBO Y BARAFOUTE

Hoy nos toca seguir recorriendo huertas para documentar los proyectos del programa “APADRINA UNA HUERTA” que ya han sido realizados y financiados por empresas españolas. Ambas huertas están ahora en fase de preparación para el periodo de lluvias. Los pozos están ya prácticamente secos y hasta que empiece a llover es imposible cultivar nada. Cuando dispongan de los nuevos sondeos serán capaces de prolongar la temporada de lluvias al menos dos meses, consiguiendo una cosecha añadida. Durante el periodo de lluvias los cultivos de la zona son el gombo y el bissap o hibiscus.

DESPEDIDA

A la vuelta de las huertas pasamos por la subprefectura para despedirnos del subprefecto que nos pide como de costumbre que le enviemos un resumen de nuestras actividades en la zona. Intentamos pasar a ver al vicealcalde, pero no está en su oficina así que nos despedimos por teléfono del mismo. La última reunión es con Suebou, el encargado del abastecimiento local. Estamos un poco mosqueados porque en estos días el agua ha sido escasa en el campamento.

Ello a pesar de haber instalado el año pasado los paneles para el abastecimiento del agua. Parece ser que la potencia de la bomba no es suficiente para elevar suficiente agua en periodos de punta de consumo como es la época actual en la que el calor aprieta. Nos comenta que piensa arreglar el tema con la ayuda del servicio de hidráulica de Kedougou.

El calor aprieta de verdad, hoy como despedida alcanzamos los 41 grados a la sombra, con una humedad muy baja del 24%, gracias a dios, porque si encima fuera húmedo el calor sería aún más insoportable. La verdad es que estos cinco días han sido duros, pero como ya está empezando el periodo de lluvias, se produce un fenómeno curioso. Algunas tardes se nubla e incluso llega a caer un chaparrón lo que hace que la temperatura caiga de repente casi 10 grados, mejora de temperatura que se prolonga hasta la mañana siguiente. Pero por la tarde vuelve el calor y al día siguiente es terrible. Hoy es uno de esos días terribles….como despedida

La auténtica despedida se produce en Landieni adonde vamos para decir adiós a Ousmane y su familia que volverá a España a finales de junio, esperemos que pueda terminar el curso sin novedad y que todo pueda salir bien.

SUEÑO REALIZADO

Ámparo Ramón

Recuerdo que de niña quería ser enfermera e ir a África en misión humanitaria.

En enero de 2023 ese sueño empezó a hacerse realidad. Mi compañera Mayte me dijo que una enfermera de la misión no podía ir y que quedaba una plaza libre.

Se me encendió la llama de la ilusión y mi familia me confirmó su apoyo en esta aventura.

Tras una serie de incidencias (huelga de pilotos, cancelación de vuelos, etc ) finalmente llegamos a Senegal (Dakar) el 25 de abril, que casualmente era la fecha de mi cumpleaños.

Mis compañeras me habían puesto  una vela en un yogur y cantado  el cumpleaños feliz en el aeropuerto de Madrid.

Al día siguiente comenzamos a adentrarnos lentamente en el país. Nos llevaron en furgoneta desde Mbour hasta Seleky, atravesando las fronteras de Gambia.

Tras doce horas de viaje llegamos a nuestro destino.

Por la ventanilla de la furgoneta veía a la gente, las viviendas, los mercados, los niños de camino al colegio, así como los paisajes  y la exuberante naturaleza. Me llamó la atención la espectacular convivencia de la gente con la naturaleza. Los animales iban sueltos por las calles, y parecían no molestar a nadie.

Nuestro trabajo comenzó en Seleky. Nos reunimos con los traductores senegaleses y demás personal de la organización Yakaar África con el fin de planificar el trabajo.

Desde el principio nos lo pusieron todo muy fácil. Nos sentimos todo el tiempo respaldadas por el personal de Yakaar.

Es de resaltar su amabilidad, compañe-rismo, la capacidad de afrontar e intentar resolver los problemas.

En Seleky empezamos a pasar consulta que luego repetimos en diferentes poblados, como la isla de Carabane, Oussouye, Djivente y Diakane.

En cada uno de los poblados tratamos a personas muy educadas y pacientes, con diversas patologías.

Nos hicieron sentir como en nuestra propia casa, a pesar de la lejanía.

Las mujeres acudían con sus propios hijos y, en algún caso, con los hijos de familiares o vecinos, que por algún motivo, no podían acompañarles.

Quisiera destacar la sonrisa de los niños, sus ganas de jugar, su agradecimiento ante los cuidados recibidos.

También recuerdo el tiempo jugando con ellos, con un simple globo, demostrando que se puede ser feliz jugando con algo tan sencillo como un globo.

Asimismo hemos tenido la oportunidad de observar sus costumbres, su alimentación, la forma de cocinar, sus viviendas, el trabajo en los huertos, las mujeres con los hijos en la espalda sacando agua de los pozo, regando las huertas, lavando la ropa en barreños, etc.

También tuve la oportunidad de saborear los productos del mar que los pescadores obtenían a diario en sus cayucos, así como los variados frutos tropicales, como mangos, papayas, plátanos, anacardos, etc.

Tras las horas de trabajo diario, al anochecer, y después de hacer la colada, nos sentábamos y nos contábamos las anécdotas de la jornada, como por ejemplo la buena convivencia de las personas en las colas que se formaban para ser atendidas, sin ninguna muestra de impaciencia o mal humor, la habilidad de las mujeres para llevar a sus hijos a la espalda, la alegría de estos, sus caras de agradecimiento, la facilidad con la que se ponían a bailar con el menor motivo y te unían a su fiesta.

Recuerdo asimismo, que la palabra más repetida era Djanka, Djanka, que significa despacio, despacio.

Mi experiencia personal ha sido muy gratificante. Más que un grupo de personas distintas, éramos una familia.                                                   

Me he traído más de lo que he aportado y repetiré la experiencia, porque me he sentido como en mi casa.

LA HUELLA PERDURARÁ EN EL TIEMPO

María Álvarez

Soy Maria Álvarez, y en Abril, viajé a Senegal con Yakaar África junto con pe-diatras, médicos de atención primaria, enfermeras, y yo, en calidad de fisioterapeuta, sin tener muy claros los objetivos a cumplir, por mi inexperiencia en estas mi-siones. Prepare algún mate-rial con la información de una cooperante que ya había estado en otra misión.

A la llegada a Seleky, tras instalarnos y comenzar las consultas médicas , empecé a realizar un análisis del estado de salud funcional, ergonómico y neuromuscular de la población de pacientes que allí se visitaban.

Es una sociedad, la senegalesa, que utiliza el trabajo físico para todas sus tareas diarias, tanto el trabajo en el campo, las mujeres cuidando los hogares y la familia,  como cualquier otra profe-sión, pesca, construcción etc. El desarrollo tecno-lógico es muy primitivo y todo se realiza a expensas del esfuerzo físico y posiciones forzadas de la columna vertebral.

Como consecuencia, la mayor incidencia de consultas médicas en mi ámbito sanitario, eran las lumbalgias, ciatalgias, contracturas musculares y dolor en espalda , cuello y hombros.

Organicé una escuela de espalda, a modo de enseñanza de ejercicios de estiramientos, amplitud de recorridos articulares , tonificación y ergonomía de la postura.

Además de realizar tratamientos individualizados de diferentes patologías que las médicos de adultos me derivaban de sus consultas, como hemiplejías, lesiones de rodilla, esguinces, edemas vasculares de miembros inferiores, lesiones de grupos musculares, vendajes funcio-nales, y tratamientos de ejercicios terapéuticos en niños con alteraciones del desarrollo motor por diferentes causas, además de enseñanza a los padres para dar continuidad.

En resumen diría que ,mi labor, fue dar información sobre la conciencia del control de su esquema corporal, capacidad de realizar modificaciones ergonómicas en las actividades de su vida diaria, que les permita mejorar la eficacia de sus gestos y movimientos de forma que a pesar de tener que seguir realizando esa actividad física extrema, realizarlo en unas condiciones más óptimas para evitar la aparición de patología o al menos amortiguarla.

El derecho a la salud es un bien aún muy escaso, y la tónica general fue el agradecimiento de la información y atención recibida, a pesar, de los escasos recursos de los que disponen.

Describir en unas líneas la experiencia vivida es complicado, pero voy a intentarlo. Rondaba por mi cabeza la idea de ponerme a disposición en lo que pudiera ser útil en una misión de este tipo.

Maite, una enfermera de neonatos del Hospital la fe, fue la inductora a que este escribiendo estas líneas, y de lo que siempre estaré agradecida.

Viajar a Senegal, al núcleo de población más desfavorecida y vulnerable socio-económicamente,  no es sencillo. Observe de primera mano, la pobreza social y el subdesarrollo del que los medios audiovisuales nos tienen acostumbrados.

Lo que las ONGs aportan y en concreto Yakaar África, es una ventana de Información, recursos, y esperanza para ayudar en un plan de desarrollo en distintos ámbitos,  que de otro modo seria mucho más lento y complejo. Cuidados de la salud, creación de escuelas infantiles y orfanatos, creación de huertos familiares, pozos de regadío con extracción mecanizada con energía sostenible,  como placas solares, formación de profesionales que facilitan la perpetuidad de estas acciones.

De manera que me resulto muy gratificante observar, que la huella de las acciones de esta organización no será temporal, sino que perdurará en el tiempo, es en mi humilde opinión realmente como se obtienen cambios y mejoras sociales.

“Da un pez y comerán un día, enseña a pescar y comerán todos los días”. Sí se puede.

Ayudar a países subdesarrollados desde el respeto a los dirigentes políticos, al trabajo diplomático y a los resultados del buen hacer que permiten implantar proyectos de mejora a pesar de los intereses particulares y colectivos.

Animo a toda la gente que no se decide por cualquier razón a que den el paso y se aventuren, en un sentido figurado por supuesto, porque en todo el periodo de tiempo que duró la misión, la sensación fue de una exquisita organización con un acompañamiento total por parte de los colaboradores nativos, y una sensación de seguridad casi absoluta.

Gracias Jose Maria, por el trabajo y energía que trasmites en tus acciones y a todos tus colaboradores.

AGRADECIMIENTO DE NUESTRO PRIMER ENFERMERO DEL ESTADO

Alpha Yaya Diallo

Siempre es un gran placer para mí escribiros.

Fue hace cuatro años, tal día como hoy. Como siempre había querido estudiar medicina, me había decantado por la Facultad de Medicina de Dakar, pero desgraciadamente me orientaron hacia la Facultad de Ciencias (Matemáticas, Física e Informática), que no me apetecía nada.

Así fue como me perdí en la elección de carrera. Pero siempre tuve esperanza. Esa esperanza me permitió conoceros a vosotros, también como esperanza de África (Yakaar AFRICA). Vuestra intervención fue tan valiosa que no podía ni imaginármela.

Gracias a vuestra ayuda, el problema relativo a mi carrera profesional ya estaba casi resuelto, pues había despertado mi deseo de estudiar medicina o cualquier cosa relacionada con ella, especialmente enfermería, que también es una profesión muy noble que me siento cómodo ejerciendo.

Tras mucho trabajo en Dakar, lejos de mi pueblo y de mis padres durante mi formación, ahora soy un enfermero titulado en Senegal, lo que me honra y me complace compartir con vosotros.

Dedico este éxito a todos los miembros y simpatizantes de Yakaar África.

También me beneficié de un viaje a España para realizar unas prácticas en el hospital SAN JUAN DE DIOS DE PAMPLONA-IRUNA, aunque sólo fue una estancia corta, fue muy útil en términos de educación y fortalecimiento de mis habilidades prácticas, pero también me permitió visitar Europa por primera vez. Esto siempre quedará grabado en mi memoria.

Actualmente estoy de vuelta en mi región natal de Kedougou (País Bassari), trabajando con la población local para ayudarles en todo lo que pueda. Y me acabo de incorporar al hospital regional de Kedougou.

En este contexto, quería escribiros para expresaros mi gratitud y daros las gracias de todo corazón por vuestro apoyo incondicional.

Vuestra presencia a mi lado ha sido un gran consuelo, y aprecio mucho la persona en la que me estoy convirtiendo ahora, gracias en parte a vosotros.

Siempre os estaré agradecido.

Gracias por todos vuestros esfuerzos, vuestros consejos, vuestros ánimos y vuestro apoyo moral. Vuestras contribuciones a mi éxito permanecerán siempre en mi corazón. Estas últimas palabras van especialmente dirigidas a *JOSE MARIA* y *PAPA DEMBA DIENG*.

UNA SUCESIÓN DE MOMENTOS IRREPETIBLES

Nuria Badenes Pla

Llevaba mucho tiempo queriendo conocer in situ el proyecto de Yakaar África, desde que José María explicó en una exposición de clase de francés la ONG que había creado. A medida que leía los boletines o veía la evolución de Ousmane, tenía más ganas de ir a Senegal. La oportunidad ha surgido por fin este año, aprovechando los días del puente de mayo y algunos más, en total doce, los suficientes para hacerme una idea bastante precisa de las actividades y las personas que colaboran. He venido fascinada con la experiencia, impresionada de la eficiencia de Yakaar, contenta de ver los beneficios de cada actuación sobre las personas a las que se ayuda y su agradecimiento, y orgullosa de poder participar, aunque sea mínimamente, en este proyecto. Esta experiencia ha superado todas mis expectativas. Muchas veces he tenido que explicar en distintos cursos el concepto de eficiencia y la consecución de objetivos…

y ver cómo opera Yakaar me ha proporcionado ejemplos muy útiles de buen funcionamiento de proyectos y del uso óptimo de los recursos. Pero más allá de cuestiones prácticas se perciben los valores de solidaridad, generosidad, compromiso, implicación y agradecimiento. Creo que cuando José María fue por primera vez a Senegal como turista y conoció a Demba, no fueron conscientes de lo que serían capaces de hacer en quince años. Pocas veces hallamos relaciones como esta, que desencadenan círculos virtuosos, que contagian el buen hacer y que generan continuas externalidades positivas. A veces creemos que cuando hay mucho por hacer, no merece la pena aportar un esfuerzo, porque no va a ser suficiente, no va a suponer una solución. Por suerte en Yakaar no se piensa así. Se identifican necesidades y se sopesa dónde es mejor actuar en función de la coherencia, la urgencia y las probabilidades de éxito.

