Blogs 2021

HACIENDO UN POCO DE TODO EN SENEGAL (2ª parte)

José María Piñero

CAP SKIRRING

Mañana de descanso en Cap Skirring. Realmente no la necesito porque llevo bien el programa de trabajo que yo mismo me he impuesto, pero no me queda más remedio que esperar a Nerea y su equipo, que están de gira por la ciudad recorriendo distintos centros. Cuando terminan vamos a buscarlas para que vengan a comer con nosotros a uno de los chiringuitos de la playa. Tengo interés en que Nerea venga con su equipo de la ONG “ser madre, ser mujer” a la región de Kedougou para, con sus técnicas, poder ayudar a mejorar las condiciones en un momento tan peligroso en nuestra zona como es el del parto de las mujeres. Pensamos que en aquella zona es fundamental. En nuestras últimas misiones sanitarias hemos tenido tres fallecimientos en partos en las escasas tres semanas que dura una misión sanitaria. Nerea me dice que tiene la zona de Kedougou en su programa y que en uno o dos años podrá ir allí a ponerlo en marcha. Buenas noticias. Tengo la satisfacción de mostrarles la inmensa playa de Cap Skirring que no han pisado hasta el momento y que es un auténtico regalo de la naturaleza.

BOUCOTTE

Nuestra siguiente parada es el Poste de Santé de Boucotte para visitar a nuestro amigo Lamine, enfermero del centro y a Malamine, su hijo, una vez vuelto a Senegal después de tres meses de vacaciones y revisión en España. Les encontramos fenomenal, Malamine jugando al fútbol, como es su pasión, y Lamine siempre profesional en su puesto de trabajo. Lamine nos pide que la misión sanitaria de febrero-marzo a la Casamance pase por su puesto de salud. Se lo planteará a Demba.

ISLA DE EHIDJ

Después de una fenomenal tormenta, nos vamos con Marie Luise a La Isla de Ehijd, donde trabaja Mónica con las mujeres en las mismas arpilleras que en Ibel. Nunca había estado en ninguna isla de la desembo-cadura del rio Casamance que no fuera Carabane. Aprovechando que Mónica de Camina Senegal, me había pedido que le trajera unas arpilleras de las que cosen allí las mujeres, me puse en contacto con Maire Luise y me presenté en la isla de Ehijd.

La isla es un paraíso de la calma y la tranquilidad. Como le dije a Marie Luise, se escuchaba el silencio. Ya sé que suena cursi, pero esa era la sensación que yo tenía. Lo primero que hacemos es dar una vuelta completa a la isla, solo tiene una docena de casas por lo que el paseo no dura mucho, pero es bastante agradable. Quizás lo que más sorprende es la limpieza del pueblo y de las casas.

En nuestro recorrido vamos saludando a todas las mujeres que participan en el taller de Camina Senegal con Mónica. Todas parecen muy entusiasmadas con el trabajo. Al final, se reúnen todas con Marie Luise y conmigo para enseñarnos lo que tienen ya hecho para ver si me lo puedo llevar a España. Son trabajos muy graciosos donde recogen sus experiencias con dibujos tipo naif realizados con telas de colores.

Comemos en la isla, en el restaurante de Chez León, que resulta una agradable sorpresa. La comida y la sobremesa con las mujeres que cosían las arpilleras de Mónica fue una auténtica delicia.

Un buen reposo para mi después de tantos ajetreados días.

OUSSOUYE

Solo me queda despedirme de Oussouye. Del campamento de Pierre y del mismo Pierre al que ya aprecio como uno más de mi equipo. Han sido unos días muy agradables amenizados además por la presencia de un investigador agrícola de origen italiano con el que Pierre está en continua disputa amistosa.

El camino de vuelta a Mbour por carretera es de nuevo mi pesadilla. La carretera trans-gambiana está destrozada. Se tardan 3 horas en escasos 100 km. Por si eso fuera poco la frontera vuelve a ser ese laberinto en el que no se sabe muy bien porqué se tiene uno que parar 7 veces. Siete veces contadas. Siempre me he preguntado si serán capaces de simplificar algún día estos trámites.

MBOUR

El día final de mi viaje en Mbour lo dedico a las visitas. Primero vamos a ver a Vieux que fue el último senegalés que acompaño a Demba la última vez que vino a España. Como todos los senegaleses sufre el impacto de la crisis y no ha podido terminar las obras de su casa. Por si fuera poco se le ha muerto una cuñada y, como a menudo pasa en Senegal, se han hecho cargo de su hijo de apenas unos meses. En todo caso, la familia trasmite esa sensación de felicidad salida de la nada tan frecuente en este país.

MI última visita es a Mor y su familia. Mor Ndaw ha sido un amigo más que un chófer estos últimos días en Senegal. Siempre está dispuesto a todo y siempre con una sonrisa. Ha sido un regalo tenerle conmigo estos días. Su familia es otra familia maravillosa y feliz de África.

Una mujer y unos hijos guapísimos y también medio acogido un sobrino aquejado de hidrocefalia. Su mujer, muy embarazada, ya ha dado a luz al hijo, llamado Demba, que esperaban. ¡Enhorabuena Mor!.

Y colorín colorado, este bonito viaje por mi querido Senegal se ha terminado.

HACIENDO UN POCO DE TODO EN SENEGAL

José María Piñero

EMBAJADA Y CONSULADO GENERAL DE ESPAÑA EN SENEGAL

Empiezo un nuevo viaje a Senegal con la visita a la embajadora española, Olga Cabarga, que me recibe junto al consejero de trabajo y el recientemente nombrado director de la Oficina Técnica de Cooperación (OTC). La embajadora y, especialmente, el director de la OTC hacen mucho hincapié en la necesidad de coordinación con otras ONG que trabajen en la zona. Explicamos que también es nuestra obsesión y que siempre contactamos con todas ellas para tratar de buscar puntos en común para trabajar. Nos comunican que va a haber una reunión de coordinación de ONGs hacia finales de año, reunión a la que nos van a invitar

Reiteramos nuestra invitación a avanzar en las líneas que ya habíamos trabajado anteriormente de facilitar la entrada de la cooperación española en la región de Kedougou, así como el programa de formación de los funcionarios senegaleses en temas fiscales. Como siempre, les dijimos que estaríamos encantados en recibirles y mostrarles nuestra zona de trabajo.

Con el cónsul general hablamos de los programas en marcha para traer ingenieros, enfermeros y niños a operar a España y la dificultad de obtener visado para los mismos. Nos explicó la imposibilidad de tener unas reglas fijas a la hora de la documentación necesaria para poder tramitar los visados debido a la innumerable cantidad de fraude que detectan a la hora de la petición de los mismos. Nos promete, en todo caso, ayudarnos a tramitar correc-tamente nuestros expedientes.

LAS GAFAS DE AMINATA

Al final del dia nos encontramos con Mor, nuestro conductor, que nos había pedido unas gafas para que su hija pudiera ver la pizarra. Gafas que hemos traído gracias a nuestra socia Irene Zamora de Óptica Zamora que graciosamente nos ha proporcionado los cristales necesarios.

VIAJE A KEDOUGOU

El dia siguiente se nos va prácticamente en atravesar el país de lado a lado en un viaje de 9 horas, casi sin paradas. Cada vez lo llevo mejor, es solo cuestión de paciencia. Me sigue sorprendiendo la cantidad enorme de camiones que van por estas carreteras, los adelantamientos son continuos. Tam-bién las colas en los peajes y en la propia autopista de pago de la salida de Dakar. Finalmente, el que, en tramos de más de 200 kilómetros, no hay ni un solo sitio “europeo” para tomar un café. Como esté cerrado el lugar en el que estás pensando parar, estás muerto. Pequeños tenderetes locales son la única alternativa, con sus bocatas de tortilla francesa recién hecha. Ciertamente constituyen una magnífica alternativa, pero solo para los no excesivamente escrupulosos, como yo.

BANDAFASSI

De vuelta a nuestro campamento nos espera un montón de trabajo administrativo, con la definición de los itinerarios y precios de los ingenieros que vienen en diciembre, las dos misiones sanitarias y los grupos del Colegio de Ingenieros que, con la apertura de las fronteras de Senegal, esperamos poner en marcha en los próximos meses.

Intento finalmente ir a ver el España-Francia de la final de la liga de naciones, pero me resulta imposible, a pesar de estar invitado en casa del vicealcalde. Las cadenas senegalesas no retrasmiten el partido y tampoco Canal+. Al conocer el resultado casi que me alegro.

VISITA AL SUBPREFECTO

Nos toca visita de cortesía al Subprefecto de Bandafassi. Nos recibe, como siempre en el caso de los subprefectos, ceremonioso, en su oficina. Como tal, también, parece poseído por el espíritu de la burocracia y nos reclama un informe trimestral de nuestras actividades en la zona. También nos dice que debemos ir a visitar el prefecto de Kedougou que es quien coordina las actividades de las ONG de la región. Menos mal que se tiene que marchar pronto, que si no, nos llena el saco de tareas.

KEDOUGOU

Hoy nos toca la burocracia. Nos vamos a Kedougou para renovar la autorización parental de Ousmane ante notario. Resulta extraordinariamente sencillo en esta oca-sión, porque tienen la muestra de la vez anterior y queremos muy pocos cambios. Previamente hemos tenido que ir a imprimir los documentos de Ousmane al liceo de Bandafassi y me vuelvo a sorprender de la precariedad de los medios con las que se trabaja.

El ordenador es un IBM que calculo tendrá al menos 15 años. Intento varias veces abrir el PDF donde llevo los documentos y siempre me da el error de que ha pasado demasiado tiempo para abrir el documento. Menos mal que de repente, cuando ya no lo esperaba, milagrosamente se abre.

Nuestra otra visita a la capital era para entrevistarnos con el jefe del distrito sanitario de Kedougou para hablarle de nuestros estudiantes de enfermería que acaban este año y de la manera de integrarles en la estructura sanitaria de manera provisional a la espera de que aprueben el examen nacional necesario para ejercer de enfermeros. La visita, sin embargo se frustra porque el Jefe de distrito no se encuentra disponible.

No nos queda más remedio que dedicarnos a las compras, también bastante frustrantes. Compro una máquina para afeitarme la media barba que llevo y ya me sorprende que sea fabricada en la República Popular de Corea. La pinta es idéntica a las Philips o Braun que se venden en Europa, pero, evidentemente la calidad no es la misma. No consigo que me corte ni un pelo.

Tampoco la bombilla que compro para intentar mejorar un poco la tenue luz de mi cabaña sirve para el casquillo. Menos mal que los plátanos y mandarinas si son comestibles. Por cierto el kilo de mandarinas marroquíes cuesta 3 euros el cambio, y, lógicamente, se venden de una en una. No, la vida no es más barata aquí.

Para rematar el día viene Mamadou Yaya, uno de nuestros estudiantes de enfermería y Adama, el enfermero del puesto de salud de Bandafassi. Ambos están trabajando juntos en el Puesto local, aprovechando las vacaciones de Mamadou.

También viene el pequeño Samba Diallo de 2 años de Nathia afectado de un labio leporino. Vamos a tratar de incluirlo en la lista de Hope & Progress para operar en Velingara a finales de diciembre. Es sorprendente como el pequeño, escrutado por todo el mundo alrededor, no vierte, ni una lagrima, ni una protesta. Solo mira entre asustado y curioso, con esa calma interior que trasmiten los niños en Senegal

Se suceden las visitas, Alpha de Thiancoumalal con el encargado de la piscifactoría de Itatou, Mamadou Yaya, nuestro estudiante de segundo año de enfermería, Aliou, el ingeniero técnico agrícola amigo de Khalipha y como colofón Diaw y Boudy que parecen salir de la nada, vienen en moto y en mitad de camino se han quedado sin luz, es ya de noche, pero no hay problema, se iluminan con el móvil…

No sé como, nuestras chicas: Marème y Assanatou se las arreglan para convertir una cena pensada para 4 en una de 10, pero no hay problema, allí comemos todos juntos y nadie se queda con hambre. Son los milagros de la teranga.

