Pape Landing

PAPE YA ESTÁ EN ESPAÑA

ENERO 2020

El día 12 de enero, Pape llegó a España lleno de energía y fuerza para afrontar su trabajo. Durante el viaje se encontraba expectante a lo que ocurría en cada momento, su rostro expresaba preocupación...no fui capaz de sacarle ni la menor muestra de sonrisa en todo el tiempo que duró el camino ... pero esta sensación duró poquito siiiiii!!!! desapareció y se transformó de repente al entrar en casa, en su casa española como dice él, al ver a Eladio y Brenda.

UNA BONITA HISTORIA DE AMOR

Elena Guerrero

Hoy os vamos a contar una bonita historia llena de amor, mucho amor, de la mano de una familia de acogida, que se ha incorporado a Yakaar África en estos días con el fin de seguir ayudando a nuestra África, como bien sabemos y venimos haciendo hasta la fecha.

Estimados amigos, en primer lugar y antes de nada agradeceros vuestra bienvenida, por la cual nos sentimos tremendamente felices.

Mi familia, formada por mi marido Eladio, nuestra hija Brenda y yo, desde hace seis años viene colaborando con distintas organizaciones como familia de acogida, y durante este tiempo hemos disfrutado del cariño de siete niños y un adolescente.

Pape fue uno de esos niños, lleno de amor, con el que compartimos nuestra familia, nuestro hogar y con el que disfrutamos momentos preciosos, os vamos a explicar nuestra historia que, por muy increíble que parezca, es real como la vida misma.

Era 30 de octubre de 2017 y gracias a la gran labor de una ONG (Tierra de Hombres) que hizo posible todo esto que os vamos a contar, llegaba a La Coruña un angelito, con sus casi dos añitos de edad, muy grave para ser intervenido de una cardiopatía que ponía en peligro su vida, creo que a vosotros os suena: tetralogía de Fallot. Llegó directamente al hospital pues su estado era crítico, lo estabilizaron y cuando los médicos consideraron oportuno nos permitieron entrar a verle.

Ahora me toca ponerme sentimental porque así recuerdo ese momento. Entré en aquella habitación, aquellos preciosos ojitos negros se cruzaron con los míos, en ese mismo momento algo hizo que mi vista se nublara y un sentimiento de deseo por luchar al lado de ese angelito me atrapó de tal manera que no me quería separar de él ni un segundo, que estando a su lado me sentía feliz y tranquila…

Hasta que fue intervenido pasaron unos días, pues necesitaba estabilizarse, pero llegó ese momento de salvación, la operación fue difícil pero exitosa. La recuperación fue complicada y lenta pero sin complicaciones, con lo cual todo resultó satisfactorio. Siempre estuvimos a su ladito, aunque no fuera físicamente sí unidos por algo que no sé cómo explicar…

Cuando por fin pudimos abandonar el hospital, ya en casa, en nuestro hogar, con esa alegría que nos dan los niños, con esa vitalidad que transmite un niño con un corazón lleno de fuerza y con todo su ánimo por agradecer a todo aquel que había hecho posible su salvación, con muestras de cariño, de sonrisas, de besos, de abrazos…¡¡¡quién podría sentirse más feliz que quien estaba a su lado compartiendo ese momento!!!

Así de intensas disfrutamos con él cuatro semanas y el 30 de enero su pequeño corazoncito ya estaba listo para vivir con fuerza y tenía que dejar atrás su experiencia en España, regresar con su familia, a su hogar, que tanto lo añoraba, para empezar su vida con esperanza.

Nos despedimos con un besito y un montón de abrazos y lágrimas sí, unas poquitas también…,sus preciosos ojitos negros me miraron con la misma intensidad con la que lo habían hecho cuando nos vimos en aquella habitación por primera vez…una sensación maravillosa, una sensación de que, aunque había llegado el momento de separarse, siempre íbamos a seguir juntos.

