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Todos somos el CIDE
En “Los números del CIDE 64” se hizo referencia a nuestra organización no gubernamental que es la responsable de la calidad de los productos desarrollados por los estudiantes de los programas que se operan por el CIDE, sin embargo algunos de los miembros de esta comunidad y algunos simpatizantes, podrían tener un acceso limitado a la información sobre las bases jurídicas de nuestra agrupación, por ello, a continuación reproduzco un extracto del acta constitutiva del CIDE.
Extracto de acta constitutiva del CIDE S.C.
El Centro de Innovación y Desarrollo Educativo (CIDE) se constituye como Sociedad Civil, por los señores Miguel Arenas Vargas, Raúl Villegas Vizcaíno, Jesús Heraclio del Río Martínez, Alejandro Moreno Reséndez, Gerardo Arellano Rodríguez, José Luis Corona Medina, Joel López Pérez, Pedro Antonio Robles Trillo, y Carlos Morán Rodríguez, quienes se reunieron para formar dicha sociedad ante el Notario Público Jesús Alfonso Zavala Cortez que dio fe de dicha constitución, con fecha 23 de agosto de 2000.
El domicilio:
El domicilio social de la sociedad civil denominada Centro de Innovación y Desarrollo Educativo, S.C. se ubica en la calle Sevilla número 600 (seiscientos) fraccionamiento Ampliación la Rosita en Torreón Coahuila.
Definición:
El CIDE es una sociedad civil formada y constituida para prestar servicios de búsqueda, selección, acopio, procesamiento, y generación de información científica vigente, relevante y pertinente para la explicación e identificación de opciones sobre problemas relacionados con la biología, y para promover el desarrollo de las facultades humanas a través de modelos educativos ad hoc de alta eficiencia.
Organización Académica y Administrativa
Órganos de gobierno
Asamblea de socios. Constituye el órgano supremo del CIDE, se integra por la totalidad de los asociados y se rige por los estatutos de la sociedad.
Consejo de Administración. Tiene la representación social y poderes del CIDE y se responsabiliza de su administración; lo integran:
Presidente: Miguel Arenas Vargas.
Secretario: Raúl Villegas Vizcaíno.
Tesorero: Jesús Heraclio del Río Martínez.
Primer Vocal: Rafael Rodríguez Martínez
Segundo Vocal: Alejandro Moreno Resendez
Tercer Vocal: Gerardo Arellano Rodríguez.
Consejo de Vigilancia. Verifica la correcta actuación del consejo directivo y se integra por un presidente, secretario y dos vocales.
Presidente: José Luis Corona Medina
Secretario: Joel López Pérez
Primer Vocal: Pedro Antonio Robles Trillo
Segundo Vocal: Carlos Morán Rodríguez
Funciones del Consejo Académico:
Establece el marco normativo para la operación académica del CIDE y promueve su carácter innovador; se integra por socios y no socios con experiencia relevante en innovación educativa, mismos que son designados por la asamblea de socios.
Acuerdos:
Aun cuando las sesiones de los órganos de gobierno del CIDE pudieran ser válidas con la presencia de la mayoría de los integrantes se procurará siempre la participación de la totalidad de sus integrantes.
Aun cuando los acuerdos de los órganos de gobierno del CIDE pudieran ser válidos por mayoría de votos (excepto para la inclusión o exclusión de socios, que requieren unanimidad), se procurará siempre la obtención de consensos mediante el convencimiento por el exhaustivo debate de argumentos y evidencias, evitando posiciones de autoridad, coacción o represión.
Se buscará tomar decisiones con base en conocimientos, no en opiniones o pareceres.
Se alentará la discusión y crítica de ideas y se evitará la de personas. Los conflictos entre ideas fuerzan el análisis y la búsqueda de evidencias, promueven la superación de las ideas mismas y de quienes las sustentan. La discusión es el examen cuidadoso de una cuestión, la crítica permite construir juicios; discutir críticamente las ideas y percepciones implica examinarlas y juzgarlas, favoreciendo la superación, el aprendizaje, y la creatividad, sin triunfadores ni derrotados. Por el contrario, los conflictos entre personas son improductivos y deterioran a las personas, su comunicación y sus ideas, cancelando la creatividad e impidiendo la operación del colectivo.
La innovación implica el concurso de personas con diferentes ideas, percepciones y formas de procesar y juzgar la información. Ninguno está bien y ninguno está mal, el valor de las ideas no está en que gusten a la mayorías, es más importante el proceso de análisis que la conclusión aparente o inmediata; entender al otro no significa estar de acuerdo, se vale atacar al argumento más no a la persona, nunca deberán forzarse acuerdos o conclusiones, aunque no hubiera ninguna, todos aprenden, cada quien toma lo que considera pertinente, al hacerlo se desarrolla y al desarrollarse los asociados lo hace también la sociedad.
Automatización y simplificación administrativa.
Entre procedimientos y opciones igualmente buenas se preferirán las más simples. Los procedimientos administrativos serán los mínimos indispensables, los más simples posible y con el mayor grado de automatización disponible.
Organización plana y dinámica
El CIDE es un colectivo de iguales, sin jerarquías, comprometido con la actividad científica que mediante el pensamiento escéptico construye y comprende argumentos razonados y reconoce argumentos falaces o fraudulentos con base en la certeza de las premisas, la consistencia lógica de su construcción y validez de las evidencias.