THIOKETHIAN

En Thiokethian visitamos el centro de salud, en este caso “Poste de santé”, los pequeños son “Case de santé”, que es muy grande pero está muy abandonado. Las cagaditas de murciélagos abundan por todas partes, lo que ya no indica nada bueno.

El techo está destrozado en muchas partes fruto de goteras en las planchas de aluminio que hacen de tejado. Hay un enfermero que parece perdido en el gran Poste de santé. No hay nadie en las consultas. La población de Thiokethian no parece justificar un centro tan grande. ¿Quién habrá decidido esta inversión?

La vista a Thiokethian acaba de la mejor manera posible. Un grupo de niños nos rodea y se quiere hacer fotos conmigo. Nos contagian con su alegría. En los momentos de mayor desánimo siempre son ellos, los niños, los que te sacan una sonrisa.

HOSPITAL DE KEDOUGOU

Se suponía también un dia tranquilo. Íbamos a Kedougou a comprar la pintura para el colegio de Damboucoye y los libros que el profesor de Ousmane nos decía que necesitaba, pero a la entrada de Kedougou, el programa cambió de modo repentino.

En la entrada estaban, primero Arouna y Seydou y unos pasos más adelante Mónica, fundadora y presidenta de la asociación Camina Senegal, y su equipo. Daba la casualidad de que Mónica y yo habíamos estado hablando últimamente de la posibilidad de colaborar en Senegal y sabíamos qué nos íbamos acercando el uno al otro a través de mensajes de WhatsApp pero no esperábamos encontrarnos tan pronto.

Mónica había quedado con el jefe del distrito sanitario de Kedougou para visitar el nuevo hospital de Kedougou y nosotros estábamos pendientes de la cita frustrada del día anterior. Así que decidimos hacer frente común y después de hacer rápidamente las compras, nos vamos al hospital viejo y nos colamos en la reunión de Mónica. Explicamos al jefe del distrito sanitario de Kedougou nuestros planes para el futuro más inmediato: la incorporación de los licenciados en enfermería, la próxima misión sanitaria de enero-febrero de 2022 y la posibilidad de alcanzar un convenio-acuerdo con la Comunidad de Madrid para el intercambio de profesionales y la utilización de su servicio de telemedicina.

A continuación nos vamos de visita al nuevo hospital. Es un edificio magnífico pero quizá con la pega de que se encuentra bastante alejado de la ciudad y será difícil para los enfermos acceder al mismo.

Nos recibe el Director del hospital y los pocos médicos que, por el momento trabajan en el mismo. El hospital se inauguró en junio y sólo trabajan en el centro: un urgenciólogo, un ginecólogo y un dentista. Las instalaciones son impresio-nantes con todos los aparatos de última generación. A la altura de los mejores hospitales de España. Sin embargo, una sensación de monumento sin vida nos llena de preocupación.

Es muy difícil imaginar cómo pueden llegar a aprovechar este maravilloso hospital, como van a poder reclutar el ejército de gente formada, muy formada, en la utilización de los diferentes equipamientos que necesita una infraestructura de estas características. Yo, que conozco bien el hospital actual, no puedo imaginar cómo se va a poder pasar de repente de la edad media al siglo XXI. ¿Será esta otra de esas infraestructuras monumentales que poco a poco se van deteriorando por falta de mantenimiento y de uso? Esperemos que no, pero grandes dudas nos asaltan.

Terminada la visita. Demba y los nuestros están en Damboucoye tratando de empujar para que la escuela pueda abrir sus puertas dentro de unos días en las mejores condiciones posibles y yo me voy a comer con Mónica y su equipo. Por la tarde vuelvo a nuestro campamento de Bandafassi y después de hacer unos recados Mónica viene a hacernos una amable visita

Durante la comida y por la tarde Mónica y yo intercambiamos mil y una anécdotas de nuestros respectivos transcursos por Senegal y quedamos en colaborar en la medida de lo posible. Por lo pronto yo le voy a ayudar con el papeleo para que pueda convertirse en ONGD y ella nos proporcionará una serie de contactos para el desarrollo de nuestras actividades.

BANDAFASSI

Entre tanto por la tarde, como siempre, una serie de visitas se van sucediendo. Vuelve el marido de Assanatou con el técnico de electricidad para traernos el presupuesto transcrito al ordenador y una pretendida descripción y esquemas del mismo que resulta absolutamente incomprensible. Tengo que tratar de extraer a duras penas la información necesaria para ver que será necesario para poderlo poner en marcha. También viene Arouna y Seydou por un lado y Alpha de Thiancoumalal con su amigo gerente de la piscifactoría. Total que al final un nutrido grupo de unas 10 personas vuelve a cenar a la senegalesa. Si en vez de Marème y Assanatou, fueran españolas los que llevaran la cocina, nos habrían mandado a la m… hace tiempo.

TALLER DE COSTURA DE CAMINA SENEGAL EN IBEL

Por la tarde nos hemos propuesto devolver la visita a Mónica y su taller de costura para las mujeres de Ibel. Llegamos pensando que estarían terminando la reunión, pero acababan de empezar. Algunas de las mujeres habían llegado tarde a la reunión. Las mujeres han realizado unas bolsas grandes con los sacos de arroz que están francamente bien. No tanto las arpilleras, que son un poco la estrella del taller. Mónica con gran paciencia parece dispuesta a empezar el trabajo de nuevo.

Asumo el papel de fotógrafo y a pesar de que el taller es bastante oscuro consigo unas fotos francamente buenas que creo serán útiles, tanto para el proyecto de Mónica, como para dejar constancia de mi visita.

PELEL KINDESSA

Nuestra siguiente visita es a la “Case de Santé” de Pelel Kindessa. Un desastre sin paliativos. Las instalaciones son pequeñas y malas. Hay una pequeña consulta y una sala de partos que parece imposible que nadie pueda a dar a luz en semejante tugurio. El auxiliar de enfermería y la matrona nos explican que no reciben absolutamente ningún salario.

Las medicinas que venden apenas les dan para comprar las siguientes y prácticamente nadie paga el precio establecido para las consultas. Su actuación es completamente voluntaria.

DINDEFELO

Hoy nos ha invitado a comer Seydou para celebrar su reciente matrimonia con Adama. La comida muy a la senegalesa, de cucharada y paso atrás, es fonio con mafe, probablemente lo que menos me gusta de la rica cocina senegalesa, pero la compañía merece la pena. Pasamos un rato muy agradable hablando, sobre todo, de futbol ya que Seydou es el segundo entrenador de uno de los equipos de Dindefelo y Doba presidente del equipo de Dande y ambos equipos se enfrentan dentro de unos días en la gran final de la copa del alcalde y la rivalidad es muy importante.

Tanto a la ida como a la vuelta hemos pasado por Thiancoumalal para saludar a nuestro amigo Alpha y su tienda franca-mente también muy venida a menos a causa de la crisis del COVID. Esperemos que con un crédito, de los que damos a los emprendedores, la tienda pueda de nuevo resurgir.

BANDAFASSI

Después de la reunión con las mujeres volvemos al poblado donde hemos quedado con el técnico en ingeniería solar que va a realizar la preinstalación del material solar que tenemos en Bandafassi. El técnico se retrasa, pero llega a media tarde y nos explica todo lo que ha visto. En general parece bastante puesto en el tema y le encargamos que empiece por las huertas que están pegadas a los ríos, luego el resto de huertas con pozo y el puesto de salud de Dindefelo.

DAMBOUCOYE

Al final del día nos acercamos a Damboucoye para ver si se ha acabado la pintura de la escuela. Se nos ha hecho tarde y ya no haya nadie trabajando, encima es domingo. En compensación la naturaleza nos obsequia con una bellísima puesta de sol de un lado y la presencia de una incipiente luna casi llena por el contrario. Un bonito espectáculo.

BANDAFASSI

Hay días que parece que no se hace nada pero son los días de mayor trabajo que uno puede imaginar. Después de una breve visita a Kedougou para hacer unas compras y unas fotocopias, volvemos al campamento de Bandafassi.

Tenemos dos temas importantes que tratar con el equipo de Yakaar África: el emplazamiento de los paneles solares que llevan ya más de un año a la espera de ser colocados y los detalles de la misión sanitaria. Formamos el equipo en la zona: Demba, Ambrosio, Cheikh y Doba, con aportaciones puntuales de Arouna y Alpha. Entre que, cuando están unos, no están los otros y que las discusiones aquí tienen un ritmo diferente, pasamos todo el dia decidiendo sobre estos dos asuntos.

PANELES SOLARES

Sobre el primero alcanzamos un acuerdo sobre los temas que ya teníamos claros. Centro de salud de Dindefelo para la instalación más grande, casa de salud de Baraboye para una de las pequeñas, las tres bombas de las tres huertas que se encuentran al lado del río Gambia: Thiancoumalal, Badala e Itatou y otra lista de 6 huertas con pozo ordenadas de según la cantidad de agua de que disponen: Thiokethian, Hamady Hery, Ndiandaye, Habibou, Ibel y Landieni. Durante nuestra estancia aquí nos ha surgido el problema del abastecimiento de Bandafassi, que, aparte del interés de las autoridades, está afectándonos gravemente al funcionamiento del campamento. Llevamos dos días casi sin agua, hoy hemos tenido que traer un buen número de baldes de agua desde el pozo y en estas condiciones, no quiero ni imaginar la situación en el resto del poblado, que además soporta un coste de agua que es casi 3 veces el del resto del Senegal. Así que teniendo en cuenta que los paneles que están en el centro de salud de Dindefelo pueden seguir haciendo su función, decidimos plantear la posibilidad de dedicar los que estaban previstos para el mismo al abastecimiento de Bandafassi. Ello deberá significar una reducción significativa del precio del agua para la población y la garantía que haya siempre suficiente presión del agua en todo el pueblo, y, por tanto, en nuestro campamento.

MISIÓN SANITARIA

El tema de la misión sanitaria nos lleva más tiempo y requiere un gran esfuerzo para alcanzar un consenso. En la misión sanitaria de 2020 hubo ciertas tensiones que queremos evitar a toda costa. Es fundamental encontrar un equilibrio entre lo que podemos ofrecer al personal local, lo que podemos pedir al personal sanitario español y los recursos disponibles en Yakaar. El personal local hace un esfuerzo enorme interpretando y acompañando y ayudando a nuestra gente, pero también tiene que comprender que estamos todos haciendo un sacrificio en beneficio de su pueblo.

El personal sanitario español se lo paga todo: el viaje, el alojamiento y la manutención, pero también debemos estar atentos a los problemas de logística y a no hacer una competencia desleal a los negocios locales, que impiden a veces dar algunos servicios adicionales.

Las relaciones personales son muy importantes y valores como el compañe-rismo y la camaradería deben ser fomenta-dos pero sin perder de vista de que una misión sanitaria es fundamentalmente el desarrollo de una actividad profesional sanitaria y todo lo que se haga durante el tiempo que dura la misión debe estar presidido por dicha actividad sin dar lugar a posibles malentendidos.

Para Yakaar África la misión sanitaria es un esfuerzo extraordinario que consume una buena parte de nuestros recursos. Conciliar todos estos aspectos no es fácil, pero vamos a conseguir una solución que sin satisfacer a todos plenamente, si que permita un equilibrio razonable entre todos los aspectos en conflicto. Me toca redactar un documento que recoja las principales preocupaciones planteadas.

