Iturrizaga se propone llegar a lo mas alto en solo 2 temporadas

 

 

El Gran Maestro venezolano del ajedrez, Eduardo Iturrizaga, asegura que en dos años puede llegar a un coeficiente Elo de 2.700, lo cual lo ubicaría entre los mejores del mundo, aunque para eso necesitará ayuda de la gente de su país.

"Puedo llegar lejos, pero necesito ayuda. En Venezuela me apoyan poco. Este año, por ejemplo, sólo me pagaron un pasaje de avión, al torneo Iberoamericano, y así todo es muy difícil", explicó el jugador de 21 años de edad.

Originario de Caracas, pero residente en Maracay, Iturrizaga es uno de los jóvenes de más crecimiento en el ajedrez de América en los dos últimos años; en el 2008 tenía 2.470 de rating y ahora exhibe un 2.607 con el que está entre los mejores latinos.

"Para llegar a 2.700 necesito un entrenador porque hace cinco años que me entreno sólo. Me gustaría hablar con el presidente del país o el Ministro de Deportes para pedir ayuda porque en Venezuela invierten mucho dinero en el ajedrez en las escuelas, pero no en el alto rendimiento", comentó.

Aprendió a jugar a los cinco años y enseguida mostró talento. "Yo salía con el peón en e4, luego movía mis caballos y ponía peones en a3 y h3 para enrocar y conectar las torres, para mí eso era todo; a los siete años fui a vivir a Perú y fue hasta los nueve, cuando regresé a Venezuela, que empecé a tomarlo en serio", recuerda.

Sus primeros triunfos los logró en la plaza Candelaria de Caracas, pero pronto recibió ayuda del entrenador Antonio Palacios y maduró tanto que a los 19 años de edad se convirtió en el primer Gran Maestro de la historia de su país.

"Hace un tiempo hubo un proyecto de entrenarme con el Gran Maestro cubano Jesús Nogueiras, pero no se pudo y sigo solo, lo cual es una desventaja", comenta.

Iturrizaga ha tenido tendencias en sus Aperturas, en estos tiempos, con piezas blancas juega más las de peón dama y la Apertura Inglesa, mientras con negras prefiere la variante dragón acelerado de la Siciliana, pero no está conforme porque ya lo conocen y le sacan tablas (empate) con frecuencia.

"Juego Taimanov y Caro Cann, pero me falta repertorio", insiste el jugador, colocado cuarto en el Iberoamericano concluido en México, en el que rozó la posibilidad de final, pero perdió una partida rápida con ventaja ante el brasileño Gilberto Milos.

A pesar de ser un joven, Iturrizaga tiene sangre fría, sabe manejar la situación en apuros de tiempo y dice que se siente más motivado cuando se enfrenta a alguno de los mejores del mundo.

"Este año hice tablas con Shakhriyar Mamedyarov, octavo del mundo, porque me apuré cuando tenía mejor posición en la Olimpiada, y también empaté con Alexander Morozevich, quien llegó a ser el dos del mundo; me siento motivado cuando juego contra ellos", asegura.

Admirador del estadounidense Robert Fischer, considerado uno de los tres más grandes de la historia del ajedrez, y seguidor del estilo del armenio Levon Aronian, número tres del planeta, el venezolano ha insistido en salir adelante a pesar de las duras condiciones y este año se fue solo a España.

"Una tía me prestó un apartamento y estuve ocho meses en Madrid, lo cual me permitió jugar torneos en Dubai, Francia, Rusia y España; he recibido una propuesta para jugar como español, pero quiero seguir representando a Venezuela", asevera.

Iturrizaga es hincha del Barcelona del fútbol español, de los Yanquis de Nueva York, de las Grandes Ligas de Béisbol, y de los Navegantes de Magallanes del béisbol venezolano, y entre los ajedrecistas es amigo del mexicano Luis Ibarra, uno de los jóvenes de más talento de su país, y del Gran Maestro cubano Leinier Domínguez, el número uno de América Latina.

"Domínguez posee un gran talento, pero estudia mucho, por eso está donde está; yo siento que también voy a llegar lejos, aunque entrenarme solo es muy duro", confiesa.