CARTA DE AJUSTE.

 

 

            Para los que conocimos la televisión de los años setenta, la carta de ajuste es algo que nos resulta familiar y nos evoca una época. Quizá vista por los jóvenes actuales como una época de ingenuidad y quizá lleven razón. Aunque también lo fue de decencia, de honestidad, de cultura del esfuerzo y del trabajo bien hecho. Y sobre todo, fue una época en la que la formación, la cultura y el conocimiento llevaban aparejado el éxito. Hoy, lamentándolo mucho, este país ofrece más oportunidades a quienes no tienen escrúpulos que a sus ingenieros (no digamos licenciados en Filosofía o en Geografía e Historia).

            Hoy será mi última sesión, y como tal, al aproximarse al final, sentí que tocaba volver al principio. Y al principio fue mi madre. La persona que me enseñó a jugar al ajedrez. En realidad me enseñó a vivir dentro y fuera del tablero. Cómo muchas personas de su generación, con sus errores, que los tuvo, me enseñó cuatro lecciones de vida inolvidables. Una de ellas, viene a cuento de la sesión de hoy. Hijo, cuando quieras un libro, te lo compraré, y cuando te lo hayas leído, si me pides otro, también lo tendrás. Jamás te negaré un libro, aunque tenga que privarme de lo que sea. Esas fueron, con bastante aproximación, sus palabras, hacia finales de los setenta. Y lo cumplió, hecho que tiene importancia si se añade que en casa, económicamente, la situación era delicada. Y digo esto, porque no puedo evitar pensar en cuantos padres contemplan como un sablazo a sus economías familiares el comprar un libro a sus hijos. Es cierto que existen casos, y más con la crisis actual, en los que es imposible afrontar un gasto como ese. Pero también es cierto que observo que un porcentaje alto de padres no se privan de una romería, de ser socios de un club de fútbol, de comprar móviles de gama alta a sus hijos, de regalos de reyes del tipo videoconsolas, etc. En resumen, desde cierto punto de vista, un libro es un patrimonio de conocimiento, no es un gasto, sino una inversión. Por cierto, una de las más rentables que puede hacerse.

            Y aquí entra en juego la sesión de hoy. Tenía el deseo de terminar con una recomendación al respecto de una biblioteca básica de ajedrez. Algo así como la relación de libros altamente recomendables para que alguien que no sepa nada más que los movimientos pueda llegar a ser un jugador de primera categoría. En principio, el criterio de selección de los mismos iba a ser personal, es decir, libros leídos por mi, no obstante, aunque eso se cumple en casi todos los casos, existen excepciones. Son estos, libros recomendados por amigos del ajedrez que saben mucho más que yo y en quienes tengo plena confianza. Están anotados en el orden en el que sería interesante que fuesen leídos y o estudiados, según casos, y con una breve reseña:

 

            BIBLIOTECA BÁSICA.

 

            1º. Escuela de Ajedrez.  GUDE, Antonio. 

            Es el mejor libro que he leído jamás para iniciar al ajedrez. Está estructurado de forma inmejorable para que el estudiante logre estructurar el conocimiento de forma comprensiva y progresiva. Quizá es tan didáctico porque no está escrito por un Gran Maestro de renombre.

 

            2º. Escuela de Ajedrez 2. GUDE, Antonio.

            Obviamente es la segunda parte del libro anterior. Tiene el inconveniente de que quizá tiene un nivel alto en ciertas ocasiones. Paciencia. Si eso es así, aconsejo no desesperar y darle dos vueltas. Mantiene el mismo formato que el anterior. Se explica un concepto, se exponen ejemplos y al final de cada capítulo hay ejercicios de dificultad progresiva. Recomiendo hacer primero el libro con los problemas de nivel uno. Luego con los de nivel dos y por último, con los de nivel tres.

 

            3º. Ajedrez lógico jugada a jugada. CHERNEV, Irving.