La gente del terreno es la implicada y saben que la ayuda que perciben bien utilizada puede suponer una gran oportunidad para ellos mismos y para la comunidad en la que residen. Además, son gente agradecida y comprometida. Los estudiantes aprovechan la formación y quieren trabajar para su entorno, ya sea como sanitarios o como expertos en agricultura. Las mujeres que cultivan las huertas comparan las condiciones en presencia y ausencia de paneles solares que les ayudan a bombear agua para regar, y son conscientes de que una ayuda extra sumada a su enorme esfuerzo revierte en el beneficio de sus cosechas, lo que supone un incentivo para sus proyectos. Pero la relación entre todas las personas que forman parte de Yakaar va más allá de la solidaridad y el agradecimiento.

En este viaje he visto cariño de verdad: en las médicas y enfermeras pasando consulta a destajo, en los niños de las aldeas que nos querían dar la mano, en los de las escuelas que nos cantaban canciones y repetían las nuestras, en los estudiantes más brillantes a los que no se le caen los anillos por hacer de camareros, en los padres biológicos de Ousmane cuando nos reciben en su casa, en Demba cuando aconseja a los estudiantes, en las mujeres de las huertas que nos invitan a bailar, en cualquiera que reconoce a José María en cualquier punto de Senegal y lo abraza…No quiero hacer una crónica exhaustiva del viaje pero me gustaría transmitir que ha sido una sucesión de momentos irrepetibles, por eso recomiendo a todo el mundo que se anime, que vaya a Senegal, y que lo conozca de primera mano.

CRÓNICA DE UN NUEVO VIAJE A SENEGAL: MAYO 2023

José María Piñero

Después del largo viaje habitual para atravesar el país con destino al País Bassari, llegamos a Mako. Esta vez tenemos suerte y podemos ver dos hipopótamos en el rio. Nos acercamos al poblado, donde, como siempre, nos espera un montón de niños que solo quieren agarrarse de nuestras manos para acompañarnos en nuestra visita.

Aunque no queramos problemas, los problemas vienen a nosotros. En esta ocasión es el pequeño hijo de Moussa, nuestro guía del río, al que ya hemos visto varias veces, pero es la primera vez que vemos que tiene hidrocefalia, así que no nos queda otro remedio que tratar de buscar una solución dentro de Senegal para tratarle.

IWOL

Nuestra primera visita del día es a Iwol para ver el poblado que, como siempre entusiasma a nuestros acompañantes. El calor es muy fuerte, pero hemos subido relativamente temprano y se hace soportable.

BANDAFASSI

Comemos con los ingenieros de la zona, Abedi, Abamba e Ibrahima en nuestro campamento de Bandafassi, como siempre muy bien atendidos por Marème y Hassanatou.

Hemos traído unos carteles para hacer las fotos de las instalaciones solares que estamos poniendo en marcha en la zona y debemos montar algún tipo de estructura para poder exhibirlos. Todo el mundo se pone a la faena, pero es Mor el que realmente logra hacer una especie de marco con dos tubos de ducha y dos maderas que resulta adecuado para la labor propuesta. En Landieni tenemos que probar por primera vez el funcionamiento del marco y es bastante bueno. Hemos traído tiras de velcro autoadhesivas y pegan de maravilla, por lo que el cartel se queda perfectamente fijado a nuestro marco.

Ahora nos queda buscar algún tipo de mástil para conseguir elevarlo un poco del suelo, pero mientras lo encontramos los chavales del poblado, con Ousmane a la cabeza, ejercen perfectamente esa labor.

LANDIENI

La huerta se encuentra en situación de descanso debido al ramadán y a que los trabajos de instalación de los paneles has sido muy recientes y todavía no se ha terminado con la instalación del depósito donde se tiene que almacenar el agua. Sin ese depósito habría que regar a las horas de más sol, que es cuando funcionan los paneles, y eso no es precisamente lo que más conviene.

Una vez terminada la visita a los paneles y a la huerta nos dirigimos a la casa de Ousmane adonde ha venido su hermana Pendahouri con toda su familia y amigos. Como siempre hay una gran cantidad de gente y, sobre todo, niños en la concesión de la familia.

Ousmane ejerce de anfitrión, enseña su cabaña a nuestros invitados y les explica el modo de vida. Todos quedan encantados, aunque se dan cuenta de las extraordinariamente precarias que son las condiciones de vida en la zona. En la cabaña de Ousmane duermen un mínimo de 6 personas en dos camas y su alimentación diaria se compone prácticamente de tres preparaciones distintas de arroz. La de la mañana con azúcar, la del mediodía de con cacahuete en polvo y la de la noche con macarrones, al parecer sin ningún tipo de salsa.

Por la noche en el hotel estamos todos muy cansados, entre la subida a Iwol de la mañana, la vista a Landieni por la tarde y, sobre todo, el fuerte calor, estamos prácticamente agotados.

DINDEFELO

Hoy nos toca cascada. Aunque había pedido un 4x4 con aire acondicionado, nos toca el 4x4 de Doba. Con el calor que hace el dia no pinta bien. El principio, sin embargo, no puede ser más agradable. Salimos muy tempranito y llegamos a la cascada antes que nadie. Menos mal, porque, aunque habíamos previsto la cascada para un lunes no nos habíamos dado cuenta que era el 1º de mayo y todo el mundo lo celebra, así que aquí también es fiesta. Así que disfrutamos por un buen rato de la cascada nosotros solitos y podemos explayarnos con un agua que está francamente agradable.

Seguimos con la visita a las primeras huertas del día. La primera la de Dindefelo que, en contraste con el maravilloso aspecto que presentaba en el mes de febrero ahora se encuentra prácticamente abandonada. El calor asfixiante de la zona parece que ha sido la causa principal.

BADALA

De ahí nos vamos a Badala para seguir viendo huertas. El calor es ya agobiante, pero aguantamos como podemos. Esta huerta está bastante mejor, aunque, como en ocasiones anteriores, se ve un cierto desorden. Los técnicos agrícolas que tenemos en la zona siempre nos cuentan que las mujeres de este poblado no se dejan organizar y van un poco a su aire, pero a su manera tienen la huerta en bastante buen estado de producción.

En Badala aprovechamos para comprar la famosa crema de karité, pero la tienen líquida y en una gran bombona que tenemos que trasvasar a botellas. Aunque parezca mentira, no disponen ni de embudo ni de botellas para almacenar el carité, así que tenemos que bebernos el agua que nos queda e improvisar aun pequeño embudo con el cuello de una botella para poder trasvasar el producto. Desde luego, lo que tenemos es la absoluta garantía es que el carité es salvaje.

AFIA

Hoy comemos en al campamento Taco Mayo de nuestro amigo Alpha. Alpha nos recibe enormemente cariñoso y nos prepara un Thiebou Thien de pollo que está muy rico. Y, sobre todo, un excepcional mango fresquito de postre. El calor es ya impresionante y nos cuesta levantarnos, pero tenemos el incentivo de que si llegamos pronto al hotel podremos darnos un bañito en la piscina

Aprovechamos para visitar el taller de costura de las chicas de Bassari Africa y para comprar bolsas y gorros de cirujanos para llevar a España. Se ve que el taller sigue funcionando perfectamente y que el proyecto sigue adelante muy bien.

THIANCOUMALAL

De Alpha a Alpha, ahora nos encontramos con nuestro amigo y traductor destacado Alpha y un nuevo taller de costura, en esta ocasión el de su mujer Binta, que se formó en el taller de Bassari Africa. Le encargamos unas cosillas también para traer a España y nos vamos derechos a ver la huerta.

Esta huerta es la que está mejor cuidada y, sobre todo, organizada, de todas las que hemos visto, se nota la mano de nuestro Alpha. Alpha nos agradece enormemente la visita y nos recuerda algunos trabajillos pendientes que quedan en la huerta, como la puerta o un trozo de valla que se ha caído.

HABIBOU

La última visita del día es la huerta de Habibou y la progresión en el cuidado de las huertas continúa. Habibou es una delicia. Toda la parcela está perfectamente plantada y cuidada y se nota la alegría de las mujeres que, con la instalación de los paneles y la bomba solar, han visto mejorado su trabajo en un cien por cien.

El jefe del poblado está presente en la huerta y nos agradece enormemente el trabajo realizado.

Hasta los niños pululan por allí demostrando su alegría por la mejora de las condiciones de trabajo de sus madres y las posibilidades que para el poblado se abren con el incremento de productividad de la huerta.

La contrapartida, como siempre, es que ahora la huerta se les ha quedado pequeña y no pueden ampliarla en su emplaza-miento actual, así que no les quedaría más remedio que trasladarla, pero necesitan saber si será posible llevar el agua hasta el nuevo emplazamiento.

AFIA PONT

Empieza el día en una nueva huerta que es Afia Pont. De nuevo una huerta en la que hemos instalado paneles y bombas y el cambio ha sido radical. Todavía me acuerdo de las dos veces anteriores en las que he visitado esta huerta y las penosas condiciones en que las mujeres tenían que bajar al río para subir el agua. Ahora es todo sumamente fácil y solo tiene que abrir el grifo para que les llegue el agua.

Solo faltan por terminar los depósitos para almacenar el agua, que ya están muy avanzados. En unos días el trabajo estará terminado. Entre tanto, la huerta está espectacular con toda su superficie de más de una hectárea perfectamente cultivada y cuidada y con gran participación de todas las mujeres del poblado.

En el poblado nos han organizado una pequeña fiesta con música y discursos. Todo el pueblo se reúne en un local cercano a la carretera para darnos las gracias y festejar las nuevas instalaciones con música y bailes.

No nos queda más remedio que corresponder dando lo mejor de nosotros mismos en un animado baile.

Posteriormente, dos de las representantes de las mujeres y el del jefe del poblado nos dirigen unas agradecidas palabra poniendo de manifiesto la importancia para el poblado de las inversiones realizadas por Yakaar África en el mismo. Correspondo dando las gracias de vuelta a la gente del poblado, recordando cómo me impresionó en las dos visitas anteriores el coraje y la determinación de las mujeres, a pesar de las difíciles condiciones de extracción del agua y como, a pesar de ello, tenía la huerta cuidada en unas condiciones magnificas. La inversión realizada por Yakaar África es solo el premio a su determinación.

Demba interviene a continuación para dar un discurso de mucho más calado explicando todo el proceso desde que se identifica una posible inversión que puede redundar en beneficio de una población hasta que se llega al momento actual en que dicha inversión se materializa y consigue en poco tiempo unos asombrosos resultados.

La despedida es más que cariñosa. Todo el pueblo ha estado presente y todos nos han dado un gran abrazo y nos han agradecido la rápida intervención.

AGNACK

Por el camino a Ziguinchor tenemos tiempo de pasar por Agnack y parar para ver a la familia de nuestro conductor Cheikh.

Resulta una experiencia interesante para ver cómo se vive en la Casamance. Aquí las casas son bastante mejores que en el País Bassari con muros en lugar de adobe y paja y existe un mobiliario de madera maciza, probablemente fuera de los cánones actuales de moda en España, pero de indudable fortaleza. Las neveras, que constituyen una fuente de ingresos de inestimable valor, presiden la pieza principal de la casa.

ZIGUINCHOR

Después de un nuevo día de largo viaje llegamos por fin a Ziguinchor donde tenemos reunión con los estudiantes de agricultura.

Ya son todos conocidos porque estuvimos con ellos en febrero cuando vinieron los profesores y alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia. En esta ocasión queremos que conozcan a los invitados que nos acompañan.

Una nueva sesión de coaching tanto por parte de Demba como mía les espera. Yo aprovecho para resumirles los tres planes de Yakaar África en relación con sus estudios. El plan para dotar de paneles solares, bombas, solares, depósitos de agua y cierres de obra a las huertas denominado “Apadrina una huerta”, El plan para financiar los estudios superiores de estudiantes como ellos y de otras especialidades que hemos llamado “apadrina un estudiante” y, finalmente, el proyecto con la Universidad Politécnica de Valencia por el que trataremos de optimizar las huertas de Yakaar África principalmente en la zona del País Bassari.

De nuevo los chicos se presentan y con mayor o menor desparpajo y nos hacen llegar su esperanzas e ilusiones.

CAGNOUT

Empezamos el día con las visitas turísticas obligadas a la casa impluvium de Niambalang y a la casa de dos pisos de Mlomp, para inmediatamente meternos en faena y visitar la escuela infantil de Mlomp. Allí nos esperan los más de 50 niños tutelados por Catherine y por Mayte. Han ampliado una nueva sección en una especie de cercado que han construido en el patio.

Es siempre una preciosa experiencia compartir un ratito con los niños que nos hacen distintas presentaciones con canciones y bailes típicos de la zona.

CARABANE

De Cagnout pasamos a Carabane. Donde podemos observar el buen estado del centro cultural y de los paneles solares que hemos instalado. Los paneles dan servicio a la nevera que es la que permite el mantenimiento del centro por parte de un encargado del local. Todos los ordenadores se encuentran perfectamente vestidos con telas de alegres colores para protegerles del polvo, que nos ha hecho nuestro amigo Paco Carabane.

Recorremos también el centro de salud donde recientemente hemos pasado consulta con nuestra misión sanitaria, el cementerio y la escuela local.

