HECHOS
Aproximadamente el 80% de los residuos de todo el mundo terminan en los vertederos. Se trata de agujeros excavados en el suelo o terraplenes donde se deposita la basura. La mayoría de los países arrojan sus residuos sólidos en estos lugares; en muchos países se combina este sistema con la incineración y planes de reciclaje. Por ejemplo en Suiza, los vertederos se utilizan para un 20% de la basura, en Japón y Dinamarca para un 30%, en Francia y Bélgica en un 35% y en Alemania e Italia para un 65%.
Existen graves problemas para encontrar terrenos donde ubicar nuevos vertederos. La estrategia basada en la reducción de residuos es la única alternativa real para un futuro sostenible.
Los vertederos afectan de forma continua al medio ambiente. El deterioro de los residuos orgánicos genera gases y lixiviados si no se controlan y pueden contaminar los suministros de agua. El riesgo aumenta cuando los residuos peligrosos se mezclan con los residuos domésticos. Por otra parte, algunos objetos de uso diario, como algunas clases de pilas, contienen una mezcla de metales pesados, incluidos el cadmio y el mercurio, por lo que es importante que los planes de recogida especial para pilas funcionen con eficacia (ver gas de vertedero).