Dínaz en la corte de Laercado
Plevgone ¡Señor, que dirige a los terguinos! (1)
A nuestras celdas ha llegado un hombre
grande, divino, de Zundea,
que quiere verlo a usted ahora.-----------------------------------------------------------4
Laercado Querido Plevgone, que entre (…) (2)
(entra Dínaz)
(…) Hijo, ¿qué buscas y por qué tú
has llegado a las celdas nuestras?
Dínaz[1] Laercado, primer hombre[2],--------------------------------------------------------------8
he venido hasta tu corte confesando que he matado (3)
a un hombre, pero haciéndolo en la voluntad de los dioses;
este hombre había venido a nosotros para asaltar
y me había quitado mi arma de dentro de las ropas----------------------------------12
y yo con ello solo quería recuperarla. (4)
Digo todo esto
porque unos ipotcodos a un hombre nuestro
se habían llevado, pero matar a un hombre-------------------------------------------16
no es delito, porque los dioses (5)
quieren que el castigo del ladrón
sea morir por el arma del asaltado.
Laercado Hijo de Dutoria, entiendo el motivo,---------------------------------------------------20
pero mis ipotcodos (6)
no buscan a la gente por crímenes
que ocurren en nuestra ciudad,
sino que siguen órdenes de esta corte,------------------------------------------------24
por lo que han sido enviados desde aquí. (7)
Y solo hay un hombre dentro de nuestras celdas,
el cual es de Dutoria como tú
y, por estar entre los que mataron a mi hijo,----------------------------------------28
Escáldrido, fue arrestado. (8)
Dínaz Entiendo lo que dices, pero el hombre
que me robó no era de corte,
sino un mendigo, con harapos por ropa.---------------------------------------------32
Laercado La justicia desean los dioses, (9)
pero matar al hijo de un rey es una aberración
mayor según su voluntad.
Por esto debemos consultar------------------------------------------------------------36
a los dioses, por lo que debe ser. (10)
Plevgone, busca pues a Dracastía.
(Sale Plevgone)
Laercado Dime, ¿cuál es, hijo, el motivo
por el que llegaste aquí ahora?---------------------------------------------------------40
Tus palabras no son de Terguina, (11)
sino las de Dutoria.
Dínaz Señor, por tu edad sabes mucho.
Te diré desde el principio lo que fue.--------------------------------------------------44
Sepa que yo[3] soy Dínaz, de Zundea, (12)
hijo de Torgo. En Tóraba me sumé
entonces a la tripulación de Lero.
buscando la gloria divina, pues un ceñidor-------------------------------------------48
hizo para su hija (13)
la diosa que nos cría a todos
y lo escondió en algún lugar de Quiptó,
en los reinos, pues, de las tierras de Udmucrata.-----------------------------------52
Laercado Entiendo lo que tú dices, hijo. (14)
El viaje hasta aquí es largo.
Sabe que no permiten a dutoriano
entrar a Farta, por lo que debes-------------------------------------------------------56
pensar el modo de engañar a las milicias.
Dínaz Entiendo lo que dices, pero sabe tú
que la voluntad de los dioses está ciertamente
sobre la de Dercan de Ifármeler.------------------------------------------------------60
Gadacparico ¡Señor, guía de los terguinos! (16)
Las milicias que recorren tu cuidad
encontraron a este hombre
hablando la lengua de los zarqueanos alrededor de ella.---------------------------64
Preso[4] (Señor, que guía a muchos simbaínos,
no entiendo lo que se dice porque no soy de Simbay.
Vengo de Meriña).
Dínaz ¿Sabes tú qué ha dicho este hombre? (17)
Gadacparic.[5] Lo que ha dicho en lengua de los zarqueanos
es que viene aquí porque así se lo ordenó Udmucrata.
Laercado Si hablar la lengua de los de Meriña---------------------------------------------------68
no sabes, no hables falazmente, (17)
Gadacparico, pues este hombre no dijo
lo que dices, sino que es de Meriña
y que no entiende lo que decimos.----------------------------------------------------42
(Entra Plevgone con Dracastía)
Plevgone ¡Señor, que dirige a los terguinos! (18)
La sibila, Dracastía, ha venido hasta ustedes.
Dracastía Señor, que estás sobre los terguinos,
para, de los dioses del cielo,------------------------------------------------------------76
decir la voluntad vine hasta aquí. (20)
Laercado Mi pecho, viéndote,
hoy se alegra, anciana elocuente,
pues los dioses nos protegen.----------------------------------------------------------80
Sabe que este hombre es Dínaz. (21)
Dijo además que vino de Zundea
y por el destino va hacia Tárgaza.
