3 x 2.

 

 

            Si me hubiesen pedido en mi época de escolar  que definiese el concepto 3 x 2, hubiese respondido sin dudarlo: seis. Si me lo hubiesen preguntado en mi época de alumno de instituto hubiese respondido, igualmente sin dudarlo que 3x2 era: lo que escuchabas antes de llevarte un cebollazo del/ de la maestro/a de turno. Y si me lo preguntasen ahora diría: lo que dice un maestro/a antes de escuchar un bocinazo de un alumno/a.

            Mismo concepto, distinta respuesta. La verdad no existe en modo absoluto. Ahora bien, desde  los años 90, con el consumismo, 3 x 2 ya no es nada de lo anterior. Ahora es una oferta que determinadas grandes superficies, tales como…....(No seré yo quien haga publicidad gratis) realizan periódicamente, en función de su estrategia comercial. De todos es sabido que tienen, con ello, dos objetivos: a) liquidar el stock de artículos (especialmente de aquellos que presentan una caducidad próxima) y atraer con dichas ofertas a mayor cantidad de clientes potenciales, que a buen seguro incrementaran la facturación por ventas.

              Resulta que el ajedrez también tiene su 3 x 2.  Se trata de un tema recurrente que, al igual que las ofertas de las grandes superficies, se repite con mucha frecuencia. Los desequilibrios en las mayorías de peones según los flancos. En una posición no sólo importa en número de peones y la estructura de los mismos, sino el reparto. Es muy frecuente que cada bando cuente con igual número de peones, pero desigualmente repartidos por flancos. Y, curiosamente, la mayoría que más se repite es la de 3 x 2 en un flanco. Esto es especialmente grave para el bando que está en minoría cuando su rey se encuentra en el flanco opuesto. En esos casos, las opciones de victoria del bando que tiene mayoría se disparan. 

             Veamos un ejemplo de la práctica magistral, aunque aconsejo que antes de ver la resolución del mismo, pongáis la posición en un tablero, y dediquéis un rato a valorar el plan y calcular la secuencia de jugadas, reproduciendo las condiciones de torneo. Luego, sí será el momento de comparar con los comentarios que adjunto.

 

 

            A la posición anterior llegaron F.J. Marshall vs J.R. Capablanca, en Nueva York, 1909. Le corresponde el turno a las negras. El material está igualado, pero Capablanca cuenta con algunos elementos que le dan ventaja: a) tiene mayoría de peones (el 3 x 2 de marras) en el flanco de dama; b) el rey está alejado de dicho flanco; c) los peones negros están adelantados; d) es posible ganar tiempos en el avance, dado que la torre en esta disposición no es una buena bloqueadora. Así, uno de los mejores ajedrecistas de la Historia resuelve del siguiente modo:

 

             1. …,              Td1+

            Lo primero es alejar el rey evitando que tome f1 y se acerque al flanco de dama, porque el rey sería un magnífico bloqueador.

 

             2. Rg2           a5!

 

            Una vez que tenemos un 3x2 a la vista hay que lanzarse y aprovechar la oferta. La idea de Capablanca es jugar 4. …, b5 tocando la torre obligándola a abandonar su emplazamiento de bloqueo. Esto se hace, al tocar la torre, ganando tiempos igualmente.

 

            3. Tc2            b4

            4.  axb4         axb4

            5. Af3            

 

            El alfil no estaba bien en e4 y ahora se dirige a e2 para presionar al peón de c4. Lo hace ganando el tiempo al tocar a la torre.

 

             5. …,            Tb1

             6.  Ae2          b3

             7. Td2

 

           Única porque si 7. Tc3?  Txb2 y no vale 8. Axc4 por 8. …, Tc2! ganando.

 

            Y así se llega a uno de los momentos críticos de la partida. Ahora sería interesante, con esta posición, repetir el ejercicio. Valorar la posición, buscar candidatas y establecer una continuación. Ojo, también es necesario valorar las candidatas del rival.

 

 

 

            A título anecdótico puedo decir que yo calculé la siguiente secuencia: 7. …, Txb2 (jugada de esas que se hacen porque se te va la mano); 8. Txb2  c3  9. Tb1 c2  10. Tc1  b2 ganando. Sin embargo, omití una candidata del rival: 10. …, Ad3! devolviendo el material y quedándose con mejor posición. ¿Cuándo me di cuenta de mi error? Cuando vi que Capablanca no hacía Txb2 era claro que sería por algo. El ordenador hizo el resto. Un ejemplo de cómo un error en la búsqueda de candidatas del rival hubiese echado por tierra una partida ganada. Por eso, cuando se tiene posición dominante conviene no buscar golpes tácticos complejos si existen continuaciones tranquilas que te dan la victoria.

 

             7. …,              Tc1

 

            Amenazando 8. …, Tc2 y forzando la respuesta blanca.

 

             8. Ad1           c3

             9. bxc3         b2

            10. Txb2       Txd1

 

            Y Capablanca impuso su ventaja material catorce jugadas después.

 

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