Meditación Semanal

"Mi Parroquia Espiritual"


Catequesis sobre 

la Divina Voluntad


Padre Pablo Martín Sanguiao

Revestirnos de Jesús para hacer lo que Él hace

Julio 4, 2024

+       ¡Ave María! 

Queridos hermanos, sigamos de nuevo el tema de como “fundirnos” en Jesús para poder actuar en su Divina Voluntad. Y nos dice: “Ven a mi Voluntad para hacer lo que hago Yo y en mi Querer podrás correr en favor de todas las criaturas”.  +



¿Qué diferencia hay entre hablar sin micrófono y hablar con el micrófono? Jesús habló a grandes  multitudes, a 5.000 hombres, a parte mujeres y niños, sin micrófono, y todos Le oían muy bien cada vez.  ¿Cómo se explica ese milagro? Porque en realidad Jesús hablaba siempre con el “micrófono” de su  inmensa Voluntad Divina … La diferencia está entre hablar, orar, hacer cualquier cosa con nuestra  pequeña voluntad humana y hacerlo todo mediante la Voluntad Divina, donde todo se vuelve divino,  infinito, eterno.  

El lo dice: “si quieres que el ofrecimiento de mis penas, tu compasión y tu reparación, tus pequeñas penas, no sólo lleguen hasta Mí, sino que recorran los mismos caminos de las mías, haz que todo entre en mi Querer, y todas las generaciones recibirán los efectos. Y no sólo mis penas, sino también mis palabras, dichas en mi Voluntad, por eso llegaban a todos(Vol. 15°, 01.12.1922) 

El Señor nos está ofreciendo ahora “el micrófono” de su Adorable Voluntad, para que al encenderlo  con nuestra intención todas las veces que queramos, nuestra débil voz adquiera características divinas,  se vuelva infinita, eterna, omnipotente y resuene en el Cielo y en la tierra, en todo el Universo, en todos  los tiempos, en todas las criaturas, en cada pensamiento y latido, en cada soplo de vida, en cada acto de  existencia, en cada palabra y en cada paso. Hay “altavoces” por todas partes, en la tierra, pero también  en el Purgatorio, también en el Cielo. ¡Hasta en el mismo Corazón de la Stma. Trinidad! “La instalación” ya existe, es el conjunto de todas las obras de Dios: la inmensa obra maravillosa del Padre, la Creaciónla incalculable obra de Jesucristo, la Redención; la misteriosísima obra que el Espíritu Santificador lleva  a cabo en las almas para formar en ellas la Vida misma de Jesús, preparando así el Reino de Dios. La  infinita potencia del Querer Divino, superior a la luz y a la electricidad, que son una imágen suya, lleva  nuestro pequeñísimo acto de amor, de adoración, de gratitud, etc. a todas partes, ¡amplificado  infinitamente con la Voz misma de Dios! Oigamos cómo lo dice El mismo:  

“Hija mía, la oración es música para mi oído, especialmente cuando un alma se ha uniformado del  todo a mi Voluntad, de manera que en todo su interior no se nota más que un continuo acto de vida de  Voluntad Divina. Esta alma es como si fuera otro Dios que me toca esa música. ¡Oh, qué agradable es  hallar quien me corresponde a la par, que puede redirme honores divinos. Sólo quien vive en mi Querer  puede llegar a tanto, pues todas las demás almas, aunque hagan y recen mucho, harán siempre cosas  y oraciones humanas, no divinas; por lo tanto no tendrán ese poder y ese atractivo a mi oído”  (06.01.1906).  