DJIVENTE

Hoy nuestra misión sanitaria está en Djivente adonde acudimos para observar el desarrollo del trabajo. Pilar y Elena están con los adultos acompañadas de nuestros traductores Ousmane y Damien. Alba y María con los niños y nuestro traductor Papis. Amparo, Lía y la otra María se reparten entre adultos y pediatría con Mayte y Ambrosio al frente para toda la coordinación y la toma de datos. Toda la misión funciona como un reloj realizando una enorme labor.

Recupero viejas amistades como Pascualina la auxiliar que estaba el año pasado y con la que realizamos prácticas de reanimación. También está Joana que es la enfermera y sage femme del centro.

Por la noche tenemos ocasión de inter-cambiar experiencias en la cena común en el campamento de Pierre que resulta muy interesante.

OUSSOUYE

La visita de trabajo del día comienza por Radio Kabisseu donde Famara su director nos vuelve a cautivar con su entusiasmo y dedicación. Hoy van a ir a la misión para entrevistar a nuestro equipo en Djivente.

En esta ocasión hemos tenido que salir en ayuda de la radio porque, a consecuencia de las termitas, se les vino encima el techo de las oficinas y hemos tenido que poner un nuevo techo de escayola. Lo hacemos encantados porque la labor social que hace esta radio nos parece impresionante.

CAP SKIRRING

De Oussouye nos dirigimos al museo Diola de Boucotte. A pesar de mis múltiples viajes a Senegal jamás lo había visto. El museo tiene su gracia porque explota al máximo todas las peculiaridades del mundo diola, desde la lucha senegalesa a la cocina y la utilización de los instrumentos tradicionales. Es una visita agradable que resulta bastante entretenida.

A partir de por la tarde nuestra vista se relaja y después de una comida en un restaurante también desconocido para mí, la cavane sauvage, pasamos una tarde de paseíto por la playa y baño en las aguas increíblemente cálidas del océano atlántico en esta zona.

Por desgracia parte del pequeño grupo, Pedro y María, se van mañana y tenemos que comenzar las despedidas, nos quedamos Nuria y yo. Ha sido un grupo maravilloso, no solo no ha habido ni la más mínima queja, sino que se han mostrado en todo momento super colaboradores, haciendo que un viaje ,que ya de por si ha resultado muy completo y equilibrado, haya resultado un auténtico placer. Una pena que se nos haya hecho tan corto.

LA PRIMERA MISIÓN DE MUCHAS

Elena Viudas

Kassumay!

Desde bien pequeña he querido hacer un voluntariado y aportar mi granito de arena allá donde se requiriera. Gracias a Gema, pediatra que colaboró en la misión de País Bassari, contactaron conmigo y desde el primer momento fue un sí rotundo. Así comenzaba mi primera misión sanitaria de muchas en este mundo tan desigual entre países.

En Senegal, concretamente en la zona de La Casamance, me he sentido como en casa. En casi tres semanas hemos actuado en los poblados de Séléki, Isla Carabane, Djivente y Diakène Diola, donde he descubierto otra manera de vivir más humana y sencilla, otro contexto donde la gente no tiene las mismas facilidades que tenemos en países más desarrollados, como a la hora de acceder a la sanidad. Su gente nos ha integrado, ha compartido con nosotros y ha agradecido nuestra labor. Empezar a trabajar para otra y con otra cultura, vivirla y formar parte de ella. Saber cómo viven, cómo afrontan las adversidades y los problemas de salud.

Poder llegar a entender muchas de sus creencias e intentar resolver parte de sus incertidumbres, además de sensibilizar a la población, ha sido una vivencia de lo más gratificante, tanto a nivel personal como profesional.

Es llamativo que muchos de los residentes locales nunca antes hubieran visto un médico ni hubieran podido consultar muchas de sus dolencias, es por ello que conocer parte de sus costumbres y creencias, me ha permitido entender que vinieran al puesto de salud con múltiples motivos, de años de evolución, para intentar poner soluciones o al menos aliviarlos.

Entraban un poco tensos a lo que habíamos habilitado como consulta, saludarles o intentar hablar algo de diola hacía que se relajasen y, con la sonrisa y mirada más puras que he visto nunca, empezaba la historia clínica desde algo más de cercanía. Con una vida cómoda, llena de oportunidades y de libertad, no sabía lo que eran los problemas de verdad hasta llegar a África, porque no solo eran de salud, las trabas sociales y económicas se palpaban en cada una de las visitas médicas, tanto en consulta como en los domicilios que realizamos durante la misión.

Hemos trabajado de la mano de enfermeros senegaleses en formación, traductores y enfermería responsable del dispensario o puesto de salud, enseñábamos al mismo tiempo que también aprendíamos de ellos.

Por otro lado, resultaba frustrante dar tratamientos a medio-corto plazo en patologías crónicas porque el paciente no puede pagarse uno a largo plazo en la sanidad senegalesa.

Hemos intentado hacer hincapié en la promoción de la salud y la prevención de enfermedad con la educación sanitaria en cada una de las consultas individuales, que espero que les despierte la lucha hacia un cambio socioeconómico sanitario a nivel del país.

Un ejemplo claro fue la visita a domicilio de un chico de 29 años, parapléjico a raíz de un accidente en la infancia, encamado, que disponía de una silla de ruedas sin neumáticos para desplazarse por las calles sin asfaltar, lo que resultaba muy difícil.

A la exploración era evidente la espasticidad y bloqueo articular, el joven no había recibido nunca una asistencia de profesionales sanitarios, conjuntamente con la fisioterapeuta que formaba parte del grupo, enseñamos ejercicios de rehabilitación para mejorar su calidad de vida.

Esto, en países más desarrollados, no hay opción a que suceda. Es por ello, que nuestra ayuda, por mínima que sea, supone grandes cambios a cada una de las personas que tratamos.

En Senegal predomina la tradición animista que convive conjuntamente con el cristianismo y el islam; personas con distintas creencias se casan, comparten y coexisten.

La envidia y las comparaciones parecían no estar muy presentes. La inmediatez tampoco la he sentido y la palabra gracias no he dejado de escucharla. Invito a valorar lo que tenemos y empezar a relativizar los problemas que aparecen o nos creamos en nuestro mundo… porque hay otra realidad paralela que difiere años luz de lo que conocemos.

Agradecer a Yakaar África la labor tan impresionante que está realizando en la sensibilización de la población y dotando de responsabilidad a sus colaboradores a través de la educación. Todos ellos tienen una mentalidad que va hacia la mejora de las condiciones de Senegal, y aunque queda tiempo para ver el resultado a gran escala, todo empieza por la base y todos participamos en esta transformación.

Vuelvo a casa renovada, con las pilas recargadas y con ganas de cambiar el mundo. Djeredieuf a Yakaar África por dejarme vivir una experiencia única que nunca se borrará de mi memoria. He aprendido y mucho, me llevo un trocito de Senegal, el país de la hospitalidad, a mi casa para siempre.

“A vosotros el tiempo os mata y nosotros aquí ndanka ndanka”.

Houkatolal y hasta la próxima!

¿POR QUÉ?

Pilar Sánchez

Quiero agradecer a José María de la ONG Yakaar que sin conocerme me aceptó como médica de adultos para la misión de Casamance en Abril – mayo de 2023 y a tod@s las personas que compartimos la misión:  a mis compañeras de Valencia, que sacamos lo mejor de nosotras y trabajamos todo lo bien que pudimos y supimos, al equipo de Senegal (Ambrosio, traductores, chofer...etc.) por su profesionalidad y también a los pacientes que no dudaron en mostrarnos su confianza desde el primer momento.

Gracias

¿Por qué hacemos un voluntariado?

 ¿Por turismo? ¿Ser generosos por propio interés? ¿Sentido de la culpabilidad europea? ¿Por solidaridad? ¿Para valorar lo que tenemos? ¿Por cumplir un sueño? ¿Hacer un mundo más justo? ¿Vivir una experiencia distinta? ¿Por ser algo que tengo pendiente? ¿A nivel profesional, ver enfermedades que solo conocemos en los libros de medicina? ¿Reto profesional? ¿Por querer ayudar? ¿Por no olvidar lo esencial de la vida? ¿Por compartir aquello que tenemos por puro azar?

No tengo respuesta…o son muchas…. pues es difícil entender los sentimientos humanos y hay tantos porqués como personas. Yo no sé cuál es la mía o a lo mejor son todos los porqués anteriores. Lo que sí es frecuente en los voluntari@s, es volver con sentimientos encontrados y un sabor agridulce.

Con rabia e impotencia por observar en primera mano la desigualdad en el acceso a la salud considerada en este país como un lujo que muchas personas no se pueden permitir. Y, por otro lado, con cansancio y satisfacción por tu pequeña contribución para mejorar las dolencias de los pacientes que se acercaron con esperanza a los Postes de Santé

El arte me apasiona, es donde el alma humana se expresa, y en Senegal, una vez más, descubro su sentido artístico divirtiéndose en pinturas de las fachadas de las tiendas adornadas con imágenes de lo que se vende, telas, máscaras …como medio de comunicación accesible a todos, mostrando su ingenio, su color, su vida. Solo hay que gozarlo.

También me reconcilia con la vida y me llena de esperanza conocer personas que luchan para mejorar, que no se rinden. Conocer Yakaar ha sido esto; labor continuada, respetuosa y que confía que el esfuerzo y el estudio ayudan a mejorar la realidad. Enhorabuena por vuestro trabajo

He elegido unas fotos que unen los conceptos anteriores, ya que no podría ser de otro modo, dos pinturas murales de un colegio de Diakene, y que representan muy bien dos valores de Yakaar: una hormiga y un hombre estudiando y, la otra, de pacientes esperando para ser atendidos bajo un mango. Para tod@s mi admiración y reconocimiento.

HEMOS VUELTO DIFERENTES

Alba Cayuela y María Tornero

MARÍA TORNERO

Ir de misión con Yakaar África me ha supuesto una experiencia personal muy gratificante. En primer lugar porque me ha permitido conocer gente muy interesante y con buenos valores, de la que he aprendido mucho. Y en segundo lugar porque me ha abierto la puerta a conocer y ayudar de verdad a la gente que desgraciadamente ha nacido y crece en un mundo tan desfavorecido e injusto como es África. De esta manera, al vivir de cerca cómo Demba y sus compañeros se preocupan por llevar a cabo su proyecto e intentan optimizar al máximo los recursos que tienen me han subido a su carro y por mi parte, han conseguido comprometerme con la causa. Me llevo de la experiencia a unos amigos fantásticos y me sorprende cómo nos han acogido, como su familia. Ojalá les pudiera devolver en algún momento lo que han hecho por nosotros. Y si este mensaje les llega en algún momento, Djeredieuf.

ALBA CAYUELA

La misión con Yakaar África ha superado sin lugar a dudas mis expectativas. Creo que ha sido un regalo poder formar parte de una misión así y disfrutarla junto a mis compañeras de viaje (enfermeras, médicos de familia y pediatra). Son 18 días muy intensos durante los que convivimos tanto tiempo con la misma gente fuera de nuestras respectivas zonas de confort, que acabamos construyendo una pequeña familia. Otra familia que me llevo para siempre son los colaboradores senegaleses de la asociación: enfermeros (Ibrahim, Aty, Emiliane…) traductores (Papis, Damián, Usman…), organizadores (Ambrosio, Demba…)… Desde el primer día nos acogieron con los brazos abiertos y nos trataron con un cariño y una cercanía que, estando tan lejos de casa, son de agradecer.

Me ha encantado conocer su visión sobre el país y cómo, a través de la asociación y todos los proyectos que se llevan a cabo desde ella, intentan pasito a pasito mejorar la calidad de vida y la salud de la población. Ojalá nuestros granitos de arena hagan una gran montaña. Por lo que he hablado con mis compañeras españolas estando ya unos días aquí, todas hemos vuelto diferentes. Y yo ya estoy deseando volver.

¿CUANDO VOLERÉ?

Eduardo Fernández

Senegal, ¡qué país más completo!. Fue al poco de llegar, cuando me empecé a dar cuenta de la capacidad que tiene la gente de transmitir muy buenas vibraciones. Si sólo hubiese estado en la región de Kédougou unos días, no habría podido aprender tanto de una sociedad, que reconozcámoslo, es muy distinta. Cada cosa, por pequeña que sea, la viven con ímpetu y con fuerza, pero eso sí: Ndànka Ndànka (poco a poco en Wolof). Menudo ritmo que me traen los senegaleses. Acostumbrado a vivir en una ciudad como Madrid, en la que se va corriendo a todos lados y en la que no tienes ni un hueco durante el día para poder reflexionar, llegar a Senegal y ver cómo la gente vive sus vidas, es algo muy impresionante.

El maravilloso campamento que Yakaar tiene en Bandafassi, hace que en pocos días puedas pensar que es como tu hogar. Cada vez que sales de la cabaña por las mañanas, ves a Hassanatou pululando por ahí, a Ambrosio o a Cheick preparando el desayuno (son muy madrugadores), a Marème preparando su puestecito de comida, a los niños y niñas por la calle andando al colegio, etc.… Se respira una paz y tranquilidad de la que no estoy acostumbrado. Durante la tarde, siempre viene alguien nuevo a dar conversación y a tomar el famoso té senegalés. Con la temperatura que hacía, tomar un té tan caliente, es tarea para grandes valientes.

Los días de trabajo, la verdad que son una gozada, porque, aunque haga mucho calor, el sol te machaque y acabes agotado.

Siempre tienes familias y familias de senegaleses que te abren sus puertas, te ofrecen un asiento (y a veces incluso unos cacahuetes) y una conversación de lo más entretenida.

