HECHOS
De los diferentes tipos de papel empleados para empapelar paredes, los fabricados a base de vinilo (PVC) son los que producen un impacto mayor sobre el medio ambiente: los residuos generados durante su producción no se pueden quemar debido al riesgo de emisión de vapores tóxicos. Existe una compañía alemana pionera en su reutilización, al separar el vinilo del resto del papel. El papel que se obtiene se procesa con una nueva base de papel pintado. Miles de toneladas de desechos de vinilo procedentes del Reino Unido se envían a Alemania para ser tratados. Todo papel pintado adhesivo contiene elementos que pueden resultar contaminantes en el proceso de reciclaje. En la actualidad ya existe papel pintado reciclable disponible para su utilización.
REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR
Intente experimentar con papeles alternativos para empapelar sus paredes. Aunque los papeles de vinilo son duros y fáciles de limpiar, otros materiales basados en fibras naturales (arpillera, corcho y textiles) pueden ser igual de duraderos. Por ejemplo, la arpillera de fibras vegetales suele ser utilizada por los decoradores como base para pintar. Como alternativa, se pueden usar azulejos o pinturas de baja emisión y también pueden utilizarse otras técnicas como los rollos de tejidos.
Guarde los trozos de papel para reparaciones o empapele cajones y cajas de madera. Si le han sobrado rollos, hable con quien se los vendió para ver si acepta su devolución o dónelos a alguna tienda que los pueda revender para obras benéficas. Los muestrarios de papeles pintados se suelen tirar cuando se pasan de moda. Estos libros pueden ser, sin embargo, utilizados en proyectos artísticos por los alumnos de algún colegio. Fabrique tapas impermeables para sus libros de cocina con las hojas sobrantes.
Una vez que el papel pintado ha sido utilizado, no se puede reciclar. Los restos de adhesivo y los tintes contaminan el proceso de reciclaje. Échelo al cubo de basura. No queme los restos de papel de vinilo en hogueras, pueden producir gases tóxicos.