Números del CIDE Anterior #55 Siguiente #57
¿Cómo se discute en ciencia?
Al obtener los resultados de nuestro proyecto de investigación, todos quisiéramos compartirlos de inmediato con la comunidad científica, y más apremio tenemos en este empeño, cuando los resultados que obtuvimos eran los que esperábamos lograr. Sin embargo este afán y sentimiento de que el trabajo ha concluido satisfactoriamente, a veces nos proporciona una claridad que nubla el espíritu científico de inquirir de nuevo y a partir de esos resultados ver más allá.
En cambio, cuando los resultados resultan adversos a lo que planeábamos obtener o a nuestra hipótesis, puede venir la desilusión e incluso un periodo de depresión por no haberse logrado lo que esperábamos. En ambos casos se tiende a perder de vista el objetivo de todo trabajo científico, que es el aportar un granito de arena para el avance de la ciencia, y si el trabajo estuvo bien planeado y sustentado en los antecedentes de la práctica científica, como se trata de promover e cada uno de Los números del CIDE, tanto o más aportan unos resultados que contradicen la hipótesis, que aquellos que la confirman.
Al llegar a la interpretación de los resultados, nos encontramos en una fase en la que se requiere de una gran cantidad de horas para la reflexión profunda, misma que debe ser acompañada por una visión colectiva sobre nuestro trabajo de investigación, es en este momento en el que la socialización toma un papel determinante para el buen término de la fase que se avecina, es decir de la elaboración de la sección de discusión y terminación del informe final o comunicación científica.
Sin embargo, al llegar a estas circunstancias, el investigador suele sentirse agotado por las largas horas de esfuerzo y trabajo en el laboratorio o en el campo donde ha realizado la parte práctica del proyecto de investigación. Y estas circunstancias son las que pueden provocar la ausencia del investigador en las reuniones de discusión, debido a que pudo faltar a algunas reuniones d discusión por encontrarse entregado al trabajo empírico y es aquí donde se corre el riesgo de extraviarse entre dos mundos: el de la actividad práctica que se representa por la vida y el trabajo en el laboratorio y que proporciona la experiencias y el de la construcción teórica, que se hace presente en la lectura y discusión entre pares de los preceptos que se están tratando de probar.
Otra situación que es común en éstos momentos de terminación del trabajo empírico, es la urgencia por terminar el informe final, artículo o tesis, misma que puede deberse a compromisos institucionales contraídos con antelación y cuyos plazos han vencido, o bien por que el investigador desea terminar esta fase para iniciar la que sigue. Ese apresuramiento puede resultar en la elaboración de una sección de discusión cuyo nivel de abstracción en el análisis del problema que se investigó, puede ser muy pobre, aun cuando ésta es la parte medular de una tesis de grado y de una publicación científica. Así que en estas circunstancias se elabora un escrito que incluye en un capítulo de la tesis al que se intitula “Discusión” pero que en realidad, muchas veces se hace como un requisito, más que como el producto de una reflexión profunda sobre el valor del trabajo empírico realizado.
En la sección de discusión se trata de desarrollar un argumento serio y con fuerza en el que quien escribe debe analizar la investigación de manera crítica y desarrollar una línea lógica de pensamiento a partir de los resultados que dirija una explicación e interpretación conclusiva de los mismos. Aquí no se trata de volver a escribir los resultados, como llega a ocurrir en algunos casos, tampoco se trata de un intento de justificación para el trabajo que hemos realizado, al señalar que existen otros trabajo similares y que el nuestro es comparable con ellos, más bien se trata de encontrar un encuadre particular para nuestros hallazgos y para nuestros resultados, ya sea que éstos apoyen o refuten la hipótesis planteada.
Al obtener los datos que se discutirán en la sección de discusión es tiempo de regresar a la información específica reportada en la sección introductoria, así como a los aspectos metodológicos que pudieron intervenir en los resultados y finalmente retomar desde otra óptica lo que los datos que se generan y que dan origen a nuestros resultados, quieren significar en el ámbito de la teoría existente y fuera de ella, en donde a todos nos da temor incursionar, es decir en el ámbito de lo que no existe o no se había hecho notar su existencia hasta el momento de que nosotros hacemos el reporte, todo esto enfocado hacia una visión más general de como los hallazgos deben de ser interpretados.
De esta manera, mientras se escribe la sección de discusión, el investigador busca mover la atención del lector desde los resultados específicos del estudio hasta un enfoque más hacia lo general, esto implica la importancia que el estudio podría tener para otros investigadores en el área y más allá, a los investigadores de otras áreas, a eso se refiere el nivel de generalización del estudio o bien su opuesto, que son las limitaciones del mismo.