Uno de los lugares que tengo que men-cionar, es mi querido Baraboy. Este Maravi-lloso pueblo, tiene algo increíble que hace que te quieras quedar ahí a vivir. Ese algo, son las personas que viven en el pueblo. Cuánta amabilidad, cuánta alegría, cuántas ganas de vivir. La verdad que sin nuestro amigo Moussa, habría sido difícil intercam-biar muchas palabras, porque en efecto, en este pueblo hablan Malenke (otro idioma más). No creáis que no aprendí nada. Apren-dí las palabras más importantes: Dondin Dondi (poco a poco). Estas maravillosas palabras son magia pura. Te acercan a cualquier persona, porque reflejan que conoces que cada uno va a su ritmo y que cada uno tiene que vivir su vida a su manera.

Poder crecer como persona y como ingeniero, ha sido una oportunidad increíble, y todo se lo debo a Yakaar. El programa con el que he ido a Senegal promueve que jóvenes ingenieros de caminos o estudiantes de los últimos cursos, podamos acercarnos a distintas realidades para seguir ejerciendo nuestra profesión. Nunca te imaginarías acabar cavando con un pico y una pala, para traerte en una maleta de avión, suficiente material para poder analizar en un laboratorio el tipo de suelo que hay en los pueblos de ahí. Pero a veces no te queda más remedio. Hay mucho por hacer. Hay mucho donde ayudar. Por eso pienso, que tenemos que seguir unidos y colaborando con misiones de este tipo.

A veces, por la sociedad en la que vivimos, somos reacios a colaborar con ONG ’s o asociaciones, porque simplemente nos han educado en la desconfianza. Pero esto para mi ha cambiado. He podido conocer de cerca la labor que hace Yakaar. He podido visitar sus preciosas huertas, conocer a los increíbles estudiantes a los que se les ha financiado la educación… Cera cera, poco a poco en Pulaar, la ONG está consiguiendo cambiar pequeños detalles que aumentan la calidad de vida de las poblaciones de la región considerablemente. ¡Qué orgulloso estoy de poder haber colaborado con Yakaar y poder haber aportado mi granito de arena! Senegal, volveré pronto, hazte a la idea.

TERANGA FEST: DESPEDIDA

de Daouda, Emiliane, Aty y Alpha Yaya

Oscar Sanz de Acedo

Se acabó la estancia de nuestros enfermeros Daouda, Emiliane, Aty y Alpha Yaya en Pamplona adonde habían venido para realizar unas prácticas en el Hospital de San Juan de Dios de la capital Navarra. La experiencia ha sido maravillosa, tanto en el hospital, como en la convivencia con las familias de acogida. La generosidad navarra ha quedado de nuevo archidemostrada.

El colofón ha sido este Teranga Fest que tan bien nos cuenta nuestro socio y muñidor, junto con Oscar Baquedano, de todo el proyecto. Muchas gracias a ambos y a todos los que habéis participado de manera tan desinteresada.

El 31 de marzo era el último día de nuestros 4 amigos en Iruña/Pamplona, así que decidimos despedirlos con una buena fiesta. Jose Maria y Maria Jose vinieron desde Madrid para explicarnos el proyecto de Yakaar y consiguieron acercarnos la realidad de Senegal a la comunidad escolar del colegio San Francisco (casco viejo de Pamplona). También intentamos traer algunos senegaleses a que hablaran de su situación aquí pero por coincidencias de agendas no fue posible.

Por la mañana hubo una sesión con los escolares de 5 y 6 de primaria, que participaron con mucho interés y preguntas viendo cómo es el día a día de un joven en el País Bassari. Seguro que el contraste entre nuestra rutina y la suya les dejó con imágenes y pensamientos para reflexionar.

Después de una comida de despedida tuvimos la sesión de la tarde, a la que se acercaron padres/madres de la escuela y compañeros de trabajo del hospital San Juan de Dios, donde han hecho las prácticas estos 2 meses. Para terminar los txikis de la escuela nos deleitaron cantando con el ‘Aldapeko’ local y el ‘Fatou Yo’ que habían estado practicando con un aita de la escuela senegalés y la profesora de música.

La fiesta cumplió las expectativas de todos, aprendimos y celebramos la solidaridad que ha traído a 4 amigos que han aprendido y nos han enseñado mucho estas semanas. Y de paso agradecemos a las familias que les han acogido desinteresadamente, comprar-tiendo su casa y su vida diaria con ellos. Para el recuerdo los abrazos y alguna lagrimilla en la despedida con los compañeros enfermeros y los que les abrieron las puertas de su casa.

Y compartiendo esta bonita experiencia esperamos haber puesto un ladrillito mas para ese puente entre Europa y Senegal, y visualizándolo en la comunidad escolar de pamplona esperamos que no sea la última visita que recibimos. Eskerrik asko deneri, laister arte!

LOS SENEGALESES SE HACEN QUERER

Laura Fabregat, en nombre de las familias de acogida: Laura y Pepo, Miren y Jose

La lucha por la recuperación de Kalidou después de su grave accidente, ha sido especialmente dura. Mas de un año ha costado que sus heridas cicatrizaran y que pudiera reemprender una vida más o menos normal. El esfuerzo de Pedro Cavadas y su equipo ha sido memorable. El de Projecte Tabassaye, que fue quien promovió el caso, también, pero si hay que destacar un esfuerzo, una lucha, un sacrificio ese ha sido el de Miren y su hermana Laura y, con ellas, sus familias de acogida. ¡Cuántos malos momentos! !Cuantas dudas!....¡Cuánto amor!

No nos ha quedado más remedio que hacer hueco de última hora en este boletín para reflejar, sobre todo gráfica-mente, un poquito de este final feliz.

Esta es una máxima que sabemos todos los que leemos estas publicaciones de Yakaar. A nosotras nos ha vuelto a pasar en primera persona. Un jovencito de casi 2 metros  de altura y poco más de 40 kilos de peso, llegó a nuestra vida, físicamente, el 17 de Abril del año pasado para que lo operaran en un procedimiento de esos que pocos se atreven y el atrevido ha sido Pedro Cavadas.

La primera visita fue el día 28 y en aquel momento 11 días de espera nos pareció mucho; entonces no sabíamos lo que vendría después y no pensábamos que las cosas se podrían torcer tantas veces como se han torcido. Pedro nunca tiró la toalla, siempre decía que había un plan B. En eso de planear hemos usado muchas letras del alfabeto. Han sido 10 las veces que ha entrado en quirófano; unas han sido difíciles y otras muy difíciles.

El acompañamiento no ha sido fácil, ha sido largo, ni siquiera se han conseguido todas las expectativas que estaban en el planteamiento inicial, pero estamos contentos, muy contentos, después de un año le han dado el alta (sabiendo que siempre se puede intentar algo más cuando esto esté olvidado y el cuerpo recuperado).

Y Kalidou ya vuelve a su casa….

Él quiere quedarse en España, sabemos que la vida aquí no es como la de allí, pero a nosotros nos explicó muy bien Demba, que los senegaleses deben hacer grande su país desde dentro y nuestra misión es ayudar en todo lo que podamos.

Así lo hemos hecho y creo que seguiremos haciéndolo, aunque ahora la saturación sea grande, el tiempo nos volverá a poner a todos en nuestros sitios y volveremos a cruzarnos, seguro, en alguna parte.....

Hasta siempre Kalidou, te queremos y a partir del día de tu partida, todo será distinto en casa.

PRIMER DIA DE UN NUEVO VIAJE A SENEGAL

José María Piñero

Emprendo nuevo viaje a Senegal, ya he perdido la cuenta de los muchos que llevo. En esta ocasión me acompañan Pedro, compa-ñero de promoción, Nuria, compañera de instituto y María, compañera de la administración.

Nuestro objetivo es combinar los atractivos turísticos con la visita a los proyectos de Yakaar África y el primer día cumplimos a rajatabla el objetivo. A primera hora vuelta en 4X4 por las dunas del lago rosa. Debo reconocer que esta vez me han decepcionado. Las lluvias del último año han dejado una capa de hierba sobre las dunas que les resta parte de su belleza

Lo siguiente es la visita a Jorge Cabezas,  Cónsul General de España en Dakar. Si ya nos consideramos amigos, ahora la amistad se ve reforzada con la presencia de Pedro que conoció al Cónsul en una reciente cena organizada con objeto de su nombramiento como miembro de honor de la ATC que se celebró en Dakar hace unos meses.

El Cónsul General nos cuenta novedades interesantes como la firma por Senegal del Convenio de La Haya por lo que, a partir de ahora, los documentos senegaleses no necesitarán ser legalizados en el consulado, como anteriormente.

Comemos a continuación con las nuevas generaciones de estudiantes de Yakaar África. Nada menos que 20 estudiantes constituyen el numeroso grupos. De entre ellos destaca la presencia de Alpha Yaya que recientemente ha aprobado las oposiciones a enfermero del Estado. Todos le felicitan por el logro y yo aprovecho para destacar su humildad. A pesar de su status de hombre “importante”, es él, el que organiza todo, está pendiente de todo y ayuda a todos, de modo que el evento sea un éxito.

Al final de la comida todos los estudiantes se presentan y podemos observar la variedad de sus orígenes, tratando de cubrir las zonas donde trabajamos en Senegal y la importancia que intentamos dar a la paridad entre chicos y chicas.

Al final de la jornada toca nueva visita turística y nos dirigimos al puerto de Mbour a observar la llegada de los pescadores. De nuevo un mágico y abigarrado cuadro, donde se mezclan los colores, los olores y las sensaciones más diversas, pero que en conjunto refleja la incesante actividad de los senegaleses en busca de unos recursos difíciles de lograr. 

ENSEÑANZAS DE VIDA

Mar Cinjordis Ripollés

DONDE EL CORAZÓN VIBRE, LA CABEZA ESTÉ EN CALMA Y EL ALMA CONTENTA AHÍ ES...

Cuando José María nos pidió que hiciéramos un escrito sobre nuestra experiencia personal vivida en País Bassari con la ONG Yakaar África, nunca pensé que sería tan difícil describir con palabras todo lo vivido en tan pocos días y que tantas enseñanzas de vida me ha aportado.

Desde estudiante había querido hacer voluntariado sanitario, pero por circunstancias y sobre todo por miedos y excusas lo fui postergando. Primera enseñanza de vida: que tus ganas sean más grandes que tus miedos...

Y así fue, en plena pandemia Covid cuando más aterrados estábamos por la incertidumbre del momento, la idea de colaborar en una misión sanitaria, volvió a latir con fuerza en mi corazón. Empecé a buscar opciones, en aquel momento era impensable, pero poco tiempo después me reencontré con una antigua y maravillosa compañera que colabora con Yakaar, insistí y finalmente en enero 2023 me aventuré, en lo que hasta ahora ha sido la experiencia más extraordinaria de mi vida.

Los días previos a la partida, fueron de nervios y dudas, al ser mi primer voluntariado y mi primer viaje con toda gente desconocida, pero ahí estaba haciendo frente con mis ganas e ilusión.

La labor que hace Yakaar en Senegal es espectacular, tanto a nivel sanitario, agrícola, gestión de residuos, de integración y formación a gente de la zona en diferentes ámbitos, búsqueda de pozos ... pero espe-cialmente humana. Todos los colaboradores de la organización son asombrosos, implicados y muy profesionales. Cuidan a mimo a la gente de la zona y a los cooperantes como si de su propia familia se tratara.

Aunque en Senegal, por lo menos en esta zona y bajo mi prisma, es habitual la hospitalidad y este tipo de trato. Trato que por desgracia, en el primer mundo está cada vez más en desuso.

Otra de las peculiaridades, que admiro de los senegaleses, es la pureza de sus personalidades, nada contaminados por el mundo exterior. Segunda enseñanza de vida: en la sencillez está la felicidad.

Además de su filosofía y su modo de proceder en el día a día: "vivir modo aquí y ahora", y "la prisa mata".  Dos conceptos que nos repetían sin cesar nuestros traductores aderezados de risa, música, alegría y buen humor. Tercera enseñanza de vida: la actitud que tú tienes es la que tú quieres.

Porque ellos a pesar de sus limitaciones y duras adversidades diarias, disfrutan, agradecen y viven el momento como si el último de su existencia se tratara. Conceptos, una vez más, bastante olvidados en nuestro día a día. Cuarta enseñanza de vida: la vida no es perfecta, ni eterna, a veces duele, a veces cansa, no es fácil y a veces no es justa. Pero a pesar de todo, la vida es bella.

Admiración y profundo respeto, por unas personas que con bien poco saben brillar con luz propia y hacen brillar todo lo que los rodea.

Con mi equipo de expedición, no pude ser más afortunada. Solamente decir que:  la suerte de coincidir, la magia de conectar y la paz de poder ser... un auténtico privilegio poder haber disfrutado de ellos personal y profesionalmente.

No sería real este escrito, si no mencionara la otra cara de la maravillosa experiencia, porque como todo en la vida para que exista equilibrio tiene que haber otra cara. En estos días hemos vivido episodios muy duros de auténtica impotencia, por no poder hacer más, a pesar de que Yakaar los casos graves y subsidiarios de ayuda hospitalaria los subvenciona y hace un seguimiento.

Por no hablar del impactante choque, al volver al que hasta ahora considerabas tu realidad, que ya nunca más volverá a ser la misma porque tú no ya no volverás a ser la misma persona. Quinta enseñanza de vida: No es que las personas felices sean agradecidas... son las personas agradecidas las que son felices... agradece siempre.

Por tanto, a la vuelta de mis 22 días, tengo la sensación de que me han ayudado y aportado más ellos a mí que yo ha ellos.

Aún así, como muy bien nos indicó José María en nuestro primer contacto por videoconferencia, cada granito de arena es necesario y cuenta. Porque confío en que todos juntos formarán una gran montaña desde la cual ojalá podamos ver las mejores puestas del sol del mundo: las de País Bassari.