DIA DE VACACIONES

Hoy se marchan Demba, Ambrosio y Cheikh a recoger a unos turistas y a una boda. Me quedo con Arouna y poco después viene Doba a recogerme para ir a Dindefelo conde nos esperan unas jornadas de trabajo creo que duras, así que decido tomarme el dia de “vacaciones”. Ello significa chuparme las casi dos horas del infernal camino de Bandafassi a Dindefelo (apenas 25 Km), subir media hora andando hasta la cascada y luego otra hora larga hasta la meseta (el plateau) de Dande. Todo ello con una temperatura que ronda los 35 grados y un 99% de humedad.

Pero merece la pena. El bocadillo de tortilla en el puesto de la entrada del campamento le dogón, donde reina Moussa el pequeño bandido, hijo de Cadet, la cocinera, ya es un placer gourmet. Luego el baño en la cascada es pura delicia. En esta época del año el agua está muy buena. Aunque los locales dicen que es peligroso porque se desprenden algunas pequeñas rocas debido a las lluvias, yo no encuentro ninguna dificultad. Como tenemos tiempo me pego dos buenos baños.

DANDE

La subida a Dande es algo más complicada. Los kilos y los años no pasan en balde. Voy con Doba y dos chicos que transportan mi mochila y diversas mercancías para la tienda de Doba. Me dejan hacer como si yo fuera más deprisa que ellos y se mantienen bastante detrás. Cuando ven que me paro automáticamente se paran a prudente distancia. Cuando llego, he tardado algo más de una hora. Ellos me confiesan que suelen subir en menos de 20 minutos. Además estoy como si acabara de bañarme en la cascada, la ropa me chorrea.

La subida merece la pena por la puesta de sol espectacular que consigo disfrutar a la entrada del poblado. En la meseta casi siempre hay maravillosas puestas de sol y hoy no ha sido una excepción.

La noche en Dindefelo resulta toledana. El colchón del campamento debe estar lleno de pulgas y nos pican por todas partes. Aguanto como puedo pero a la mañana siguiente tengo auténticas hileras de picotazos. Menos mal que ya me ha pasado en otras ocasiones y vengo preparado con antihistamínicos.

AFIA THIABECARE

De Dindefelo salimos hacia Afia Thiabecare para ver a nuestro amigo Alpha y el taller de costura de la ONG Africa Bassari. Para nuestra alegría, el taller ha vuelto abrir y se ve a las chicas y el profesor de costura de nuevo trabajando. El COVID ha afectado a la capacidad de comercialización de los productos en España pero Alpha está buscando nuevas vías de comercialización en Senegal y en España y está poniendo en marcha proyectos paralelos de agricultura que aseguren la sostenibilidad del proyecto. Le felicitamos y animamos a seguir por ese camino. Alpha que nos había prometido invitarnos a un bocadillo, no cumple su palabra y nos invita a una comida en toda regla de carne con patatas.

THIANCOUMALAL

De ahí pasamos a Thiancoumalal donde nos espera el otro Alpha. Traemos un balón de regalo para los más pequeños y pasamos un buen rato viendo como juegan los niños y disfrutando con sus juegos. No podemos evitar que Alpha nos invite de nuevo a comer. Como decía un amigo mío, más vale comer dos veces que dar explicaciones.

De Thiancoumalal pasamos a Itatou. Hemos conocido estos últimos días, entre la gente que parece en nuestro campamento de Bandafassi y se queda a cenar a Dina, el encargado de la piscifactoría y tengo interés en ver cómo marcha la misma, ya que desde que estaba en construcción no la he visto nunca en funcionamiento. La piscifactoría no es que me guste en especial, el agua está tan verde, debe de ser así, que no se ven los pescados, pero Dina nos explica que cada semana veden entre 150 y 200 kilos de pescado en el mercado de Kedougou.

CAMPAMENTO DE BANDAFASSI

Nos dedicamos a repasar las habitaciones del campamento de Bandafassi. Comparado con la experiencia que hemos vivido en Dindefelo y sus pulgas, nuestro campa-mento de Bandafassi es el Hilton. Aun así acumula una serie de pequeñas carencias que nos hemos propuesto resolver. Una vez pasada revista a todas las cabañas del campamento elaboramos una larga lista de necesidades: bombillas, alargadores, cerra-duras, cubos, jarros, sábanas, toallas, colga-dores, espejos, platos, vasos, cubiertos, etc. De ahí pasamos a Kedougou para hacer las compras. Nunca pensaría que echara de menos las tiendas de los chinos de España. Todo eso que en España se encuentra en una sola tienda, nos cuesta recorrer Kedougou de norte a sur y de este a oeste. Aun así algunas cosas, como los espejos, no somos capaces de encontrarlas. Al final, es en el único supermercado que existe en Kedougou el lugar donde encontramos la mayoría de las cosas. Como siempre las compras en África son una auténtica pesadilla.

A la vuelta me sorprende lo despacio que viene Doba por la carretera entre Kedougou y Bandafassi, que es uno de los pocos tramos buenos de carretera que existen en estos momentos en Senegal. Al llegar al campamento me entero de que vamos sin frenos. Ha tenido que frenar gracias a la vegetación. Sin comentarios…

Por la tarde me da por subir a Andiel, el segundo poblado beddick más importante después de Iwol. La subida no es tan difícil y las vistas son muy bonitas. Tiene también una cerámica con figuras de mujer muy divertida que aprovechamos para comprar e incorporar a nuestra colección.

SALEMATA

Nos dirigimos a Salemata, que es otro departamento dentro de la región de Kedougou. Es la zona más típicamente bassari del País Bassari. El poblado es grande y han realizado otra de esas infraestructuras un poco absurdas: un mercado alejado de la población que se encuentra absolutamente vacío. En el centro del pueblo sigue el mercado tradicional en todo su esplendor.

Nos pasamos por el centro de formación técnica donde se imparten cursos de fontanería, agro-ganadería, cocina, peluque-ría etc. La impresión es bastante triste, algunas de las instalaciones son provisionales de paja trenzada. El director insiste en que necesitan financiación, no es de extrañar.

Luego pasamos por el “hospital” departamental lo pongo entre comillas porque las instalaciones que visitamos eran terribles. Las salas de urgencia, hospitali-zación y cuidados eran mínimos espacios sin luz, con la gente de tres en tres en unas camas y colchones que daba miedo verlos. Hay ocasiones en que no me atrevo ni a sacar la cámara de fotos, creo que es mejor. El contraste con el modernísimo hospital de Kedougou resulta insoportable.

ETHIOLO

De Salemata pasamos a Ethiolo que es la auténtica capital del mundo Bassari. La construcción es diferente, aquí las chozas están hechas con grandes piedras y resultan francamente bonitas. En esta zona también utilizan unos ladrillos macizos de arcilla muy parecidos a los que tenemos en España, que mejoran bastante a los feos bloques que se están imponiendo por todo Senegal.

La población Bassari presenta sus propias características, viven muy dispersos en núcleos familiares y solo se juntan para la ceremonia de iniciación. Eso sí, estas ceremonias tienen un ritual bastante compli-cado que parece sacado de un documental de National Geographic. La parte más importante del mismo es la lucha entre los iniciados y los jóvenes del poblado disfrazados con máscaras. Los iniciados armados con machetes de madera y protegidos con un escudo en forma de arco y las máscaras armadas con palos y protegidos con dos palos en forma de aspa.

Todo eso se acompaña de un ritual de presentaciones, entregas de regalo, cerveza de mijo. Los bassaris, como los beddick, son cristianos y, por tanto, beben, etc.

Todo lo anterior se desarrolla en lo que llaman la gran plaza, que en realidad es una espacio abierto rodeado de algunas cabañas de piedra que son las casas que utilizan los iniciados para guardar los regalos que reciben, por separado de hombres (cerveza o vino) y mujeres.

BANDAFASSI

Volvemos a Bandafassi después de recoger en Kedougou las últimas compras para la jornada de bricolaje en la que pretendemos mejorar un poco nuestro campamento en la localidad.

Resultó una jornada muy productiva y divertida. Mor demostró su pericia como “manitas” y Arouna y yo ayudamos lo que pudimos. Hemos cambiado las bombillas de todas las habitaciones y baños. También las del comedor y la cocina. Hemos comprado cubos nuevos para todos los baños, hemos puesto espejos en todos ellos, rústicos pero grandecitos, no como los que había. Hemos puesto colgadores, tanto en las habita-ciones, como en los baños. Hemos reno-vado las escobillas y puesto portarrollos. Una rehabilitación en toda regla. Nuestros voluntarios, empezando por mí mismo, se lo merecen.

Una anécdota: había que limpiar los espejos y compré un limpiacristales, ni Marème, ni Assanatou, habían visto tal cosa en su vida. Les dije que se llevarán a su casa el producto sobrante y, después de hacer un repaso exhaustivo, concluimos que el único cristal que había en sus casas era el de la pantalla de los móviles.

Por la tarde nos vamos despidiendo de todos los amigos. De Ibrahima, el vicealcalde, de Marème y de Assanatou que me han cuidado como verdaderas madres, de Arouna, que se ha quedado hasta el último momento conmigo y, especialmente, de la familia de Ousmane. De nuevo me acerco a Landieni y con la ayuda de Arouna montamos unos divertidos coros familiares con los niños, las mujeres y todo el que se tercie para agradecer a las familias que acogen a Ousmane en España su cariño hacia él.

BiIali, el padre de Ousmane, me regala una tela para que me haga un atuendo senegalés. No sé cómo me va a quedar, la primera puesta es lamentable.

Y hasta aquí el reato de esta primera parte de mi viaje a Senegal.

LA RESACA DEL REGRESO. REFLEXIONES DE UN VIAJE DIFERENTE

Isabel Chacón Pascual

Después de año y medio, de muchos permisos, miedos e incertidumbres; por fin he vuelto a visitar a mi familia de País Bassari. Ya no recuerdo cuantos viajes he realizado a Senegal desde que mi primer voluntariado en Yakaar África me atrapara para siempre en este país: viajes con las misiones sanitarias, viajes posteriores como turista conociendo lugares y viviendo momentos que difícilmente dan tiempo como voluntaria y que te dan una visión diferente de este bello país.

Cuando José María me dijo que escribiera mis impresiones como turista pensé que esta vez ha sido muy diferente, este viaje ha sido de convivencia con mi gente más querida, sin visitas turísticas, sin demasiados desplazamientos, simplemente compartiendo vida y momentos con ellos.

Aunque también he aprovechado para realizar algunas “tareas” para Yakaar África:

financiación del proyecto emprendedores, entrevistas con los estudiantes de enfermería que terminan este año para concretar sus proyectos con Yakaar, comprar telas y material para los mercadillos solidarios que hacemos en España, llevar medicación necesaria para Ousmane y ayudar a gestionar el regreso a España de Ousmane y Malamine. Aunque con no pocas dificultades e imprevistos se ha podido solucionar todo con éxito. Quien crea que ya lo sabe todo sobre la paciencia debería pasar por el trance de realizar trámites burocráticos como pasaportes, visados, pruebas PCRs, una simple fotocopias… en este país.

Este viaje ha sido muy diferente, empezando por el traslado de ida y vuelta a País Bassari, que siempre había realizado en la cómoda furgoneta de Demba con las misiones sanitarias o en un setplace, el típico taxi senegalés, en los viajes como turista. Esta vez los 700km los he recorrido en el autobús local, 12h de viaje sin aire acondicionado, ni lujos, ni demasiadas paradas, acompañada de gente que debe realizar a este viaje para cualquier trámite en la capital, con maletas, motocicletas e incluso cabras en el techo. Una experiencia curiosa e inolvidable.

