LA NORIA FELIZ.

            Debo confesar que en un principio pensé ilustrar el tema ajedrecístico de hoy con el título de La Noria, el del programa de televisión recientemente extinguido. Iba a redactarlo así: Programa televisivo emitido por Telecinco desde 2007 hasta 2012. Presentado por Jordi González, contó con casi un 20% de cuota de pantalla (un especialista en medios diría share), siendo un programa de telebasura (ese mismo especialista diría … talk show). Pero la realidad es que no me apeteció ensuciarme ni ensuciar este espacio virtual. Sin embargo, necesitaba un símil y la noria era el mejor. Un poco más de esfuerzo mental (Aquel experto que dejé por el camino diría brainstorming) y conseguí el título: La noria feliz.

            ¿Qué es la noria feliz? Así fue como Alfredo Relaño, para los que no sean futboleros, es el director del diario As y autor de la columna que lleva su nombre (¡No todo va a ser la contraportada del As!), bautizó a la Selección Española Absoluta de Fútbol tras su Campeonato de Europa de Selecciones Nacionales en el 2008. ¿En qué se basaba para ello? La comparación me parece hermosísima y muy sutil. En aquello que se dio en llamar tiqui-taca. La posesión larga, la hipnosis al rival que no la rasca, el balón circula con toques rápidos y en los que sólo parece faltar la música amable y recurrente de los tiovivos. Casualidad o no, aquella Eurocopa se consiguió en el estadio Prater de Viena, sita en un Parque de Atracciones.

            ¿Y qué tema es ese que tanto recuerda a la noria feliz? Pues el switchback (Ahora querría yo ver al experto tratando de adornar este término). Trataré de definirlo. Es un tema táctico, más propio de estudios que de partidas reales, que consiste en que una pieza realiza una serie de movimientos para acabar regresando al lugar del que partió, pero repitiendo el camino recorrido y logrando con ello la victoria. Comenzaré con un ejemplo.

            La siguiente posición corresponde a un estudio de C.A. Gilbert, de 1890. En él las blancas disponen de un mate en 10 movimientos gracias al switchback. No es fácil, pero todo es ponerse y con un tablero delante, paso a paso, se sigue y se disfruta mejor.

           

           

            Como siempre, es mejor razonar. Las blancas no tienen ventaja material y de hecho podrían estar perdidas si no fuese por un detalle: el rey negro apenas tiene casillas. Eso sí, es necesario hilar muy fino:  1. Cf5+  Rd5 (única como lo serán todas las jugadas siguientes del negro)  2. Ce7+ Rd6   3. Cc8+ Rd5  4. Cb6+ Rd6  5. Cbxc4+  Rd5  El caballo ha terminado su viaje de ida y ahora vuelve por donde ha venido. Es el balón que circula y circula sin que el rival lo huela. 6. Cb6+ Rd6  7. Rc8+ Rd5  8. Ce7+ Rd6  9. Cf5+ Rd5  10. c4++  Busqué un ejemplo de switchback en el que el mate lo diese una torre, por aquello de la final de Viena, pero no se puede tener todo. No obstante, lo importante está entendido. Ida y vuelta, una noria que gira.  

 

            Veamos un segundo ejemplo. El siguiente problema fue compuesto por G.F. Andersen, en 1917. Blancas juegan y dan mate en 4 movimientos. La solución se basa en un switchback un tanto especial y la primera jugada blanca tiene truco.

 

 

 

1. 0-0  Casi siempre una jugada que cuesta ver en los problemas. Aunque lo cierto es que aquí es muy oportuna: protege el peón de b, lleva al rey rival a la banda y pone en juego la torre.  1. …,  Rh4  2. Rf2  g3+  (Evidentemente si 2. …, Rh5  3. Th1++)  3. Re1 g4  4. Th1++ Curioso, se logra dar mate en cuatro enrocando para luego desenrocar.

 

        Espero que haya quedado claro este curioso recurso táctico. ¡El tiqui taca del tablero! Si no, haced como yo, ¡El taca-taca del tablero!