Infinitas gracias por tanto... Hasta que nos volvamos a encontrar...INSHALLAH

HA SIDO UNA EXPERIENCIA DE CRECIMIENTO BRUTAL

Sara Mengot

La experiencia más gratificante que he vivido hasta el momento empezó en marzo de 2022, cuando conocí a Carmen, una compañera de La Fe que ha asistido a varias misiones sanitarias con Yakaar Africa. Desde que me contó en qué consistían las misiones y me puso en contacto con la ONG, supe que quería formar parte de esta aventura.

En noviembre de 2022, se creó el grupo y nos fuimos conociendo. De Valencia salíamos cinco chicas: Mar, enfermera como yo, Carmen y Gema, pediatras y Alba, la médica de familia.

Los trámites previos a la misión fueron rápidos, permisos, vacunas, vuelos… Pan comido. Lo que realmente nos preocupaba los días previos era el equipaje. Cajas de medicación y material sanitario que había que clasificar, si llevábamos lo suficiente para tantos días, la ropa y objetos para donaciones… Suerte que varias enfermeras que habían ido en años anteriores a las misiones nos ayudaron a organizarlo y además, nos explicaron cómo estructurar las consultas al llegar a cada centro de salud.

El vuelo salió el 18 de enero de 2023. Fue un trayecto largo Valencia-Dakar con 10 horas de escala en Madrid, donde pudimos conocer al resto del equipo: Manolo, médico de familia junto a su hija Marina, Cristina, enfermera de pediatría junto a su marido Alfredo y a José María, el presidente de Yakaar África, el cual nos convocó a todos.

Al llegar a Dakar, a pesar del cansancio, no podíamos quitar los ojos de la carretera durante el viaje de furgoneta hacia el primer hotel. En ese primer hotel después de haber dormido toda la noche, fue cuando nuestras cabezas empezaron a aterrizar, conocimos al equipo de Senegal y fuimos asimilando que la aventura había comenzado. Ambrosio, coordinador de Senegal y Mor, nuestro conductor, encantadores y amables, dispuestos a ayudarnos en todo lo que necesitábamos.

Muy pronto después de ver el amanecer en la playa, emprendimos un viaje en furgoneta que duró todo el día hasta llegar al segundo hotel.

Parece largo, pero entre las explicaciones de José María, observar por la ventanilla la vida cotidiana de los ciudadanos más próximos a la carretera y alguna cabezadita, se hizo asequible.

A la mañana siguiente, después de visitar el pueblo en el que nos encontrábamos, emprendimos el camino de nuevo hacia Bandafassi. Al llegar, los vecinos nos saludaban. Los trabajadores del campamento fueron siempre muy amables y atentos y la convivencia fue muy fácil. Pude sentirme como en casa.

Por fin llegamos al primer centro de Salud en el que íbamos a trabajar, situado en Thiabedji. Estaba en pésimas condiciones y tuvimos que adecentarlo y montar todo. En esos momentos se sentían los nervios y el miedo y también las ganas de empezar. El miedo por saber que íbamos a tratar con unos pacientes de un contexto muy diferente. En mi caso, soy enfermera de Intervencionismo, un quirófano. Ya solo de pasar del tipo de paciente quirúrgico al ambulatorio urgente me suponía un reto muy grande, pero sabía, aunque llevamos poco tiempo conociéndonos, que podía contar con la ayuda de mis dos compañeras enfermeras cuando lo necesitara.

Una vez tuvimos todo montado, la medicación ordenada y el material revisado, fue desapareciendo el miedo, aunque aumentaban las ganas de empezar.

Conocimos a los traductores que iban ayudarnos, todos muy amables y dispuestos a trabajar.

Con ellos fue todo extremadamente fácil, ya que podían comunicarse con todo el mundo que llegaba al centro de salud, hablara el dialecto que hablara (pulaar, wolof o mandinga). Pudimos evidenciar la importancia que tiene la buena comunicación enfermera-usuario, ya que era nuestra mejor herramienta para ayudarles en muchos casos.

Intentamos resolver todas sus dudas y educar para prevenir muchos de los problemas de salud que observamos. También a través de los traductores pudimos preguntar, descubrir y aprender, resolviendo muchas de nuestras dudas con los pacientes y los traductores mismos que nos iban informando del funcionamiento de la sociedad y sus costumbres, su alimentación, etc.

También estuvimos trabajando con unos enfermeros senegaleses que estaban en periodo de formación y también con el enfermero responsable del centro de salud. Con ellos fue un poco complicado entendernos, ya que había que hablar en francés, pero pusimos mucho de nuestra parte para intentar enseñar y resolver muchas de sus dudas.

En general, los senegaleses nos parecieron muy agradecidos, respetuosos y disciplinados, sobre todo los niños, que, a pesar del miedo que reflejaban en sus caras, se comportaban, y siempre obedecían a sus padres, hermanos, familiares o incluso a los traductores cuando les daban la orden de estarse quietos y callados.

El siguiente centro de salud en el que pasamos consulta fue el de Bandafassi. Allí fue donde empezamos a coger soltura y a adaptarnos un poco a la manera de funcionar en equipo. Creo que a todos nos en-cantó poder trabajar en ese centro de salud. Estaba más nuevo y más limpio y fue al primer centro de salud al cual pudimos ir an-dando. Era mi parte favorita del día, poder pasear por las calles de Bandafassi. Es un pueblo con calles amplias, limpio y todos nos saludaban y agradecían nuestro trabajo allí. Acabá-bamos siempre corriendo de camino al campamento con todos los niños que salían del colegio.

Antes de irnos del pueblo, pudimos hacer una fiesta a la que acudieron la mayoría de vecinos y lo que vivimos esa noche fue mágico.

Nos dio mucha pena irnos de allí, pero debíamos partir hacia Dindefelo, otro pueblo con muchísimo en-canto en el que trabajamos tres días.

Era un pueblo muy diferente, más auténtico, más inaccesible, con los caminos muy tortuosos, muchas rocas y muchos plásticos por las calles. La experiencia en el centro de salud de Dindefelo también fue maravillosa gracias a la gente de allí.

Durante esos días tuvimos un susto con un bebé de seis meses con una bronquiolitis grave al que tuvimos que trasladar en ambulancia hasta el hospital más cercano. En la ambulancia íbamos: las dos pediatras, un traductor, un enfermero senegalés, el conductor y yo. El trayecto fue un viaje muy complicado ya que duró una hora y media, la carretera tenía muchos baches y socavones, en la ambulancia era difícil no marearse.

No contábamos con recursos muy básicos, como una bala de oxígeno o un Ambu pediátrico, por lo que las pediatras realizaron el boca-boca y yo le administré la adrenalina intramuscular (ya que fue imposible, después de varios intentos, cogerle una vía periférica).

El lactante pudo aguantar hasta el hospital de Kedougou donde se le administró oxígeno al llegar, pero tuvimos la mala noticia de que, después de una semana hospitalizado, el bebé falleció. Durante este traslado urgente, todos hicimos el mejor trabajo que supimos hacer y las pediatras fueron muy profesionales, realizaron un trabajo admirable.

En Dindefelo pudimos visitar el mercado y el pueblo y, así, seguimos observando y aprendiendo de la sociedad.

El siguiente pueblo en el que pasamos visita fue Afia, ya se notaba la experiencia con las personas senegalesas y la fluidez del equipo trabajando juntos. Era mucho más fácil trabajar con los niños cuando ya sabíamos cantar una canción que conocen todos ellos. Por las tardes íbamos a ver el partido de fútbol que solían jugar los jóvenes de la aldea y, al medio día, visitábamos el río pegado a nuestro campamento. El último día convocamos a todos los niños a la una en el río y fue una buena forma de despedirnos de ellos.

La última noche después de haber recogido todo el material y haberlo organizado para la siguiente misión sanitaria, pudimos valorar a una recién nacida que no pudo esperar a llegar al centro de salud y decidió nacer en el coche de camino al mismo.

A partir de aquí, llegó el viaje de vuelta con despedida en Bandafassi, un hotel de relax con paseo por la playa y las charlas de equipo valorando y reflexionando sobre todo lo que habíamos vivido. Nos sentíamos muy orgullosos sobre cómo se había desarrollado todo, se notaba que nos habíamos cogido cariño y, en la actualidad, seguimos sintiendo que nos encantaría repetir.

Personalmente, ha sido una experiencia de crecimiento brutal, me siento muy afortunada de haber podido vivirla y de haber podido conocer a todas las personas que han formado parte de ella. Profesionalmente, me he sentido cómoda en general y también siento que he podido aprender de todos los profesionales con los que he compartido tantos momentos. Agradezco muchísimo a la ONG Yakaar África todas sus acciones en Senegal porque realmente pienso que son muy necesarias y que permiten que el país prospere.

HA SIDO UNA EXPERIENCIA INCREÍBLE

Gema Marset

Quiero comenzar la memoria agradeciendo la importante labor que la asociación realiza en el continente africano y de la que me siento feliz de haber podido formar parte.

Una de las cosas que más me sedujo de la asociación es la diversidad de proyectos que lleva a cabo, no solo se presta asistencia sanitaria, sino que se establecen ayudas a la subsistencia mediante la creación de huertos, la construcción de sondeos para la extracción de agua y la implementación de proyectos de gestión de residuos entre otras cosas. Durante mi estancia en Senegal he podido conocer a algunos de los voluntarios de los distintos proyectos y compartir nuestras experiencias y me ha parecido increíble.

Toda la gente que trabaja para la organización son estupendas personas con ganas de ayudar, la relación que hemos creado con los enfermeros, traductores y guías locales es de esas que te marcan para toda la vida. El equipo de sanitarios españoles con el que he trabajado también ha ayudado a hacer que esas semanas fueran maravillosas y hemos creado entre todos una pequeña familia.

En lo que respecta a la labor sanitaria, ha sido un auténtico placer poder ayudar, nuestra visita ha servido para ayudar a las personas con problemas agudos y para  dar explicación y orientar en el manejo de su enfermedad a la gente con problemas crónicos.

Me quedo con el agradecimiento de la gente y con la satisfacción de haber trabajado como un gran equipo, los traductores resultaron una pieza indispensable y en los ratos libres consiguieron incluso que yo aprendiera algunas palabras, que entre risas, me permitieran ofrecer un trato más cercano a la gente que acudía a la consulta.

La parte más negativa de esta experiencia, son aquellos casos en los que con los recursos adecuados se podría haber evitado la enfermedad o aliviado los síntomas pero que por la falta de medios se ha diagnosticado en fases más avanzadas, cuando ya no se puede hacer mucho por mejorar el estado del paciente, y por supuesto, aquellos casos más graves en los que pese a nuestros esfuerzos, el fallecimiento ha sido inevitable.

Otro aspecto a mejorar es la comunicación con el hospital, este año había una persona encargada de hacer de mediador y de encargarse del traslado de los pacientes y pago de la atención hospitalaria, para próximos años sería interesante tener también a una persona con mínima formación sanitaria que fuera capaz de aportar un informe diario de la evolución de los casos ya que en muchas ocasiones el seguimiento se pierde y hace que las derivaciones al hospital resulten poco útiles.

En general para mí ha sido una experiencia increíble, animo a todo el que quiera a unirse a la familia de Yakaar África y estaré encantada de colaborar con la asociación siempre que sea preciso. Un saludo especial a todos los amigos que he dejado en Senegal y a los que espero ver pronto.

MI PRIMERA MISIÓN SANITARIA

Alfredo Rodríguez Plaza

Me considero una persona muy viajera y a mi edad he pasado por múltiples aventuras y conocido muchos países trabajando y como turista. Este año 2023 he tenido la suerte de emprender un nuevo viaje de una manera diferente.

He podido acompañar a mi esposa, Cristina, a una misión sanitaria (ella ya ha estado en varias). Esta vez vamos los dos con Yakaar África. Yo no soy sanitario, pero he podido ayudar con la toma de datos y al final he sido “chico para todo”.

Nunca había viajado con 250 kilos de maletas y cajas  y sintiéndome a la vez muy ligero de equipaje (1 bulto de mano con mis cosas personales). Toda una experiencia.

Una vez que facturamos todo lo que llevábamos nos reunimos con los demás en la zona internacional para poner rumbo a Dakar. Sólo conocía a José María pero tengo que decir que desde el primer momento me sentí uno más del equipo. Cómo se nota que la gente solidaria es encantadora y de muy fácil trato.

Comenzamos con muy buen pie el viaje ya que Alba y Marina pudieron ver la cabina del avión y así se sintieron “más seguras”. Gracias IBERIA. A la llegada, espera de los trámites de aduana y posteriormente encuentro con el equipo local. Desde ese momento te sientes como en casa y en familia.

Al día siguiente tuvimos el largo viaje en furgoneta, que quizás para mí ha sido lo más tedioso de esta aventura.

Hemos estado por una zona rural y remota, donde muchas personas viven en condiciones de pobreza y tienen acceso limitado a servicios básicos de salud.

Se ha  pasado consulta en 4 puestos de salud. En cada puesto hemos estado tres días. Y en todos siempre realizando el mismo ritual: limpiar el consultorio, descargar y ordenar los medicamentos, montar las zonas de triaje, sala de curas, sala de pediatría y sala de adultos.

Los puestos de salud fueron:

Thiabedji es una pequeña localidad ubicada en la región de Ziguinchor, al sur de Senegal.

Bandafassi es una localidad en la región de Kédougou, en el sureste de Senegal donde Yakaar Africa tiene su propio campamento. Aquí ha instalado paneles solares para sacar agua de un pozo que da servicio al pueblo. Está genial y es el mejor campa-mento en el que hemos estado.

Dindefelo es una pequeña localidad en la región de Kédougou, en el sureste de Senegal, cerca de la frontera con Guinea.

Afia situada al sur de Senegal a 30 kilómetros de Kédougou.