Experiencia nada comparable con la llegada a Dindefelo por una carretera inexistente, cargados hasta las cejas en una pequeña moto… viaje incomodo y fascinante a partes iguales contemplando el maravilloso paisaje de rojiza tierra, fastuosos baobabs y naturaleza en estado puro.

El día que tuvimos que trasladarnos con lluvia pensé qué en África, al fin y al cabo, se aprende pronto porque todo es relativo… y siempre puede ser peor. Las tormentas en África son todo un espectáculo, el cielo se cubre de negros nubarrones y empiezan a caer unos goterones dispersos que en cuestión de segundos se transforman en un diluvio tan impresionante que parece que el cielo se va a desplomar sobre la tierra. Una lluvia cegadora que de repente da paso de nuevo al implacable sol africano, como si nada hubiera ocurrido.

Mis impresiones entre mi primer viaje como voluntaria y este último me han hecho reflexionar mucho y como dice el pediatra Iñaki Alegría de su experiencia en Etiopia la pobreza no estaba en África sino en mi mirada hacia ella, he entendido también que los estereotipos nos separan y nos dividen, que vivimos en un mundo lleno de fronteras, pero la más peligrosa no es el mar o la valla, sino nosotros mismos, nuestros prejuicios. Espero estar aprendiendo, aunque confieso que sigo tropezando con piedras en el camino.

Los voluntarios cambian, pero quienes no lo hacen son las personas locales, que permanecen atrapadas en el tiempo.

La llegada, las expectativas, los prejuicios salvadores… los voluntarios quieren sentirse útiles y buscan un viaje de cooperación, porque se siente deprimidos, o quieren encontrarse a sí mismos o buscan la experiencia de su vida.

Y así he vivido yo durante casi un mes, atrapada en el tiempo, conviviendo día a día con las dificultades, la falta de medios, de agua, de electricidad, de unas mínimas condiciones sanitarias y de habitabilidad para mucha gente, demasiada gente. No puedo imaginar el día a día perpetuado en el tiempo y sin un futuro a corto plazo. Es inhumano y es injusto… Y la resilencia de su gente sin perder la sonrisa ha sido, como siempre, una gran enseñanza de vida.

Los países del África subsahariana se han librado en gran medida de la pandemia pero de ninguna forma de la miseria que sigue siendo cada día más terrible. Siguen cerradas las fronteras y me cuentan que la ayuda del gobierno en la zona de Kedougou ha consistido en un saco de arroz para cada familia… en un año y medio sólo un saco de arroz, creo que me voy a ahorrar los comentarios al respecto.

Pero no quiero solamente hablar de la abundancia de los aspectos más negativos, de la pobreza, enfermedades y otras miserias; que existen, pero igual que existen también estos aspectos más positivos que te hacen amar a este país y su gente de esa manera tan especial: Reencontrarme con viejos amigos, con nuevas amistades que me han acogido desde el primer día como sólo la teranga senegalesa sabe hacer, ha sido como volver a casa después de tanto tiempo… El tiempo ha pasado pero nuestra amistad y nuestra pasión por lo verdadera-mente auténtico no ha cambiado… y lo he disfrutado al máximo.

He tenido que sacar agua del pozo para ducharme y utilizar un baño compartido con mis vecinos de una pequeña habitación de Kedougou… pero todas las “incomodidades” se han visto superadas por esa vida en común, esa vida en la calle, con la comunidad, compartiendo absolutamente todo: el fuego para cocinar, los utensilios, la comida, el café, los buenos días y las buenas noches, las conversaciones hasta muy tarde bajo un árbol de mango, la lluvia y el sol, las risas y la música, los bailes improvisados, la sabrosa comida senegalesa y la española que fue una tortilla deconstruida, porque como dice José María no conocen el teflón, con buen sabor pero imposible de definir y que en España hubiera sido altamente criticada, pero que nos hizo reír muchísimo y que nunca olvidaré… porque eso es lo que hace esta gente, reír durante la mayor parte del tiempo ante las adversidades, creo que para no perder la razón, ríen para no hundirse en la desesperación. Y algunas veces el mejor remedio para los golpes y las contusiones son los chistes, las carcajadas y un buen grupo de amigos para compartirlo.

He podido disfrutar, esta vez de verdad, del delicioso té senegalés, excusa perfecta para reunirse y hablar hasta muy tarde, del amor y de la muerte, de África y de Europa, de todo y de nada, en un espacio propicio para todo tipo de conversaciones, ya sea en los talleres de los sastres amigos que trabajaban hasta tarde por la proximidad del Tabaski como en el cibercafé de Thierno, un chaval encantador con muchos problemas de movilidad y al que una asociación española le ha montado un pequeño local con ordenadores para que pueda ganarse la vida.

En este viaje he descubierto el verdadero sentido de la ceremonia llamada ataya y que puede tener lugar a cualquier hora del día, y en cualquier lugar. Ya sea en el trabajo, en casa, o incluso en las calles, es una parte crucial de la vida social senegalesa. Ataya no es un proceso rápido, puede tardar hasta tres horas, pero eso les da más tiempo a los amigos y familiares para hablar y ponerse al día. Durante la comida no se habla porqué ya se hace con el té. Y aquí es donde descubrí el verdadero sentido del sonsonete que siempre me repetían mis amigos: “Vosotros, los europeos, tenéis los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo”. Como dice Ryszard Kapuscinski en Ébano: “El europeo y el africano tienen un sentido del tiempo totalmente diferente, lo perciben de maneras dispares y sus actitudes también son distintas”. Es curioso que no celebren los cumpleaños, a veces no saben y no les importa lo más mínimo cuando nacieron ni el concepto de la edad, viven en el presente. Desde hace mucho soy consciente que cualquier pregunta relacionada con el horario está considerada políticamente incorrecta en África.

Por fortuna y también por desgracia, mi viaje ha coincidido con el Tabaski o fiesta del cordero, una de los acontecimientos religiosos más importantes del año para la comunidad musulmana. Por fortuna, porque ha sido una vivencia muy especial que no te pueden contar.

Por desgracia porque el país se paraliza y los trámites burocráticos para el regreso de Ousmane y Malamine se convirtieron en una pesadilla, pero ha valido la pena. El Tabaski es como la Navidad y el Fin de Año de los cristianos, y en muchas cosas se asemeja. Es un día de celebración, de espiritualidad, de compañía y de vida en familia. Se come cordero durante todo el día y nadie, absolutamente nadie se queda sin comer. Ya nos encontrábamos de regreso a Dakar, lejos de Dindefelo, en Mbour, y tuvimos varias invitaciones de compartir ese día, hasta del taxista que nos llevó por la ciudad para los trámites de Ousmane y apenas nos conocía. Pasamos ese día con Mor, uno de los conductores de las misiones, imposible una negativa al respecto. En Senegal se considera un honor tener invitados en el Tabaski. Impresionante la comida, pero sobre todo impresionante la hospitalidad con nosotros y con todos los vecinos, a los que no tienen posibilidades para comprar un cordero se les lleva parte de la comida que han preparado, todo se comparte; cuanto más compartes, más bendiciones recibes. Después se visita a los vecinos para saludar y pedirles perdón si durante el año les ofendieron de alguna manera. Todo el mundo se engalana con vestidos nuevos, es un festival de colores y brillos.

Yo sabía que el Tabaski es una fiesta muy importante para ellos, pero no me imaginaba hasta qué punto. Me explicaron que todo el mundo estrena ropa, es la tradición, por eso los sastres estaban tan atareados.

Los niños estaban muy contentos porque la tradición manda que hay que darles una propina, una especie de aguinaldo, y ellos iban casa por casa a pedirlo con extremada educación, me sigue alucinando la educación de los niños con los adultos en este país. Ese día me transporto a las navidades de mi infancia. Descubrí qué a pesar del color de piel, de la religión y de las distintas costumbres, todos somos bastante parecidos.

Creo que esto es lo que llaman teranga, para mí ha sido el mayor sentido de pertenencia a un grupo que he tenido jamás… pertenencia auténtica, sin individualismos ni egos, en comunidad. A lo mejor viví algo parecido durante la infancia, donde todos sentíamos formar parte de algo mágico e irrepetible, sin los prejuicios de la edad adulta.

Incluso recuerdo que en una noche de baile africano llegué a olvidar el color diferente de mi piel y me sentí parte de ese grupo, de ese mismo color y de esa misma identidad bailando con Sousybou, un chico que conocimos esa noche y que bailó con una sola pierna debido a un accidente de tráfico, sin ayudas, sin trabajo por el accidente y que con su muleta bailó de una manera espectacular… y todos lo hicimos con él, sin prejuicios, echándole mucha valentía a la vida que le había tocado vivir. Al día siguiente le dije que intentaríamos conseguirle una prótesis, en Europa es algo muy sencillo. Y en ello estamos, espero poder bailar el próximo año con él y sus dos piernas, me lo prome-tió. “La vida no es como la pintan, sino como la coloreas”

Esa noche me sentí tan identificada con tanta injusticia, como en el libro “Negro soy, negro me quedo. Aimé Césarie. Conversaciones con Françoise Vergês. Textos (in)surgentes Ed. La Vorágine. Cultura crítica”. Recomiendo su lectura, ya que siembra un pensamiento crítico del brutal negocio de la esclavitud de millones de personas negras en las Américas y del desarrollo de una Modernidad europea que hablaba de libertad, igualdad, fraternidad para todos los “hombres”, siempre que fueran “blancos”. Aunque nos incomode reconocer esta realidad.

En anteriores viajes me sorprendió la visión constante y repetida de aquellos niños con una lata, sucios, harapientos a menudo, descalzos muchas veces, deambulando por todas partes, en las ciudades, en las gasolineras… Son los niños del bote o talibés. Creía que ya lo había visto todo sobre la mendicidad infantil, pero se nos estropeo la moto y fuimos a un taller para repararla… descubrir a los niños aprendices de mecánico me volvió a impactar, la misma suciedad y pobreza, ayudando al mecánico a cambio de un plato de comida… y me contaron que están mejor tratados que en las daaras y así aprenden un oficio. Casi que tenía que alegrarme por esos pobres niños…Tremendamente injusto y desolador, cuando veo estas barbaridades siempre me pregunto dónde está UNICEF y los derechos internacionales de los niños. Estos niños provienen, en general, de zonas rurales muy pobres o de países vecinos más pobres todavía como Gambia y Guinea Bissau. Donde sus padres los entregan a un marabú, un maestro del Corán para que les enseñe el contenido del libro sagrado, ya que el conocimiento de éste es la base de tener una educación en este país de mayoría musulmana. Esa donación, en muchos casos también tiene bastante que ver con la imposibilidad de asegurar su sustento por parte de sus familias.

Los marabúes sin escrúpulos se aprovechan de la pobreza y el analfabetismo de las familias rurales que los dejan en sus manos. Desde 2005 existe una ley que prohíbe la mendicidad infantil en Senegal, pero ni se cumple ni se aplica. Una mezcla de pobreza, tradición y explotación impide que el Gobierno senegalés acabe con la mendicidad infantil en la que se encuentran atrapados unos 50.000 menores. El problema de fondo es que el Gobierno no tiene el coraje político de enfrentarse al poder religioso, que sigue ejerciendo una enorme influencia en este país. La buena noticia, sin embargo, es que la sociedad senegalesa está reaccionando ante esta injusticia denunciando la mendicidad y creando asociaciones locales para ayudar a estos niños.

