HECHOS
Un tercio de la basura doméstica son envases. Vidrio, aluminio, acero, papel y cartón son algunos de los materiales más comunes que se utilizan para envasar y embalar y que, de un modo u otro, se reutilizan o se reciclan, dependiendo de los programas de recuperación de los fabricantes o de los controles legales. La negociación de la directiva europea sobre envases y embalajes fue dura; la industria del envasado ha luchado para mantener su opciones abiertas. Los fines de esta importante norma europea son muy loables, como reducir envases desde su origen, recortar las cantidades que acaban en los vertederos e incrementar los niveles de reciclaje. La directiva obliga a los países miembros a:
- Recuperar como mínimo el 50% de los residuos de envases y embalajes.
- Reciclar como mínimo el 15% de cada material y el 25% del conjunto.
No obstante no se establece una jerarquía de opciones. Valora igual la recuperación de envases y embalajes con reciclaje real o la quema de estos materiales en una incineradora con recuperación de energía.
REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR
La primera medida a tomar debe ser la de no utilizar envases y, si es inevitable, usar los menos posibles. Evite los envases que sólo tengan un uso, así como los que sea imposible reciclar.