LANA Y PRODUCTOS DE LANA
HECHOS
Como producto natural, la lana es fácil de reciclar para elaborar otros productos de lana. En la actualidad entre un 3 y un 5% de los desperdicios en los hogares británicos son tejidos. Prendas de vestir y otros objetos de lana son una parte importante de estos desperdicios, a pesar de que existe un mercado de segunda mano para estos tejidos usados. Reciclar la lana ayuda a reducir el impacto ecológico que conlleva su producción. Procesar una tonelada de lana del vellón necesita más de 200.000 litros de agua hasta llegar al producto final. El 70% del la lana mundial proviene de Australia y Nueva Zelanda, donde el pastoreo depende mucho de los productos químicos para controlar las enfermedades. Después de esquilar las ovejas. los vellones se suelen tratar con productos químicos. Estas sustancias tóxicas son perjudiciales para la vida salvaje. Para evitar males mayores, la Unión Europea introdujo en enero de 1993 controles estrictos sobre las emisiones y vertidos de estos productos. Se producen más de 50.000 litros de líquidos residuales por cada tonelada de lana tratada. Los colorantes químicos y tratamientos añaden más polución. Con un proceso tan costoso es mejor para el medio ambiente no tirar la lana.
REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR
Utilice productos de lana sin blanquear ni tintar. Reutilice la lana y zurza los jerseys viejos. Las fibras de lana son muy duraderas y , a menos que la lana original esté enredada o contenga fieltro, son ideales para confeccionar jerseys, muñecos de trapo o mantas a cuadros. Cuando tenga suficientes ovillos, puede tejer varios cuadrados para confeccionar una pequeña manta. Guarde los restos de lana que le sobren después de haber tejido un jersey; le servirán para arreglos posteriores. Las prendas de lana y mantas que ya no quiera dónelas a su parroquia o a centros benéficos.