Pero a pesar de todo lo malo, siempre en Senegal hay todo lo bueno… Y esto es lo que la hace tan especial. Esta vez mi viaje no ha sido la agotadora misión sanitaria, ni el bucólico e irreal turismo. Tan sólo hicimos una visita a la ya conocida cascada de Dindefelo durante la semana que pasamos allí, en plan excursión de la niñez, comiendo el fruto rarísimo de las lianas llamado laré,

muy apreciado tanto por humanos como por chimpancés y que en su interior puede contener más de veinte semillas inmersas en una pulpa ácida y amarillenta; sacando miel de los troncos de los árboles como hacen los monos y como hacían mis amigos cuando eran niños y contando historietas de la infancia. También tuve la inmensa suerte de estar en la boda de Seydou, como una invitada más del poblado, donde pude ver a Kikala, que esta estupendamente. Me considero muy afortunada de poder compartir con mis amigos su vida desde dentro, sus inquietudes, miedos y esperanzas y que a modo de resumen sería como las palabras de Hamidou Sall (Amewa), un artista senegalés que pinta bonitos cuadros con mensaje en Alicante (Facebook: arte africano alicante): VIDA COTIDIANA AFRICANA: “Les invito a descubrir un continente en el que las mujeres se levantan, abrazan a sus hijos y no son siempre víctimas como se suele dibujar.

Un continente en el que los hombres, concienzudos, trabajan para que sus hijos tengan un futuro prometedor. Un continente donde los jóvenes luchan para cambiar un destino cada día más resbaladizo. Hombre, mujer o niño, cada individuo ocupa un lugar determinado y bien definido en el seno de la sociedad Bassari.

Y aquí estoy de vuelta, intentando recuperarme de la resaca de tantas emociones ambivalentes, preguntándome que tiene este continente para hechizarme de este modo. Es lo que tiene África, que te despeina el alma y sólo piensas en volver, sólo espero no tardar mucho. Coincido plenamente con Van der Post en “El ojo oscuro de África”: “Viajamos a África porque así nos acercamos a los lugares desconocidos de nuestro propio espíritu aún no comprendido del todo”

REENCUENTRO CON LA FAMILIA DE SENEGAL

Isabel Chacón Pacual

Después de año y medio, de muchos permisos, miedos e incertidumbres, por fin he vuelto a visitar a la familia de Senegal. Como siempre impresionante recibimiento, sin perder la sonrisa a pesar de la difícil situación

PROYECTO EMPRENDEDORES

La situación en Senegal está cada día más complicada por la falta de ayudas gubernamentales. Siguen cerradas las fronteras, todo lo relacionado con el turismo está hundido y la economía está totalmente paralizada.

Por ello desde YAKAAR AFRICA, y organizado por nuestro equipo en Valencia se intenta paliar esa falta de apoyo y con la organización de mercadillos, venta de productos senegaleses y todo lo que se les ocurre.

Con ese dinero, desde el "Pro-yecto Emprende-dores" se finan-cian pequeños proyectos loca-les con microcré-ditos para la subsistencia de nuestros compa-ñeros y el de sus familias, que si antes tenían poco, ahora no tienen absoluta-mente nada.

Desde aquí a-gradecer a todas las personas, que son muchas, por hacer reali-dad la esperan-za de los más desfavorecidos!!!

El ingrediente más importante es levantarse y hacer algo. El verdadero emprendedor actúa en lugar de soñar " NOLAN BUSHNEL

OUSMANE

Al llegar a Kedougou la primera visita obligada fue al pequeño y auténtico por su enclave natural poblado de Landieni para ver a Ousmane y también llevarle la medicación necesaria para su problema cardíaco.

Ousmane, como siempre, entrañable y un gran anfitrión... Está estupendamente con sus amigos y su gran familia, hablamos de los estudios, repasamos la medicación, nos presenta a su nueva prima y nos invita a comer arroz con yassa, me dice que le gusta la comida senegalesa y española por igual... Y que su comida preferida es la pizza... Al final gana Italia.

En la visita nos acompaña Daouda Ba, estudiante de enfermería de Yakaar África en su último año, y visitamos a una anciana del poblado, tía abuela de Ousmane. Por desgracia, sólo se pueden proporcionar cuidados paliativos debido a su estado y su avanzada edad. La familia está de acuerdo en no trasladarla al hospital y me sigue sorprendiendo la diferente actitud ante la vida, la enfermedad y la muerte... Y sobre todo del respeto y cuidado de la gente anciana. Lo resumiría en tres palabras: RESPETO, SERENIDAD Y CORAJE... Siento una mezcla de emoción y envidia ante tantos valores que hemos perdido por el camino del progreso y la modernidad.

La conversación con su hijo, que habla castellano ha sido una lección de vida para mí, siempre que vengo me llevo aprendizajes valiosos.

Nos despedimos de Ousmane, esperando que se solucionen algunos problemillas burocráticos y pronto pueda regresar a España para su revisión médica.

ESTUDIANTES DE ENFERMERÍA

Orgullosa de que este año cuatro nuevos compañeros terminen sus estudios de enfermería gracias a YAKAAR AFRICA.

Junto con Aty Diatta, que terminó el año anterior ya tenemos todo un equipo sanitario senegalés, porqué ese es el camino y el cambio necesario, ellos mejor que nadie conocen la población y el sistema sanitario de su país.

Aprovechando mi viaje he podido entrevistarme con Daouda Ba y Cheikh Diallo. El resto está en poblaciones lejanas terminando sus prácticas. Muy provechoso el poder comentar en persona sus inquietudes, su futuro y sus próximos proyectos de fin de carrera para que el año que viene aporten su profesionalidad en colaborar con Yakaar África en temas sanitarios.

Hemos creado un grupo para que la comunicación sea más fluida y juntos podamos crear proyectos sanitarios eficaces y eficientes para la salud de la población senegalesa.

Recordando algunos de los momentos vividos a lo largo de estos cuatro años durante las misiones de unos grandes estudiantes que han sabido aprovechar esta oportunidad de empoderamiento.

Enhorabuena a todos ellos por su esfuerzo y perseverancia a pesar de las enormes dificultades, de las que soy muy consciente. MUY GRANDES!!! TODA MI ADMI-RACIÓN.

KIKALA

En Dindefelo, reencuentro con Kikala, cuatro años después de que en una de las misiones sanitarias de YAKAAR AFRICA le atendiéramos por una grave crisis de su patología, la drepanocitosis.

Verle tan mayor, y sobre todo tan feliz y con esas ganas de jugar y esa energía me ha emocionado, no puedo sentirme más dichosa y reconfortada. Estás buenas noticias te hacen olvidar todos los malos momentos. Compartir comida, juegos y compañía con él y no sólo momentos malos fue una cura para el alma.

Nosotros hicimos algo muy puntual, ya que la mejoría de Kikala ha sido posible gracias al titánico esfuerzo de María José Ridao y el inmenso trabajo que hay detrás de todo esto y que no se ve, Kikala ahora es un niño feliz con su familia en Dindefelo. OBJETIVO CONSEGUIDO!

COMPLICADO REGRESO

El final del viaje lo pasamos intentando regresar a España acom-pañada por Ousmane y Malamine para sus revisiones médicas y para que pasen el verano con sus familias españolas.

Después de muchos trámites... papeles... permisos...idas y venidas... compenetración con el equipo en España colgado eternamente de un teléfono y un largo etcétera que es complicado entender para quienes podemos movernos libremente por el mundo...el objetivo se ha conseguido al 50 %, ya que debido a un problema burocrático Malamine en el último mo-mento, y ya en el aeropuerto, ha tenido que esperar en Senegal para que se solucione... Nos ha dado muchísima pena dejarle allí, pero seguro vendrá en los próximos días... Inch Allá. Ousmane sí que ha conseguido reunirse con su familia española y está encantado con su comida preferida, la pizza, después de tanto tiempo...

Agradecidos a todos los que han hecho posible este reencuentro, al equipo de YAKAAR AFRICA en Senegal: Demba, Ambrosio, Aty Diatta y su ayuda con los "papeleos" en Dakar, Mor y sus idas y venidas al aeropuerto "in extremis", Diao Diallo y su eterna paciencia para solucionar imprevistos que han sido muchos, José María y su capacidad de coordinación y gestión siempre al teléfono para todo, Camilo Martínez y su ayuda en el aeropuerto y en la gestión de los vuelos...

Por último agradecer a Iberia su deferencia por cuidarnos tan bien durante el viaje de vuelta, después de tantos nervios, todos han sido maravillosos con nosotros, gente grande Regreso agridulce lleno de muchas emociones..........Ousmane, feliz verano... Malamine, te esperamos muy pronto.

LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN

Permitidme un pequeño llamamiento final: ¡AYUDANOS A AYUDAR! Hazte socio....www.yakarafrica.com

Los países del África subsahariana se han librado en gran medida de la pandemia pero de ninguna forma de la miseria que sigue siendo cada día más terrible, ahora amplificada por la falta de ayudas del exterior. Las "ayudas oficiales" no existen. Sólo queda aguantar... Convivir un mes con esta situación ha sido difícil... No puedo imaginar el día a día perpetuado en el tiempo. Es inhumano y es injusto... Y la resiliencia de su gente sin perder la sonrisa es una gran enseñanza de vida!!!

Los viajes a Senegal son nuestro mejor escaparate... Ya que la ayuda es llevada directamente a los beneficiarios, sin intermediarios, sin sede y sin gastos administrativos innecesarios. Financiamos la formación de profesionales, ayuda a cooperativas, granjas, huertas, misiones sanitarias, pequeños proyectos con microcréditos para fomentar el empoderamiento y la autonomía y muchos casos individuales con crowdfunding y el apoyo de otras asociaciones.

Un pequeño esfuerzo aquí, puede ser de gran ayuda allí donde más se necesita.

"La pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos. Y erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia"

NELSON MANDELA

LA ARTEMISA

MARIAMA SANE

La artemisia (Artemisia vulgaris), también conocida como artemisa, es una planta herbácea conocida por su poder fortificante. Se ha utilizado en la medicina tradicional durante miles de años. ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo reconocerlo?

ARTEMISA: ¿CÓMO RECONOCERLA?

La artemisa es una planta herbácea de la familia de las asteráceas. La artemisa anual, que puede alcanzar los dos metros de altura, tiene un hermoso follaje verde oscuro en la parte superior y casi blanco en la inferior. También es apreciado por su fuerte olor. La Artemisa crece en los bordes de los caminos, en los prados e incluso en los terraplenes de piedra caliza. Es especialmente apreciada por sus virtudes medicinales utilizado en forma de infusiones, aceites esenciales o polvos. Actúa como un excelente estimulante digestivo, antiespasmódico, antiinflamatorio y un potente antibacteriano.

ARTEMISA: SUS VIRTUDES MEDICINALES

La artemisia tiene varias virtudes. Se utiliza generalmente para aliviar los trastornos digestivos como los cólicos, las diarreas crónicas, los dolores viscerales, las flatulencias... También estimula la secreción de jugos gástricos, favoreciendo así el apetito y tiene la ventaja de eliminar las lombrices intestinales. Utilizada como pomada, alivia los dolores torácicos y las contracciones musculares después de esfuerzos físicos intensos. Esta planta medicinal también puede tratar la flebitis y las varices porque estimula la circulación sanguínea. Por último, en ambientación con aceites esenciales, la artemisa repele eficazmente las plagas de insectos en el jardín y en el hogar. Por eso se utiliza en la baja Casamance para tratar la aparición de la malaria y los resfriados crónicos por diferentes vías y en infusión. En la medicina tradicional sus raíces juegan un papel muy grande para eliminar el colesterol mezclando su polvo y el ajo.

EL PAPAYERO

MARIAMA SANE

El papayero (Carica papaya) es un pequeño árbol frutal tropical apreciado por sus frutos, pero también una planta ornamental de follaje decorativo. Es originaria de México, pero ahora está extendida por todos los países tropicales.

