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Elaboración del título y las palabras Clave
Como ocurre con el pago de los préstamos que se hacen para financiar el cochecito nuevo, en los que después te van llegando las letras y todas en un cajón son guardadas, metidas en la carpeta, bañadas con tu sudor (como dice José Luis Perales) estos empréstitos convencionalmente se contratan para ser pagado en un plazo de 60 meses, en nuestro caso, si al igual que para adquirir el coche, tuviste el cuidado de ahorrar cada mes en la elaboración de al menos uno de los trabajos que se han sugerido en los anteriores números del CIDE, tu carpeta de archivo en la que has almacenado los productos del trabajo intelectual sugeridos, posee al menos 60 documentos cuya elaboración te ha convertido en doctor en ciencias.
Si para la preparación de cada uno de estos frutos dispusiste de un mes de tu tiempo, entonces tu formación te llevó cinco años, pero como el tiempo es muy relativo, si para la construcción de cada una de estas creaciones invertiste 80 horas de tu tiempo, en este momento estás registrando 4800 horas de trabajo intelectual, lo que te convierte en doctor en ciencias. No es magia, es trabajo y como lo señalé al inicio del envío de esta serie de “Los números del CIDE”, el que tiene problema aprende y sólo se resuelven los problemas cuando se les puede dimensionar, esa dimensión siempre es numérica, cuando a las cosas se les encuentra el tamaño, los enigmas desaparecen, los fantasmas se desvanecen y la realidad se trasforma.
Para seguir dando dimensiones a nuestra realidad, les recuerdo que una tesis de grado está constituida por 80 mil a 90 mil palabras (que es el número aproximado de morfemas, monemas, lexemas y fonemas que he enviado a mis ya casi tres lectores hasta el día de hoy en esta serie de los números del CIDE que tuvo su inicio hace aproximadamente un año, a fines de septiembre del 2010), con el ejercicio planteado en Los números del CIDE 59 se sugirieron las bases para el desarrollo de la competencia para sintetizar esas 90 mil palabras en un escrito que posea una dimensión de no más de 500 códigos o segmentos del leguaje limitados por pausas o espacios en la cadena escrita, ese ejercicio de abreviación de las ideas que componen un volumen lógico de escrito amplio, tiene su continuación en el ejercicio que ahora se sugiere y que tiene su principio en envíos los números del CIDE 13, 14 y 15, en los que se sugirió hacer un análisis de los títulos de los artículos originales del núcleo de información sobre nuestro objeto de estudios.
Como señalan las convenciones de quienes que escriben en ciencia, el título de un trabajo de investigación debe indicar claramente el contenido de la tesis; cada palabra empleada en su construcción, corresponde y contribuye con información específica de uso práctico, como para emplearse en las listas de títulos y en las bases de datos para búsqueda de información (Como se señala en la ISO-7144 -ISO, 1986- ).
Por otro lado, en los números del CIDE 16 se dieron algunas pautas para el análisis de las palabras clave que contienen los artículos originales del núcleo de investigaciones sobre nuestro objeto de estudios. Así que en este envío utilizaremos esas bases para construir una estrategia que permita la elaboración del título adecuado para nuestro trabajo de tesis y los respectivos artículos que de él surjan.
El trabajo sugerido, como señalaba líneas arriba es un ejercicio de condensación, en el que intentaremos hacer otro esfuerzo de análisis y síntesis, a partir de la recapitulación organizada que tuvo lugar al construir el resumen. Se trata ahora de extraer de las 90 mil palabras que conforman el documento de tesis de grado, un promedio de 20 palabras que representan el núcleo del lenguaje con el que se describen, entre otras cosas:
a) El problema de investigación.
b) Las acciones realizadas.
c) Las variables estudiadas.
d) El modelo biológico utilizado.
e) Las técnicas de laboratorio empleadas en el estudio.
f) En algunos casos, parte de los resultados del mismo.
Para empezar el ejercicio se recomienda regresar a algunos de los números del cide ( 5, 21, 22 y 29) que se refieren a la construcción de un perfil de búsqueda, éstas serán las primeras cinco o seis palabras que se incluirán en la lista de las 20 palabras, mismas que se sugiere sean tomadas más o menos de las siguientes fuentes y formas de proceder:
a) Cinco o seis palabras que conforman el perfil de búsqueda final.
b) El nombre científico del modelo biológico usado, en su caso, esto en el caso que entre las cinco o seis palabras del perfil de búsqueda no se encuentre el nombre científico del modelo o los modelos biológicos estudiados, esta(s) sería(n) la séptima y octava palabra(s) en caso de haber usado más de un modelo biológico.
c) El verbo que corresponde al objetivo general del trabajo se convertirá en la novena palabra de la lista (o décima en su defecto).
d) La(s) variable(s) independiente(s) (ver Los números del CIDE 47) se convertirá en la(s) siguiente(s) palabra(s) de la lista que estamos construyendo.
e) Las variable(s) dependiente(s) (ver Los números del CIDE 47) se convertirá en la(s) siguiente(s) palabra(s) de la lista.
f) La palabra central que describe el problema de investigación pasa a ser la décimo primera palabra de la lista (si es que no está incluida en las primeras seis del perfil de búsqueda).
g) Las palabras centrales que describen la metodología, cuando ésta es innovadora y el trabajo centra parte de su atención en este aspecto, pueden estar entre las siguientes tres o más palabras.
h) Las palabras con que se describen los detalles que delimitan el problema de investigación serán parte del resto de las 20 palabras seleccionadas para el trabajo de elaboración del título y las palabras clave.
