1

[1.1.1] La tierra y el cielo estaban solos [1.1.2] y de ellos nació Ileyo[1]. [1.1.3] Él fue el primer dios. [1.2.4] Ileyo iluminó la tierra. [1.2.5] De esta nació el Día [1.2.6] y de esta nació también la Noche. [1.3.7] La Noche hizo a todos los ines[2] [1.3.8] que deambulan durante el día, [1.3.9] porque ella los cuida cuando duermen. [1.4.10] Y el Día hizo a todos los ines [1.4.11] que deambulan durante la noche, [1.4.12] porque ella los cuida cuando duermen.

2

[2.5.13] Y los ines, solos y tristes, [2.5.14] deambularon por el mundo entero, [2.5.15] por cien años y por trecientos años. [2.6.16] E Ileyo hizo carnes [2.6.17] de la tierra y del cielo y los cubrió con ellas. [2.6.18] Entonces, los ines se vieron y se tocaron. [2.7.19] Pero la carne muere y siente frío [2.7.20] y la entraña siente hambre, dolor y deseo. [2.7.21] Por esto, Ileyo hizo del viento, los echnes[3]. [2.8.22] Pero estos no tocan carne ni son vistos por los ines, [2.8.23] mas ven la carne y a los ines [2.8.24] y estos los acompañan desde su nacimiento hasta su muerte.

3

[3.9.25] El echne toma al ine [3.9.26] cuando el cuerpo va muriendo [3.9.27] y lo arranca de él rápido y con suavidad. [3.10.28] Y, entonces, lo lleva luego a través de la tierra, [3.10.29] hasta los caminos del Chenjanjitoncie[4], [3.10.30] en donde acaba su recorrido. [3.11.31] Ahí el echne abraza al ine, [3.11.32] se vuelven uno y permanece allí [3.11.33] y, protegidos por Ileyo, se iluminaban a sí mismos con su luz. [3.12.34] Pero los echnes abandonan a los ines que no los escuchan [3.12.35] y permanecen en la tierra, como en el principio, [3.12.36] sin ir hasta el Chenjanjitoncie[5].

4

[4.13.37] Y fue Bere[6] el más grande que nació de la tierra y del cielo, [4.13.38] por su tamaño, dos ines habitaron en él [4.13.39] y un echne los guio en la tierra entonces. [4.14.40] Pero solo uno lo escuchó y el otro, en cambio, escuchó a los dissíaques[7] [4.14.41] que llegaron hasta Ntuico [4.14.42] y Bere luchó contra las tropas de Imunjee. [4.15.43] Por esto, el echne abandonó a este ine [4.15.44] y guio entonces al otro, el cual mintió a los dissíacques [4.15.45] y mató a su general. [4.16.46] Pero luego el ine abandonado le habló [4.16.47] y este lo escuchó, perdiéndose a sí mismo, [4.16.48] y mató entonces al general de Imunjee.

5

[5.17.49] Por esto, el echne los abandonó entonces [5.17.50] y luego Bere fue muerto [5.17.51] por las tropas de Imunjee, luchando con ellos. [5.18.52] Los ines permanecieron en el bosque, por siempre, [5.18.53] más cerca de los dissíacques [5.18.54] que de los de Imunjee. [5.19.55] Entonces, la Luz de la Luna[8] nació [5.19.56] de Ileyo y el Día unidos [5.19.57] y su piel era muy blanca, como la nieve. [5.20.58] Este protege a los de Imunjee y a los de Ntuico [5.20.59] que van hasta el otro lado de la montaña [5.20.60] de los dissíacques, los ladrones y los asesinos.

[1] Dios eryéfapo del sol y la luna.

[2] ineto; los inetos o ines son las almas mortales, animales y humanas.

[3] ečneto; los echnetos o echnes son las almas inmortales de los seres vivos y las almas de los dioses.

[4] Čěn'han'hito'ntieto, el Chenjanjitoncieto o Chenjanjitoncie ("Túneles de las Sombras") es el inframundo de la mitología eryéfapa. Está constituido por un conjunto de túneles y pasadizos subterráneos en donde viven los echnes, junto a los dioses, protegidas por estos.

[5] Los echnes actúan como la conciencia de los seres vivos, buscando que se mantengan nobles, persigan buenos objetivos y no caigan en malos hábitos. Son la forma en que los eryéfapos entendían la culpa, la compasión, el sentido del deber, el amor, etc. Pero, cuando los seres vivos no les hacían caso, sus echnes los abandonaban, dejándolos perdidos y desorientados y, cuando mueren, no van al Chenjanjitoncie, sino que permanecen en la tierra, vagando errantes por siempre.

[6] Bairetomu, ("Lobo Negro").

[7] dis'sяk'keto, término con el que los eryéfapos se referían a los tisiagugos.

[8] Ilautoimu Ilěomu. La palabra ilěo significa tanto "luz" o "brillo" como "brillante", la acepción de la cual proviene el nombre de Ileyo.