Mt: 19, 13

“Le trajeron entonces a unos niños para que les impusiera las manos y orara sobre ellos”



AUDIO



De los escritos de la S.D. Luisa PiccarretaVol. 24-31 (1-2); Julio 29, 1928



Significado de 

la Bendición

de la Señal de la cruz.  

Los Sacramentos



"… yo seguía mi giro en su adorable Voluntad, y siguiendo sus actos que hizo estando sobre esta tierra, me he detenido cuando Jesús bendecía a los niños, bendecía a su Mamá Celestial, bendecía a las turbas y demás, y yo rogaba a Jesús que bendijera a esta su pequeña hija que tanto tenía necesidad, y Él, moviéndose en mi interior y alzando su brazo en acto de bendecirme me ha dicho: 

“Hija mía, te bendigo de corazón en el alma y en el cuerpo, mi bendición sea la confirmación de nuestra semejanza en ti, ella te confirma lo que la Divinidad hizo en la creación del hombre, esto es, nuestra semejanza, por eso tú debes saber que en el curso de mi Vida mortal, en cada cosa que Yo hacía bendecía siempre, era el primer acto de la Creación que Yo llamaba nuevamente sobre las criaturas, y para confirmarlo, bendiciendo invocaba al Padre, al Verbo y al Espíritu Santo. 

Los mismos Sacramentos están animados por estas bendiciones e invocaciones, así que mientras ésta llama la semejanza del Creador en las almas, llama junto la Vida de mi Divina Voluntad, para que regrese como en el principio de la Creación a reinar en las almas, porque sólo Ella tiene virtud de pintar en ellas, a lo vivo, la semejanza de Aquél que las ha creado, de hacerlas crecer y conservarlas con los vivos colores divinos. 

Mira entonces qué significa bendición: ‘Confirmación de nuestra obra creadora, porque la obra que Nosotros hacemos una vez, está tan llena de sabiduría, de sublimidad y belleza, que amamos el repetirla siempre’. Y si nuestra bendición no es otra cosa que el suspiro de nuestro corazón de ver reintegrada nuestra imagen en las criaturas, y la repetición de nuestra confirmación de lo que queremos hacer, la señal de la cruz que la Iglesia enseña a los fieles, no es otra cosa que impetrar por parte de las criaturas nuestra semejanza, y por eso haciendo eco a nuestra bendición repite: ‘En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo’. Así que sin conocerlo, la Iglesia con todos los fieles armonizan con el Eterno Creador y quieren la misma cosa; Dios con bendecir y pronunciar las palabras Padre, Hijo y Espíritu Santo quiere dar su semejanza, las criaturas la impetran con el hacerse la señal de la cruz pronunciando las misma palabras”.

 Fiat Divina Voluntad