SI  ME  QUERÉIS ¡MARCHARSE!

            Un caluroso 25 de agosto de 1983 contraía matrimonio en la iglesia de la Encarnación de Marbella, Dolores González Flores (Lolita), con el argentino Guillermo Furiase.  De todo hay que saber. Por expreso deseo de la familia se trató de una boda popular. Hubo libre acceso a la iglesia y pese a que el aforo máximo era de novecientas personas, fuentes fidedignas aseguran que sobrepasó las cuatro mil. La tensión se disparó y la boda debió celebrarse finalmente en la sacristía. De aquel día queda una de las frases célebres de Lola Flores, la Faraona, y madre de la novia: Si me queréis, ¡Marcharse! gritaba a la gente. ¡Esto es una vergüenza! No había manera. Nadie se fue. Quizá no la quisiesen. Era la genuina Lola Flores, con una personalidad arrolladora. Pocos hechos lo reflejan mejor que la crítica que en 1953 le hizo el New York Times cuando debutó en Estados Unidos: no canta, no baila, pero no se la pierdan.

            ¿Qué tiene que ver esto con el ajedrez? Sencillo. No he sido capaz de encontrar mejor frase que esta para explicar un tema táctico: la liberación de espacio. Esto es, en ocasiones es necesario despejar una fila, columna, diagonal o casilla para permitir que pueda ser utilizada por efectivos propios. Dicho de otro modo, despejar o apartar la pieza o las piezas propias que están delante para que puedan actuar las que están detrás. Ejemplo al canto, nunca mejor dicho:

 

 

 

 

 

 

            La siguiente posición se produjo en la partida Ehlvest vs Hasanov, en Leningrado, 1982. En ella, las blancas, que juegan, tienen una importante ventaja de desarrollo que les permite ganar la partida de forma inmediata gracias a la liberación de espacio. ¿Cómo funciona el pensamiento ajedrecístico? Al escanear la posición es relativamente sencillo darse cuenta de que el caballo de f6 está clavado. Lo siguiente es que si se quita el caballo blanco de f2 ya habría dos piezas atacando dicho caballo, pero si además el caballo de f2 pudiese jugar a e4 ya serían tres piezas. Por tanto liberar la casilla e4 tiene muy buena pinta. Sólo hay que atar algún fleco pendiente y voilá1. e5! liberación de espacio pura y dura. Si me queréis, ¡Marchárse! debió decir el rey blanco al peón de e4.  El sacrificio no puede declinarse porque ataca el caballo clavado.  1. …,  dxe5   2. Dxd8+!  No hay que tener prisa en jugar Ce4. Esta es mejor por dos motivos: elimina un defensor de f6 y mantiene la clavada, que esta vez es absoluta.  2. …,  Rxd8   3. Ce4 ganando la pieza dado que ahora está tres veces atacada y sólo una vez defendida.  De hecho, en la partida real tras 1. e5  las negras abandonaron.  El ejemplo de liberación de espacio no puede ser más claro. El peón de e4 se ve que quería mucho a su bando y marchó.

           

            El siguiente ejemplo es un poco más complicado. Se produjo en la partida Ljubojevic vs Padevsky, Niza 1974. En ella el primer jugador encontró una continuación expeditiva que le dio la victoria gracias a la liberación de espacio. En este ejemplo, como en las bodas, los caballos preceden a la novia (dama) blanca. Todos es cuestión de aplicar el principio de: si me queréis …

 

 

 

                                            

               Eso sí,  vosotros, si me queréis... quedarse.