HECHOS
La publicidad ejerce una gran influencia en los consumidores persuadiéndoles de que compren aparatos cada vez más sofisticados, lo que provoca que se tiren muchas televisiones en buen estado, sólo porque son modelos antiguos. Un estudio reveló que la cuarta parte de los aparatos de televisión (además de frigoríficos y lavadoras) que aparecían en los desguaces no tenían ninguna avería seria y uno de cada diez aparatos eran modelos que aún se vendían en las tiendas.
Muchos de los televisores en color no son tan eficientes en el consumo de energía como deberían ser. Si dejamos la tele en stand by, en lugar de apagarla debidamente, sigue consumiendo hasta una cuarta parte de la energía que gasta cuando está encendida. La organización Amigos de la Tierra del Reino Unido estima que este desperdicio de energía cuesta muchos millones al año y genera casi 200.000 toneladas adicionales de dióxido de carbono, uno de los mayores causantes del efecto invernadero.
REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR
Los aparatos de televisión emiten radiaciones electromagnéticas. Algunos expertos sugieren que pueden ser dañinas, así que no use aparatos que estén averiados y tampoco se siente demasiado cerca de la pantalla. Nunca intente reparar la tele usted mismo; puede resultar peligroso. Avise al servicio de reparaciones. Si compra un televisor de segunda mano, compruebe que tiene garantía. Cuando quiera deshacerse de un aparato viejo, véndalo de segunda mano o dónelo a alguna organización benéfica.