HECHOS
Cadmio, mercurio y plomo son algunas de las sustancias tóxicas que encontramos cada día en pinturas, tintes, pilas y gasolina con plomo. El mercurio y el cadmio son particularmente peligrosos. La actividad industrial ha incrementado la presencia de materiales pesados en el medio ambiente; la extracción y fundición de metales puros y los vertidos indiscriminados de residuos son los principales causantes de este problema. Los vertidos industriales contienen altas dosis de metales pesados que llegan a los ríos y las playas a través de los desagües.
En los vertederos, los restos de pilas y baterías se filtran por todo el terreno. Si llegan hasta los suministros de agua potable pueden contaminarla. En un intento de evitar los metales peligrosos en el hogar, algunos países europeos han organizado recogidas selectivas de residuos peligrosos. En una ciudad alemana se reparten bolsas de plástico para depositar pilas, bombillas y cables eléctricos. En Suecia se ha restringido el uso de ciertos metales, evitando su impacto sobre el medio ambiente.
REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR
Use menos pilas. En su lugar, enchufe los aparatos a la red eléctrica. De este modo ahorrará energía, porque la fabricación de una pila consume 50 veces más energía que la que suministra. Los productos que contienen metales pesados deben manipularse con mucho cuidado. Contacte con las autoridades locales para saber si ofrecen algún servicio especial de recogida. No intente reparar las vajillas excesivamente decoradas; los pigmentos contienen óxidos de cadmio y plomo.