En cada puesto se han realizado unas 500 consultas, es decir, en total unas 2000, siendo el 60% consultas de adultos y 40% de niños.

Los datos técnicos están en los informes sanitarios.

Ya de vuelta para Dakar tuvimos la oportunidad de pasar una noche en el Ecolodge De Palmarin y ver la llegada de los pescadores al puerto de M’Bour.

Quiero agradecer a TODO el equipo, tanto al español como al local, profundamente vuestra empatía y compresión hacia los pacientes, así como vuestra habilidad para trabajar en condiciones difíciles y en entornos remotos. Vuestras habilidades médicas y conocimientos, así como vuestra actitud solidaria y de servicio, han sido  una inspiración para mí.

Como ya dije yo no soy sanitario pero he aprendido mucho y me traigo para casa una mochila llena de experiencias increíbles y de amigos de los de verdad. Espero poder repetir el año que viene en la Casamance.

TRES SEMANAS INTENSAS EN EMOCIONES Y SENSACIONES

Cristina Relaño

Supe de Yakaar Africa en 2016 cuando José Mª vino con Ousmane a Cardiología Pediátrica del hospital Gregorio Marañón. Allí trabajo yo. En marzo de 2017 participó en unas Jornadas de Menudos Corazones y allí contó sus proyectos en Senegal. Él no sé si se acordará pero después de escucharlo me acerqué y le dije que quería irme con ellos en sus misiones. El destino marca nuestro camino y han tenido que pasar unos cuantos años hasta que, por fin, en este 2023 se ha hecho realidad. Y se ha hecho realidad con la mejor de las compañías porque, además de formar un magnífico equipo con Manolo, Marina, Mar, Sara, Carmen, Gema y Alba también nos ha acompañado Alfredo, mi marido, en su primera experiencia de misión sanitaria. Sin tener nada que ver con este mundo ha participado en la parte de logística y hemos tenido la oportunidad de vivir juntos unas semanas intensas.

Intensas, es la palabra que acude a mi boca cuando me preguntan cómo han sido estas tres semanas en Senegal. Intensas en trabajo, en sensaciones y en emociones. 

La preparación fue intensa ya que, a pesar de haber ido varios años de cooperación con otra ONG a Centro y Sudamérica, África es diferente. Íbamos a ir País Bassari, la zona más pobre de un país africano totalmente desconocido para nosotros. Cuando miré en el mapa la distancia entre el aeropuerto de Dakar y Bandafassi y las horas que se tardaban en llegar pensé que iba a ser horrible, ¡pero no! Fue pesado, pero todas esas horas sirvieron para empezar a conocer a las personas con las que íbamos a trabajar en la misión sanitaria. Sirvió para que José Mª, que parece un senegalés más, nos fuese contando lo que nos íbamos a encontrar en cada poblado. 

Sirvió para empezar a conocer un país, sus campos llenos baobabs inmensos, sus montañas de cacahuetes, su comida, los colores de los vestidos de las mujeres, la sonrisa de los niños llenos de mocos, el primer campamento solidario y la primera puesta de sol en el rio Gambia. 

Intensas en trabajo. Llegar al centro de salud, limpiar, distribuir, ordenar, organizar y empezar con los primeros pacientes. Parecía que iba a ser mucho tiempo pero, cuando querías darte cuenta ya era la hora de marcharse al campamento a descansar. A tomar una Gazelle bien fría y compartir momentos y anécdotas.

Intensas en sensaciones y emociones. Todo nuevo. Aprender a trabajar con los nuevos compañeros, los que hemos ido desde España y los que se han incorporado allí, a dirigirse a los pacientes a través de los traductores y a desenvolverte fuera del ámbito hospitalario y con los medios muy limitados. Hemos vivido situaciones difíciles que en nuestro mundo se habrían resuelto en unas pocas horas. Momentos que producen una sensación de impotencia tremenda.

Sentir todo el día el calor agobiante, el sudor, el miedo a que te piquen los mosquitos, a la diarrea, la ducha con cubos de agua. La sensación de volver a casa al entrar en el campamento de Bandafassi, la sonrisa de Hassanatou y su estupenda comida, el resumen nocturno de  Ambrosio de los pacientes mandados al hospital. La camaradería con Diao, Arouna, Alpha, Douda y todos con los que hemos tenido el privilegio de trabajar.

Parecía que llevábamos años juntos. Te hacen sentir uno de los suyos, sentir la teranga senegalesa que acoge a los desconocidos como amigos y a los extranjeros como hermanos.

Las miradas de agradecimiento de los padres, el llanto asustado de los niños que veían un blanco por primera vez y su sonrisa cuando se daban cuenta que no les hacíamos nada. 

El tiempo vuela. Estoy de vuelta en el “primer mundo” intentando escribir algo sobre tres semanas en Senegal y me doy cuenta que estoy deseando que vuele más deprisa para volver a allí donde todo ha sido muy intenso.

5 AÑOS DESPUÉS REGRESO A SENEGAL

Manuel Iglesias Pin

5 años después regreso a Senegal. Thiabedji, Dindefelo, Bandafassi, Afia, lugares ya conocidos y que siguen intentando prosperar.

Arouna, Alpha, Seydou, el otro Arouna, Diao, Doba, Cheikh, Hassanatou, gente de allí ya conocida y que también sigue intentando prosperar.

Jose Maria, Yakaar, Demba, Ambrosio, amigos que ayudan a que todo trate de mejorar.

Gracias País Bassari

La huerta de Dindefelo, la misión sanitaria, el depósito de agua de Bandafassi, Ousmane, los enfermeros que vienen a aprender a España, evidencias de que algo está mejorando.

Los baobabs, los cacahuetes, el bissap, la Gazelle, el río Gambia, el arroz con poulet bicicleta, los setplace, las sonrisas, los niños, cosas que siempre harán que piense en volver a Senegal. 

Gracias Yakaar.

ME LLAMO MARINA Y TENGO 15 AÑOS

Marina Iglesias Murias

Me llamo Marina, tengo 15 años, y fui una de los afortunados en vivir esta experiencia. Y digo afortunada, porque no soy médico ni enfermera, pero fui como ayudante con mi padre.

La aventura empezó en realidad en el aeropuerto, donde conocí a todo el equipo, que sería como mi familia los siguientes días. Después fue un largo viaje en coche hasta la zona de los pueblos donde pasamos consulta.

Nos despertábamos pronto para empezar a trabajar, porque pronto el sol calentaba; pero a las 6:30 ya habíamos terminado.

Hubo muchas cosas que me llamaron la atención, como por ejemplo la cantidad de niños que había, los nacimientos, lo poco con lo que se vive, y sobre todo, la calma con la que hacen todo. Danka danka, sin prisa, dicen.

Cuando recuerdo a la gente, a los traductores y a los niños que conocí allí, me entran ganas de abrir el ordenador y sacar un billete de ida.

Quién sabe cuándo, pero espero que más pronto que tarde, podamos todos volver a vernos, para recordar todos esos momentos felices, y crear unos nuevos.

Animo a todos los que tengáis la oportunidad de uniros al equipo Yakaar, a no pensároslo dos veces, y subiros al avión.

José María os acompañará a ver, al igual que él vio la primera vez, las caras de felicidad de la gente que muestran que todo lo que haces por ellos merece la pena.

SE PUEDE SER FELIZ SIN NADA

Jesús Rupérez y Samuel Antuña

El día 22 de febrero partimos con Ousmane camino de Senegal con un triple objetivo. Por una parte, le llevábamos de vuelta con su familia para pasar el verano en Landieni; en segundo lugar, después de pasar tantos años conviviendo con Ousmane en Madrid, era la oportunidad de conocer personalmente a sus padres, a su familia y el pueblo donde vive. Finalmente, íbamos con la ilusión de poder hacer una pequeña misión sanitaria durante nuestra estancia en el campamento de Bandafassi.

A nuestra llegada a Dakar nos esperaban Cheikh y Demba que nos llevaron a descansar al famoso Hotel Blue África. Tras una noche corta de descanso emprendimos el largo viaje hasta el país Bassari haciendo noche en Mako.

Desde el primer momento sentimos la cercanía de Demba y de Cheikh, así como de toda la población senegalesa que fuimos encontrando a lo largo del camino.

A nuestra llegada al campamento de Bandafassi nos esperaban con los brazos abiertos Hassanatou y Marème que nos cuidaron extraordinariamente durante los días que estuvimos hospedados allí.

Tras un rato de descanso después del largo viaje, nos recorrimos los 7 kilómetros que separan Bandafassi de Landieni. A la llegada al pueblo nos esperaba una multitud de gente de todos los pequeños pueblos de alrededor recibiéndonos con una hospitalidad abrumadora.

El grupo lo lideraba el abuelo de Ousmane, que, en un buen francés, nos dio la bienvenida, nos explicó como Yakaar África había contribuido a cambiar el pueblo y muchos pueblos de alrededor y nos hicieron una pequeña visita guiada en la huerta, el pozo, la escuela o las diferentes viviendas que componen el poblado.

Decenas de niños nos acompañaron durante todo el recorrido del pueblo con los que jugamos y disfrutamos pasando un rato maravilloso.

Durante los días siguientes fuimos testigos de algunas de los proyectos que Yakaar África está emprendiendo alrededor de Bandafassi y tuvimos también la oportu-nidad de pasar algún tiempo con Ousmane, su familia y sus amigos. Demba nos organizó un plan turístico interesante-simo visitando la Cascada de Dindefelo o algunos de los poblados de alrededor.

Durante un día entero atendimos, junto con el personal sanitario que trabaja en el puesto de Bandafassi, a unos 55 pacientes con muy diversas patologías a los que intentamos ayudar en la medida de las pocas posibilidades que teníamos.

Con nosotros llevábamos medicamentos que nos habían regalado diferentes amigos o entidades, así como material de curas quirúrgico y algún otro dispositivo sanitario que dejamos allí.

Fue impresionante percibir la gratitud de todos y cada uno de los pacientes a los que pudimos atender, aunque en muchos de los casos la ayuda que les pudimos prestar fue limitada. Llama la atención la alegría y la aceptación de esta gente frente a las grandes dificultades físicas. Una vez más, nos hizo pensar qué poco valoramos lo mucho que tenemos en nuestro día a día y cómo se puede ser feliz plenamente sin tener prácticamente nada.

La noche antes de nuestra partida de vuelta a Dakar compartimos cena con la familia de Ousmane y asistimos a cómo nos preparaban la cena en directo. Todo ello en un pueblo en el que no hay luz, apenas agua, pero nunca falta un plato para un visitante. Después de la cena, gracias a la música que Ousmane, que había llevado en su altavoz, organizamos de forma espontánea una fiesta en medio del poblado, a la que se unió práctica-mente todo el mundo de alrededor y durante un buen rato bailamos, nos reímos y disfrutamos de la compañía de todo Landieni.

GRACIAS POR ENSEÑARNOS “MAS MUNDO” 

Loreto Fenollosa, Vicente Castells, Elena Bataller y Guillermo Paños

Amigos de Yakaar África:

Formamos un pequeño equipo “expedicionario” desde la ETSEAMN (UPV – Universitat Politècnica de València): dos profesores (Dra. M. Loreto Fenollosa, del Departamento de Economía y Ciencias Sociales, y Dr. Vicente Castell, del departamento de Producción Vegetal) y dos estudiantes (Elena Bataller y Guillermo Paños). ¿Por qué? ¿Para qué?

Hace años que contactamos con José María a través de Loreto, muy activa asimismo en temas de cooperación, y conocimos el trabajo que realiza Yakaar África. En junio del pasado año 2022 pudimos recibir en Valencia a Ambrosio y Khalipha. A Khali-pha, como técnico formado en agricultura, le pudimos enseñar trazos de la agricultura en la zona de Valencia y la verdad es que fue un absoluto placer conocerle. 

La idea fue tomando forma: establecer una posible colaboración en cuanto a posibles avances en el manejo y aprovechamiento de las huertas y la mejora del valor nutritivo de lo que en ellas se producen, tema preocupante que nos planteó José María. Y fue convincente, claro que a este grupo de “expedicionarios” no hubo que insistirle mucho….

Un grupo de profesores solicitamos un proyecto de cooperación ADSIDEO a través de la UPV. Este nos ayudará en el trabajo e investigación. Además, la UPV desde su Centro de Cooperación al Desarrollo ofrece becas a las que pueden acogerse alumnos para financiar futuras estancias (e.g., Elena y Guillermo) y así poder, en el marco del proyecto, realizar su cooperación.

Hemos tenido la oportunidad de compartir unos días con José María, otros miembros de su equipo y amigos en Senegal. Llegamos el sábado 28 de enero y volvimos a Valencia el pasado martes 7 de febrero. Hemos conocido parte de una realidad para nosotros “distante” hasta ahora. Hemos visitado diversas huertas en el País Bassari (nuestro campamento base fue el de Yakaar África en Bandafassi) y en la zona de Oussouye (La Casamance). El objetivo ha sido conocer directamente la estructura, el manejo y la problemática de tales huertas, así como diversos aspectos socio-económicos de las comunidades que las mantienen. En consecuencia, queremos averiguar de qué manera se puede mejorar el mantenimiento de las huertas, su producción y, particularmente, el valor nutricional de lo que se pueda obtener de ellas. Para ello será fundamental apoyarnos en el conocimiento y apoyo técnico de amigos y personal de Yakaar África (Khalipha, Ibrahima, Abamba, ...), así como de las propias agricultoras de cada zona.

Desde luego, no podemos más que elogiar la labor que realizan las mujeres al cuidado de las huertas.

Su dedicación y esfuerzo es impresionante, más teniendo en cuenta sus demás actividades en el ámbito familiar. Lo que las huertas producen, “es de foto”. El trabajo que realizan los técnicos formados por Yakaar África tiene sus frutos.