Mi hijo Escáldrido fue muerto-----------------------------------------------------------84
por la mano de un hombre que vino con su séquito (22)
y por esto los ipotcodos
han apresado a uno de estos,
que han venido hasta nosotros desde Dutoria.--------------------------------------88
Y Dínaz dice que él vino (23)
para buscar a uno de sus marines,
el cual había sido apresado, mientras que él mató
en la ciudad a un hombre que le había robado el arma.---------------------------92
Dracastía Veo en tu ropa[6], (24)
de la sangre del hijo del rey,
las manchas, las de la sangre
de un noble de Farta---------------------------------------------------------------------96
y también las de sangre de un dios. (25)
Dínaz Anciana sabia, son divinos
los ojos que las cosas que no ve
otro mortal ven.-------------------------------------------------------------------------100
Los dioses han querido que, (26)
en Toriundela, a un hijo de Estigo[7]
que mata hombres, yo mate.
Cubrimos los cuerpos-------------------------------------------------------------------104
con barro de la playa, para que la bestia (27)
no oliese nuestra sangre dentro de la vena,
Pero, cuando entonces el agua del mar
le salpicó repentinamente el brazo a Ulio,------------------------------------------108
el hijo de Gígar de Ifármeler, (28)
cuyo primer trabajo era entonces
y quien era inexperto aún,
la bestia la olió así dentro del brazo,-------------------------------------------------112
el cual le arrancó rápido. (29)
La sangre de la bestia me salpicó entonces,
cuando la maté con mi erfio[8], mis ropas
y la del joven cuando la herida-------------------------------------------------------116
le curé limpiándola con las ropas. (30)
Dracastía Veo lo que dices y haré,
por esto, aquello por lo que me convocaron, ahora. (se aparta)
Dios grande, que siempre vas--------------------------------------------------------120
del fin de Párabas[9] hasta el otro (fin), (31)
te buscan los simbaínos,
nosotros, los protegidos por Estigo,
para que les comuniques el deseo del Plerco.--------------------------------------124
(entra Roco)
Roco[10] Hija que ve de Estigo, aquí (32)
tienes a uno de los dioses que recorre
Párabas, llevando palabras.
Dime, entonces, lo que consultas. ---------------------------------------------------128
Dracastía Sabe que este hombre es Dínaz. (33)
Dijo además que vino de Zundea
y por el destino va hacia Tárgaza.
El hijo de Laercado fue muerto-------------------------------------------------------132
por la mano de un hombre que vino con su séquito, (34)
y por esto los ipotcodos
han apresado a uno de estos,
que han venido hasta nosotros desde Dutoria.-------------------------------------136
Y Dínaz dice que él vino (35)
para buscar a uno de sus marines,
el cual había sido apresado, mientras que él mató
en la ciudad a un hombre que le había robado el arma.--------------------------140
Roco Conozco en verdad a este dutoriano, pues mató a Elútar[11] (36)
y, aunque los dioses, que el ladrón
muera por el arma del asaltado,
quieren, Escáldrido,---------------------------------------------------------------------144
a pesar de que era impío, de buena cuna (37)
provenía y los de este origen son
quienes los del Plerco quieren que vivan más.
Y así lo quieren,---------------------------------------------------------------------------148
para que, a los pueblos de Simbay (38)
todos, guíen.
Dínaz es el más grande entre los hombres
por la voluntad de los dioses, por lo que--------------------------------------------152
el deseo del Plerco es que Dínaz sea liberado (39)
para que llegue hasta las costas de Farta.
Y el destino está por encima de la tarea.
Por esto el de Dínaz está sobre el de Escáldrido.----------------------------------156
Dracastía Que la gloria de los dioses (40)
dure hasta que el tiempo muera.
Aquí, las palabras del Plerco,
tienes, primer hombre de Terguina.-------------------------------------------------160
Preso (Que el pecho de Nerjo[12] me proteja,
pero veo aquí un dios
cuya piel ilumina más que la suya,
y cuyo brillo nos cubre a todos).