Pertenece a la familia de las caricáceas, esta planta tropical tiene una altura media de 5 a 7 m y es de crecimiento rápido, pero de corta duración (4 a 6 años). Tiene un tronco esbelto y hueco (20 cm de media) en cuyo extremo el follaje estalla en una copa extendida. Este amplio follaje perenne se compone de grandes hojas divididas, que nacen de largos pecíolos.

BOTÁNICA

La papaya es originaria de México, donde su cultivo es muy antiguo, pero hoy en día está muy extendida en todos los países tropicales. Esta difusión fue rápida porque las semillas mantienen su poder germinativo durante mucho tiempo y el arbusto crece rápidamente.

El tronco

Es un árbol generalmente no ramificado, con un solo tronco, no leñoso y muy marcado por las cicatrices de las hojas, que alcanza de 3 a 7 m de altura.

Las hojas

Hojas grandes y palmeadas con siete lóbulos, agrupadas en una corona terminal en la parte superior del tronco y largamente pecioladas, bajo las cuales cuelgan las papayas agrupadas en racimos.

Las flores

El papayero suele ser un árbol dioico, siendo las plantas macho o hembra. Las flores masculinas aparecen en panículas largas y ramificadas en las axilas de las hojas, mientras que las flores femeninas nacen solas o en grupos de 2 o 3 en la parte superior del tronco.

Los frutos

Dependiendo de la especie, el tamaño, el color y la forma del fruto varían considerablemente. Puede tener de 15 a 60 cm de longitud, ser redonda o muy alargada y pesar de 1 a 8 o 10 kg.

Una de las explicaciones de la forma más o menos alargada de la papaya es el sexo de las flores.

CONDICIÓN ECOLÓGICA

No es fácil encontrar un suelo ideal para el cultivo, pero es posible mejorarlo. La papaya tiene algunos requisitos:

Clima: cálido y no demasiado húmedo. La papaya es muy sensible al viento. En determinadas condiciones, es necesario plantar cortavientos antes de la plantación para protegerse.

Suelo: el papayero requiere suelos ligeros, húmedos, permeables y bien drenados.

Temperatura: requiere una buena insolación, una temperatura media en torno a los 25°C sin grandes variaciones.

Pluviometría: de 1.500 a 2.000 mm de lluvia bien distribuida

PROCESO DE SIEMBRA EN VIVERO

Antes de montar el vivero se hace una mezcla ligera a base de 2/3 de compost y 1/3 de arena, regar el sustrato para humedecerlo completamente. Así:

Tomar semillas certificadas o recién cosechadas;

Frotar sobre un tejido para eliminar el mucílago;

Secar a la sombra sobre un periódico;

Sembrar en vainas de 10 cm;

La germinación se observa 72 horas después de la siembra

Dos meses después de la siembra se trasplantarán las plantas.

LA PLANTACIÓN

La papaya se planta de primavera a otoño, en suelos ligeros, bien drenados y ricos en humus. Se aplica de la siguiente manera:

Excavación: a 50 cm x 50 cm x 50 cm antes de la plantación y la aportación de estiércol o compost

Métodos: utilizar el método escalonado o cuadrado en una plantación

Trasplante: plantas de 50 cm de altura

Distancia: 3 m x 2,5 a 3 m

Período: noviembre-diciembre (para evitar el riego)

MANTENIMIENTO DE LAS PLANTAS

Es importante mantener las plantas después del trasplante para permitir la humedad, el desarrollo de las plantas, la eliminación de las malas hierbas. Así podemos, entre otras cosas, :

Desmalezar con frecuencia según las necesidades;

Regar en la estación seca (20 litros por pie);

Poner mantillo para evitar la desecación y el crecimiento de las malas hierbas;

Abonar con abono orgánico 20 kg por planta cada año y 10 kg/planta cuando la planta tenga 1 año.

NPK 15-15-15: 100g/pie al mes hasta los 6 meses y 200g/pie al mes hasta el final de la fructificación.

CARACTERÍSTICAS Y COMPOSICIÓN NUTRICIO-NAL DE LA FRUTA

La papaya es una buena fuente de fibra dietética, una excelente fuente de vitaminas calóricas con poder antioxidante y favorece el bienestar intestinal.

Pero, sin embargo, está compuesto por vitamina A y B, proteínas, lípidos, glucosa y fibra.

COSECHA

La cosecha puede realizarse cuando la coloración entre los carpelos se torna amarilla. La primera cosecha se realiza en torno al noveno y décimo mes después de la plantación y los frutos deben recogerse entre 4 y 5 días antes de su plena madurez. El periodo de producción del árbol es de unos 4 a 5 años.

ALMACENAMIENTO

La fruta madurará unos días después de la cosecha durante el almacenamiento;

La conservación de la fruta es difícil;

Estar protegido contra las ratas.

USOS MEDICINALES

En las Indias Occidentales, los indios del Caribe utilizaban el fruto verde como cataplasma contra las "inflamaciones" locales y contra los trastornos gastroin-testinales. También envolvían la carne cruda en hojas para ablandarla. Este uso se perpetuó durante mucho tiempo en las Antillas.

En todo el Caribe, las semillas y el látex se recomiendan como vermífugos. El zumo del fruto o una infusión de hojas o flores se recomienda para las enfermedades del hígado.

Las papayas son ricas en papaína y vitaminas A, B1, B2 y C. 100 gramos de pulpa aportan 32 kcal y 7,8 g de hidratos de carbono y 64 mg de vitamina C.

Las semillas negras, de sabor picante, también son comestibles. Molidos, pueden sustituir a la pimienta negra.

El fruto, llamado papaya, es comestible, pero las especies silvestres no son muy agradables de comer debido a un olor a veces desagradable2. Se ha desarrollado un gran número de variedades de frutas aptas para el consumo.

VARIEDADES COMERCIALES

Sunrise Solo: originaria de Hawai, frutos tempranos, redondos o en forma de pera, de 400-600 g de peso, pulpa de color rojo anaranjado excelente para comer in natura. Rendimiento: 37 t/ha/año;

Solo: variedad de tamaño pequeño ;

Formosa: híbrido de origen chino, fruto de 800 g a 2,5 kg, de pulpa amarilla a roja. Rendimiento: 70 t/ha/año;

Tainung No. 1: híbrido (papayero costa-rricense × 'Sunrise Solo'), frutos redondos o alargados, pulpa roja anaranjada, excelente sabor. Rendimiento: 60 t/ha/año;

Papaya Colombo: produce frutos largos e inodoros.

Cuando está madura, la fruta se consume fresca con un chorrito de lima o en macedonia. Mientras está verde, la papaya puede comerse como verdura, por ejemplo, rallada y frita. Las hojas jóvenes pueden comerse como espinacas y las semillas como desparasitante.

REPRODUCCIÓN

El papayero suele ser un árbol dioico, las plantas son masculinas o femeninas, pero existen tipos hermafroditas (bisexuales) que se utilizan principalmente en la producción para obtener frutos homogéneos mediante autofecundación. Las flores masculinas aparecen en largas panículas ramificadas en las axilas de las hojas, mientras que las flores femeninas nacen solas o en grupos de 2 o 3 en la parte superior del tronco.

Tanto las hembras como los hermafroditas (estos últimos en menor número) pueden dar frutos. La polinización es necesaria para dar frutos.

Desde el punto de vista genético, se ha establecido que :

•cuando las flores femeninas son fecundadas por flores masculinas, su progenie es 50% plantas masculinas (forma ovalada) y 50% plantas femeninas (forma redonda) ;

•cuando las flores hermafroditas se autofecundan, su progenie es 66% bisexual y 33% femenina;

•cuando las flores femeninas son fecundadas por el polen de flores bisexuales, su progenie es 50% bisexual y 50% femenina.

Este arbusto mide entre 3 y 7 m de altura y es una planta dicotiledónea, generalmente no ramificada1. Tiene una vida corta, de tres a cinco años, pero produce continuamente desde el primer año de la plantación. Cuando se poda o rompe el tronco principal, suelen formarse ramas secundarias; también pueden aparecer de forma natural sin alterar el tronco principal. El tronco hueco, de 20 cm de diámetro, está cubierto de una corteza verdosa o grisácea, marcada por las cicatrices de las hojas.

Las hojas agrupadas en la parte superior del tronco se asemejan a las de la higuera y están soportadas por un largo peciolo de 40-60 (-100) cm. El limbo subcircular, palmado, tiene 50 cm de diámetro y está profundamente dividido en 7 (-11) lóbulos, que a su vez son lobulados. La superficie superior es de color verde claro apagado, y la inferior, de color blanquecino.

Las flores masculinas tienen una corola blanquecina con un tubo de 10-25 mm y lóbulos estrechos y extendidos de color blanco crema, y 10 estambres, 5 largos y 5 cortos.

Las flores femeninas tienen 5 pétalos casi libres de 5 cm, contorneados, estrechos, precozmente caducos y un pistilo amarillo pálido de 2-3 cm.

La floración continúa durante todo el año. El fruto, la papaya, es una baya de diversas formas y tamaños, de 15-40 × 7-25 cm. La pulpa es anaranjada y las semillas negruzcas.

El árbol es caulifloro, lo que significa que el fruto aparece directamente en el tronco.

Toda la planta contiene una enzima proteolítica, la papaína.

ENFERMEDADES Y ENEMIGOS DE LA PAPAYA

Enfermedades Antracnosis

Pérdida de la fruta: la pulpa de la fruta se ablanda y adquiere un sabor amargo, amarillamiento del follaje: las hojas nuevas siguen siendo pequeñas con un peciolo acortado. Los frutos siguen siendo pequeños y no maduran.

Para su control hay que recoger los frutos en cuanto se pongan amarillos, no replantar terrenos ya infestados, escardar regular-mente, utilizar semillas de plantas sanas, eliminar y quemar las plantas infestadas, evitar los terrenos encharcados, plantar en montículos en zonas húmedas.

Phytophtora:

Los frutos se cubren de fieltro blanco y se caen. Pudrición negra de la corona y las raíces. Para su control conviene no replantar las zonas ya infestadas, eliminar y quemar las plantas infestadas, aplicar un buen abono.

Mosca blanca:

Se alimenta de la savia de las plantas que chupa picando. Debilita a la planta por sus picaduras, pero es especialmente peligrosa por los virus que transmite. Controlar utilizando insecticidas como el malatión o la deltametrina o el dimetoato, poner trampas, utilizar bolsas de papel para cubrir la fruta y evitar la puesta de huevos.

Bichos de carne

Pequeños insectos con forma de concha que infestan las hojas y los frutos, así como los troncos en la estación seca. Para su control hay que eliminar y quemar las hojas afectadas

La papaya, que es una planta arbórea exigente, requiere muchos cuidados constantes; pero también el control de los parásitos.

CONCLUSIÓN

En resumen, la papaya es una planta muy importante para la alimentación humana gracias a sus capacidades nutricionales. La intensificación y la rotación de este cultivo debe acentuarse con otras especies (plátano) No se recomienda cultivar papayeros en el mismo campo durante más de 5 años.

MAMADOU: UNA HISTORIA DE ESPERANZA

Toñi Tomas Loba

Toñi es una “vieja” amiga de Yakaar África y socia ya desde hace tiempo. En un principio creó su propio proyecto “Aúpa Afia Viva” pero, tras quedarse prácticamente sola en el intento, decidió unir fuerzas con nosotros. Ahora Chele, su marido, está trabajando en Tambacounda y, como siempre, se le ha cruzado una de esas historias humanas ante las que es imposible mirar para otro lado. De nuevo la cooperación entre Yakaar y Projecte Tabassaye ha funcionado. Denis se ha hecho cargo de todas las gestiones, mientras nosotros adelantamos la financiación y apoyamos el crowfunding sobre Mamadou que se ha abierto. Todo el que quiera colaborar puede hacerlo en: https://gofund.me/f1051949

Como cada día desde su pueblo natal, Tambanoumye, Mamadou se dirigía a su trabajo para buscar oro, a cambio de unas pocas monedas, en el río Gambia. Su moto y su idea de la economía del ahora. Todo eso era lo que Mamadou llevaba consigo aquel día. No sé, ni él lo menciona, cuánto oro encontró, probablemente nada, como casi siempre. Lo que sí recuerda es cómo acabó ese día. Desafortunadamente, un coche de una empresa minera cercana a la zona, colisionó con él mientras viajaba en su moto, fracturándole la columna vertebral. La empresa minera se hizo cargo de la operación. Mamadou fue intervenido por el Dr. Wague quien le insertó unos tornillos para fusionar la lesión vertebral.