Un error frecuente de quien escribe una sección de discusión por vez primera, es confundir el aspecto de limitaciones de la investigación, con aspectos pragmáticos, como lo de limitaciones económicas, de falta de equipo, de tamaño diminuto de la muestra, etc., cuando aquí se trata de definir las limitaciones (o alcances en su caso) del trabajo en el ámbito del mundo de las ideas.
En la sección de discusión, más que en ninguna otra parte del reporte, el investigador requiere hacer explícito su punto de vista sobre el estudio y sus hallazgos. Es la parte del trabajo que permite al intelectual tomar una posición con respecto a las explicaciones, implicaciones, limitaciones o aplicaciones de los hallazgos.
En esta sección se trata de subrayar las nuevas aportaciones que nuestro trabajo ha logrado, por ejemplo, en el trabajo mencionado en Los números del CIDE 55 en el que una investigadora descubre una nueva “geografía” en el ámbito científico para el estado de Sinaloa, al encontrar que de 18 municipios sólo cuatro aparecen en el mapa de las publicaciones científicas, además del hallazgo, debería subrayarse la importancia de un nuevo enfoque para la realización de los estudios bibliométricos, es decir el ámbito de la geografía de los municipios, que es un aportación extra de esta investigación y que podrá promover la realización de más estudios en ese nivel en otras latitudes y con otros objetivos diferentes a los que la investigadora buscaba lograr.
Recapitulando: los resultados y los hallazgos se discuten en diferentes niveles, por ejemplo:
a) En función de su aporte a la hipótesis planteada o bien en su opuesto el rechazo de la hipótesis.
b) En función del logro de los objetivos planteados o en su defecto en las posibles explicaciones por no haberse logrado los objetivos planteados (en el ámbito de las ideas, no en el ámbito material que se podría referir a la falta de recursos, falta de tiempo, problemas de salud del investigador, etc.)
c) En función de las unidades de medición. Algunos avances científicos, incluso los hay que han cambiado paradigmas, se han logrado al encontrar que las unidades de medición utilizadas en ese momento no correspondían a la descripción de la realidad que se estudiaba. Y en ocasiones los resultados que contradicen lo establecido son desechados por no encontrarles un encuadre dentro de lo establecido.
d) En función de las técnicas utilizadas para el trabajo de investigación. Hay ocasiones en las que las técnicas de laboratorio no se adaptan a las condiciones en que se trabajó o al modelo biológico con el que se trabaja, aunque éste u otros similares hayan sido probados en otras latitudes, a veces en este ámbito se realizan descubrimientos que permiten el ajuste de las técnicas, mismos que al ser publicados, reportan más citas al investigador, que las que le proporciona el trabajo medular de su estudio.
e) En función de los paradigmas y creencias vigentes. Porque también en ciencia se van creando dogmas, que a veces limitan los avances en la interpretación de la naturaleza.
f) En función de los resultados que han sido reportados por otros investigadores y que pueden coincidir o ser opuestos a los nuestros. Esto promueve la discusión y el avance de la ciencia.
g) En función del alcance de los resultados generados, para revolucionar el mundo de las ideas que actualmente se tienen en relación con el objeto estudiado.
h) En función de diferentes disciplinas o campos del conocimiento que podrían ser impactadas por los hallazgos de nuestra indagación.
i) En función de las características del modelo biológico utilizado, lo que puede generar la búsqueda de modelos alternativos o bien promover que el resto de los investigadores de la comunidad internacional cambien al modelo utilizado por nosotros.
j) En fin desde todos los puntos de vista que sólo el colectivo constituido por una masa crítica entrenada puede lograr, siempre que el investigador abra su mente en las reuniones de discusión, cosa que se antoja difícil, ya que en los momentos que uno termina su trabajo de laboratorio, lo que menos desea es escuchar que hubo errores, es en este momento en los que el investigador tiene más temores, ya que son momentos de cambio y como todos los cambios suelen ser dolorosos, en estos momentos el investigador llega a sentirse frágil y es común que regresen a él los miedos básicos, miedos que generan, por un lado la resistencia al cambio (Temor a presentar su trabajo de tesis por considerar que todavía le falta) y por otra parte el miedo al ataque al encontrase en nuevas circunstancias (miedo a poseer el grado de doctor y considerar que tendrá dificultades para enfrentarse a sus pares internacionales), para las cuales todavía no nos sentimos seguros, es decir todavía no hemos desarrollado las armas para defendernos en otra dimensión, misma que hasta ese momento era desconocida para nosotros.
Salud y éxitos
Joel