Había pasado ya año y medio desde este momento y nos planteábamos la posibilidad de conocer in situ aquel lugar de dónde venían esos 6 niños que tantos valores nos habían transmitido en su día a día, compartiendo hogar con nosotros, dándonos lecciones de generosidad, de apreciar las pequeñas comodidades, insignificantes para nosotros, lecciones por disfrutar de la compañía de familiares y amigos, en definitiva lecciones de vivir y disfrutar viviendo.

Contactamos con un guía turístico en Senegal que vive también en Coruña, él era el profesional que nos podía asesorar sobre este viaje, Mamadou, más conocido como Campos.

Nos citamos con él, íbamos con una ilusión tremenda por escuchar todo lo que él nos podría transmitir, por compartirle todo lo que habíamos vivido con aquellos angelitos y por explicarle lo cerquita y admirados que nos sentíamos por África.

Nos despedimos y quedamos pendientes de concretar datos para nuestro viaje al continente mágico.

Pasaron dos semanas y Mamadou Campos regresó a su país, él no era consciente de la sorpresa que la vida tenía preparada, ¿se trataría de casualidad? …. mejor me agarro a la célebre frase de “El corazón tiene razones que la razón desconoce”. El hecho es que, con tan sólo una foto y la breve historia que él mismo pudiera transmitir al llegar entre los suyos, un amigo, amigo de tardes de fútbol en su casa, identificó inmediatamente a …su sobrino, síii, habéis leído bien, su sobrino: era el tío de Pape. Cuando recibimos la noticia nuestras cabezas no entendían nada…no encontrábamos explicación alguna…por un lado nuestros corazones saltaban a África de repente, por otro el respeto del misterio de aquel milagro…¡¡¡qué sensaciones contradictorias!!! Pero fueron pasando los días y poco a poco vas incorporando la lección de que la vida es mucho más inteligente y sabia de lo que nos imaginamos y sólo está en nuestra labor confiar en ella y dejarnos guiar. Así que esperábamos pacientes.

Pero aún quedaba otra coincidencia, difícil de explicar…en cuanto su trabajo se lo permitió Mamadou viajó a conocer a Pape y a sus padres, aquello parecía un sueño, tenía que encontrarse con ellos cuanto antes, decía.

Mamadou, que sufre de dificultad en la movilidad de la parte derecha de su cuerpo a raíz de un accidente que sufrió cuando apenas era un niño, no contaba con que Pape padecía la misma dolencia debido a una parálisis cerebral que sufrió con 11 meses, hemiparesia que, a pesar de estar recuperado de su cardiopatía, siguió dificultando su día a día. Otra coincidencia de la vida, pues nadie mejor que él en ese momento conocía la importancia de recuperar la movilidad para poder enfrentarse a la dura vida en África con éxito.

A partir de aquel mismo momento nos pusimos las pilas y preparamos con mayor celeridad de lo previsto el ansiado encuentro con Pape.

Supongo que dejándonos llevar por toda la ilusión del momento viajamos a Senegal con la misma facilidad que si se tratara de un paseo a Madrid, conocimos toda la familia de Pape, aprendimos a comunicarnos sin apenas hablar el mismo idioma, nos demostraron y transmitieron su eterno agradecimiento y, por supuesto, nosotros les mostramos nuestro apoyo y compromiso para seguir adelante. Nos vinimos cargados de muestras de cariño, de alegría y de esperanza, fue un viaje inolvidable, donde, como bien nos habíamos imaginado, todas aquellas lecciones de vida que nos habían impartido los angelitos que llegaron a nuestros brazos se podían percibir en cada paso, en cada segundo, efectivamente era África.

DESPEDIDA DE PAPE

Elena Guerrero

Hola querida familia de Yakaar África!!!

Quería compartir con vosotros este momento de despedida de nuestro angelito Pape … no tan bonito como la bienvenida pero también con su encanto particular pues pienso que tanto él como nosotros necesitábamos este momento.

Ya han pasado más de 6 meses desde que aterrizamos en La Coruña con la mochila cargada de planes, de ilusiones y de fuerza para llevar a cabo todo el trabajo que se nos presentaba, pero no contábamos con que la vida nos tenía guardados momentos más duros de los que nos imaginábamos y no precisamente por exceso de actividad sino al contrario.