Ejemplo:
Siguiendo con el prototipo de investigación que se propuso a partir de Los números del CIDE 6, sobre el estudio de los mosquitos o jejenes del género Culicoides se hará el ejercicio de generar el título y las palabras clave de lo que sería la tesis del compañero del CIDE Nayarit que estaba interesado en el control de esta plaga de insectos vectores de enfermedades.
a) El perfil de búsqueda: Culicoides, Ceratopogonidae, control. (sólo tres palabras) (número de palabras acumuladas tres).
b) Los nombres científicos de los modelos biológicos: Metarhizium anisopliae, Beauveria, Isaria, Lecanicillium, Culicoides sonoensis. Son ocho palabras, pero constituyen solo cuatro términos, ya que se trata de nombres científicos, constituido por el género y la especie de los organismos utilizados pare el control biológico de este insecto (palabras acumuladas siete).
c) El verbo utilizado en el objetivo central del estudio: Evaluar (se evaluó la virulencia de cepas de hongos contra larvas de culicoides), número de palabras una (palabras acumuladas ocho).
d) La(s) variable(s) independiente(s): fueron 18 cepas de hongos, como son muchos términos, usaremos solo una palabra genérica para referirnos a todas las cepas y especies, la palabra será “hongos” (número de palabras acumuladas nueve).
e) La(s) variable(s) dependiente(s): susceptibilidad, virulencia, esto aporta dos palabras más (palabras acumuladas 11).
f) Palabra central que describe el problema de investigación: Control biológico. (palabras acumuladas 12).
g) Palabras centrales que describen la metodología: Exposición de larvas a conidias de los hongos. (palabras acumuladas 14).
h) Palabras que delimitan el problema de investigación: Control biológico, Hongos entomopatógenos, insectos vectores de enfermedades, Cepas de M. anisopliae (ERL700, CA1, V275, LRC181A, ARSEF 3291 and ARSEF 4556) (palabras acumuladas 16)
Lista de palabras:
1 Culicoides.
2 Ceratopogonidae.
3 Control.
4 Metarhizium anisopliae.
5 Beauveria.
6 Isaria.
7 Lecanicillium.
8 Culicoides sonorensis.
9 Evaluar.
10 Cepas de hongos (Cepas de M. anisopliae (ERL700, CA1, V275, LRC181A, ARSEF 3291 and ARSEF 4556) (aquí se pueden colocar las 18 cepas, pero no es conveniente por el espacio, ya que se trata de resumir).
11 Susceptibilidad.
12 Virulencia.
13 Control biológico.
14 Exposición de larvas a conidias de los hongos.
15 Hongos entomopatógenos.
16 Insectos vectores de enfermedades.
Ahora que ya se tiene la lista de las palabras aparentemente más representativas del trabajo realizado, conviene hacer una reflexión con base en las palabras clave y regresar al trabajo que se hizo con la sugerencia del envío de los números del CIDE 16, el cual permitirá ampliar la lista de palabras que se pueden incluir en el título y las palabras clave de nuestra comunicación científica partiendo de los documentos centrales que se describen más puntualmente investigaciones similares a la nuestra.
El núcleo del núcleo.
Una estrategia complementaria para obtener las palabras clave más precisas es acudir al artículo o artículos que componen el núcleo del núcleo de la información que poseemos, es decir aquel artículo o par de artículos que por sus características tienen gran similitud con el trabajo de investigación que nosotros hemos realizado. Utilizando las fichas referenciales de este (estos) documento(s) se sugiere observar las palabras clave que han incorporado los autores en el campo “Key words”, de seguro ahí encontraremos algunas palabras que habíamos obviado, esto suele ocurrir por la misma familiaridad con la que tratamos nuestro objeto de estudios, estas palabras generalmente indican el ámbito disciplinar del trabajo u otros aspectos que podríamos haber dejado pasar por alto, ahí encontraremos términos que son usuales en las bases de datos, mismas que en algunos casos los agregan al incluir en sus índices las fichas referenciales de los documentos, en algunos casos, estas palabras no las colocan los autores, sino que las agregan los administradores de las bases de datos. Por ejemplo, para el caso que nos ocupa, convendría usar otras palabras como:
1 Prevención y control de enfermedades parasitarias
2 Microbiología y control de insectos.
3 Insectos parásitos.
4 Métodos de control de insectos.
5 Insectos Vectores.
6 Microbiología de las larvas.
Ahora la lista de palabras centrales suma 22 términos que se pueden usar para hacer un primer ejercicio de elaboración del borrador de lo que se convertirá en la cabeza o imagen frontal de nuestro trabajo, por ello, conviene regresar a la teoría del título y con base en su lectura, tomar en cuenta que esta parte de la tesis debe comprender, entre otras cosas: Las acciones realizadas (que se relacionan con el verbo del objetivo general), las variables independientes, las variables dependientes, los modelos biológicos, y otros componente, como las aportaciones del trabajo, un esbozo de los resultados, etc.