Gadacparic. Que este hombre aquí, contra un dios (41)
ha hablado, habéis oído; los de Meriña,
respecto a los de Zarquea, son
igual de impíos con los del Plerco.----------------------------------------------------164
Plevgone Calla tú y no hables, (42)
insensato, porque este, del dios,
impiedad no ha dicho, sino que lo contrario
ha sido, pues vio aquí------------------------------------------------------------------168
que, del de los que vuelan, (43)
es más grande la gloria
que el dios de los de Meriña.----------------------------------------------------------172
(Entra Quirquirio)
Quirquirio ¡Oh, varón de Zundea, el más grande (44)
entre los simbaínos! Grande
hicieron tu pecho los dioses
para que vinieses hasta la corte por un hombre.----------------------------------176
Gadacparico Este hombre ha escapado de las celdas. (45)
Los de dutoria, los tronos
que no son los de ellos,
no respetan ni lo harán. (se abalanza sobre él).-----------------------------------180
Dínaz Eres cobarde y ruin. (46)
Los dioses, en esta corte,
en verdad no quieren que mis hombres mueran. (Lo mata clavándole el puñal).
Roco Fuerte eres, Dínaz. Sabe que, por esto, --------------------------------------------184
desde el Plerco te darán la gloria, (47)
pero, con otra hija de Bosfi,
deberás verte. Y tu marín
te causará trabajos de nuevo. Pero Estigo------------------------------------------188
te protegerá en el camino hasta Quiptó (48)
a ti y tú serás el que le dará de verdad
al mejor hijo la gloria.
Así es el destino que te lleva.----------------------------------------------------------192
[1] Mientras Laercado, Plevgone y Dracastía hablan en dialecto shulo, pues son de Terguina, Dínaz habla en dialecto dutoriano de Tóraba, el que se hablaba en Zundea. Esto es parte del arte dramático que tenía que dominar el actor. Aquí se ve, por ejemplo, en la palabra χélax ft. (“hombre”), kílgos sh., χálaka dt.
[2] Gádakys palὴnoys, fórmula honorífica con la que los nobles se referían a los reyes, común en todos los reinos simbaínos exceptuando los de Parcégar.
[3] En los dialectos del sur (xamesianos, dutorianos y séleto-forjeano), es normal realizar la frase “sepa que…” como una antipasiva imperativa, pero con subordinada de infinitivo relativo con sujeto expreso, por lo que en las traducciones se expresa el sujeto.
[4] Los diálogos del preso no están en verso, por lo que quedan fuera de las estrofas de los demás personajes.
[5] Gadacparico es un ipotcodo de Telmízer, por lo que habla en dialecto farto (también se puede ver en su nombre, compueto por gádax y pariγísam, del respectivo dialecto; cf. con breγêisem sh.). Es introducido como alguien hostil y torpe, que confunde la lengua meriña con la zarqueana (lo cual es verosímil, pues, siendo lenguas de la misma familia, son similares). Esto se debe a que, si bien Terguina había aprobado la alianza simbaíno-meríña en la Liga, no había apoyado la proscripción de los dutorianos por parte de Dercan de Ifármeler, por lo que esta obra, de origen terguino, busca presentar una reconciliación entre Dutoria, Terguina y Meriña en la figura de Dínaz, Laercado y el preso meriño, respectivamente, y presentar de forma positiva a los personajes terguinos, dutorianos y al meríño, pero de forma negativa al personaje farto, a quienes postula como los que están en una posición política imprudente, además de que también busca convencer a los dutorianos de que los responsables son los fartos, con quienes los dutorianos siempre tuvieron conflictos, y no la Liga en general.
[6] El término oklὰnα refiere a una ropa hecha con lana.
[7] Dios principal del panteón simbaíno. Aquí se está refieriendo a la bestia Elútar, que era hijo de Estigo y la diosa Bosfi.
[8] Daga de mano de origen vermárico.
[9] Diosa de la tierra. Su cuerpo constituía el mundo físico para los simbaínos.
[10] La deidad habla en dialecto shulo, corroborando que el autor es de ese origen.
[11] Lobo gigante, hijo de Estigo y Bosfi, que merodeaba las cercanías de Toriundela, matando a sus habitantes. Es también padre de Roco.
[12] Nerjo es el dios meriño del cielo. En este pasaje, el preso meriño se impresiona de que Roco, un dios de un estatus relativamente bajo, al punto de que oficia como mensajero de los mortales, resplandezca y emane más poder que uno de los dioses meríñicos más altos. Sin embargo, el autor simbaíno se evidencia en la expresión “el pecho de Nerjo”, pues la concepción de que los sentimientos y la mente se alojaban en el pecho (y, por consiguiente, este tipo de expresiones) es simbaínica. Esto es un intento elocuente del autor de glorificar a las deidades simbaínas, acorde además con el ideario pansimbaínico de la Liga, al que Terguina adhería y que luego sería recuperado por Lumpicurco, resignificando la imagen de las deidades autóctonas.