Mamadou salió del hospital con la esperanza, mal fundada, de volver a caminar para lo que debía hacer rehabilitación todos los días. Sin dudarlo mucho, se desplazó a vivir con un familiar a Tambacounda donde, todos los días, desde hace 2 años, va al hospital que tiene a 200 metros, para así abandonar la silla de ruedas que le acompaña desde el accidente.

Chele siempre me hablaba de él y de lo difícil que debe ser ir en silla de ruedas en un país, y en un pueblo, donde los trabajos físicos priman en la economía del momento. En un país donde el acceso a la educación no está generalizado.

Chele ya me comentaba la necesidad de hacer algo por Mamadou. Pero aquel día que Mamadou le enseñó la herida supurante, Chele se alarmó y rápidamente vio la necesidad de su hospitalización. Y es que poco después de su intervención, el cuerpo de Mamadou reaccionó contra los clavos insertados provocándole una infección que ha ido aumentando durante estos años. Cuando Chele lo vio, su herida supuraba pus. Era urgente intervenirle para parar una infección que ya estaba muy extendida.

Nos pusimos en contacto con José María quien aceptó, de inmediato, ayudar urgentemente a Mamadou. Habló con Denis, quien, por suerte, todavía andaba por Senegal y tomó el caso como algo prioritario. En pocos días Denis localizó al Dr. Wague quien se comprometió a retomar el caso. Mamadou no podría creer todo lo que está pasando.

Por fin podían pasar a la historia esos dolores, derivados de la infección, que le han estado machacando desde poco después de su intervención. Mamadou recobra la esperanza. Recobra la sonrisa por lo que puede empezar a ser. José María y Denis organizan todo el viaje a Touba, donde el Dr. Wague trabaja. Con Mamadou viaja su madre quien también respira y da gracias por dentro.

El día 19 de Mayo por fin fue intervenido. La infección estaba muy extendida. Todo salió bien. Chele ha ido hablando con Mamadou cada día.

Las palabras de Mamadou destilan liberación (del dolor), felicidad y agradecimiento. Ya de vuelta por el barrio, feliz, lleno de gratitud, Mamadou, mira con brillo en sus ojos. Limpio, por fuera y por dentro. Sigue con ganas de seguir luchando por su vida, pero sin dolor, sin la amenaza de la infección que se iba apoderando de él por segundos. “Hey Chele, la próxima vez echamos una carrera”, así es como Mamadou se ha dirigido a Chele en su encuentro tras la operación. Gratitud, eterna y sincera. Esperanza. ESPERANZA.

SENEGAL EN TIEMPOS DEL COVID

José María Piñero

No sabía como titular esta crónica, porque los “vuelvo a Senegal”, “otra vez en Senegal”, “mi viaje número…” los tenia ya agotados y sólo se me ha ocurrido llamarle de la única manera que no tiene mucho que ver con mi viaje. Porque COVID, lo que se dice COVID, en Senegal hay muy poco y en las zonas donde trabajamos mucho menos.

El único rastro del COVID es la tristeza de sentirse el único toubab sobre la faz de la tierra. El observar todos los negocios y toda la hostelería cerrada, no por decisiones administrativas, sino porque no hay a quien vender. El observar la desesperación de los jóvenes sin futuro.

En todo caso, no llego en buen momento a Senegal, ayer detuvieron al líder de la oposición y se ha desencadenado una ola de manifestaciones que culminarán esta tarde con una a nivel nacional a las 15:00. Así que, nos levantamos a las 5 de la mañana para tratar de avanzar lo más posible y llegar a nuestro campamento en Bandafassi antes de dicha hora.

A fe que lo conseguimos y a las 14h ya estamos en Kedougou. No hemos parado ni siquiera para desayunar, unas magdalenas y un café de máquina en una gasolinera han sido el único refrigerio. Sin embargo, no me quejo, las 9 horas de viaje se me han pasado volando.

Al llegar a Kedougou, entre que es viernes y mucha gente ha ido a la mezquita para rezar y que se espera la manifestación de las 15:00, apenas si hay nada abierto y nos cuesta hacer las compras para los comidas de los próximos días

Nada más llegar nos encontramos con que los kit de energía solar que hemos mandado para mejorar el riego de las huertas e iluminar pequeños centros educativos o sanitarios han llegado pero están colocados de manera desordenada en el terreno de nuestro campamento. Resulta lógico porque el peso de los equipos es enorme y el embalaje llegó deshecho. Nos va a costar reorganizarlo todo en los próximos días para que no se estropee. Instalar estos kit de energía solar era el objetivo de este viaje, pero la pandemia, con sus restricciones de movimientos, lo impidió.

BANDAFASSI

Por la noche nos reunimos el equipo capitaneado por Demba con Cheikh y Mor que vienen de Mbour y los dos técnicos agrícolas en la zona Khalipha y Cheikh Tidiane. La conversación es larga, casi tres horas y muy fructífera. Tratamos de repasar los factores que hacen que las cosas no avancen todo lo deprisa que debieran y que la solución de algunos problemas se bloquee por la falta de toma de decisiones.

El problema que vemos es un proceso por el que los técnicos agrícolas identifican los problemas, pero quizás falta dar un paso más que sería encontrar la solución y cuantificarla de modo que resulte más sencillo tomar una decisión y ponerla en marcha rápidamente. El año que viene sale la primera promoción numerosa de estudiante becados por Yakaar, 5 técnicos agrícolas y 4 enfermeros. Tenemos que organizar el proceso para que, cumpliendo con el compromiso adquirido, dediquen su primer año a trabajar para Yakaar. Como siempre, ese pequeño ejército a disposición de Yakaar puede significar tanto una solu-ción como un problema, si las cosas no se organizan del modo adecuado.

Nos ponemos a la faena de recolocar los kit solares que están distribuidos por la parcela del campamento de manera caótica. No resulta fácil ya que, sobre todo, los grupos de paneles solares y las baterías pesan una barbaridad. Al final conseguimos encerrar todas las baterías y el material auxiliar en el almacén del campamento, pero los paneles no caben y se quedan en la parcela. Habrá que protegerlos convenientemente para que no se estropeen durante el hivernage.

Yo me dedico a tratar de poner en marcha uno de los dos router wifi que hemos traído para tratar de dotar de dicho servicio tanto al centro cultural de Carabane como a esta zona del poblado de Bandafassi.

Tenemos que levantar una antena para poder mejorar la señal y después de mucho pelearnos con la antena, las passwords, los usuarios y demás, lo consigo pero la señal en Bandafassi sigue siendo muy débil. Lo intentaremos cambian-do de compañía a ver si Tigo, ahora Free, nos proporciona mejor cobertura que Orange.

Para terminar el día viene a visitarnos una mujer del poblado con su hijo que tiene los ojos completamente cubiertos por una especie de catarata blanca.

Al parecer vino a nuestra última misión sanitaria y del seguimiento que se hizo posteriormente llego hasta Dakar, donde el médico le dijo que en Senegal no podían hacer nada por él. La mujer no tiene ni diagnóstico, ni nada. Así que vuelta a empezar a ver si podemos ver que se puede hacer por el crio que da una pena enorme.

Viene a buscarme el adjunto al alcalde Ibrahima Ba para enseñarme su proyecto personal de hacer una explotación agrícola. Por ahora lo que tiene es un terreno arrasado por el fuego y una pequeña huerta en el medio.

He ido acompañado de Khalipha, nuestro técnico agrícola que descubre un buen número de errores en la gestión de la huerta y hace las oportunas recomendaciones. Aprecio la importancia que tienen los técnicos agrícolas en una zona donde, por desgracia, se ha perdido, o no ha existido nunca, una cultura agrícola, ni siquiera entre la gente más preparada.

Por la tarde me dirijo al molino que tenemos justo enfrente de nuestro campamento y que está trabajando prácticamente de modo continuo moliendo maíz y cacahuete y me doy cuenta de la dureza de la tarea, ya que requiere de dos pasos. Uno primero en el que se retira la cáscara y uno segundo para moler lo que queda, de modo que se obtenga una especie de harina. Cada uno de los dos pasos lleva casi una hora, por familia y día. Sin comentarios.

BANDAFASSI, ADIOS

Hoy es día de despedidas en Bandafassi, ya que mañana nos tenemos que ir temprano hacia la Casamance. Las despedidas empiezan con Arouna y Seydou que han venido por fin a vernos y ayer nos acompañaron, y remolcaron el coche, en la fiesta de Baraboye. Arouna como todos los chicos que no optan por las pateras ante la falta de turistas se ha reconvertido en taxista. Todo el día dando vueltas por unos 10 euros de beneficio. A los chicos de las misiones sanitarias, en coordinación con los socios, más bien socias, de Valencia les hemos ofrecido darles créditos para empezar pequeños negocios que puedan mantenerles vivos durante esta crisis. Seydou quiere hacer algo, pero tiene tal lio en la cabeza que en 5 minutos me propone 5 cosas distintas, así que le pido que reflexione un poco y se decida.

Diaw y Boudy quieren poner en marcha un proyecto de venta de hielo en las minas de oro. Nos han pedido financiación para comprar dos neveras. Es el proyecto más avanzado. Alpha quiere reflotar su tienda familiar de Thiancoumalal, reparando la nevera y com-prando algunos productos para la venta, pero a la hora de firmar el crédito se arrepiente, teme no poder devolverlo. Cheikh me propone poner una tienda en su barrio de Mbour. Ya tiene el local y quiere comprar las primeras mercancías para vender. Es el que parece que lo tiene más claro.

Las despedidas continúan con mis queridas Marème y Assanatou. En Barajas tuve que guiar a un par de chicos senegaleses despistados a llegar a la terminal satélite y cuando les dije que había viajado más de 20 veces a Senegal, uno de ellos, con una sonrisita pícara, me dijo que eso era porque tenía una novia allí. Yo le refuté indignado, pero al llegar a Bandafassi me di cuenta de que le había mentido, no es que tenga una novia es que tengo dos. El único problema es que ellas me consideran antes un padre o, incluso, un hijo que un novio, pero cuidarme, me cuidan lo mismo.

Doba también viene a despedirse, pero la última despedida y la más especial es la de Ousmane. He ido a Landieni a sacarle de la clase de refuerzo de la tarde para traerle al campamento y poderle grabar en su teléfono todas las fotos que he hecho de él y su familia, también algunos videos de música latina que le he traído para que vea con sus amigos. Aprovecho para regalarle unas tonterías de linternas, caramelos y unas botas que ya no me valen. Él me parte el corazón al soltar una lagrimilla porque dice que soy muy bueno con él.

A pesar de ese momento sentimental, estoy muy contento de observar su pasmosa capacidad de adaptación. Él se encuentra igual de feliz en la pobreza más absoluta en la que vive en Senegal, que en la vida privilegiada que vive en España. Un caso pasmoso de adaptación al entorno.

Y hasta aquí la crónica del País Bassari. Dejo para el número de abril la de la Casamance, más que nada por no hartaros y por no hacer el boletín demasiado largo.