Paso 1: Siguiendo con el ejemplo iniciado líneas arriba, se sugiere colocar como parte del título, la primera palabra, ésta corresponderá al verbo que da forma al objetivo general, el verbo encontrado es “Evaluar” consideraremos la palabra inicial del título su acción correspondiente “Evaluación”.
Paso 2: Luego se colocan las palabras que corresponden a las variables que se evaluaron, recuerden que se evaluó la susceptibilidad, entonces queda: “Susceptibilidad” (o evaluación de la susceptibilidad).
Paso 3: Luego se incluye el o los modelos biológico sobre los que hicieron las observaciones, el modelo fue “Culicoides sonorensis”. (Agregando este término el título iría quedando “Evaluación de la susceptibilidad de Culicoides sonorensis).
Paso 4: Enseguida se sugiere colocar la(s) variable(s) independiente(s) que en este caso son los nombres científicos de los hongos entomopatógenos empleados:
Metarhizium anisopliae
Beauveria sp.
Isaria sp.
Lecanicillium sp.
El título provisional se estaría constituyendo como “Evaluación de la susceptibilidad de Culicoides sonorensis hacia Metarhizium anisopliae, Beauveria sp, Isaria sp, y Lecanicillium sp…”
Paso 5: Ahora conviene retomar algunas de las palabras centrales con las que se describe del problema de investigación, por ejemplo: “Control Biológico” “Hongos parásitos”, “insectos vectores de enfermedades”.
Entonces, el primer título tentativo podría ser:
“Evaluación de la susceptibilidad de Culicoides sonorensis a diferentes cepas de Metarhizium anisopliae, Beauveria sp., Isaria sp., y Lecanicillium sp: una medida de control biológico para insectos vectores de enfermedades”.
Como se puede observar, este título es muy largo, por lo que se le ha incluido un subtítulo, mismo que aparece después del signo de dos puntos. Hasta antes del subtítulo, el título contiene 14 palabras, es decir se encuentra dentro de la norma que siguen las principales revistas científicas para el número de palabras en el título, sin embargo, para una tesis el título puede extenderse un poco más, a fin de que sea más explicativo del trabajo realizado, y una estrategia es precisamente el uso de subtítulos como el del ejemplo.
Las palabras clave:
Para continuar con el ejercicio se sugiere elaborar la sección de palabras clave utilizando para ello el resto de los términos que quedaron en la lista elaborada previamente, es decir, aquellas palabras que no se utilizaron en la construcción del título o las que por su importancia podría ser necesario que se repitieran en esta sección una forma de proceder para elaborar la lista de palabras clave que se integrarán a la tesis o al artículo a publicar, es retomar aquellas que quedaron en la lista, siguiendo con el ejemplo, estas podrían ser:
1 Hongos;
2 Insectos vectores de enfermedades:
3 Virulencia; Larvas;
4 Culicoides sonorensis;
5 Prevención y control de enfermedades parasitarias;
6 Microbiología y control de insectos;
7 Insectos parásitos;
8 Métodos de control de insectos;
9 Control Biológico
10 Insectos Vectores;
11 Microbiología de las larvas.
Como puede verse, la lista es amplia, por lo que se sugiere hacer una nueva selección de palabras, a fin de dejar sólo las más prominentes, en un número no mayor de ocho, o del número recomendado por la dirección editorial de la revista en la que se piensa publicar el artículo. A partir del ejemplo y buscando evitar la repetición de las palabras del título en la lista de palabras clave, se puede pensar en dejar como palabras laves, las siguientes:
1 Hongos entomopatógenos;
2 Virulencia;
3 Culicoides sonorensis;
4 Prevención y control de enfermedades parasitarias;
5 Métodos de control de insectos;
6 Insectos vectores de enfermedades;
7 Microbiología de las larvas.
Esto es una sugerencia, pero también se pueden emplear otras palabras clave, según los criterios establecidos en la teoría al respecto y de acuerdo con la experiencia del autor, siempre se tomará en cuenta que una palabra menos en el título, o en la sección de palabras clave, hará que muchos lectores potenciales dejen de leer el artículo, al no encontrarlo en las bases de datos que utilizan estos términos para indexar las fichas bibliográficas de los artículos que reciben. Lo que si debe quedar claro es que los títulos y las palabras clave no surgen de la imaginación del investigador, sino de un trabajo empírico en el que los números vuelven a demostrar que sólo se puede transformar la realidad al dimensionarla.
Salud y éxitos
Joel