            Este libro explica el sentido del juego en ajedrez, con una selección de partidas muy instructivas y con análisis sencillos, perfectamente asumibles por un aficionado que empiece. Este libro nos enseñará a tener ideas y planes sensatos en una partida de ajedrez. Algo así como una brújula que nos guíe. Interesantes las partidas del Giuco Piano y del Gambito de Dama.

 

            4º. Técnica de la combinación de mate. GUDE, Antonio.

            Manual soberbio sobre la parte más contundente de la táctica, la combinación de mate. Interesante, porque explica no sólo los temas tácticos típicos, sino los binomios tácticos (batería, dama-caballo), etc. Al igual que los dos primeros, al final de cada capítulo tiene una cuidada selección de problemas estructurados por temas y por dificultad.

 

            5º. Mi sistema. NIMZOWITSCH, Aaron.

            Es una obra magnífica, un clásico del ajedrez. Explica un método para jugar, basado en tres principios: centralización, bloqueo y profilaxis. Una obra ideal para comprender la valoración de las posiciones y planes en consecuencia.

 

            6º. Los cien finales que hay que saber. DE LA VILLA, Jesús.

            Recopilación de los finales más importantes. Este libro es una joya y una referencia obligada para un jugador. Es un libro para estudiárselo, eso sí, progresivamente. Es, a ese efecto, altamente conveniente, primero establecer al menos veinte finales conocidos y luego progresivamente, ir ampliando ese conocimiento. Este es un libro que uno debe leer y releer continuamente.

 

            7º. Ajedrez de Torneo. BRONSTEIN, David.

            Una magnífica colección de partidas del Torneo de Candidatos, de Zürich, 1953. Las partidas están comentadas por uno de los participantes, Bronstein, de forma muy didáctica. Al final del libro, el objetivo es saber jugar la Defensa India de Rey, la más empleada en dicho torneo.

 

            8º. Estrategia. BOTVINNIK, Mikhail.

            En primer lugar me gustaría aclarar que esta obra (formada por tres libros) no la he estudiado, aunque tengo previsto hacerlo a la mayor brevedad. No obstante, me he tomado la libertad de incluirlo dado que me ha recomendado dicha obra ajedrecistas de la solvencia de Carlos Barrero o Jesús Romero. No seré yo quien les lleve la contraria. Son sus partidas, comentadas por él mismo, con un grado de sutileza, de elegancia, de exactitud, admirables. He pasado las primeras partidas para escribir esto, y si la obra mantiene el nivel, será espectacular.

 

            9º. Descubriendo los conceptos en ajedrez. HELLSTTEN, Johan.

            Esta obra me ha sido recomendada por Miguel Ángel Muñoz, una persona exquisita, de las de antes, razón por la cual incluyo dicha obra, aunque aún no he podido estudiarla. No obstante, lo poco que he visto, para escribir estas líneas, promete. Y si un señor dentro y fuera del tablero me sugiere encarecidamente dicha obra, por algo será.

 

            10º. Aquí recomiendo que cada uno busque una edición de partidas comentadas de su ajedrecista favorito y esporádicamente pase sus partidas y las disfrute. Hay mucho donde elegir: Alekhine, Capablanca, Fischer, Karpov, Kasparov o Anand son algunas sugerencias, pero cada uno sabrá.

 

 

            Y hasta aquí llegué. Ha sido un placer haber llevado esta sección, con la que tanto he aprendido. Me gustaría dar las gracias a mi Mary en primer lugar, que tantas veces me ha soportado abducido por la pantalla. A Fran Valladolid y Carlos Ruiz, por su paciencia con mis retrasos en las entregas, su amabilidad y psicología con mis errores, su disposición ante cualquier eventualidad, sus palabras de ánimo y su entusiasmo ante algunas entregas que consideraron meritorias. Gracias. A Jesús Romero, a Diego Gómez (quien ya sabe que no se ni ajedrez ni cine), a Miguel Ángel Muñoz y Carlos Barrero, por sus enseñanzas y sugerencias. A todos los que de una manera u otra habéis disfrutado con ella, gracias.