Girar, Orar, Rezar y Obrar
Girar, Orar, Rezar y Obrar
Mientras estaba rezando, mi amable Jesús se puso junto, y oía que también Él rezaba y yo me puse a oírlo, entonces me dijo:
Esta fue la Vida de mi Humanidad en la tierra, por cuan Santa era mi Humanidad, tenía necesidad de este Divino Querer para dar completa satisfacción al Padre, y redimir a las generaciones humanas, porque sólo en este Divino Querer Yo encontraba todas las generaciones pasadas, presentes y futuras, y todos sus actos, pensamientos, palabras, etc., como en acto.
y haciéndolos como míos, en este Divino Querer mi Humanidad satisfacía al Padre y Yo ponía a salvo a las pobres criaturas, y el Padre Divino quedaba satisfecho, no podía rechazarme siendo el Santo Querer Él mismo, ¿se habría rechazado Él mismo? Ciertamente que no; mucho más que en estos actos encontraba santidad perfecta, belleza inalcanzable y raptora, amor sumo, actos inmensos y eternos, potencia invencible.
Esta fue toda la Vida de mi Humanidad en la tierra, desde el primer instante de mi concepción hasta el último respiro, para continuarla luego en el Cielo y en el Santísimo Sacramento.
Ahora, ¿por qué no puedes hacerlo también tú? Para quien me ama todo es posible, unida Conmigo en mi Voluntad, toma y lleva ante la Majestad Divina
en tus pensamientos, los pensamientos de todos;
en tus ojos, las miradas de todos;
en tus palabras, en los movimientos, en los afectos, en los deseos, todos los de tus hermanos para repararlos, para impetrar para ellos luz, gracia, amor.
En mi Querer te encontrarás en Mí y en todos, harás mi Vida, rezarás como Yo, y el Padre Divino por esto quedará contento y todo el Cielo te dirá: “¿Quién nos llama en la tierra? ¿Quién es quien quiere encerrar este Santo Querer en sí, encerrando a todos nosotros juntos?” ¿Y cuánto bien no puede obtener la tierra haciendo descender el Cielo a la tierra?”
Fiat Divina Voluntad