Cómo hacer nuestros giros

Jesús nos lleva en un Giro


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 32-11 (3) Mayo 25, 1933

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⚜️ Quien vive en Ella es la portadora de las obras divinas


3) Tú debes saber hija mía, que es tanto nuestro amor hacia quien vive en la Divina Voluntad, que le hacemos don de todo lo que hicimos en la Creación y Redención, y ella hace suyo todo lo que es nuestro, y como es suyo y nuestro, y como cosa connatural en sus actos, y busca la Divina Voluntad, ahora se encuentra en el cielo, en el sol, en el mar, y así de lo demás, siente en sí toda la santidad de nuestras obras, que son también suyas, y sintiéndose fundida con Ella, comprende qué significa tener un cielo siempre extendido, un sol que siempre da luz, un mar que siempre murmura, un viento que con sus ráfagas lleva a todos las caricias de su Creador, y ella se siente cielo, estrellas, sol, mar, viento, y ¡oh! cómo nos ama, y con la fuerza raptora de su amor, que es amor nuestro, viene a deponer todo ante nuestro trono divino, y ¡oh! cómo nos sentimos raptar por sus notas y corrientes de amor que nos hace, podemos decir que si esta criatura la tenemos en la tierra, la tenemos para hacerla ser la portadora de nuestras obras, Nosotros las hemos esparcido en la Creación, y ella parece que nos las recoge para venir a decirnos: ‘Cuánto me habéis amado’. 

Y cuánto nos ama, pero es más bella cuando pasa al reino de mis actos de la Redención, con cuánto amor pasa de un acto al otro, cómo los besa, los abraza, los adora, los agradece, los encierra en su corazón y toda amor me dice: ‘Jesús, tu Vida terminó sobre la tierra, quedaron tus obras, tus palabras, tus penas, ahora me toca a mí continuar tu Vida, por eso todo lo que Tú hiciste debe servir a mi vida, de otra manera no puedo formar de mí misma otro Jesús, si no me das todo no puedo ni formar, ni continuar tu Vida en la tierra’. 

Y Yo todo amor le digo: ‘Hija mía, todo es tuyo, toma de Mí lo que quieras, es más, por cuanto más tomes más estaré contento y más te amaré’. Pero lo más bello de esta feliz criatura, que mientras quiere todo, toma todo, siente que no puede contener lo que ha recibido, y viene a su Jesús y me da todo, se vierte toda en Mí, también su pequeñez, su pequeño querer, y ¡oh! cómo estoy contento, puedo decir que son intercambios continuos de vida que hacemos, Yo a ella, y ella a Mí. 

Es tanta la fuerza de la unión de quien vive en nuestra Voluntad, entre ella y Nosotros, que ni Nosotros la podemos poner a un lado en todas nuestras obras, ni ella se puede poner; si esto pudiera ser, sucedería como si se quisiera dividir la luz del sol en dos, lo que es imposible, dividir la unidad de su luz, y si uno quisiera intentar dividirla, quedaría burlado, y la luz con la fuerza de su unidad se reiría de él; o bien como si se quisiera rasgar el cielo, separar la fuerza del viento, la unidad del aire, todas cosas imposibles, porque toda su vida, la fuerza que poseen está en la unidad. 

En tal condición se encuentra quien vive en nuestra Voluntad, toda su fuerza, su valor, lo bello de ella, su santidad, está en la fuerza única y unidad con su Creador. Por eso sé atenta, y tu vida sea en Nosotros, con Nosotros y con nuestras obras”

Fiat Divina Voluntad