Ha sido una experiencia absolutamente gratificante. La labor de los miembros de Yakaar África, de José María y Demba en particular, la realidad que hemos conocido de las gentes de País Bassari, y de la Casamance, etc., la bondad que irradian, en especial los niños, la hospitalidad, … han dejado una huella importante. Quedan en la memoria la fiesta musical en Bandafassi con el chiquillerío bailando con nosotros con pleno entusiasmo (incluso alguna mamá se animó), o la recepción de los niños en el colegio con demostración musical incluida y vistiendo sus mejores galas, ... Estamos abrumados.

Y, desde luego, disfrutar del paisaje, de la flora, de maravillas naturales, de la costa (Cap Skiring, como remate a nuestra estancia), …. ¡Qué decir!

Muchas gracias por enseñarnos “más mundo”. Ojalá podamos aportar algo positivo…

LA MEJOR DECISIÓN QUE HE TOMADO 

Elena Bataller

Todo empezó con una simple pregunta a Loreto, profesora de la UPV, para poder hacer un voluntariado, y de una simple pregunta surgió la idea de hacer un proyecto. Para este proyecto nos pusimos en contacto con Yakaar África, y que buena decisión tomamos. El proyecto es para la mejora de las huertas de Senegal, en cuanto al manejo y si fuera posible mejorar la dieta, aumentando la proteína en la misma, integrando cultivos altos en proteína en las huertas. Después de aproximadamente 3 años de espera, donde. a decir verdad. la ilusión se iba desvaneciendo ya que no veía que el proyecto tiraba para adelante, todo se puso en marcha.

El primer paso fue la visita de Khalipha y Ambrosio a Valencia, donde yo no tuve la oportunidad de conocerlo y tendría que esperar unos meses para ello. Esta visita sirvió a ambos para poder conocer los sistemas agrícolas que en Valencia tenemos, la pena fue que pudieron estar muy poco tiempo.

Y por fin llega el 28 de enero de 2023, fecha en la que 2 profesores (Loreto Fenollosa y Vicente Castell) y 2 alumnos (Guillermo Paños y yo, Elena Bataller) de la ETSIAMN (UPV- Valencia) tomamos  rumbo a Senegal. Quiero destacar lo nerviosa que estaba no solo por el viaje y la experiencia sino en gran parte como nos recibirían la gente de allí y que podríamos encontrarnos. Al inicio del viaje cuando aterrizamos en Dakar vinieron a recogernos Khalipha (sí ese que he comentado más arriba que vino a Valencia y no tuve el placer de conocer, pues que suerte haberlo conocido ahí) y Mor, nuestro conductor de confianza que sin él nada hubiera sido igual, en todas las horas de coche (que fueron muchas) nos regaló risas y más risas. No voy a negar que todos quedamos sorprendidos con lo que vimos esa noche que llegamos, eran las 23 de la noche aproximadamente y todo estaba lleno de gente alrededor de fogatas, casas en construcción… Fue una primera impresión muy chocante.

Sin embargo, conforme avanzamos a la zona de País Bassari, pudimos ver que era muy diferente, se respiraba paz y tranqui-lidad. Y la verdad, que decir de la acogida de la gente de allí, fueron increíbles.

Una vez llegamos a Bandafassi, empeza-mos a ver las huertas que Yakaar África tenia, llevadas por las mujeres de la zona y asesoradas por los técnicos de Yakaar África. Quedamos asombrados con las huertas, están increíbles, las mujeres hacen un trabajo perfecto. Nuestro objetivo era poder ver en persona como se llevaba a cabo el manejo y los mayores problemas que las huertas tenían para más tarde poder buscar soluciones y ayudar a mejorarlas. Para esto ha sido y será necesaria la ayuda de los técnicos de allí, para los cuales solo tengo buenas palabras, palabras de admiración, en concreto a 3 de ellos: Khalipha, si ya sé es la tercera vez que lo nombro, pero estuvo todo el viaje con nosotros, es normal que hable tanto, sobre todo por lo buena persona que es, siempre pendiente de nosotros, de que no nos falte nada y que todo este perfecto; Abamba, por el idioma tardamos en poder acercarnos pero solo con ese tiempo fue más que suficiente para conocernos.

Por último y para nada menos importante Ibrahima, nuestro técnico de confianza, al principio muy tímido pero pudimos llegar a conocerlo y ver el corazón tan grande que tiene y las ganas que tiene de aprender y aprovechar todas las oportunidades que se le presenten.

Y ya que estamos de agradecimientos a la gente, me gustaría también hacerlo a Ha-rouna de Bandafassi, por contagiarnos su alegría; a Demba por hacer todo esto posi-ble y ser una persona con tantas buenas ideas en la cabeza; y a todas aquellas per-sonas que han hecho posible esta expe-riencia, y que nos han acogido tan bién.

Así pues, he de decir que ha sido la mejor decisión que he tomado y sin duda va a ser una de las mejores experiencias de mi vida. Me ha gustado mucho tener esta posibilidad de conocer Senegal, conocer a su gente y sus costumbres, y creo que sería igual de productivo para los técnicos de las huertas poder venir a Valencia y poder conocer los sistemas de agricultura que aquí tenemos.

Nos volveremos a ver todos, el proyecto solo ha hecho que empezar.

VISITA A LOS PROYECTOS DE YAKAAR AFRICA

Sara Visquert y Jaime Visquert

Llegamos a Bandafa-ssi el día 26 al mediodía después de salir de Ziguinchor el día anterior para partir el viaje en dos días. Estábamos en Sene-gal por dos semanas con la intención de conocer proyectos y asociaciones que tra-bajasen dentro del ámbito de la infancia, emprendimiento feme-nino y agricultura rural, pues, como ya intro-dujo Jose María en el anterior boletín, esta-mos en proceso de constituir una funda-ción en España (Dundu África) y nos parecía importante lle-var a cabo este viaje de identificación y reconocimiento.

Era ya el final de nuestro viaje e íbamos a esta zona tan aislada de Senegal pues habíamos conocido a Jose María en diciembre en Madrid y nos pareció encomiable los proyectos que estaba desarrollando Yakaar Africa en esta región, así que no nos lo pensamos mucho y decidimos visitarles para poder ver en persona todo lo que él nos había contado.

Nuestra llegada a Bandafassi coincidió con una misión sanitaria que estaban llevando a cabo en algunas comunidades. La actividad que había en este centro de salud nos impactó; a pesar de ser ya casi la hora del cierre todavía había gente esperando para ser atendidos. Estas personas no tienen habitualmente acceso a un servicio gratuito de salud, y aunque el costo sea muy bajo de cada consulta, es lo suficientemente alto para algunas familias como para que no se lo puedan permitir.

Por lo tanto, el hecho de poder disponer de este servicio gratuito algunos días al año en los que se llevan a cabo estas misiones sanitarias, les permite por lo menos solventar los problemas de salud más comunes y fáciles de erradicar. ¡Enhorabuena a todo el personal sanitario que participó en esta misión por la dedicación y las ganas que se notaba a la legua que tenían todas y todos!.

Una de las principales razones por la que veníamos a ver las actividades de Yakaar África eran los huertos comunitarios que han llevado a cabo en muchas aldeas, ya que era un tema que nos interesaba expresamente. El primero que vimos fue el de Badala, un oasis a orillas del río Gambia.

Las vistas desde el poblado hacia la huerta son espectaculares y te da la sensación que esta huerta ha traído mucha vida al poblado. Una vez ya en la huerta, efectivamente se corrobora nuestra sensación. Las mujeres se preocupan por sus cultivos, aprovechan el espacio que tienen con bastante eficiencia y están agradecidas de esta oportunidad que se les ha ofrecido.

La siguiente huerta que pudimos ver fue la de Dindefelo, la joya de la corona, la primera en constituirse y por lo tanto la que está más organizada y con plena autonomía. No sé si es por la hora en la que llegamos (sobre las 5 de la tarde) pero la huerta estaba en pleno apogeo con personas de todas las edades regando los cultivos. Toda la superficie está ocupada, lo que nos parece muy buena señal.

Aquí nos damos cuenta que el desarrollo de las huertas no es sólo un modo de obtener alimentos frescos para las familias, además de un ingreso extra, sino que es un espacio de convivencia, de reunión…

Después de 3 días en esta región, nos vamos con muy buena sensación, contentos de todo lo que se está haciendo, habiendo aprendido de toda la experiencia, convencidos de la necesidad de estar presente en esta zona de Senegal y sobre todo muy agradecidos en concreto con Jose María, y con todo el personal de Yakaar África por lo bien que nos han tratado y por la increíble labor que están haciendo. ¡Enhorabuena Yakaar África!

SEGUIMOS ADELANTE EN SENEGAL

José María Piñero

BANDAFASSI

El último día de la misión en Bandafassi nos coincide con la vista de la familia Visquert de Almería, son padre e hija que quieren montar una Fundación en Senegal y está conociendo experiencias a efectos de organizar su ayuda. Nos hemos brindado a enseñarles lo que estamos haciendo.

Empezamos con una visita a la misión sanitaria en Bandafassi que les resulta enormemente interesante. Nuestro equipo les recibe con los brazos abiertos y le enseña todos y cada uno de nuestros espacios de consulta y toma de datos.

De ahí pasamos a la central solar que eleva el agua al depósito de Bandafassi, donde les explicamos el problema que tenían de lo excepcionalmente gravoso que resultaba al poblado elevar el agua casi 200 metros y la solución que habíamos puesto en marcha de una central solar que consigue dicha elevación con un coste muy reducido permitiendo que toda la localidad se beneficie de este bien tan necesario.

Finalizamos por hoy la visita enseñándoles nuestro campamento e invitándoles a una sabrosa comida compartida con todo el equipo sanitario

DINDEFELO

Hoy nos toca montar en Dindefelo previo baño en la cascada. Hemos quedado también con la familia Visquert que siguen visitando nuestros proyectos y con los ingenieros de caminos que están en el poblado.

Casi toda la misión sanitaria y los Visquert nos metemos en el agua, pero hay que reconocer que es un inmenso ejercicio de valentía, nunca he sentido el agua tan fría.

Lo que sigue siendo impresionante para todos los que visitan la cascada por primera vez es la belleza de su caída y el encanto especial de este rinconcito, tanto del lado de la caída de agua como del otro, con ese precioso bosque de ribera lleno de lianas.

Después de la cascada, comida de contra-ternización en el campamento villageois de Dindefelo, todos formando equipo después de una experiencia singular.

La siguiente visita es a la huerta que tenemos en Dindefelo, aunque el equipo médico-sanitario tiene que montar las consultas del día siguiente, nadie duda en acompañarnos a la huerta. Como de costumbre la huerta luce increíble con todas las parcelas primorosamente aprovechadas y cuidadas. Damos las gracias a nuestro técnico Alou y a Sira Kanté la presidenta de las mujeres por el excepcional trabajo realizado.

THIANCOUMALAL

Mientras el equipo médico sanitario se dirige al Centro de Salud para montar las consultas que empezarán al día siguiente. Yo me dirijo con la familia Visquert a la huerta de Thiankoumalal. De nuevo la huerta se encuentra increíble, muy bien aprovechada y con una gran cantidad y variedad de cultivos.

Esta huerta muestra una organización muy interesante con tres grandes aljibes conectados en serie, lo que permite llenarlos con el agua del río con bastante comodidad, se nota que nuestro traductor Alpha ha trabajado bien y ha organizado la de la huerta de la mejor manera posible.

Los Visquert están emocionados de ver nuestros proyectos que, en sus propias palabras, constituyen una manera especial-mente eficiente de utilizar los recursos escasos de los que una asociación modesta como la nuestra dispone.

SONDEOS MÉNDEZ

Hemos llamado a José Méndez de sondeos Méndez para ver si podemos encargarle los sondeos de las huertas que presentan carencias de agua. Méndez viene acompañado de sus hijas Laura y Elena y de Boubacar, el ingeniero.

En una mañana pasamos revista a las huertas de Barafouté, Alinguél y Ndilicongo, todas con importantes carencias de agua, debido a que los pozos se extinguen al llegar el final de la época seca. Pero todas, también, con importantes dificultades de acceso. Las más importantes son las de Alinguél ya que hay que atravesar un par de cauces secos.

La maquinaria de Méndez es de gran tamaño y tiene fuertes dudas de que vaya a ser posible llevarla hasta estos lugares tan apartados.

De la visita a las huertas hemos pasa-do a Andiel donde nuestro amigo Ber-nard quiere hacer un sondeo y nos hemos comprometido a apro-vechar la visita de Méndez para ver si es posible.

La subida a Andiel ya nos indica que va a ser muy complicado poder traer las máquinas hasta aquí. Se nos ocurre como alternativa hacer un bombeo desde el sondeo de Patassi para poder elevar el agua hasta el poblado.

En Andiel hemos quedado con los Visquert para despedirnos y pasar un rato todos juntos aprovechando para disfrutar el encanto de este poblado bedick y, posteriormente, de una comida también todos juntos en el chiringuito de Arouna, invitados por Méndez

Por la tarde visitamos la huerta de Ibel, que es una pena porque está completamente abandonada a causa de la escasez de agua. Otro proyecto para Méndez, en este caso más sencillo porque hay buen acceso desde la carretera. A continuación emprendemos viaje hacia Dindefelo. Tengo especial ilusión en mostrar a Méndez el estado de la huerta, porque fue su empresa la que realizó el sondeo del que actualmente se beneficia la misma. La reacción de Méndez me recompensa ampliamente. El estado actual de la huerta con su superficie de más de 1 hectárea atiborrada de cultivos, emociona profun-damente a Méndez, que se queda casi sin palabras y solo repite contantemente, “el agua es vida”. El orgullo de haber contribuido a una huerta tan preciosa es inmenso.