Un abrazo para todos

LA VISITA DE ABDOU KARIM

Daniel Abizcouri

Cuenta Yuval Noah Harari en su libro Sapiens que durante cientos de miles de años cohabitaron la tierra hasta 6 especies diferentes de humanos. Para mí ha sido revelador y así como observamos la forma en la que se relaciona un león con un leopardo (pertenecen al género Panthera, de igual manera que esas 6 especies pertenecen al género Homo) los paleontólogos tienen un mar de dudas sobre cómo se relacionaron cuando llegaron a tierras de Europa los Sapiens (originarios de África) con los Neandertales.

Abdou, 45.000 años más tarde, acaba de compartir el mismo origen y mismo destino y por oportunidades que te brindan las circunstancias, tras una conversación dando un paseo familiar, hemos formado parte del grupo de acogida y acompañamiento de Abdou en este viaje que esperemos cambie su vida.

Las primeras semanas lo recibieron en su casa con los brazos abiertos Oskia, Oscar y sus tres hijos, durante las cuales acudió al hospital en varias ocasiones para que Montxo y su equipo le realizaran una serie de manipulaciones con el fin de orientar sus pies lo máximo posible a su posición natural antes de la operación.

¿Qué tal Abdou?

Beaucoup de douleur, beaucoup de douleur, mucho, mucho…

En un principio las expectativas no eran del todo favorables ya que los médicos observaron cómo uno de los pies no evolucionaba según lo esperado tras las manipulaciones. Y justo ahora que escribo estas líneas acabo de salir del hospital en el que está ingresado Abdou recuperándose de las heridas de la operación. Copio un extracto del mensaje que mandó Oskia cuando salió del quirófano:

Acaba de salir Montxo. Han terminado. Le han hecho el injerto en el pie izquierdo y le han operado el derecho. Ha quedado plantígrado, por lo que han quedado muy contentos. Ahora tiene vendadas las dos piernas y el domingo le harán una cura. En cuanto vean que todo va evolucionando correctamente le pondrán yesos. Han hecho un trabajo increíble.”

No recuerdo mensaje de whatsapp que me haya alegrado tanto.

En medio de esta breve historia lo acogimos en nuestra casa durante un fin de semana del que guardamos un recuerdo muy especial. Antes de recibirlo, Elisa y yo con tantas o más dudas que aquellos paleontólogos y los pequeños Isaac y Leo con la ilusión de quien recibe a alguien especial. Quizás agobiamos un poco a Abdou: hacer pan, clases de matemáticas y castellano, dibujar, ver películas, leer, “come más croquetas de la abuela que no me engordas nada” … pobre, creo que no se aburrió.

Hay una imagen que se repitió aquellos días en los que estuvo en casa, la de Leo observando desde fuera de la puerta del baño cada vez que Abdou se lavaba los dientes.

Los astrónomos utilizan una expresión que para mí la define perfectamente: Horizonte de sucesos. Y pienso si no es así como muchos de nosotros observamos también al continente vecino.

A nivel personal ha sido una experiencia fuera de lo común y muy gratificante, pero tengo que reconocer que también he sentido vergüenza al saberme un mero observador de ese horizonte de sucesos. Por eso pongo en valor a Yakaar África y a Projecte Tabassaye por esta iniciativa que me ha dado una bofetada de realidad y la oportunidad de borrar esa línea del horizonte para hacerme protagonista.

Han sido 2 meses en Pamplona especialmente intensos para Abdou. Personas desconocidas, choque cultural, incertidumbre, hospitales… que estoy seguro que se ha contrarrestado con creces gracias a todo el equipo humano que ha estado a su lado: la familia de acogida, Montxo, Ainoa, personal del hospital, padres y madres de la escuela San Francisco que le han acompañado en todo momento y abuelas que han cuidado de los pequeños durante las visitas al hospital. Es un privilegio haber formado parte de este grupo y de este proyecto.

Gracias a todos y sobre todo a ti Abdou Karim, gracias por la visita.



CARTA DE AGRADECIMIENTO

Luc Pascal Diamacoune

A la asociación YAKAAR AFRICA,

Estimados colaboradores, con esta carta les agradecemos su amable atención y generosa ayuda. Les agradecemos todo lo que han tenido que hacer para permitirnos estudiar en buenas condiciones y poder continuar nuestra carrera universitaria en las mejores condiciones posibles.

Siempre preocupados por proporcionarnos el marco más adecuado para que podamos dedicarnos plenamente y sin preocupaciones de ningún tipo a nuestros estudios porque los habéis subvencionado generosamente. Es un gesto que no dejaremos de agradecer y un inmenso servicio que no sólo nos habéis prestado a nosotros sino también a nuestras familias, tened la seguridad de que vuestro gesto no se limita sólo a nosotros, también afecta a nuestras familias. Podríais haberos detenido ahí, pero os habéis empeñado en equipar a todos los alumnos con las herramientas pedagógicas y los ordenado-res necesarios, que nos serán de gran ayuda. Nos gustaría agradecer también que hayan equipado el instituto de Bandafassi con nuevos pupitres y bancos que serán más que beneficiosos para los alumnos del instituto.

Tengan la seguridad de que los esfuerzos que están haciendo por nosotros no serán en vano, nos motivarán a dedicarnos por completo a nuestros estudios y a no escatimar esfuerzos para que puedan estar orgullosos de nosotros y del inmenso trabajo que han tenido que hacer. Hemos dicho que a los grandes hombres se les reconoce por sus actos, todos los que nos hemos beneficiado de vuestra subvención y el pueblo de Bandafassi podemos decir con seguridad que sois grandes hombres. Lo habéis demostrado con vuestros actos y con la gran generosidad que mostráis. No dejaremos de rezar para que vuestra asociación siga creciendo y pueda ofrecer a otros jóvenes la oportunidad que nos habéis dado a nosotros y uno de nuestros mayores deseos sería poder ayudar algún día a la asociación lo mejor posible para que pueda seguir ofreciendo la oportu-nidad que nos ha dado a otros jóvenes y a sus familias.


NUESTRA VISION ES ABDOU CONSTRUYENDO SU VIDA

Oscar Sanz de Acedo y Oskia Redin

Cuando nos llegó la petición de una búsqueda de familia de acogida en Iruña, y vimos la situación de Abdou y la necesidad de moverlo todo urgentemente antes de que cumpliera 18, convocamos sanedrín familiar. Hablamos con Aitzol, Beñat y Ariane y le dimos un par de vueltas al tema. A todos nos implicaba sacrificios y trabajar, pero acordamos que no podíamos dejar que Abdou perdiera esta oportunidad de mejorar su vida.

Como padres, también nos ha cogido en buen momento. Yo apenas viajo por la pandemia y Oskia puede trabajar desde casa algunos días, lo cual facilita que podamos atenderle y llevar el trajín de visitas al hospital. Abdou nos ha traído la oportunidad de transmitir con el ejemplo el valor de la solidaridad a nuestros hijos.

Abdou llegó la madrugada del 29 de Diciembre con Ainhoa y junto con Jose Maria fuimos a recibirles a Barajas. ¡Nada como las estepas de Soria de madrugada para presentarle a Abdou el nuevo clima tropical que le esperaba! Creo que ‘leche caliente con azúcar’ es su primera frase acuñada en un café de Olvega.

En casa recibimiento con mucha expectación, Ariane le enseñó su nuevo cuarto (cedido por ella que se ha ‘mudado’ al cuarto de la ama y aita).

La primera semana hicimos muchas cosas. Fuimos a la piscina donde Abdou tragó medio vaso, carrera familiar de sansilvestre, conoció a los primos y vino al cine con nosotros donde disfrutó de una placentera siesta. También tuvimos la suerte de tener la nieve muy cerca así que le llevamos un par de días, incluidos lanzamientos de trineo. Y en el karaoke familiar de nochevieja nos deleitó con alguna versión del regetón versión senegalesa. La buena música es como la pandemia, no conoce fronteras.

Abdou disfrutó de estos días previos a los yesos y la tranquilidad, lo que mas destacaría es como disfruta con los más txikis, que también flipan mucho con él. Fue a pasar un fin de semana con Dani, Elisa, Isaac y Leo y el pequeño no dejó de ser su sombra en ningún momento.

Después del boom también llegaron algunos altibajos, entendibles por otro lado. Abdou nos preguntaba mucho por su futuro, por sí podría quedarse aquí, vimos que de alguna forma se sentía presionado por contactos de Senegal.

Nosotros hemos sido muy claros con él, para que entendiera que ha venido a curarse y luego seguir con su vida en Senegal y no hay posibilidades de quedar-se. Imagino que es difícil de digerir cuando tantas gentes que conoces mueren en el intento de llegar a Europa. Por nuestra parte hemos tratado de hacerle entender que la vida aquí no es jauja y menos para los que vienen sin papeles, le explicamos que muchos malviven sin trabajo ni casa. También le hemos dejado claro que nuestro compromiso con su curación es temporal y luego retoma su vida en Senegal, no queremos que tenga ninguna percepción de que podrá ‘tirar de nosotros’ después. Suena un poco duro, pero creemos mejor ser claros.

El comienzo del tratamiento médico le ha ayudado a centrarse en su nueva realidad y en las posibilidades que se abren cuando sus piernas le permitan andar. Hemos tenido la suerte de contar con un equipo médico excepcional, Carlos de organizador de orquesta y Jesús como cirujano que ha cogido el reto con pasión y, por supuesto, enfermeros y ayudantes arrimando el hombro. Vamos al hospital una o dos veces por semana para que le manipulen las piernas, Jesús está aplicando la técnica ‘Ponsetti’ para reducir la cirugía necesaria. En Febrero llegarán las operaciones.

La convivencia es en general buena, aunque nos tenemos que adaptar todos un poco. Para empezar, el mismo Abdou tiene que adaptarse a nuestro ritmo de vida, horarios, etc. Los móviles hay que apagarlos a ciertas horas, hay que ser cuidadosos con no ensuciar, etc. La ducha es un momento que le gusta, le ponemos en la bañera con los yesos y se tiraría media hora si le dejara. Nuestros hijos también ponen de su parte. Desde Ariane que le ha cedido su cuarto, o Aitzol y Beñat que le echan una mano con el castellano y comparten la play o le dan un paseo a comprar pan.

Y Oskia es la profesora de matemáticas, reforzando las tablas y trabajando un poco las divisiones y cosas así. A nosotros nos gustaría que aprovechara más su tiempo y no estuviera tan colgado del móvil, pero el camino lo tiene que andar él, si quiere. A las noches algunos días charlamos de todo un poco, nos cuenta cómo son las relaciones en Senegal, la situación de la mujer, la religión,....obviamente dos puntos de vista muy diferentes, a nosotros nos ayuda a entenderle y esperemos que nosotros a él también le dejemos algo.

Para Oskia y para mí es un periodo complicado, hay que seguir con los trabajos, la familia y la marcha de la casa, y ahora nos queda muy poco tiempo personal. Es fundamental la red de apoyo que tenemos: mi suegra Begoña viene algunos domingos a pasar el día con él, así podemos salir al monte el resto. Otras familias de la escuela sanfrancisco (casco viejo de Iruña) nos están ayudando para llevarle al hospital o quedarse con él algún fin de semana.

Voy terminando con la crónica. He querido reflejar la realidad como la vemos y sentimos, con sus momentos mejores y peores. Pero por encima de todo estamos encantados de conocer a toda esta gente que lucha por mejorar la vida de otros que no han tenido tanta suerte como nosotros, y de poder ayudar a Abdou a tener una nueva vida cuando vuelva.

Nuestra visión es Abdou paseando por su pueblo, yendo a trabajar, construyendo su vida. Denon artean lortuko dugu, entre todos lo conseguiremos.

Izan ongi,