El CIDE tiene su fundamento en la convicción de que las limitaciones individuales de sus integrantes se superan mediante la unión de esfuerzos individuales en una misma dirección.
La estructura organizacional del CIDE es plana; la responsabilidad y conocimiento de sus asociados y colaboradores hace innecesaria la autoridad y el control jerárquico.
El CIDE es una organización de innovación y aprendizaje; en correspondencia, favorece la superación continua a través de la incorporación de información, la solución de problemas, la experimentación de nuevos enfoques, al aprender unos de otros y todos de las experiencias previas y de la congruencia entre su actuar, saber, y pensar y se procurará la incorporación fundamentada de cambios en sus estrategias operativas.
Toda experiencia es una oportunidad de aprendizaje. Ante una experiencia negativa, se evitará siempre la búsqueda de culpables o justificaciones, ya que éstas constituyen un ambiente agresivo que propicia el razonamiento defensivo e impide el aprendizaje.
La gestión colectiva de la información constituye una actividad clave del CIDE. Por ello se considera a la información como un bien colectivo. El conocimiento e intelecto crecen exponencialmente cuando se comparten en armonía, mientras la competencia inhibe la colaboración y la desinformación favorece la burocracia, el estancamiento, el aislamiento y los conflictos interpersonales.
Organización Académica
Marco conceptual
Todo individuo tiene derecho a la educación, por lo que todos tienen la misma oportunidad de acceso.
La educación tiende a desarrollar armónicamente las facultades del ser humano con base en el conocimiento científico vigente, y en contra de creencias derivadas de la ignorancia, los fanatismos y los prejuicios.
La educación favorece el desarrollo de las facultades para adquirir conocimientos, así como la capacidad de información, observación, análisis y reflexión crítica.
El avance educativo de un individuo es función de su propio interés y esfuerzo, se evitarán al máximo inferencias por cuestiones económicas, administrativas, personales o sociales.
El aprendizaje es el resultado de trabajo académico productivo. Durante el proceso educativo cada estudiante generará listados bibliográficos, colecciones documentales, informes, ensayos, proyectos de investigación, reportes, artículos, tesis, entre otros productos del trabajo académico.
Marco legal
El CIDE buscará obtener y conservar el reconocimiento de validez oficial de estudios para incorporarse al sistema educativo nacional, conforme a lo dispuesto en el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el capítulo VI de la Constitución Política del Estado de Coahuila de Zaragoza en la Ley General de Educación. Para ello integrará y mantendrá personal con la preparación adecuada para su labor educativa, recabará la autorización de la Secretaría de Educación Pública para modificar su operación educativa, acordará las cuotas por servicios educativos con los estudiantes, y facilitará y colaborará en las actividades de evaluación, inspección y vigilancia que las autoridades competentes realicen u ordenen.
Base económica
El CIDE tiene dos fines fundamentales cuya operación es mutuamente complementaria, los educativos y los servicios de asesoría.
La base económica del CIDE se fundamenta con la aportación por parte de los estudiantes para la operación de los grupos que constituyen la masa crítica y las aportaciones del trabajo de los asesores.
Eventualmente, la prestación de servicios de búsqueda, selección, acopio, procesamiento y generación de información científica para la explicación e identificación de opciones sobre problemas relacionados con la biología, representará ingresos que permitirán absorber parte de los costos de operación del CIDE, reduciendo así la carga económica para asesores y estudiantes, sobre la función educativa, y ampliando con ello el margen de operación.
Espacios físicos
La estrategia educativa del CIDE, se define como centrada en el aprendizaje autogestionario, y no presencial. Así los estudiantes serán usuarios de la infraestructura regional para el aprendizaje y la investigación, como bibliotecas, laboratorios, plataforma tecnológica, especialmente para el acceso a información y para la comunicación permanente con docentes e investigadores líderes en su área en el ámbito internacional.
Por lo anterior, el CIDE no requiere de espacios físicos especiales. Al estar fundamentada en la generación del conocimiento, no en su transmisión, no son necesarios los espacios y equipos tradicionalmente empleados para ésta. Al no requerir la presencia constante de estudiantes y maestros, no se necesita contar con los espacios físicos para ello.
Por ejemplo, de las 4,800 horas que representan la duración media del proceso de formación para la obtención del grado de doctor, 3,525 horas corresponden a talleres que el estudiante operará en los espacios físicos a su alcance, 75 horas corresponden a asesoría, la que puede realizarse en cualquier lugar en el que pueda darse una conversación, desde un espacio doméstico, público e incluso a distancia mediante tecnología interactiva a tiempo real; de las 600 horas que implican los coloquios, 480 horas se consideran para la elaboración de ensayos por los estudiantes en los espacios a su alcance, las restantes 120 horas y las 600 horas de socialización pueden efectuarse en cualquier espacio en el que 25 a 30 personas puedan dialogar durante sesiones de dos o tres días, en fines de semana.
Hasta aquí el extracto, el acta constitutiva completa se encuentra a disposición de quien la solicite a cualquiera de los miembros fundadores del CIDE.
Posteriormente a la elaboración del acta del año 2000, se ha incluido formalmente a otros miembros y se considera como tal a todo individuo que desee aprender, recibir entrenamiento para convertirse en científico o participar en el proceso de aprendizaje del resto de nuestros compañeros del CIDE.
Salud y éxitos
Joel