Jesús llega incluso a ponerse a orar en voz alta, dentro de Luisa, diciendo todo lo que ella debía decir  (Vol. 9°, 24.07.1909). Es decir, que el Señor quiere que ore con El, como El, en su Querer, con sus  mismas intenciones, reparaciones y amor (Vol. 11°, 06.09.1913):  

“Hija mía, ¿quieres amarme de veras? Dí: «Jesús, Te amo con tu Voluntad»; y como mi Voluntad  llena el Cielo y la tierra, tu amor me rodeará por todas partes y tu plegaria «TE AMO» resonará en lo  alto de los Cielos y en lo profundo de los abismos. Igualmente, si quieres decirme «TE ADORO, TE  BENDIGO, TE ALABO, TE DOY LAS GRACIAS», lo dirás unida a mi Voluntad y llenarás Cielos y  tierra de adoraciones, de bendiciones, de alabanzas, de acción de gracias, en mi Voluntad. Estas cosas  son sencillas, fáciles e inmensas”. (02.10.1913).  

La oración hecha con Jesús y con su Voluntad se extiende a todos (25.09. 1914), y nos invita a orar  con oración universal, en su Voluntad, como El, como otra Humanidad suya. ¿Qué quiere decir “oración  universal”?  

“Hija mía, ora, pero házlo como lo hago Yo, es decir, arrójate toda en mi Voluntad y en Ella  encontrarás a Dios y a todas las criaturas; las darás a Dios como si fueran una sola criatura, pues el  Querer Divino es el Dueño de todos, poniendo a los pies de la Divinidad todos los actos buenos, para  darle honor, y los malos para repararlos con la santidad, potencia e inmensidad de la Divina Voluntad,  de la cual nada puede salirse.  

Esa fue la vida de mi Humanidad en la tierra. Por más que fuera santa, tuve necesidad de este  Querer Divino para dar completa satisfacción al Padre y redimir a todas las generaciones humanas,  ya que sólo en este Querer Divino Yo hallaba todas las generaciones, pasadas, presentes y futuras, y todos sus pensamientos, palabras, obras, etc. como en acto. Y en este Santo Querer, sin que nada se  me escapara, Yo tomaba todos los pensamientos en mi Mente y por cada uno en particular Yo me  presentaba ante la Suprema Majestad y los reparaba, y en esa misma Voluntad bajaba a la mente de  cada criatura, dándoles el bien que había obtenído para sus inteligencias. En mis miradas tomaba los  ojos de todas las criaturas, en mi voz sus palabras (…) Esa fue toda la vida de mi Humanidad sobre la  tierra, desde el primer instante de mi Encarnación hasta mi último respiro, para continuarla en el Cielo  y en el Stmo. Sacramento. Ahora, ¿por qué no puedes hacerlo también tú? Para el que me ama todo es  posible, unito a Mí. Orando en mi Voluntad, lleva ante la Divina Majestad los pensamientos de todos  en tus pensamientos; lleva en tus ojos las miradas de todos, en tus palabras, en tus movimientos, en tus  afectos, en tus deseos lleva los de tus hermanos, para repararlos, para obtener para ellos luz, gracia,  amor. En mi Querer te encontrarás en Mí y en todos, vivirás mi Vida, orarás conmigo; y el Divino  Padre estará contento y todo el Cielo dirá: «¿Pero quién nos llama desde la tierra? ¿Quién es, que  quiere abrazar en sí este Santo Querer, abrazándonos a la vez a todos nosotros?» ¡Y cuánto bien puede  obtener la tierra, haciendo que el Cielo baje a la tierra!” (03.05.1916).  

Sólo entrando en el Querer Divino, revestidos de Jesús, podemos ofrecer por todos y en cada cosa  reparaciones completas, acción de gracias y amor. Está claro que a este milagro no se llega con la razón,  sino sólo con la fe. Que se llega cuando se quitan los obstáculos que produce la propia voluntad. Y que  se llega sólo con la sencillez, sólo por amor, mediante la intención. Está claro además que estas cosas,  o se aceptan con la fe, con todas sus consecuencias, o se rechazan, con todas las consecuencias… Por lo  tanto, si por gracia de Dios reconocemos que es Jesucristo quien habla, ya no hay nada que discutir, sino  que El espera nuestra respuesta personal.  

“Ven a mi Voluntad para hacer lo que hago Yo y en mi Querer podrás correr en favor de todas las  criaturas”.