La primera etapa que duró dos meses Pape respondió como un auténtico luchador, el estrés al que fue sometido para adaptarse a su rehabilitación diaria y a las rutinas en su clase de primero de infantil lo traían agotadito, descansaba como un angelito la noche entera para prepararse para el día siguiente lleno de energía y motivación, como si él mismo supiera que estaba aquí

para darlo todo y para avanzar todo lo que estaba en sus manos durante el tiempo que pudiera estar aquí, me asombraba cada día las ganas que tenía de pelear, su vitalidad…era un auténtico guerrero.

Pero todo cambió el 13 de marzo cuando en el cole nos dicen que de momento no podemos volver a clase, para él la rutina era fundamental para sentir esa seguridad que le empujaba a luchar sin miedos y con alegría.

Quizás los primeros quince días los tomamos como un respiro a aquel ritmo tan estresante, el cual hasta lo agradecimos todos. Pero a medida que los días iban pasando Pape empezaba a incomodarse, al igual que todos los miembros de la familia pues cada uno vivía esta situación extraña como buenamente podía o sabía , sin duda era un escenario complicado para todos… intentábamos seguir con las actividades online del cole pero no tenía ganas, tampoco quería jugar con Brenda ni con nosotros…, cualquier proposición que se le planteara no le atraía, sólo estaba a gusto viendo la tele… el sueño por las noches ya no era reparador.

sino que se había convertido en una parte del día incómoda donde se daban los berrinches , los caprichos , donde tampoco tenía claro qué es lo que quería.

Este comportamiento lo cónsul-tamos con su neuróloga y efectivamente nos confirmó que era el modo de expresar su desaprobación a aquella situación que sólo le aportaba frustración y desorientación.

El 10 de mayo nos llamaron de la clínica de rehabilitación para ofrecernos la posibilidad de retomar su tratamiento y así lo hicimos, los dos primeros días no le disgustaba y no se oponía a ir pero a partir del tercer día se negó en rotundo, y tiene su explicación, tristemente la situación no era la misma que antes, las medidas a tomar interrumpían cualquier situación espontánea , el personal no se acercaba tanto a él con abrazos o besos, se apreciaba en general sensación de inseguridad, de dudas, que lejos de ayudarle aún le generaba mayor tensión impidiendo que sus tendones se relajaran suficiente como para poderlos trabajar . En resumen, no era la situación ideal para él en ese momento, así que no nos quedaba más opción que parar el tratamiento hasta más adelante.

El 22 de junio hubo oportunidad de asistir a campamentos de verano al aire libre donde nos ofrecían un ambiente “seguro” en el que los niños pudieran interactuar con otros niños y a través de los momentos de juego olvidar la situación… los dos primeros días pensábamos que había sido la solución pues íba muy muy contento, cantábamos de camino en el coche la canción de “la vaca lola” en bucle, lo veía feliz!!!

Pero supongo porque él necesitaba esa cercanía que antes vivía, con abrazos, con besos…creo que no aceptó el distanciamiento que la nueva situación nos exigía en cualquier momento fuera de casa, nuestro angelito volvió a experimentar el rechazo a ir a campamentos.

Llegado a este punto era momento de parar a hacer balance sobre la opción de prolongar su estancia en España en estas circunstancias que a corto plazo no tienen fácil solución o bien ofrecerle la opción de regresar a su casa, con su familia, su entorno donde creemos va a sentirse más cómodo. Sin duda optamos por la segunda y así fue que el pasado 7 de julio ya volábamos a su hogar… creo que acertamos en la decisión… no os puedo transmitir la expresión de satisfacción al reencontrarse con su padre…

Nos hemos quedado un poquito tristes y sobretodo con la insatisfacción de no haber alcanzado todo lo que nos proponíamos en este viaje pero estoy segura que habrá una segunda y muchas más oportunidades que nos permitirán a Pape y a nosotros alcanzar los propósitos actuales y otros muchos que marcaremos durante todo el camino que nos queda por andar juntos.

Muchísimas gracias queridos amigos por acompañarnos en nuestro precioso y mágico camino con Pape.