Aprovechamos para visitar la misión sanitaria y compartir con ellos la cena. Creo que hemos conseguido hasta ahora un timing perfecto entre nuestras distintas actividades en la zona. Casi hemos conseguido que todo el mundo interaccione con todo el mundo, a pesar de realizar actividades tan distintas. Me siento muy satisfecho porque es una de las carac-terísticas de Yakaar, el conseguir que surjan esas sinergias tan importantes para lograr que las cosas avancen en una zona donde todo es tan difícil.

Al día siguiente visitamos la huerta de Segou otro ejemplo de huerta abandonada por la falta de agua. Aquí intentamos en su momento hacer un pozo tradicional pero no mejoró las cosas, habrá que intentar hacer un sondeo.

A partir de este momento nuestros caminos con Méndez y sus acompañantes se separan, ellos han decidido seguir camino a la meseta de Dande y nosotros tenemos que ir por la noche a dormir al campamento de Badián para recibir a nuestros nuevo visitantes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) que llegan esta noche.

UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA

Nos encontramos en el campamento de Badián con dos profesores, Loreto Fenollosa y Vicente Castell de la UPV, vienen acompañados de dos alumnos, Elena Bataller y Guillermo Paños para poner en marcha un proyecto que les ha aprobado la UPV para optimizar nuestras huertas. Aprovechamos que han venido pronto para ver de nuevo el rio Gambia, la mina de oro y darnos una vuelta por el poblado de Badián. Yo ya estoy más que acostumbrado, pero a nuestros viajeros las condiciones de trabajo en la mina y las condiciones de vida en el poblado les impactan enormemente, es una inmersión rápida en un nuevo mundo terriblemente pobre y difícil.

Por la mañana hemos quedado con Marta y Edu, nuestros ingenieros de Caminos, todavía en la zona, para subir a Iwol. Loreto tiene problemas con un pie pero logra subir las empinadas cuestas que llevan al poblado. Allí Jean Baptiste nos cuenta la historia de los bedick y recorremos el pueblo que despierta la admiración de todos.

Terminamos la mañana visitando la huerta de Afia Pont, que también resulta impre-sionante a pesar de contar con solo un año de vida. La huerta es muy grande aunque por ahora está vallada solo con alambrada y necesitaría tener un muro. Pero lo que destaca de esta huerta es la dificultad para sacar el agua, teniendo que descender al rio y subir una fuerte pendiente con los baldes cargados de agua. A pesar de ello y, sorprendentemente, la huerta se encuentra en un estado magnífico, todo plantado y muy bien cuidado.

Después de comer en nuestro campamento emprendemos la vista de dos nuevas huertas: Landieni y Thiokethian. Landieni está muy bien pero presenta el problema de que el pozo está bastante alejado de la huerta y además se seca al final de la estación seca, por lo que resulta bastante necesario poner algún sistema de aportar el agua.

En Thiokethian, la bomba del pozo, recientemente dotado de paneles y bomba solar, no funciona. Intentamos entre todos ponerla de nuevo en marcha, pero no lo conseguimos. Habrá que mandar a un técnico.

Es una pena porque la huerta está muy bien cuidada. Si no conseguimos arreglarla pronto puede ser un problema mayor

DINDEFELO

Hoy nos toca volver a Dindefelo con la UPV, es la tercera vez que vuelvo en este viaje por ese terrible camino que lleva desde Silling a Dindefelo, parece ser que recientemente el presidente de Senegal ha prometido que a finales de enero las máquinas estarán en la zona arreglando el camino. Estamos a 31 y no se ven por ningún lado.

Volvemos en primer lugar a la huerta, que luce espléndida ante la mirada experta de los profesores y alumnos de la UPV. Ya en esta última vista nos hemos quedado sin palabras para expresar la satisfacción que nos produce la vista de esta huerta.

Una vez en la misma nos avisan de que el alcalde Kikala está en el ayuntamiento y quiere que le vayamos a ver. Eso hacemos con el equipo de la UPV y mantenemos una animada reunión con el mismo. Lo más destacado de la misma es la ratificación del compromiso que adquirieron hace unos días con nuestros ingenieros de caminos Edu y Marta de que se iban a hacer cargo del sistema de recogida de residuos.

Le recuerdo al alcalde que volveré el mes de mayo para comprobar que el sistema funciona, condición necesaria para poder seguir prestando nuestra ayuda a la comuna de Dindefelo.

El alcalde aprovecha para darnos las gracias por le misión sanitaria, que, camino a su último destino en Afia, aparece en el ayuntamiento, por lo que tenemos todos juntos la oportunidad de pasar un rato con el alcalde, que se muestra muy satisfecho. Después de las fotos de rigor, nos despedimos del alcalde y de la misión sanitaria y emprendemos camino hacia la cascada.

La cascada también gusta extraordinaria-mente a nuestros nuevos visitantes, pero en esta ocasión solo los jóvenes se atreven a bañarse. Yo ya considero que cumplí con el primer baño y ahora me dedico a las fotos.

AFIA, BADALA Y THIANCOUMALAL

Después del baño en la cascada nos dirigimos a Afia para encontrarnos de nuevo con la misión sanitaria y mantener una comida de confraternización entre distintos grupos de españoles aprovechando este exigente calendario de visitas que estamos manteniendo.

La comida, como de costumbre, es un éxito y disfrutamos enormemente intercambiando experiencias senegalesas entre los distintos grupos.

Alpha, el dueño del campamento Taco Mayo donde comemos, nos enseña los bonitos paisajes del rio Gambia y el proyecto de costura que la asociación Bassari África tiene instalada en el poblado.

Después de una breve visita a los locales de la misión sanitaria nos dirigimos a la huerta de Badala que presenta su especial escenografía, con la vista del rio y la huerta desde lo alto del camino. Nuestros visitantes aprecian la belleza del lugar, la utilidad de los paneles solares para sacar agua, aunque la huerta se nota un poco desor-denada porque, al parecer, las mujeres que trabajan allí, van más bien por libre y no siguen estrictamente los consejos de nuestros técnicos agrícolas.

Nuestra última meta del día es Thian-coumalal en la que de nuevo apreciamos el buen aprovechamiento de los paneles solares y, en este caso, una disposición de la huerta casi perfecta con los paneles exquisitamente distribuidos y organizados y los aljibes para disposición del agua perfectamente dispuestos a efectos de economizar los caminos para regar.

A la llegada al campamento de Bandafassi nos esperan Edu y Marta que han organi-zado una fiesta de despedida emulando la fiesta que hicimos con ocasión de la despedida de la misión sanitaria. De nuevo la fiesta es un éxito con los niños desple-gando sus habilidades con el baile y las madres, más tímidas, haciendo también sus pinitos. Nuestros equipos de ingenieros de una y otra especialidad también lo dan todo y la fiesta resulta enormemente animada.

THIOBO Y BARAFOUTE

Seguimos nuestra ruta por las huertas del País Bassari, hoy nos tocan las que están cerca de la carretera que conduce a Tambacounda, Thiobo y Barafoute, para ir ganando tiempo camino de la Casamance. El principal problema de ambas huertas es el agua y es algo que trataremos de arreglar en los próximos meses con la ayuda de sondeos Méndez.

ZIGUINCHOR

De nuevo nos toca atravesar el país para llegar a Ziguinchor donde queremos tener un encuentro con la universidad de la ciudad y visitar nuevas huertas.

Después de comer y descansar un rato, nos reunimos con nuestro pequeño ejército de estudiantes de ingeniería técnica agrícola en la zona. Entre ya titulados y estudiantes llegamos a reunir 14 jóvenes senegaleses llenos de ilusión y de ganas de comerse el mundo.

Nos presentamos todos, empezando por los españoles y seguidos por todos y cada uno de los chavales. Se produce un momento de intensa emoción, alguno de nuestros visitantes confiesa que las lágrimas le apuntaban en los ojos, cuando después de que Loreto se hubiera presentado expli-cando los estudios que ha realizado, uno de los estudiantes rompió a aplaudir de manera espontánea, a partir de ahí varios de los estudiantes manifestaron que les gustaría ser como Loreto

Nuevas fotos de grupo y nuevas despedidas esperando que nos podamos ver de nuevo en algún momento.

Al día siguiente se cumple nuestro deseo porque llegamos con antelación a la Universidad y tenemos un rato para encontrarnos con nuestros estudiantes en el Centro Nacional en el que estudian y poder observar el campo donde hacen practicas con los distintos cultivos.

Posteriormente nos reunimos en la universidad con el vicerrector de cooperación y distintos profesores de la universidad en una larga reunión donde cada uno de ellos se presenta y explica cuáles son sus especialidades.

El objetivo es firmar un acuerdo entre la UPV y la universidad de Ziguinchor para poder hacer intercambios entre profesores y alumnos de ambas universidades.

Terminamos la reunión visitando los campos de prácticas y las granjas de pollos de la universidad junto con varios profesores de la misma.

NIAMBALANG Y CAROUNATE

Por la tarde visitamos las huertas de Niambalang y Carounate, en ambas el cultivo ampliamente dominante es el maíz con algo de girasol y de sorgo que realizan por cuenta de una empresa con sede en Dakar. Empresa de la que no están muy contentos porque parece que lo que les pagan es escaso para el enorme trabajo desplegado. La verdad es que resulta impresionante ver las enormes extensiones de cultivos que son regadas con regaderas por estas valientes mujeres.

Ya por la noche, en el campamento, tenemos una inesperada presentación por parte de mi amigo Batista y su compañero Daniel que trabajan en algo parecido a lo de las mujeres de Carounate y Niambalang pero con un objetivo muy diferente.

Ellos utilizan a la misma empresa basada en Dakar para organizar el trabajo, pero su objetivo es conseguir semillas para luego vender en Europa. Trabajan con cuatro cultivos: maíz, sorgo, girasol y soja y mañana nos enseñarán una de sus plantaciones.

MLOMP, CAGNOUT Y EL REY

Seguimos nuestras visitas a las huertas de Yakaar pasando por la huerta de Mlomp. Aquí de nuevo nos encontramos con una gran plantación de maíz y sorgo bastante bien cuidada debido a que tiene mucha agua con los paneles que pusimos en su día más nuevos paneles que ha puesto otra asociación, pero de nuevo se observa la presencia de una sociedad que lo ha invadido todo y que está explotando todas las parcelas de las huertas.

En las visitas posteriores a las huertas de Cagnout: Bouhimbane y Bougham, observamos de nuevo lo mismo, enormes extensiones de maíz, sorgo y girasol regadas por las mujeres a golpe de regadera con la ayuda en algunas huertas de paneles y bombas solares (Bougham) pero en otras como Bouhimbane, ni siquiera eso, por lo que el trabajo de las más de 100 mujeres que trabajan en la huerta debe ser terriblemente penoso.

Aprovechamos que estamos en Mlomp para hacer una visita a la nueva escuela infantil que hemos puesto en marcha en la localidad. La visita resulta estupenda.

En primer lugar cada niño vestido con el traje típico de la zona viene a buscar a uno de nosotros para meterle en la clase. En la clase hay un niño disfrazado de rey de la Casamance y otra de reina que presiden la reunión y detrás, una fila de niños primorosamente vestidos con el traje típico regional preceden a unos 50 niños con su uniforme de la escuela.

El director nos dirige unas palabras de agradecimiento a las que contesto con unas palabras para expresar la satisfacción de que la escuela funcione y proporcione educación adelantada a los más pequeños consiguiendo que lleguen más preparados a la escuela oficial y, sobre todo, liberando a las madres de la pesada carga de cuidarles durante todo el día, lo que les permite emprender otro tipo de actividades.

Después de los discursos, los niños interpretan unas graciosas canciones y bailes y tenemos unos minutos de intercambio entre los invitados y los niños. Como siempre, es un momento de felicidad y alegría que se nos quedará para siempre grabado en nuestras retinas.

A la vuelta encontramos que nuestros amigos Batista y Daniel están en la parcela donde cultivan las especies que se dan en la zona, fuera de la temporada en que se producen en Europa, y que utilizan para obtener semillas que luego venden allí.

La parcela es inmensa y esta sí está muy bien dotada con riego por goteo, lo que evita el trabajo duro de las mujeres.

Sin embargo, ello no supone una reducción de la mano de obra ya que hay mucha gente en los campos organizando las tareas de polinización de manera que se seleccionen las especies que resulten más resistentes y productivas. Parece intere-sante este cambio de empleo de gran esfuerzo físico por empleo de mayor calidad, pero nuestros amigos nos reconocen que para este tipo de trabajo no todo el mundo vale.

Después de comer tenemos audiencia con el rey de Oussouye que nos recibe en su palacio del bosque real. Es una visita curiosa con reminiscencias de tiempos pasados y tradiciones animistas que resulta muy interesante para nuestros visitantes.

Han sido unos días de una enorme intensidad, hemos movilizado un montón de españoles en la inmensa tarea de tratar de ayudar a las poblaciones mas alejadas de Senegal y nuestro equipo ha sabido estar a la altura. Quizás el comentario mas generalizado entre todos los participantes en estas intensas jornadas de viajes y visitas es que el equipo que tenemos en Senegal es extraordinario.

No podemos olvidar que al frente del mismo se encuentra Demba que es el que lo coordina todo, aunque no esté siempre presente, pero sobre todo es el que tuvo la visión de poner en marcha el programa de formación de titulados superiores en enfermería y agricultura que es el que hoy día forma el núcleo principal de este equipo.

Un núcleo formado y entusiasta al mismo tiempo, que no ha dudado en ponerse a la disposición de todo el equipo de Yakaar para conseguir que este viaje haya sido un éxito. No quiero individualizar, en primer lugar, porque han sido tantos, que seguramente me olvidaría de alguno, provocando un merecido enfado, pero, tampoco, porque creo que lo importante es el equipo que perfectamente organizado y ensamblado hemos conseguido formar en Senegal.